“In the middle of the journey of life, I was in a dark wood.where I lost the true path. And so we came forth and once again beheld the stars”
Esta es la particular versión personal de William Styron sobre el comienzo del Canto I del Infierno de la Divina Commedia con la que Fred habla a su amigo Karl por última vez en esta maravillosa película. No diré más de este momento. Mi descubrimiento de hoy es Parked, película que no ha sido traducida al castellano y que fue estrenada en Irlanda en 2010. En ella Colin Meaney hace una gran interpretación de una persona que ha perdido todo en la vida salvo el coche en el que duerme en un aparcamiento junto al mar.
Se trata de una historia de ficción que recrea una relación entrañable entre un hombre que aparentemente no tiene nada, un joven drogadicto que aparca junto a su plaza de aparcamiento y con el que logra entablar una relación de amistad que le cambiará la vida, y por último una mujer finlandesa que vive en su comunidad y a la que conocen de forma casi fortuita. Fred no recibe asistencia del Estado por no disponer de una vivienda habitual y a pesar de ello da lo mejor de sí mismo a su amigo Karl y a la misteriosa profesora de piano Jules. Una historia de amistad, orgullo y dignidad, un relato de riqueza humana y moral en medio de la más absoluta miseria material.
El genial primer verso del Canto I del Infierno de Dante dice así:
“Nel mezzo del cammin di nostra vita mi ritrovai per una selva oscura ché la diritta via era smarrita”
“En mitad del viaje de nuestra vida, me encontré a mí mismo en medio de un bosque oscuro, donde el camino recto se había perdido.”
Puede que perder el camino recto de la vida haya sido mi único objetivo sostenible hasta esta frase. 🙂
Algún amigo de la red reflexionó antes sobre este verso en su blog. También desde otra perspectiva aquí.