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¿Qué formación necesita un directivo?

¿Qué formación necesita un directivo?

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«Nuestro deseo principal es encontrar a alguien que nos inspire a ser lo que sabemos que podríamos ser»

maestro Ralph Waldo Emerson (Escritor, filósofo, poeta, 1803-1882)

 

Este artículo es un intento humilde y necesario escrito con criterio. Así lo creo. Durante los últimos años he asistido a directivos, responsables y gestores en la exploración del máximo potencial de sus organizaciones. La mayoría de ellos tienen la firma voluntad de mejorar su carrera y el compromiso auténtico de querer obtener los mejores resultados. A menudo trabajamos con ellos en duros y largos procesos de mejora de sus organizaciones que implican a toda su plantilla. Extraemos el meollo de su verdadera realidad, integramos perspectivas y trazamos estrategias y acciones de mejora posibles y efectivas. No hay ningún secreto para poder lograr realizar todo esto salvo un trabajo duro, enfocado y sincero basado en las personas.

En estos años desempeñando la vocación para la que he nacido,  he interiorizado la sangrante brecha entre lo que verdaderamente necesita un directivo y la formación reglada que a día de hoy existe. La reflexión y el consejo que hoy comparto sirve para todas las personas que me preguntan una y otra vez sobre la formación perfecta para covertirse en líderes o en buenos directivos. Honestamente, creo que este artículo y el compromiso que hoy contraigo, responden con claridad a su demanda.

 

LA REALIDAD DE LAS ORGANIZACIONES

«Cuesta darse cuenta de que las cosas son difíciles; de que no hay expertos, sino gente que sabe un poco más que los demás. Y de que todo está por aprender»

Jose María Acosta (profesor, escritor, maestro del management, 2011)

 

Creo -lector o lectora- que usted se ahorrará muchos disgustos si asume de una vez por todas que nadie salvo el doctor Lawrence J.Peter ha logrado explicar mejor cómo y por qué una persona ocupa un puesto directivo. Sin duda yo en particular cada día compruebo y verifico la extraordinaria validez de su principio. Aceptarlo como válido me ha ayudado a hacer crecer a no pocas personas a partir de su auténtica necesidad. Todas ellas presentaban en inicio al menos una de estas dos fotos iniciales:

DICOTOMÍA 1: El que ha estudiado para serlo y el que no

  • El especialista ascendido a un puesto directivo: «Se me da bien el sector, tengo mucha experiencia, pero no se nada de gestionar personas. Me ascendieron o acepté este puesto porque pensaron o pensé que simplemente con conocer este mundo ya bastaba. Estoy muy capacitado para mi especialidad pero nadie me formó para gestionar y liderar personas u organizaciones. Yo era solo un especialista más que simplemente hizo muy bien su trabajo. El ascenso fue un premio por mi labor que ahora se ha vuelto en mi contra. Me he dado cuenta de que necesito aprender muchísimo sobre el mundo de la gestión, la estrategia o el desarrollo de personas. Me siento frustrado cada vez que me enfrento a situaciones en las que he de poner en juego alguna de estas tres habilidades. No estoy preparado para ello, ¿qué demonios hago?» Esta suele ser mi respuesta: «Sé humilde, ninguno sabemos muy bien de qué va todo esto, más bien todos estamos aprendiendo. Fórmate a nivel de conocimientos pero también a nivel de habilidades. Inicia si puedes algún programa de acompañamiento que te ayude a mantener y fortalecer una actitud directiva. Cuenta siempre con profesionales de apoyo.»
  • El directivo que ha estudiado para serlo: «Conozco la teoría pero ¿cómo demonios llevo todo eso a la práctica?. Me formé durante años en la Universidad y en escuelas de negocio. Estudié allí muchos marcos de trabajo y he leído muchos libros y artículos sobre la gestión de empresas, también escuché muchas conferencias y asisto a veces a algunos foros de gestión. Pero nada de todo esto que acabo de contarte me sirve en la práctica para cosas tan básicas como: motivar a mis empleados y sacar lo mejor de ellos, mejorar el clima laboral, hacer que trabajen en equipo y que sean productivos, resolver conflictos, llevar a cabo negociaciones exitosas, tomar decisiones acertadas, encontrar el foco, saber tratar a los demás sin hacerles o hacerme daño, o simplemente poder  dormir con la conciencia tranquila sintiendo que he hecho un buen trabajo sin necesidad de discutir con mi pareja o de que esto acabe afectándome a mí o a mi familia. ¿En qué asignaturas se daba todo esto?» Esta suele ser mi respuesta: «En ninguna, por desgracia en ninguna. Entrénate a tí y a los tuyos en habilidades relacionales. Te has dado cuenta de que no es algo sencillo, cuenta siempre con profesionales de apoyo en tu labor»

DICOTOMÍA 2: El que no se cree esto y el que se lo cree demasiado

  • El directivo reactivo a quien no le sirve nada ni nadie : «Todo esto de las habilidades directivas está muy bien pero lo que funciona al final es trabajar duro y punto. Aquí no venimos a divertirnos, venimos a ganar dinero. Lo que me sirve a mí le sirve a todo el mundo. En esto de dirigir no hay mucho misterio. El problema está en mis empleados, no se cómo hemos llegado a esto pero estoy convencido de que el problema es que no tienen una verdadera cultura del esfuerzo. Por otro lado yo tengo muchos conocimientos para ser un directivo pero esto que gestiono es un caso muy particular y diferente a cualquier otra cosa que hacen los demás. El entorno que tengo que dirigir es único.» Esta es la respuesta que suelo dar: «Si todo esto es cierto, entonces ¿para qué me has llamado?»
  • El directivo comprador compulsivo de modelos y discursos: «Me encanta esto de la innovación. Me leo todos los post de X, de Y y de B; he visto todos los videos TED que se han colgado, estoy suscrito a varias revistas de gestión, estoy muy conectado con las últimas tendencias, voy a muchos eventos, retuiteo y creo contenidos, nada se me escapa. Creo que estoy al tanto de lo que es innovación y no he parado de intentar meter nuevos modelos en la organización. Creo que tenemos que estar al día de todo esto de la innovación y por eso bombardeo constantemente a mis empleados con formaciones en nuevas teorías y herramientas.» Esta es la respuesta que suelo dar: «¿Qué tal si de todo eso solo elijes una cosa y la implantas de verdad?»

 

 

LA REALIDAD DE LA FORMACIÓN SUPERIOR

«Existen personas tan inteligentes que aprenden de la experiencia de los demás.»

Voltaire (Filósofo y escritor francés, 1694-1778)

 

Comenzaré diciendo que no me siento a gusto, cómodo o satisfecho con la oferta educativa actual a la que se enfrenta un directivo o un futuro directivo que voluntariamente quiera formarse para serlo. Creo que en España al menos somos una gran fábrica de especialistas sin perspectiva práctica. Entre los mayores desafíos que tenemos como ciudadanos, se encuentra el reto de fortalecer el papel de una educación humanista (o al menos humana o basada en las personas).

Para mí es obvio que un modelo educativo controlado por el sistema de mercado tiende a educar a las personas como consumidores de dicho sistema y no como beneficiarios del mismo. El modelo educativo superior norteamericano es suficiente prueba de esta tesis. Recomiendo para más información visualizar el documental Ivory Tower (Andrew Rossi, 2013) acerca de los aciertos y errores de dicho modelo en los últimos treinta años y de la escandalosa situación actual del sistema universitario estadounidense. Estas son las cuatro consecuencias más peligrosas del fomento de una formación superior para «futuros directivos» basada exclusivamente en el mercado y en la especialidad:

  • Desmesurado nivel de endeudamiento de aspirantes a directivos para poder acceder a una educación «de calidad» en dirección. Desde las escuelas de negocio «prestigiosas» hasta el increíble deterioro de lo público en favor de lo privado. Es la base de una torre de marfil educativa que se derrumba y ha empezado a buscar alternativas de financiación sostenibles democratizadoras más allá del endeudamiento o el crédito bancario. La decadente e insana vinculación de los sistemas educativos de calidad con las entidades crediticias o con las personas «con posibles» como diría mi abuela, es algo muy poco saludable para fomentar sociedades sostenibles y favorecer un cambio hacia lo humano. Hace que la educación de valor no sea algo escalable sino elitista y esto realmente me preocupa.
  • Persistencia de estudios superiores poco flexibles, con docentes que promueven el ombliguismo, la endogamia y la unidireccionalidad educativa. Me preocupa por ejemplo que ninguna persona con la que he hablado y que haya estudiado Administración y Dirección de Empresas haya tenido ni una sola materia relacionada con la gestión de Recursos Humanos en la antigua Licenciatura y tan solo una -y muy breve- en el actual grado del Espacio Europeo de Educación Superior. Me llama la atención que el 80% de asignaturas de las carreras universitarias que ofrece la universidad española tengan como bibliografía fundamental libros escritos por los propios profesores de la asignatura y como bibliografía complementaria libros escritos por otros. Me inquieta que las asignaturas no puedan renovarse o incorporarse con facilidad a los planes de estudios en disciplinas en continua actualización que atesoran descubrimientos poderosos y casi diarios, como la psicología, la economía, la empresa, la sociología,.. haciendo depender la actualización de conocimiento práctico actual de la buena voluntad y actitud inquieta del alumno y no de la base de estas titulaciones. Me llena de rabia ver cómo muy pocos profesores universitarios son capaces de generar y motivar el diálogo significativo entre sus alumnos a partir de las disciplinas que imparten.
  • Aparición de propuestas educativas disruptivas que en su buena voluntad de aportar nuevos enfoques y prácticas, olvidan o menosprecian el valor del pensamiento crítico-constructivo en favor de la experimentación práctica. Realmente el progreso -basado en el pensamiento científico- se ha construido en base a ambos pilares (pensamiento crítico-constructivo y experimentación práctica), no solo a uno de ellos. A los modelos de  Minerva Project, Team Academy y USC Jimmy Iovine and Andre Young Academy que comentaba el amigo Amalio, yo añadiría sin duda los pioneros Kaos Pilot y D-School Institute of Design at Stanford. Todos ellos forjados a partir de realidades y contextos sociales en inicio bien diferentes entre sí, están ahora expandiéndose a un ritmo lento pero sin pausa. Todos ellos ponen el énfasis de su esfuerzo en perspectivas de aprendizaje diferentes que ya se venían aplicando en el mundo de la escuela basadas en su mayor parte en la experimentación pero con conocimientos o modelos sesgados y muy poco estudio de la historia, las bases y los antecedentes de las disciplinas. He vivido estos modelos disruptivos como profesor y alumno. Durante años me ha invadido a menudo un profundo respeto por el trabajo de cambio educativo que vienen haciendo mis compañeros. Pero también una profunda decepción basada en la pobreza de conocimientos que supone establecer el foco en modelos de pensamiento o escuelas concretas y no en el dominio o maestría de las disciplinas en sí (algo previo a las herramientas o las escuelas). En otras palabras, está genial conocer el modelo de Pensamiento Sistémico y Pensamiento Visual pero de poco te sirven si no tienes nociones de lo que es y ha sido la gestión organizacional o el aspecto contable de tu empresa. Considero que este tipo de aprendizaje sesgado aporta un analfabetismo histórico, cultural y teórico de base difícilmente salvable con el dominio de la experimentación y la práctica.

 

UNA FORMACIÓN COMPLETA PARA DIRECTIVOS

«Lo oí y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí»

Confucio (Filósofo chino, 551 AC-478 AC)

 

Por todo lo anterior, creo poder armar una propuesta digna para educar, construir y mantener la capacidad directiva. Está basada en conocimientos, habilidades y actitudes.

Mi recomendación para llegar a ser un excelente directivo o directiva es la siguiente:

  • ADQUIERA CONOCIMIENTOS TEÓRICOS: Para tener una buena base teórica humanista, comprométase consigo mismo a estudiar el MAD (Maestría en Acompañamiento y Dirección). De acuerdo a un plan de estudios abierto y de acceso gratuito y universal, podrá guiar su propia formación autodidacta. Si últimamente ha visitado mi perfil en linkedIN habrá podido ver que junto a otros títulos superiores oficiales, he incorporado el MAD. Tras estudiar en cuatro universidades aprovechándome del sistema educativo, y formarme de forma paralela por mi cuenta salvando las deficiencias de ese mismo sistema,  he conformado una maestría cuyos contenidos comparto de forma abierta y gratuita. Está orientada única y exclusivamente a alfabetizar a los directivos en conocimientos teóricos útiles para su desempeño. Se trata de un Título autodidacta pensado para la dirección, acompañamiento y facilitación de personas y organizaciones. Los contenidos de estudio están extraídos de 7 enseñanzas universitarias de grado del EEES: Psicología, Administración y Dirección de Empresas, Sociología, Antropología, Filosofía, Historia y Pedagogía. Es una selección personal y práctica de 53 asignaturas oficiales fundamentadas en el estudio de más de 150 libros repartidos en 16 áreas de maestría: Economía; Antropología y Cultura humana; El arte de facilitar el cambio; Estudio de las sociedades humanas; La especie elegida; El arte de dirigir organizaciones; Tribus, rituales, símbolos, mitos y tabúes; Gobierno de sociedades y poder; Sabiduría espiritual y Religiones; España; La disciplina de la estrategia; La ciencia de comprender a las personas; El valor del pensamiento crítico; El arte de liderar y acompañar personas; Estudio del pensamiento humano; El arte de facilitar el aprendizaje. Al concluir este plan de aprendizaje usted se encontrará en una posición privilegiada respecto a la mayoría de directivos en España en lo que respecta a conocimientos avanzados de dirección y acompañamiento de personas y organizaciones. Solicite información sobre el Plan de Estudios del MAD y escríbame si quiere unirse a este reto y/o quiere incorporar recomendaciones de lectura para alguna de las áreas de la maestría.
  • ENTRENE SUS HABILIDADES RELACIONALES: Para tener una buena experiencia directiva es necesario que entrene junto a otros sus habilidades relacionales, esas destrezas que le ayudarán a conocerse y conectar con los demás. Existen muchos programas para el entrenamiento de habilidades relacionales. He querido diseñar TRAINING DAYS con el objetivo de mejorar las habilidades relacionales de las personas en cuatro niveles: personal, social, directivo y estratégico. Pero es tan solo una aproximación más de todas las que hay en el mercado. Échele un vistazo y escríbame si le interesa conocer este tipo de experiencias.
  • CULTIVE UNA ACTITUD SALUDABLE: Si usted es directivo seguramente estará distribuyendo el dinero que ganas de acuerdo a estas tres formas:
    • Gastarlo en lo que eligió gastarse antes y le permite vivir de acuerdo a sus propias decisiones (casa, familia, recibos, facturas, colegios, coche,…),
    • Ahorrarlo para lo que pueda venir (pensiones, momentos difíciles, épocas de escasez,…)
    • Gastarlo en lo que decida gastarse ahora que sea útil para su imagen, satisfacción y salud (ropa, libros, viajes, aficiones,…) Yo le recomiendo que en este apartado, que es posterior a los dos anteriores, emplee parte de ese dinero en un programa de acompañamiento directivo. Especialmente le recomiendo un programa de coaching ejecutivo individual o un programa de mentoring individual. Es indiferente si me elige a mí o a otro para acompañarle. Simplemente hágalo. Su salud mental y su evolución personal y profesional son prioritarias.

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Si necesita apoyo o ayuda en cualquier iniciativa, consulte nuestro catálogo de servicios de acompañamiento al cambio y formación y/o solicite más información a david.criado@vorpalina.com

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Cómo liderar el cambio cultural en tu organización

Cómo liderar el cambio cultural en tu organización

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«Vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces»

John Henry Newman, antiguo presbítero anglicano beatificado por la Iglesia Católica

 

Este será un extenso artículo en el que pretendo aumentar las probabilidades de éxito del lector o lectora a la hora de acometer el cambio cultural en su organización.

Escribo este artículo como apoyo moral y herramienta de uso para todas aquellas personas que trabajan en departamentos de RRHH, dirección o equipos de cambio que a menudo se encuentran algo perdidos en este campo a la vista de las estadísticas más recientes.

Comenzamos.

 

LAS 7 CLAVES PARA LIDERAR EL CAMBIO

De acuerdo a los estudios realizados en la última década, los resultados de éxito de un proyecto de cambio cultural en una organización rondan todavía el 50%. Los chicos del Katzenbach Center, liderados por el mismo Jon Katzenbach (una de las mayores autoridades en construcción de equipos y cambio) y financiados por PwC (y su parafernalia y despliegue) han subido un poco la moral del gremio con su última encuesta de 2013 logrando sumar 4 puntos más. Pero eso sigue siendo un 54% de éxito tras un duro trabajo e inversión.

Esto equivale a decir que solo una de cada dos organizaciones que diseña e implementa un cambio cultural logra cumplir sus objetivos iniciales. Usted, lector lectora, se preguntará por qué. Y yo -que me dedico a esto- creo con humildad que no tengo todas las respuestas pero sí algunas propuestas interesantes y exitosas que le ahorrarán disgustos y dinero y cuya práctica le hará estar del lado de ese 50% de organizaciones que logran un cambio exitoso. Mi consejo es que sea fiel a estas 7 claves:

  1. Confíe en profesionales del cambio
  2. Acepte la cultura de su organización
  3. Asuma el ritmo y recursos necesarios para lograr el cambio en su organización
  4. Seleccione y mantenga a un equipo de cambio motivado
  5. Calcule el valor humano de su organización
  6. Ponga en juego el valor humano de su organización
  7. Apártese, no estorbe

 

1.- CONFÍE EN PROFESIONALES DEL CAMBIO

Contrate a personal cualificado que acompañe su proceso de cambio aportándole perspectiva y apoyo moral, estratégico y operativo. Las estadísticas de éxito de un proceso de cambio que acabo de compartir con usted le ayudarán a respetar y valorar una profesión (la de agente y facilitador de cambio) y una disciplina (la del acompañamiento al cambio) que probablemente usted desconocía. Contratar a alguien en efecto cuesta dinero pero creo honestamente que la de facilitador/a de cambio es una de las profesiones con mayor retorno de inversión que existen en el mercado. Si usted quiere saber qué tipo de profesionales necesita contratar, consulte el artículo Cómo contratar el cambio en su organización o consulte a profesionales que puedan ayudarle.

 

2.- ACEPTE LA CULTURA DE SU ORGANIZACIÓN

En el mismo estudio con el que hemos abierto este artículo, se ofrece un dato asociado que es muy relevante: paradójicamente el 80% de encuestados sigue considerando la cultura de la organización algo crítico para el éxito del negocio. Sin embargo usted solo no puede saber ni conocer la cultura de su organización. Antes de iniciar nada, conózcala y acéptela.

Si ha llegado hasta aquí, le interesa tal vez conocer lo que Schein en 2004 dijo acerca de la lo que engloba la cultura de tu organización. Cansado de leer libros y libros sobre el tema, llegó a la conclusión de que cuando la gente hablaba de cambiar la cultura de su organización se refería a 11 cosas que los que hemos llegado luego conocemos como artefactos de cambio:

Regularidades conductuales observadas; Normas de grupo; Valores adoptados; Una filosofía formal; Reglas de juego; Clima organizacional; Destrezas integradas, Hábitos de pensamiento, modelos mentales y paradigmas lingüísticos; Significados compartidos; Metáforas enraizadas; Rituales formales y celebraciones.

Fruto de esto, ideó una definición estrafalaria, curiosa y muy vistosa para que quedes genial cuando alguien te pregunte qué es la cultura de tu organización:

 

La cultura de una organización es un patrón de asunciones básicas compartidas por un grupo que solucionó sus problemas de adaptación externa e interna y que ha funcionado lo suficientemente bien como para ser considerado válido y, por lo tanto, se enseña a los nuevos miembros, indicando cómo es la manera correcta de percibir, pensar y sentir en relación a esos problemas

 

¡ZAS!. Léalo otra vez, no tiene desperdicio. Cuando lo haya hecho, continúe con el artículo…

Es decir, lo que nos dice este hombre es que la cultura de una organización no es lo que el presidente ni el consejo directivo dice en la junta de accionistas ni en las grandes reuniones comerciales con otras empresas, ni siquiera es ese anuncio en la televisión o en el periódico, tampoco lo que se refleja en el plan estratégico o esas grandes palabras que aparecen en la misión, visión y valores de tu organización. Lo que nos dice Schein es que la cultura de una organización es lo que un empleado que ya lleva tiempo en la organización ha asumido que funciona lo suficientemente bien -sea profesionalmente correcto o no- como para recomendárselo como pauta de comportamiento y actuación a otro empleado nuevo cuando llega. Algo que sin duda redunda en la gran verdad de que la cultura de una organización se mantiene a través de canales invisibles o informales en un 80%: máquinas de café, procesos informales de relevo, pasillos, comentarios puntuales,…

Cuanto más te alejes de esa foto en la que un empleado le transmite a otro lo que hacer, menos conocerás el potencial de tu organización; cuanto más te acerques a esa foto, más posibilidades de éxito tendrás en la gestión de tu cambio cultural. Sin más. Si usted desea saber algo más sobre qué es la cultura de su organización consulte el artículo Qué es la cultura de una organización y por qué cambiarla.

 

3.- ASUMA EL RITMO Y RECURSOS NECESARIOS PARA LOGRAR EL CAMBIO EN SU ORGANIZACIÓN

Asuma el tiempo en horas que sus empleados han de invertir en interiorizar el cambio (esto implica recolocar procesos y responsabilizarse de que el cambio no es una hobby obligatorio del empleado sino una tarea en la que necesita invertir horario y recursos laborales). Asuma el ritmo de su organización, este es el tiempo que el conjunto de la organización necesita para cambiar (y no el que usted necesita o el que cree que necesitan los demás). El trabajo de asumir algo llega con el adecuado entrenamiento y tiempo.

 

4.- SELECCIONE Y MANTENGA UN EQUIPO DE CAMBIO MOTIVADO

Seleccione de entre todos los empleados de la organización, a personas clave capaces de abanderar el cambio. Motívelas y mantenga esa motivación. Las claves para esta selección y mantenimiento radican en la combinación de los siguientes criterios extraídos y completados de un programa de innovación común a 250 organizaciones en el que tengo la suerte de participar:

  • Los miembros deben representar una muestra significativa de personas de todos los niveles de ejecución de la organización
  • Los miembros deben representar una muestra significativa de personas que tengan ritmos, niveles de implicación y actitudes ante el cambio diferentes. El ritmo del cambio será el del más lento de la organización.
  • Deben ser una muestra de los estándares que la dirección demanda como objetivos a alcanzar. Sin ser modélicos deben ser representativos de la identidad de compañía.
  • Deben ser abiertos y tener seguridad en sí mismos con independencia de que sean o no reactivos o tengan unas u otras opiniones sobre el cambio.
  • Deben saber comunicarse con respeto, foco y fluidez.

Sus funciones serán las siguientes:

  • Serán los primeros en recibir formación en habilidades relacionales (personales, sociales, de liderazgo y estratégicas) y en habilidades de cambio. Desde la iniciativa creamos un programa especial para este tipo de necesidades llamado TRAINING DAYS.
  • Trasladarán a sus compañeros lo aprendido creando un efecto cascada  durante el proceso de acompañamiento al cambio.
  • Debe haber miembros del Equipo Directivo con peso y poder de decisión en el Equipo de Cambio.
  • Se encargarán de planificar, impulsar, desarrollar y evaluar las líneas estratégicas de cambio.
  • Harán propuestas de cambio realistas y razonables encaminadas a impulsar la innovación interna.
  • Diseñarán un Plan de Comunicación Interna que vaya más allá de las comunicaciones de la dirección a los empleados y que complete y apoye el trabajo entre departamentos, unidades o funciones.
  • Tendrán autonomía para autorizar la realización de acciones de cambio propuestas por los grupos de cambio formados durante el proceso
  • Ofrecerán recursos y apoyo a esos mismos grupos de cambio.
  • Generarán encuentros para compartir experiencias.
  • Funcionarán como canal de comunicación para el conocimiento del desarrollo del proceso de cambio ante el resto de la organización. Para ello realizarán un seguimiento y reporte de la evolución de forma gráfica y clara.
  • Serán nexo de encuentro entre el Equipo Directivo y los mandos intermedios en lo relativo a propuestas de cambio.

 

5.- CALCULE EL VALOR HUMANO DE SU ORGANIZACIÓN 

Calcule el valor humano de su organización para extraer el máximo potencial. Hágalo una y otra vez. He aquí la clave:

Todos los inversores y acreedores manejan una fórmula concreta que aplican a cualquier negocio para calcular su valor. Esta fórmula varía en función de quién la calcula pero siempre cuenta con el capital humano en sus dos vertientes: la tangible (sueldos, bajas, absentismo, seguros sociales,…) y la intangible (proyección y valor de mercado de cada persona de la organización). El cálculo del valor que una persona tiene para su organización suele hacerse por aspectos que muchos consideramos anacrónicos como edad, categoría, estudios y experiencia. Más allá de lo que sepa hacer una persona y del conocimiento que tenga para hacerlo, existe siempre algo más determinante. Todo el mundo olvida un elemento que ha hecho quebrar a muchas compañías.

Nadie lo ha expresado mejor que mi compañero Victor Küppers. Según Victor el valor de una persona se expresa mediante la siguiente ecuación:

 

v = (c + h) . a

 

Donde «v» es el valor, que es igual a «c» el conocimiento mas «h» las habilidades. Porque ambos (conocimiento y habilidades) suman pero solo «a», la actitud, es la que multiplica. Cada día compruebo la infalibilidad de esta ecuación en mi trabajo. Entre la amplia gama de personajes que arroja este cálculo, he conocido a grandes teóricos muy hábiles que son también cretinos; y a auténticos inútiles tremendamente motivados. Desconozco cuál de los dos es más peligroso. Lo que sí se como impulsor de mi negocio es que lo que más respeto porque es es sin duda lo que más me piden mis clientes es a personas que tengan esa «a». Creo rodearme bien de ellas. En tu caso concreto, ¿crees que lo haces?

Son muchas las herramientas existentes para el cálculo del valor humano. Las que recomiendo aquí son tan solo algunas de ellas. Le ayudarán sin duda a partir de la realidad del potencial de tus empleados:

 

5.1. Fomente acciones para el diseño de un mapa de competencias y talento

Aquí yo distinguiría entre dos aproximaciones bien diferentes para conocer y recoger el talento de tu organización:

 

5.1.1 Partir de competencias prefijadas y evaluarlas:

Si la organización ya ha alcanzado el sentido de urgencia por el cambio y necesita detectar los silos de talento de forma inmediata, existen modelos de intervención contrastados basados en la evaluación y selección de competencias según el rango o puesto. Los Management Audit, los Development Center o y los Assesment Center (lamento los anglicismos) son tres modelos de intervención ampliamente aplicados para la capa directiva pero también extensibles a todos los niveles de la organización.

  • Los tres son muy parecidos y se basan en la evaluación de unas competencias prefijadas con anterioridad y analizadas luego en la arena mediante role plays, entrevistas, casos de negocio y dinámicas.
  • Las tres requieren invertir mucho tiempo en la preparación de las competencias y menos tiempo en la evaluación de las mismas (cada iteración de un Development Center p.e. dura tan solo una o dos jornadas pero su planificación puede durar semanas o varios meses). 
  • Es importante señalar que son procesos que pretenden evaluar las competencias de las personas en función de varias horas de actividades simuladas y tanteo. Es complicado tener un retrato del talento de tu organización con tan solo este tipo de actividades si no se complementan con entrevistas con los responsables o procesos de feedback 360 guiados.
  • Además particularmente considero que estas intervenciones son útiles para el cambio si y solo si se encuadran en un contexto de generación de confianza y garantía de respeto entre los diseñadores de cambio y los usuarios del mismo. De otro modo lo que denominamos el artefacto «clima organizacional» puede verse herido de muerte al entenderse este tipo de actividades por parte de los empleados como un proceso de selección o un cuestionamiento de habilidades liderado por el equipo de cambio. Y esto -que es útil para otros objetivos como la productividad en el puesto de trabajo o la generación de competencia interna- no lo es para alcanzar un cambio efectivo en la organización.
  • Este tipo de intervenciones en las que se prefijan las competencias a evaluar son también útiles para el diseño de mapas en organizaciones muy concretas: Aquellas cuya cultura fomenta el incumplimiento del principio de prevención de dependencias con jerarquías muy marcadas, verticalidad y unidireccionalidad en la toma de decisiones y la comunicación. Son organizaciones que en la balanza flexibilidad-control se decantan claramente a favor del control en sus acciones. Su cultura está basada en la gestión por desconfianza favoreciendo una quiebra evidente de la autoestima de los empleados por exceso de protección o supervisión de tareas. Aquellas con estructura organizativa de pirámide invertida en las que solemos encontrar -en lenguaje coloquial- más vaqueros que indios (muchos jefes para poca fuerza productiva), lo que favorece el afloramiento de status quo, «intocabilidad», zona de confort y reactividad ante los cambios. Son organizaciones que en la balanza orientación externa-orientación interna se decantan claramente a favor de la orientación interna. Su cultura está basada en priorizar la perpetuación de la estructura dando la espalda a los intereses de la actividad o el negocio si fuera necesario. 

 

5.1.2. Diseñar un mapa participado de competencias y talento:

He realizado acompañamientos en los que el Equipo Directivo ha decidido fruto de un largo proceso de coaching ejecutivo o estratégico, que necesitaba generar cohesión, identidad de equipo y sentido de pertenencia entre los empleados. Nada mejor para ello que la generación y puesta en práctica de un compromiso compartido a partir del diseño de un mapa participado de competencias y talento. Esto implica que todos los empleados podrán realizar sugerencias y participar en el diseño de un mapa de competencias aplicable a cada puesto de trabajo o área de desarrollo para lograr una evaluación del desempeño honesta y humana. Este proceso suele ser largo y desembocar en un gran mapa de competencias que es sin duda imperfecto -como cualquier otro- pero cuenta con una inestimable aprobación de casi todos como ningún otro. Pilares como este son a menudo determinantes a la hora de ofrecer una imagen de cambio abierta y transparente y no vertical e impositiva.

 

5.2. Realice un análisis de la cultura de su organización

Ningún proceso de cambio está exento de este tipo de herramienta. Pese a que su valor práctico a la hora de formular, activar y ejecutar el cambio es cercano a nulo, las herramientas de análisis de la cultura organizacional ofrecen argumentos de cambio con los que la dirección puede comprender cuál es el punto de partida.  Para conocer cómo estamos, existen dos perspectivas a la hora de analizar el clima y más en extenso la cultura de su organización. Ambas son compatibles pese a que uno de los mayores errores que cometen las organizaciones es obviar alguna en su intento por sistematizar el conocimiento sobre cuál es la cultura de su organización:

 

5.2.1 El análisis cuantitativo

Ataca el estudio de la cultura organizacional desde la exploración de percepciones y significados y que miden cuantitativamente las percepciones de los empleados respecto a ítems concretos. Las siguientes referencias son tan solo modelos útiles o plantillas que no hay que idealizar pero que son un apoyo para comenzar el estudio de su cultura: Al ya conocido Cuestionario de cultura organizacional de Denison ideado en 2003, se suman el de Hosftede y Hosftede de 2005; ambos vienen a completar el Modelo de valoes en Competencia de Cameron y Quinn (1999), el Perfil de cultura organizacional de Ashkanasy, Broadfoot y Falkus del año 2000 y el Inventario de Cultura Organizacional, formulado en 1987 por Cooke y Lafferty y aún muy potente. Entre todos ellos, destacan el cuestionario WES de Moss e Insel con 90 preguntas concretas (conocido como Escala de clima social) y el cuestionario FOCUS que evalúa cuatro dimensiones: Apoyo, Innovación, Respeto por las reglas, y Orientación a metas.

 

5.2.2. El análisis cualitativo

Estos análisis suelen ofrecer una fotografía que algunos profesionales califican de dicotómica al no encontrarse dentro de una escala número sino dentro de una tipología de organización. Entre las intervenciones más frecuentes para acometer el análisis cualitativo de la cultura de su organización, sin duda destaca la entrevista abierta y los grupos de discusión (focus group) en los que se facilita que un grupo de empleados dialogue sobre la organización, y tras esto se retratan conclusiones en torno a unos patrones. Personalmente para detectar la cultura de una organización en tiempo récord suelo emplear juegos proyectivos en los que los empleados se enfrentan a los modelos de madurez organizacional que más respeto y dialogan sobre el momento actual de su organización. Un paso más implicaría el empleo de juego de roles (role plays) o teatralizaciones entre empleados y/o directivos, entre personas o entre departamentos. Esto sin duda es algo más excéntrico aunque a menudo útil.

 

5.3. Abra espacios y procesos participativos para formular necesidades y responsabilidades de cambio

El mayor error que puede cometer un Equipo de Cambio es abanderarse como el adalid y líder de ese cambio. Nadie cambia si no quiere. Los verdaderos responsables de cambiar son cada una de las personas de la organización por lo que el cambio se formula desde sus necesidades y responsabilidades y el Equipo de Cambio solo acompaña. Los procesos participativos no son focus group en los que los empleados son observados para extraer una autocrítica constructiva, sino que son espacios en los que los empleados formulan su necesidad, voluntad y compromiso de cambio. Esto se traduce en sesiones muestrales (2-4 horas) con 1-2 facilitadores del equipo de cambio y 8-12 empleados por sesión. El lector o lectora posee más información en esta página sobre Cómo construir espacios de diálogo en su empresa. Estas son las claves básicas aplicadas a un proceso de cambio:

  • El objetivo es organizar y armar la voz de las personas de forma efectiva.
  • La asistencia será voluntaria por lo que hay que hacer atractiva la convocatoria.
  • Cada sesión será heterogénea y estará integrada por miembros de diferentes categorías, niveles, departamentos, edades y sexos.
  • La selección de los empleados debe garantizar la continuidad de la actividad productiva de la organización durante su participación en las sesiones para evitar que los mandos intermedios entiendan el cambio como una molestia o incordio.
  • Es importante al comienzo de cada sesión que los facilitadores expresen el alcance de la misma y realicen una declaración de humildad, garantizando a los asistentes que su voz será escuchada para dotar a la organización de una estrategia realista y honesta de cambio. Sin embargo la participación en estas sesiones da voz y no voto final. Es fundamental explicar la diferencia entre participar y tomar decisiones.
  • Los facilitadores deben dotar a los asistentes de instrumentos y recursos para su utilización en sesión. En el caso de la iniciativa nunca trabajamos con ningún material diferente al que las organizaciones pueden tener a diario en sus oficinas. Por eso quedan prohibidas presentaciones digitales, grandes y vistosas herramientas de trabajo que luego no quedan en las instalaciones del cliente, o material prefabricado o impreso. Esto redunda en la idea que defendemos siempre de que la innovación real no requiere de grandes inversiones en material o logística sino de una inversión decidida en tiempos y personas.
  • Los facilitadores deben reorientar con mucho tacto y perspectiva el devenir de la sesión ante una presumible ausencia de foco.  Dos apuntes importantes: no se trata de talleres de formación para empleados por lo que cualquier píldora formativa está al margen; y no se trata de sesiones teóricas -sino prácticas- por lo que los debates conceptuales no deben ocupar el tiempo que podrían ocupar los casos prácticos o los aterrizajes a la realidad de la organización. La idea es que los asistentes puedan realizar aportes significativos sobre la realidad de la organización desde su rol o desempeño.

 

 

6.- PONGA EN JUEGO EL VALOR HUMANO DE SU ORGANIZACIÓN

Una vez haya calculado el valor humano de su organización, sáquelo a jugar y dótelo de cobertura para que pueda amplificarse y una red de apoyo para que pueda sentirse seguro a la hora de actuar. Hace poco realizamos una propuesta para amplificar el valor humano y profesional de su organización. Lo hicimos a partir de una figura muy realista a la que se enfrenta todo departamento de RRHH una vez a año. Es una de las muchas formas de poner en juego el valor humano de su organización que pueden surgir como consecuencia de un proyecto de cambio. La titulamos Cómo diseñar un plan de formación. Consúltela pero mejor aún, diseñe su propia red y cobertura.

 

7.- APÁRTESE, NO ESTORBE

Entre las grandes debilidades y flaquezas de todo Equipo de Cambio encuentro recurrentemente la de querer ser protagonista de ese cambio antes, durante y después del cambio. Obvie esta tentación, redúzcala a cenizas. Cuando el valor humano de su organización esté en juego, simplemente apártese y manténgase a la vista. No estorbe, observe. No corrija, facilite. No crea en ningún momento que el cambio que la organización entera ha logrado, es suyo sino de todos. Hay dos formas de medir a una persona admirable: la primera es por cómo se comporta en sus fracasos, la segunda es por cómo se comporta en sus éxitos. No lo olvide nunca. Si es necesario, al más puro estilo del maestro Marco Aurelio, contrate a alguien solo para que le repita en medio del desfile triunfal que usted es solo un ser humano.

 

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Cómo tratar a las personas y obtener los mejores resultados

Cómo tratar a las personas y obtener los mejores resultados

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«Hacer planes de futuro está exclusivamente reservado para aquellos que son capaces de vivir por completo en el presente»

Alan Watts, filósofo, escritor y sacerdote

 

He creído ver y conocer la verdad sobre las relaciones humanas en varios momentos de mi vida. En todos ellos estaba equivocado. Hoy creo que esta verdad no se busca sino que se practica. En este artículo compartiré algunas claves para practicarla de cara a la obtención de los mejores resultados. El lector o lectora se preguntará sobre las fuentes científicas o bases racionales de este artículo. También esperará que yo aporte datos estadísticos reales sobre la fiabilidad de estas claves. Lo más parecido a todo esto que yo humildemente puedo compartir es lo siguiente:

Décadas después de mi primer intento por conocer la verdad sobre las relaciones humanas, comparto en este artículo no más de diez claves universales que jamás me han fallado a la hora de tratar a otros. Me refiero más en concreto a que nunca me han fallado a la hora de tratar con cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Se que probablemente esta no es la fiabilidad universal que usted esperaba. Yo sin embargo tengo la certeza de que este breve listado que hoy comparto es lo único que realmente me importa. Ser fiel a él siempre me ha proporcionado no buenos sino los mejores resultados.

Por último tal vez sorprenda al lector o lectora la siguiente afirmación: Puedo contar con los dedos de una mano a las personas que forman parte de mi vida diaria y que considero que saben poner en juego y rentabilizar el verdadero potencial de tan solo una de estas claves. Sin embargo en esa afirmación radica precisamente la riqueza de las mismas. Algunas de ellas al ser leídas parecen completamente obvias, pero su verdadero valor radica en que muy pocas personas del planeta en muy pocos momentos de su vida las practican. La clave de este breve listado consiste en practicar una y otra vez cada una de estas claves, recogiendo y disfrutando sus increíbles resultados. El éxito sin duda animará al lector o lectora a seguirlas practicando. Esa al menos ha sido mi experiencia. Comenzamos.

 

TODA PERSONA SIN EXCEPCIÓN SIEMPRE LO ES

Solemos cargar sobre las otras personas responsabilidades, aspiraciones o expectativas que ni siquiera cubrimos nosotros mismos. Lo hacemos continuamente olvidando que incluso en su peor momento o su peor gesto, la otra persona es solo eso, una persona. Recordar que ambos somos personas e intentar comprender la vivencia del otro, nos hace crecer también como personas. La mayor parte del tiempo en mi trabajo tan solo descubro y escucho a las personas. Eso es sencillamente todo. Si quiere obtener los mejores resultados con una persona, comience aceptando que es una persona.
 

TODA PERSONA ES EL RESULTADO DE LO QUE HACE DE FORMA REPETIDA Y DE LAS PERSONAS QUE LE RODEAN

Nadie es lo que tiene, más bien todo el mundo tiene solo lo que es. Además nadie es lo que dice sino lo que hace con lo que es. Y somos relaciones. Coherencia. Con esta palabra escrita en la pizarra mi amigo Javier, profesor de escuela, suele empezar las tutorías con sus alumnos. Una persona no te quiere por decirte lo que a él le gustaría escuchar, sino por aceptarte y tratarte tal y como eres. Los buenos actos son menos poderosos que los buenos hábitos. Por otro lado nadie es lo que dice ser (su curriculum vitae, su perfil de linkedin o las fotos en las que sale sonriendo) sino la cantidad y calidad de amigos que sabe cuidar y conservar. Hablar contigo y conocerte me ayudará a saber quién eres; hablar con aquellos de los que te rodeas y conocerles me ayudará a saber quién puedes llegar a ser. Esto no significa que alguien no pueda evolucionar desde su realidad sino que siempre debe respetarla para partir de ella y superarla. Los verdaderos talentos que he conocido en mi profesión se crecen ante la adversidad y conectan con personas con las mismas inquietudes. Por contra, he trabajado junto a grandes gurús de las relaciones humanas que cobraban trescientos euros por hora pero cuyo historial de llamadas no tenía amigos. Si quiere obtener los mejores resultados, haga siempre lo que dice y no diga tanto lo que hace. Haga esto una y otra vez de forma repetida.
 

TODA PERSONA BUSCA SENTIRSE SINCERAMENTE VALORADO

Esto implica dos subapartados. El primero es que toda persona espera de ti que reconozcas que él tiene razón. El segundo es que toda espera espera de tí que además lo digas. Incluso la persona con la autoestima más grande que conozcas, no puede evitar sentirse realizado ante tu reconocimiento o tu halago. Seas quien seas. Hagas lo que hagas. Personal y profesionalmente he crecido más a partir del reconocimiento ajeno que del propio. Paradójicamente es también así como me gano día a día el reconocimiento ajeno. Para obtener los mejores resultados con una persona, parta de la base de que esa persona tan solo busca sentirse valorada.
 

TODA PERSONA NECESITA TU CONFIANZA Y CONFIAR EN TÍ

Los gestos más espectaculares y llenos de valor que me han dado han venido siempre de confiar en otra persona y además decírselo. Los gestos más lamentables y llenos de dolor y miedo que he recibido han partido siempre de momentos en los que he desconfiado de otra persona. Confiar en alguien y decírselo, es decir hacerlo explícito y otorgarle un valor concreto, es el único modo de obtener los mejores resultados. Además por encima de lo que pudieras suponer, las personas están continuamente esperando su oportunidad para confiar en tí. La confianza no se pide, se construye. Nadie te la da sino que te la ganas. Ambos comportamientos -confiar en las personas y hacerte confiable para ellas- representan la madurez relacional estableciendo vínculos sinceros. Por otro lado no debes confiar más en quien repetidamente te demuestra que no merece tu confianza que en aquella persona que sí te lo demuestra. Las relaciones humanas saludables no deben basarse en la igualdad sino en la justicia de los actos. Si quiere obtener grandes resultados, recuerde que la persona con la que está hablando busca tan solo que usted confíe en ella. Hágase a sí mismo confiable.
 

A TODA PERSONA LE INTERESA LO QUE ELLA PIENSA Y NO LO QUE TÚ PIENSAS

Hace casi cien años el maestro Dale Carnegie ofrecía esta reflexión a los asistentes a sus talleres sobre relaciones humanas. Muy pocas personas han sabido comprender el poder que encierra esta gran verdad. Si se tiene claro que a nadie realmente le interesa lo que piensas sino dejar claro y expresar lo que él piensa, se puede dar un giro increíble a las conversaciones en lo que se refiere a la obtención de resultados. Reto al lector o lectora a que durante una semana permanezca atento a las conversaciones que mantiene con otras personas para observar hasta que punto toda persona busca siempre decir lo que piensa y no escuchar lo que usted piensa. Cuando haya interiorizado esto, dejará gradualmente de intentar convencer al otro para empezar a comprenderle. Lo sorprendente de este cambio no es solo la obtención de resultados increíbles sino el efecto multiplicador de esta actitud. A la hora de hablar con otra persona, haga caso a Sócrates y parta siempre de lo que ella piensa y no de lo que usted piensa si quiere captar su atención, dejar huella y obtener los mejores resultados.
 

TODA PERSONA SOLO QUIERE SER FELIZ

Perdemos el foco cuando olvidamos esta otra gran verdad. Antes o después de juzgar a alguien recuerde siempre que esa persona solo quiere ser feliz. Lo único que ocurre es que en la mayor parte de ocasiones las personas no saben cómo serlo. Pero esa persona en la que usted ahora mismo está pensando no quiere realmente hacerle daño, ni atacarle ni faltarle al respeto. En el fondo lo único que quiere es ser feliz. A mi modo de ver la felicidad es sencillamente una elección de vida. He visto más veces sonreir mientras dormían a mendigos a los que suelo dar mi ropa, que a directivos despiertos con los que comienzo a trabajar en las sesiones. Sobre la felicidad hemos escrito y trabajamos largo y hondo en esta iniciativa. Si quiere obtener los mejores resultados en su trato con los demás, recuerde que las empresas siempre buscan beneficios y que las personas siempre buscan tan solo su felicidad.
 

TODA PERSONA AMA ALGO O A ALGUIEN

¡Cuántas imagenes deformadas de personas a las que tenemos cruzadas, se caerían si viéramos a esa persona abrazando a su hijo o hija o dando un regalo a su pareja! Por otro lado toda persona busca siempre un propósito. A veces lo encuentra y cuando lo encuentra lo ama. Relacionarnos con esa persona respetando o alimentando su propósito nos ayudará sin duda a obtener los mejores resultados.
 

TODA PERSONA ES EL TÉRMINO MEDIO ENTRE LO QUE A TÍ TE GUSTARÍA QUE FUERA Y LO QUE TÚ CREES QUE ES

Lea otra vez la frase. Aquí va: Toda persona es el término medio entre lo que a tí te gustaría que fuera y lo que tú crees que es. Nadie puede ser exactamente lo que tú quieres que sea. Nadie. Tampoco nadie es lo que tú crees que es. He aprendido a ser humilde en mis previsiones en las sesiones con equipos de trabajo. Sin excepción, cuando trabajo con personas sin exigir nada a cambio siempre obtengo sorprendentes resultados. A menudo el cliente me dice «era imposible imaginar que esa persona fuera capaz de hacer lo que ahora hace». El verdadero secreto consiste simplemente en esperar algo de las personas pero no en exigirlo. El matiz es determinante. Si quiere obtener los mejores resultados en su relación con los demás, repítase esra máxima: Toda persona es el término medio entre lo que a tí te gustaría que fuera y lo que tú crees que es.
 

TODA PERSONA LO HA PASADO EN ALGÚN MOMENTO BIEN Y EN ALGÚN MOMENTO MAL

Este pensamiento sanador -que por otro lado es rigurosamente cierto y universal- le ayudará a trabajar la compasión. Cuando hable con alguien, recuerde que esa persona -como usted- simplemente es otra persona que lo ha pasado en algún momentl bien y en algún momento mal. Más allá de la ideología, la forma de hacer las cosas o de comprender la vida (todos elementos diferenciadores) existe este pensamiento unificador que le ayudará a conectar con todo tipo de personas. Pregúntese cuando esa persona lo ha pasado o lo pasa mal y cuando lo ha pasado o lo pasa bien. Esto le ayudará a respetar el ritmo y momentl de la otra persona. Cuando conquiste este momento, usted experimentará algo parecido al principio de arquímides de las relaciones humanas. Un empuje vertical y hacia arriba cuyo valor ganado es igual a la cantidad de mierda (pensamientos deshumanizadores y ruido mental) que ahora desaloja. Parta por tanto de la base de que toda persona lo ha pasado bien y mal y que no solo usted lo ha pasado bien y mal, para obtener los mejores resultados.
 

TODA PERSONA ES ÚTIL PARA ALGO

En la sociedad de los especialistas, solemos cometer el triste error de considerar que alguien es inútil porque lo es para aquel área en el que nosotros queremos que sea útil. Pero nada realmente en la vida y en la naturaleza funciona de este modo. Las personas, al igual que los árboles cuando están a punto de ver la luz, siempre acaban encontrando su camino. Toda persona es siempre útil para algo. Hacer sentir útil a alguien es sencillo pero tremendamente innovador. Los resultados son sin ninguna excepción buenos. El proceso -repetido durante siglos pero no por ello menos sorprendente- es el siguiente: Una persona decide ser útil en algo, lo hace, usted reconoce que lo hace y se lo agradece (emplee para ello la mágica palabra GRACIAS), por último la persona sonríe y se muestra satisfecha. La carambola de todo esto llega cuando usted se siente útil y hace sentirse a otros valorados. Para muestra, esta breve historia…

Hace poco estuve de visita en Málaga y me senté junto a mi pareja y unos amigos en una terraza sorprendentemente llena. Enseguida comprendí por qué. Un camarero vino a atendernos. Al principio nos preguntó de dónde éramos y se preocupó por darnos unas recomendaciones sobre la ciudad, luego nos atendió excelentemente en todo momento siempre atento a nuestras necesidades. Al concluir nos dijo sonriendo «Bueno chicos, aquí tenéis vuestra casa siempre cuando queráis volver». Probablemente usted piense que ser camarero no es el mejor trabajo del mundo, lo único que yo se es que esta mañana recordando aquella terraza con esos mismos amigos, ninguno recordó que algunas empanadillas estaban frías aquel día pero todos recordamos a ese camarero. Si usted me preguntara qué opino de su trabajo, yo le diría dos cosas: la primera es que no creo que sea su vocación pero trabaja como si lo fuera (y es lo único que a mi como cliente realmente me importa para volver a esa terraza), la segunda es que si hoy me cruzara con ese muchacho por la calle, lo reconocería. Tal es el impacto de alguien que se hace y se sabe útil en algo.
Si quiere obtener buenos resultados, recuerde que las personas no son por sí mismas útiles o inútiles sino útiles o inútiles para según que aspectos. Recuerde también que todas las personas necesitan sentirse útiles y son útiles para algo sin excepción.

TODA PERSONA TIENE MIEDO

Los héroes de Marvel son una ficción fantástica. Salvo ellos, lector o lectora, todo el mundo -digo todo el mundo- vive acojonado. Incluso ese gran deportista que usted idolatra, tiembla y va varias veces al baño antes de un crucial partido. Si usted no lo cree recurra siempre a un truco. Recuerde que todos nacemos llorando, recuerde que todos luego vivimos varios años literalmente cagados y meados, recuerde que luego simplemente usted tan solo se contiene hasta que llega al baño pero que acaba sus días cada vez conteniéndose menos y menos todavía. Y luego -no tenga ninguna duda- interiorice que nadie es una excepción a todo esto. Si fisicamente esta es nuestra condición, imagínese mentalmente cómo estamos. Nada más que añadir. Si quiere obtener los mejores resultados en su trato con los demás, imagíneselos continuamente acojonados y usted acertará.

TODA PERSONA ACIERTA UNAS VECES Y SE EQUIVOCA OTRAS

Usted -estoy seguro- piensa que algunas personas nunca se equivocan. Incluso piensa, tan solo si su medidor de cretinez indica una cota máxima, que usted nunca se equivoca. Ni una cosa ni la otra, nada más lejos de la realidad. Recuerdo ahora un famoso pensamiento que encabezaba un artículo reciente. Rezaba así «Probablemente la razón es el único valor verdaderamente democrático. Todo el mundo cree tenerla». Lo que más me apasiona de mi trabajo no es el número de aciertos que es capaz de conseguir una persona en su proceso intensivo de desarrollo, sino la sorprendente cantidad de fallos que es capaz de cometer y soportar hasta que finalmente acierta. Lo que hace a una persona memorable no es el cómputo total de aciertos en su vida sino la increible capacidad de superación que demostró hasta tener tal vez tan solo uno o dos grandes aciertos pero precisamente eso… Memorables. Si usted quiere mejorar sus relaciones con los demás y obtener los mejores resultados, recuerde que ninguna persona es infalible, más bien todo lo contrario.

Espero, lector o lectora, que estas breves claves te ayuden a obtener mejores resultados en tus relaciones con los demás.

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claves para el entrenamiento del pensamiento propio

claves para el entrenamiento del pensamiento propio

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criterio.

(Del gr. κριτήριον, de κρίνειν, juzgar).

1. m. Norma para conocer la verdad. 2. m. Juicio o discernimiento.

 

LA IMPORTANCIA DE TENER CRITERIO PROPIO

«Una vida sin reflexión no merece la pena ser vivida«

Sócrates

 

Hablamos por lo general de tener sentido común pero nadie habla de tener un sentido propio.

Todas las personas son de algún modo respetables pero no existe ninguna persona digna de admiración capaz de vivir de acuerdo a los principios de otra. Entender esto es la base de todo crecimiento personal y profesional: todo el mundo tiene un criterio ajeno, muy pocos alcanzan un criterio propio.

Las sociedades de consumo en masa tienen grandes ventajas a nivel de democratización del uso de servicios en aspectos como el acceso generalizado a la higiene, los alimentos, el transporte, la ropa, la seguridad o la educación. Pero estas grandes conquistas tienen también un alto coste. Uno de ellos es sin duda la progresiva anulación del criterio propio. Consumimos la verdad, lo que implica que en la mayor parte de casos no nos planteamos conocerla.

En una continua lucha contra la despersonalización del individuo y la anulación de sus facultades intelectuales, nos convertimos inconscientemente en consumidores (followers) de principios ajenos y no en generadores de principios propios. El rodillo suele ganar la partida en la mayoría de los casos. Vivimos la mayor parte del tiempo condicionados por los moldes que aceptamos. La riqueza humana entonces se resiente al tiempo que nuestra capacidad relacional de generar valor se desvanece. La consecuencia directa es que perdemos progresivamente la capacidad de disfrutar la vida en todo su esplendor. Por contra, y aún promoviendo constantemente en los medios de comunicación masiva y en nuestras relaciones un comportamiento que atenta contra el criterio propio, se dan dos continuas paradojas universales que llaman a la frustración:

  • En lo profesional nadie que yo conozca emplea ni apuesta por alguien que no tenga criterio propio. Esto ocurre porque para cumplir cualquier objetivo laboral en el terreno altamente competitivo del libre mercado es necesario cuestionar lo que heredas para poder mejorarlo. Y es completamente imposible hacer esto sin criterio propio. Porque tener criterio propio es tener la capacidad de examinar, digerir y organizar la realidad de todos para luego aportar tu propio valor consiguiendo que alguien te valore como único. Al margen de este apartado se encuentran aquellas empresas que anulan el criterio propio y que desde luego también existen pero que son en consecuencia incoherentes y poco competitivas. Piensa sin embargo que incluso este tipo de empresas detestables -en las que yo también he trabajado- intentan cada día aparentar que sus empleados tienen criterio propio y de hecho sus procesos de selección valoran mucho esta capacidad, aunque solo sea para luego destruirla o poder manipularla. En cualquiera de ambos casos -empresas coherentes y empresas detestables- es un hecho que tener criterio propio es algo clave.
  • En lo personal nadie que yo conozco puede negar que le resulta más atractivo/a alguien con criterio propio. Esto se cumple en los ámbitos de las relaciones de pareja, amistad y familia. Por lo que es más complicado encontrar pareja, amigos y que te quiera tu familia si no consigues tener un criterio propio. Y esto ocurre porque las personas con criterio propio nos resultan apasionantes, retadoras, sorprendentes y nos hacen permanecer vivos y despiertos. Todo el mundo quiere quedar con alguien del que pueda aprender algo pero a nadie le apetece quedar con papagayos. Gustas más si claramente pareces que sabes lo que dices.

Por todas estas razones, solo un constante compromiso práctico con nuestra responsabilidad de cuestionar nuestras acciones y las de los demás, nos hace tener criterio propio. En este esfuerzo titánico radica la base de cualquier cosa admirable que logre un ser humano. Este artículo pretende arrojar un haz de luz sobre el increíble potencial que tiene la generación, construcción y entrenamiento del criterio propio. Comenzamos.

 

LAS BASES DEL CRITERIO PROPIO

«Hay dos maneras de difundir la luz: ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja«

Lin Yutang

 

Denomino criterio propio al conjunto de asunciones básicas, principios en constante revisión y habilidades para poner en práctica esos principios y asunciones que favorecen la emisión de juicios respetables y la toma de decisiones genuinas.

Decimos que alguien es coherente cuando se atiene a sus juicios y decisiones y además cuando sus juicios y decisiones se atienen a sus principios. Por lo demás una persona coherente suele parecernos también una persona estable, digna de ser atendida o escuchada. Parece como si de algún modo liderarse a uno mismo fuera la única forma efectiva de que otros nos permitan liderarles.

En esta suerte de legitimación continua de nuestras acciones comienza la conquista de lo admirable. Porque el criterio propio ayuda a conquistar ese territorio perdido por la sociedad de consumo recuperando lo que denomino derecho de sitio. Esto es, la genuina facultad de todo ser humano para formular y actuar de acuerdo a su idea de la vida abrazando sus principios y de acuerdo a unos valores comunes y aceptados. La expresión o pensamiento tranquilizador «le puse en su sitio» o «me puse en su sitio» son dos de las lecturas del derecho de sitio a través de las cuales nos creemos constantemente en la obligación de recordar a alguien «cuál es su sitio» o de demostrar «cuál es nuestro sitio«. En la práctica real, el derecho de sitio implica saber tanto tu sitio como el momento adecuado para dejar que otros lo visiten.

La construcción del criterio propio parte de este modo de una idea fundacional: Compartimos y nos agrupamos de acuerdo a valores comunes y aceptados, pero cada cual construye sus principios. Así, las personas con criterio propio tienen foco, prestan atención constante a sus principios y toman decisiones de forma autónoma e independiente. Y para ello, como ya hemos dicho, cuentan con un conjunto de asunciones básicas, principios en constante revisión y habilidades para poner en práctica. En este artículo solo hablaré de las habilidades y las asunciones básicas necesarias para construir y entrenar el criterio propio. De construir luego tus principios y vivir de acuerdo a ellos, lector o lectora, ya te encargas tú.

 

ASUNCIONES BÁSICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CRITERIO PROPIO

A continuación comparto contigo las asunciones básicas que creo necesarias para comenzar a construir tu propio criterio en las diferentes áreas de desarrollo y crecimiento de tu realidad:

  • SENTIDO: Trabaja por una causa, no por un aplauso.
  • AUTOAFIRMACIÓN: La autoafirmación es la formulación explícita del derecho de sitio. Consiste en valorar lo que uno es y no lo que otros tienen.
  • PERSISTENCIA: Elige algo concreto, trabaja en ello de forma constante, insiste repetidamente, aguanta hasta el final y termínalo de forma que en un futuro tú te sientas orgulloso. Dice el maestro «eres lo que haces de forma repetida, de forma que la excelencia no es un fin sino un hábito»
  • PRESENCIA: Woody Allen suele decir en sus entrevistas que el 80% de su éxito ha consistido simplemente en estar ahí. Coelho nos recordó hace tiempo que lo que ahoga a una persona no es el hecho de caerse al río, sino el hecho de permanecer sumergido en él. Eres este momento, ningún otro. Lo que eres depende tan solo de lo que ahora haces. Vive EN el presente PARA el futuro. Cada momento es único de forma que la muerte de alguien -pasado el duelo- no es algo triste; lo triste sería que esa persona no hubiera sabido vivir.
  • ACEPTACIÓN: Dice Jung «Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma». Asume que no controlas todo. Te mueves en sistemas de relación complejos en los que tú tan solo eres miembro o parte. Trabaja desde tí para mejorarte y mejorar a otros. Ellos que trabajen desde sí mismos para mejorarse y mejorar a otros. De eso tú no eres responsable. En el artículo 3 enemigos de la inteligencia humana señalábamos como uno de los más importantes confundir aceptación con resignación.
  • RESPONSABILIDAD: Se consciente de tus facultades y responsable de tus actos. Solo puedes liderar aquello en lo que verdaderamente crees.
  • AUTOCRÍTICA: No hay valor en quien es invulnerable. Todas las estrellas caen sin excepción; imagínate los hombres.
  • APRENDIZAJE: Dice Gracián «No hay maestro que no sea discípulo». Esta máxima me acompañó siempre. No puedes saberlo todo y tampoco será nunca necesario.
  • CERTEZA: En un instante de la película Peaceful warrior (Salva,2011), se recuerda que las personas piensan más de lo que saben y que la clave es centrarse únicamente en aquello que saben y no en lo que piensan. Vuelvo a escribir esta reflexión para que puedas leerla más despacio: Las personas piensan más de lo que saben; la clave está en centrarse únicamente en lo que saben y no en lo que piensan. Pensamos de forma continua e insistente generando una gran cantidad de ruido, pero en el fondo sabemos la mayor parte de soluciones y cosas importantes. La clave del criterio propio radica en dejar que broten poco a poco estas certezas. No tenemos certezas, las construimos.
  • COMPASIÓN: Tu criterio propio no tiene por qué vencer a otro. De hecho solamente será útil cuando se muestre en todo su esplendor respetando el momento y la voluntad de ser y hacer de otros. Comprender el estado de crecimiento de alguien consiste en respetar tanto tu criterio propio como para que no te resulte necesario imponerlo.

 

HABILIDADES PARA EL ENTRENAMIENTO DEL CRITERIO PROPIO

Para cada una de estas asunciones básicas recomiendo los siguientes entrenamientos:

  • ENTRENAR EL SENTIDO: Cuando inicié mi actividad profesional al margen de las grandes compañías consultoras creé esta iniciativa y lo primero que hice fue crear mi sentido. La carta de navegación de la iniciativa es ese sentido. Trata de redactar el tuyo y ser fiel a él en tu realidad diaria. No es necesario que siempre lo cumplas, tan solo que lo tengas como máxima de comportamiento para recurrir a él en caso de no saber cómo actuar o simplemente para evaluar una decisión que has tomado y saber si te has equivocado o no.
  • LA AUTOAFIRMACIÓN: En cada reto o problema que se te presente, procura buscar respuestas dentro y no dedicarte a recopilar información de fuera. Trata por tí mismo de hallar la causa última de esa situación. La forma de entrenamiento más recomendable es la práctica de preguntas poderosas. La completa totalidad de los procesos de coaching están basados en descubrir este potencial y aprender a rentabilizarlo.
  • ENTRENAR LA PERSISTENCIA: Sabes que eres capaz de hacer muchas cosas, no es necesario que vivas para demostrártelo. Simplemente elige algo concreto que se te de bien o que quieras y se fiel y constante con ello. Los chapuzas no gustan a nadie, se paciente y ordenado, crea tus propios hábitos y ponte fechas límite para evaluar cómo van yendo las cosas. El fenómeno del Efecto Pigmalión, también llamado Profecía autocumplida o Efecto Rosenthal te sorprenderá.
  • ENTRENAR LA PRESENCIA: Deja de escucharte cuando hablen otros. Todo eso es solo ruido. Atrévete a escucharles y construir sobre lo que ellos dicen. Si necesitas estar en silencio o reducir la velocidad de la conversación, hazlo. Si necesitas hablar más despacio, hazlo. Haz todo aquello que te ayude a atender al otro o lo que ocurre. El artículo How to be someone people you love to talk to te ayudará a comprender cómo estar presente.
  • ENTRENAR LA ACEPTACIÓN: Para saberte parte de un todo, nada mejor que intentar cumplir retos que impliquen poco o ningún compromiso por parte de los demás pero mucho por parte de tí mismo para darte cuenta de que los resultados son sorprendentemente buenos. Intenta luego lo contrario: cumplir compromisos que no dependan nada de tí pero mucho de los otros, y te darás cuenta del elevado número de fracasos que obtendrás. Aceptar que solo tú eres responsable de lo que haces y eliges cómo te afectará la responsabilidad e otros, te ayudará a vivir mejor. El artículo de Jennifer Delgado Quien te enfada, te controla te ayudará a comprender el poder de la aceptación.
  • ENTRENAR LA RESPONSABILIDAD: La mayoría de personas no es consciente de las consecuencias de sus actos. Ignoran inconscientemente las situaciones y posibles derivaciones de aquello que hacen. La responsabilidad de creer en algo es muy alta en el balance costes y recursos invertidos en la mayor parte de casos. Para entrenar la responsabilidad considero que es necesario en primer lugar educarse en la finalización aceptable de las cosas. Esto es, entrenar la persistencia (ya hemos visto cómo hacerlo en un punto anterior). En segundo lugar es necesario partir de lo posible y no de lo deseado. El modelo de cambio razonable es una clara guía para logar resultados en este sentido.
  • ENTRENAR LA AUTOCRÍTICA: El entrenamiento más certero para mejorar nuestra capacidad de autocrítica es el cuestionamiento. Como muchas personas parten de un cuestionamiento propio muy limitado, para entrenar la autocrítica recomiendo especialmente preguntar a los demás sobre las decisiones que adoptamos. Es decir usar las opiniones de los demás para empezar a ver cuál es nuestro verdadero sitio y partir de él. En una primera fase de INFORMACIÓN es muy útil preguntar a los demás por su opinión acerca de las decisiones que ya hemos adoptado. Esto contribuirá a crear elementos de juicio que serán la base de futuras conductas propias. En una segunda fase de FORMACIÓN es más recomendable preguntar a los demás antes de tomar nuestras decisiones de una forma respetuosa y sin caer en la exageración. De esta forma hacemos que el resto de personas se sientan valoradas. En una tercera fase de MADUREZ, deberíamos ser lo suficientemente maduros como para tener un criterio poder para saber cuándo debemos preguntar a las personas antes y/o después de nuestras decisiones.
  • ENTRENAR EL APRENDIZAJE: Debido a que la sociedad actual está basada casi en exclusiva en intercambios de servicios entre especialistas, las personas corren el riesgo de olvidar que pueden aprender algo más de lo que saben. Varios ejercicios te ayudarán a aceptar con humildad esta realidad. El primero de ellos consiste en intentar resolver un problema matemático que estudiaste en el colegio p.e. en 2º de B.U.P. Esto te demostrará que el cerebro humano es adaptativo y elimina por completo aquello que no es útil, por lo que es necesario refrescar aprendizajes continuamente. El segundo de ellos consiste en intentar hacer algo que frecuentemente no hagas y haga otra muy bien otra persona con la que convivas. p.e. si no sueles cocinar, intenta hacerlo; si no sueles planchar, intenta hacerlo. Ejercicios tan sencillos te mostrarán como el cerebro humano puede aprender con agilidad cosas en tiempo récord. El tercer ejercicio consiste en que veas este video que mi compañero Alberto Barbero compartía con la red hoy mismo.
  • ENTRENAR LA CERTEZA: El entrenamiento en certeza es similar al entrenamiento en autoafirmación. Mi entrenamiento favorito en procesos de acompañamiento con personas y equipos está basado en técnicas de silencio, meditación y consciencia. Una dinámica corporal muy buena consiste en mantener conversaciones guiadas por una cuerda que une tan solo aquellas intervenciones poderosas. Otra dinámica que he empleado con gran éxito a lo largo de estos años formando a personas consiste en mantener una atención selectiva basada en el silencio y la palabra ante intervenciones poco significativas y muy significativas respectivamente. Este premio logra que el resultado y la conducta de los equipos cambie de forma extraordinaria.
  • ENTRENAR LA COMPASIÓN: Recientemente en una conversación con unos amigos hablábamos de temas sociales harto complicados y por lo general polémicos. Uno de mis amigos comenzó opinando sobre el tema con gran vehemencia. Su energía logró las simpatías de todos los asistentes menos de la mía. Yo estaba de acuerdo con él pero además por mi experiencia contaba con mi criterio propio sobre lo que opinaba la gente que no estaba de acuerdo con nosotros. Planteé que estaba de acuerdo con la idea y que contaba con mi plena simpatía y además expuse por qué creía que algunas personas de la sociedad fuera de aquella mesa no pensaban igual, añadiendo que era útil contar también con esas opiniones y perspectivas. A medida que avanzaba la conversación, mi amigo aumentaba su vehemencia tratando de convencernos de que otras opiniones no eran válidas en absoluto, hasta llegar incluso a menospreciar a aquellos que no pensaban igual. De forma progresiva y a medida que hablaba todos los miembros de la mesa fueron situándose en su contra aún pensando como él. Paradójicamente todos acabaron estando en desacuerdo con su opinión. Esta anécdota y otras me hace creer que una forma de entrenar la compasión es tratar de comprender al otro y partir de sus necesidades e inquietudes, y no de las nuestras. Para ejercitar esto resulta muy práctico vivir realidades ajenas a la nuestra, experimentar de forma real la vida de otros o atrevernos a salir de nuestro itinerario diario.

 

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Espero que este artículo te haya resultado interesante.

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