Este artículo es continuación del artículo Innovar en España (I) en este mismo blog
¿No han escuchado nunca esto?: “Eso de hacer lo que me gustaría hacer está genial pero yo tengo que dar de comer a mi familia“. Reconozco que es complicado pasar de un modelo donde tengamos que hacer exactamente aquello en lo que no creemos para dar de comer a nuestros hijos, a un modelo en el que tengamos que hacer exactamente aquello en lo que creemos para poder dar un mejor futuro a nuestros hijos. También reconozco -tengo esa facultad- que será cada vez más complicado si lo único que haces es exactamente aquello en lo que no crees en lugar de apostar en algún momento por aquello en lo que crees. Dar este paso no es fácil para nadie. Para nadie. Pero hay que darlo. O morir en el intento. Pero darlo.
Nadie duda que España vaya a salir hacia delante. El que lo haga con la historia de este país en la mano, es un insensato. De hecho nadie lo dudaba incluso cuando España pasaba por sus peores momentos. Porque los ha tenido muchísimo peores aunque ahora parece que nadie lo recuerde. Es tremendamente fácil decir que hay crisis pero lo es más ir a una biblioteca a ojear nuestra historia más reciente para saber lo que verdaderamente es una crisis. El problema entonces y ahora es cómo y cuando vamos a salir de ésta. Es una cuestión de la forma en la que vamos a salir (lo que perderemos y lo que ganaremos) y del tiempo que vamos a tardar en hacerlo.
Como muchos otros, escribo cada día artículos proponiendo remedios de sentido común para cambiar la cultura de las organizaciones. Pero creo hacerlo desde el conocimiento y la realidad de que no es lo mismo cambiar una organización en Grecia, en California, en Finlandia o en España. Porque creo que todo es mucho más sencillo que lo que la gran mayoría quiere comprender. A menudo deberíamos dejar de pensar cómo nos gustaría que fuera nuestra cultura y leer un poco de la realidad que somos. Necesitamos comprendernos un poco más. Porque alguien que conoce el lugar en el que se mueve vale por cien que no tienen ni idea de ello.
En nuestro país casi nadie comprende a los que nos dedicamos a ofrecer cambios (innovación, personas, cultura,…) Hay mucha gente que se echa las manos a la cabeza y echa pestes sobre este trozo del sur de Europa. Pero esto tiene varias explicaciones totalmente lógicas.
Cuando uno acomete el cambio en una organización en España debería manejar ciertos datos fundamentales que ayudarían a situarle sobre la arena. Evitaríamos muchas quejas sobre lo que nos encontramos en las organizaciones si realmente conociéramos el país en que vivimos. Cómo es y cuál es su carácter. Conocer tu mercado es el primer paso para cambiarlo. En concreto expongo algunas realidades que os invito a cuestionar:
- La voluntad real y legítima en España (los ciudadanos): De los 35 millones de personas llamados a votar, más de 18 millones de personas votaron en las pasadas elecciones generales de 2011 (hace menos de un año) o bien por lo que ya eramos o bien por lo que fuimos. En cualquier caso, de regeneración y de cambio: cero. Ninguna de las opciones garantizaba ningún cambio real de lo que somos, creo que es algo que deberíamos tener en cuenta si queremos levantar algún negocio aquí. Por otro lado, hay una segunda reflexión. Hemos votado por dos perfiles de candidato: una persona que ha concurrido por tercera vez a las elecciones tras dos derrotas electorales consecutivas, algo que resulta totalmente impensable fuera de España pero que en nuestra país implica que “por fin lo ha conseguido”; y por otro lado también hemos votado por una persona que pertenecía a la cúpula del gobierno que había tenido capacidad de decisión real para cambiar las cosas y no lo había hecho reiteradamente. Sea como fuere, ni nos ofrecen un cambio ni lo demandamos para nada. Esto es lo que somos y esto, si somos responsables y atendemos a los números, es lo que seremos. Ninguno de ellos tienen toda la culpa de lo que ocurre porque les trasladamos que queremos seguir así de forma reiterada por el único medio de control: el voto. Porque hemos reducido la soberanía popular -lo estamos viendo- al derecho a voto. Y ese derecho dice lo que somos cada muy poco tiempo: 2 años (en nuestro Estado y en nuestra región). Esta es la realidad número 1.
- La distribución del mercado laboral en España (las personas): La Encuesta de Población Activa revela que de 47 millones de personas, trabajan en la actualidad 17 millones. Según el Ministerio de Trabajo, de estos 17 millones, 12 millones de personas son asalariados, 3 millones son autónomos y el resto pertenecen a régimen agrario (800.000 personas), del mar (60.000 personas) o a empleados del hogar (200.000 personas). Más de 8 millones de personas en España son mileuristas, con dos implicaciones inmediatas: aportan poco o nada al Estado y tienen dificultades para mantener una vida autónoma. Aún así del total de 47 millones de españoles, 17 millones de personas generan algún tipo de ingreso al Estado, 6 millones generan exclusivamente gastos como desempleados y 24 millones generan exclusivamente gastos en calidad de jubilados, personas en edad no productiva,… Esto implica a su vez que un 25% de personas que están en situación de trabajar, están desocupadas. De ese 25% de personas, 1.700.000 familias tienen a todos sus miembros en situación de desempleo. Para ninguna de las 47 millones de personas, ha bajado el coste de la vida (los precios) sino que ha subido a buen ritmo. No así el poder adquisitivo de un 90% de ellos que cae en picado desde hace varios años (precarización, reducción de salarios, etc…) y que analizaremos en el siguiente punto. De todo esto se deduce que nuestro mercado laboral no es equitativo, que es altamente conservador y que no es -ni tiene visos de ser- flexible. Esta es la realidad número 2.
- La distribución real de la economía diaria en España (las familias): Según un estudio de AIS Group sobre datos oficiales, la media de ingresos anuales de una familia española es de 23.000 EUR (sí, hablamos de todos los ingresos de una familia). Solo 15 provincias están por encima de esa media y todas ellas están en el norte de España, en Catalunya o en Madrid. Y punto. Una familia vasca ingresa 29.500 EUR por hogar. Las tres provincias vascas son las que tienen mayores ingresos por hogar de España. Luego viene Madrid donde los hogares ingresan alrededor de 28.750 EUR. En Catalunya una familia media ingresa 25.800 EUR. Las familias extremeñas, andaluzas y manchegas son las que viven con menos ingresos, casi la mitad que las anteriormente enunciadas. ¿Cuánto ingresa una familia al mes en su cuenta bancaria para poder vivir? En En Pamplona, Oviedo y Donosti una familia media puede llegar a ingresar al mes hasta 2700 EUR. En Madrid, Barcelona y Bilbao una familia ingresa más o menos 2.500 EUR al mes en la cuenta bancaria. En Valencia una familia media vive con unos ingresos de 2000 EUR al mes. Por debajo de Valencia se encuentran Zaragoza, Málaga, Almería y Murcia.
- La distribución real del negocio en España (las organizaciones): Según el Ministerio de Industria, en España hay 3.246.986 empresas, de las cuales 3.243.185 (algo así como el 99,88%) son Pequeñas y Medianas Empresas (con entre 0 y 249 asalariados). Solo hay 3.800 empresas en España con más de 250 empleados. La gran empresa en España (+ de 250 empleados) genera 5 millones de puestos de trabajo, la microempresa (0-9 empleados) genera más o menos otros 5 millones de puestos de trabajo, las PYMES (de 10 a 249 empleados) otros 5 millones de puestos de trabajo. Esto significa que las PYMES (aquellas que tiene de 0 a 249 empleados) generan el 60% de la empleabilidad en España. Para aquellos que os interese, se trata de un porcentaje muy similar al de la Unión Europea. Dejando a un lado las grandes empresas (que merecen capítulo aparte y cuya distribución he podido conocer en los últimos 10 años), de las 3.200.000 PYMES, un 55% no tienen ningún asalariado. Casi todo el empleo en España que generan las PYMES se encuentra en el sector servicios (un 78% de ellas se dedica a él, mayoritariamente a comercio). Otro dato más: El 97% de las empresas en España ingresa menos de 2 millones de euros al año.
Gracias a la genial tecnología de ESRI y a su aplicación ArcGIS podemos mostrar la realidad de España de forma gráfica sobre el mapa (son datos esta vez de 2011). Aunque realmente no hay grandes cambios de lo que somos tras un año, amigos, debo decir que estos datos son de 2011 hace menos de un año:
REALIDAD POLÍTICA EN ESPAÑA:
Paul Preston hablaba en un libro que leí en mi adolescencia de “Las tres Españas del 36”. Analizaba entonces la increíble capacidad de un país para desdoblarse en dos personalidades más una tercera que no quiero desvelar (leed el libro, es genial). Eso lo decía analizando el mapa político de España en un clima pre-bélico. Para ver la enorme capacidad de cambio a la que es capaz de llegar una nación en más de 70 años de historia con 2 cambios de régimen de por medio (es ironía) hallen las 7 diferencias entre el mapa político de España en 1936 y en 2008. Luego intenten desentrañar este ajedrez de dos colores en el mapa de 2011 y me cuentan resultados ;):
DISTRIBUCIÓN DE LA POBREZA Y LA RIQUEZA EN ESPAÑA:
En la siguiente serie de mapas (menos provocadores aunque igual de alarmantes) ustedes podrán comprobar cómo nuestro país es realmente equitativo en cuanto al nivel de pobreza. Estamos todos jodidos por igual. No así en el la distribución de grandes fortunas donde existe una concentración también real. El primer mapa representa la densidad de población en España, el segundo la distribución de la pobreza, el tercero la de las grandes fortunas:
DISTRIBUCIÓN DEL EMPLEO Y LOS INGRESOS POR FAMILIA EN ESPAÑA:
En la última serie de mapas vemos cómo los ingresos familiares son más altos en el norte, Catalunya y Madrid pero se desdibujan en el resto de España acumulando una concentración de riqueza a menudo insalvable para algunas economías. Por otro lado el tercer mapa muestra la distribución del paro en España que también es altamente democrática: Da igual de qué región seas y vengas, tienes la opción de estar igualmente parado. No ocurre lo mismo con las ciudades, y un análisis detallado nos haría encontrar grandes diferencias por núcleos urbanos. El primer mapa es la densidad de población, el segundo los ingresos por familia y el tercero representa el paro:
Con esta visión aproximada de nuestra realidad como país tenemos una visión aproximada de por qué a nivel social cuestan muchos los cambios. Podríamos hacer dos lecturas: una negativa diciendo que todo es lamentable y no tiene solución, y una positiva diciendo que podemos aprovechar aquellas cosas que realmente nos hacen únicos para salir hacia delante. Yo he optado por trabajar sobre la segunda opción.
Esta noche cuando volvía a casa después de trabajar, una chica en el metro se ha montado en el vagón y le ha dicho a su amiga:
“Creo que el curso de emprendedores para parados lo voy a dejar porque creo que ahora están pidiendo más SAP (un programa informático) e idiomas así que me voy a pagar por mi cuenta un cursillo de SAP”.
NOTA: Habría mucho que hablar sobre esta frase pero básicamente quiero decir solo algo:
- El emprendimiento no se aprende a pesar de que muchos den cursos de ello y estén ganando pasta a expensas de una situación económica adversa . ¿Qué demonios es un emprendedor salvo alguien que le hecha huevos al asunto y decide hacer algo en lo que cree? Con independencia de que le vaya bien o mal, es necesario comprender que la única forma de aprender a emprender es… EMPRENDER. Equivocarte o acertar y aprender de ambas cosas para la próxima.
- El emprendimiento no es una habilidad transversal, tampoco un conocimiento. Es una actitud y podemos aprender de experiencias de otros pero no tenemos por qué paquetizar y teorizar absolutamente todo.
- Después del community management (fenómeno typical spanish), el emprendimiento es otra burbuja más que añadir a la gran fábrica de pompas.
- Si además los políticos hinchan esta burbuja porque les ayuda a reducir la tasa de desempleo sin preocuparse por la salud y la calidad de vida de los ciudadanos que lanzan a luchar en soledad en un entorno adverso, el cocktail es altamnte explosivo. El autoempleo que un alto cargo público se jactaba ante mí de promover con uno de sus proyectos, es una locura que solo algunos nos atrevemos a materializar de forma real si no va acompañado de reformas estructurales.
- No hace falta emprender o montar un negocio para hacer aquello en lo que crees. Investiga sobre intraemprendimiento en este blog, atrévete a cambiar y mejorar tu empresa sin necesidad de salir fuera. Yo lo hice 😉
Espèro David que sigas con la fuerza y el vigor , para ir marcando caminos,aunque salir fuera es duro, lo es aun más el enfrentarse a los cambios ANIMO TE SEGUIMOS
Chapó.