Jacques es un viejo antipático y misógino que regenta un antro en los suburbios; su vida no tiene más sentido que el de servir e insultar a los clientes habituales que cada tarde toman una copa y comparten sus miserias. Lucas es joven, bondadoso, amable y siempre piensa en los demás; tal vez por ello viva en una caja de cartón bajo el puente de Brooklyn y se encuentre en el límite de sus fuerzas. Está decidido a acabar con su vida y puede que la imagen recurrente de un pequeño gato comiendo junto a él acabe por hundirle. Ambas almas gemelas y contrarias se cruzan para darse luz mutuamente en el camino. Es la historia de una amistad inverosímil interpretada con maestría por Brian Cox y Paul Dano. Si conociste el Cheers de los 90, puede que al entrar en este tuburio algo no te cuadre o te eche para atrás; puede que sea el miedo a ver retratada la amistad con una crudeza cómica que resulta fascinante. El Director ha pulido también una banda sonora reseñable con la colaboración de Orri Jonsson. Esta peli en el fondo es el cuento de un chico verdaderamente pobre que en el fondo consigue transmitir todo su valor y su riqueza (todo). Muy recomendable.