por David Criado | Oct 17, 2012 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
Comienzo con un dato que compartía Joaquín Armero de Dueñas, asociado de Garrigues Human Capital Services, en un artículo reciente: «A principios de los años setenta los activos tangibles (maquinaria, edificios, existencias,etc…) representaban el 80% del valor de una compañía en Bolsa; hoy el valor de los activos intangibles (propiedad intelectual, capital humano) representa el 90% del valor de una compañía.
En este nuevo escenario para el que nadie nos ha preparado, las relaciones humanas cobran un valor crucial. En concreto Joaquín defendía en su artículo que las organizaciones deben ser capaces «de atraer y retener a los mejores» y yo añado «a los mejores para el mundo». Recojo y comento algunas citas sobre la gestión del compromiso que aparecen en el artículo:
«Es posible copiar productos de la competencia, lanzar sustitutivos más baratos, etc… pero es imposible copiar un capital humano comprometido, conocedor de su negocio, apasionado por el trabajo e identificado con su organización«. En organizaciones donde el nivel de rotación es elevado resulta complicado que estos valores tengan sentido, tampoco en organizaciones donde no existe ninguna rotación. Al fin y al cabo el valor de este tipo de personas es doble: para su equipo (al que retroalimenta e impulsa) y para el negocio (sobre el que se proyecta con más seguridad y confianza).
«Saber gestionar a las personas a través del compromiso equivale a saber alimentar la principal fuente de ventaja competitiva y hacerla más productiva. Porque es posible mejorar la productividad con menos personas pero también aumentarla con los mismos empleados, pero comprometidos.» En la mayor parte de casos solemos pensar que el problema «es la estructura» y por desgracia cuando decimos esto nos referimos no a la burocracia y los procesos sino a la cantidad de personas. Sin embargo está demostrado que la construcción de un compromiso es útil y beneficiosa para todas las partes: empresa, personas, negocio. Aquellas organizaciones que sepan valorar a sus empleados y adecuarse a ellos serán mucho más sostenibles que aquellas que hagan que continuamente el empleado se adapta a ellas sacrificando -in extremis- sus valores, su tiempo, su salud y en definitiva su vida. No necesitamos mártires, nos vale con ser apóstoles.
«El concepto de compromiso hace referencia a la actitud de los empleados hacia su organización y hacia sus compañeros» Esto es importante porque cada día solemos olvidarlo. Una persona comprometida no es una persona que se compromete con el negocio sino también una persona que genera el clima adecuado para que haya negocio. El consejo «huid de los electrones» que me daba hace poco un conocido empresario catalán sirve para esto aunque tengo mis reservas 😉
«En el pasado las relaciones laborales se basaban en carreras profesionales largas y estables y normalmente un trabajador podía jubilarse en la misma empresa que le había proporcionado su primer empleo. A cambio de buenas condiciones, las empresas aspiraban a la fidelidad de sus empleados. En los últimos años las empresas necesitan empleados ilusionados, dispuestos a dar lo mejor de sí mismos y llegar a ese «algo más» que yo llamo «compromiso». Qué cierto. Si comparas tu vida con la de tu padre te darás cuenta de que esta afirmación es rigurosamente cierta. El modelo de relaciones ha cambiado al ampliarse el espectro de competencia en el mundo. Ese compromiso de esa persona «mientras esté desempeñando su trabajo» es ahora la clave de cualquier negocio en cualquier sector, haga galletas, coches o de servicios de consultoría. Joaquín afirma que «las compañías con mayores índices de compromiso presentan incrementos interanuales en su cifra de resultados mayores que aquellas cuyo grado de compromiso es menor» Por otro lado un alto grado de compromiso «no significa que el empleado vaya a permanecer en la compañía» pero sí ayuda a que exista una menor predisposición a abandonarla. Precisamente ahora he hablado con una antigua compañera que ha cambiado de consultora porque no soportaba la forma de hacer las cosas en su empresa. En todo caso, permanencia y compromiso no tienen por qué ir de la mano obligatoriamente.
El artículo analiza también el sentido de identificación con el destino de la compañía. Es el equivalente a lo que en la iniciativa llamamos «sentimiento de pertenencia» frente a «sentido de propiedad» desde el punto de vista del equipo.
Además según el estudio de Garrigues existen 6 palancas para generar compromiso:
- Las características del puesto (autonomía, variedad, importancia, reto)
- Un entorno organizativo caracterizado por la confianza y el respeto (comunicación interna, cultura de respeto, relaciones entre compañeros)
- Un liderazgo de apoyo (el papel de supervisor que aporte capacidad de escucha y consulta, que de feedback, apoyo e integridad)
- El reconocimiento (justicia retributiva, normas objetivas, reconocimiento verbal)
- Las posibilidades de desarrollo profesional (carrera, formación, mejora de habilidades)
- La claridad de expectativas y la vision de negocio (qué se espera de cada persona claramente, comprensión del negocio, visión de dirección)
Gestionar la cadena de valor del compromiso también implica medirlo. En la propuesta de medición que nos realiza Joaquín se distinguen tres estadios: atracción, satisfacción y compromiso. Cada item aporta valor sobre cada uno de los estadios:
NOTA:
El contenido íntegro al que hace referencia este artículo está disponible en Cómo mejorar la productividad y la competitividad de su empresa a través de las personas: la gestión del compromiso, Joaquín Armero de Dueñas, Ediciones Deuso, Referencia nº3884
por David Criado | Oct 17, 2012 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
Este artículo es continuación del artículo Innovar en España (I) en este mismo blog
¿No han escuchado nunca esto?: «Eso de hacer lo que me gustaría hacer está genial pero yo tengo que dar de comer a mi familia«. Reconozco que es complicado pasar de un modelo donde tengamos que hacer exactamente aquello en lo que no creemos para dar de comer a nuestros hijos, a un modelo en el que tengamos que hacer exactamente aquello en lo que creemos para poder dar un mejor futuro a nuestros hijos. También reconozco -tengo esa facultad- que será cada vez más complicado si lo único que haces es exactamente aquello en lo que no crees en lugar de apostar en algún momento por aquello en lo que crees. Dar este paso no es fácil para nadie. Para nadie. Pero hay que darlo. O morir en el intento. Pero darlo.
Nadie duda que España vaya a salir hacia delante. El que lo haga con la historia de este país en la mano, es un insensato. De hecho nadie lo dudaba incluso cuando España pasaba por sus peores momentos. Porque los ha tenido muchísimo peores aunque ahora parece que nadie lo recuerde. Es tremendamente fácil decir que hay crisis pero lo es más ir a una biblioteca a ojear nuestra historia más reciente para saber lo que verdaderamente es una crisis. El problema entonces y ahora es cómo y cuando vamos a salir de ésta. Es una cuestión de la forma en la que vamos a salir (lo que perderemos y lo que ganaremos) y del tiempo que vamos a tardar en hacerlo.
Como muchos otros, escribo cada día artículos proponiendo remedios de sentido común para cambiar la cultura de las organizaciones. Pero creo hacerlo desde el conocimiento y la realidad de que no es lo mismo cambiar una organización en Grecia, en California, en Finlandia o en España. Porque creo que todo es mucho más sencillo que lo que la gran mayoría quiere comprender. A menudo deberíamos dejar de pensar cómo nos gustaría que fuera nuestra cultura y leer un poco de la realidad que somos. Necesitamos comprendernos un poco más. Porque alguien que conoce el lugar en el que se mueve vale por cien que no tienen ni idea de ello.
En nuestro país casi nadie comprende a los que nos dedicamos a ofrecer cambios (innovación, personas, cultura,…) Hay mucha gente que se echa las manos a la cabeza y echa pestes sobre este trozo del sur de Europa. Pero esto tiene varias explicaciones totalmente lógicas.
Cuando uno acomete el cambio en una organización en España debería manejar ciertos datos fundamentales que ayudarían a situarle sobre la arena. Evitaríamos muchas quejas sobre lo que nos encontramos en las organizaciones si realmente conociéramos el país en que vivimos. Cómo es y cuál es su carácter. Conocer tu mercado es el primer paso para cambiarlo. En concreto expongo algunas realidades que os invito a cuestionar:
- La voluntad real y legítima en España (los ciudadanos): De los 35 millones de personas llamados a votar, más de 18 millones de personas votaron en las pasadas elecciones generales de 2011 (hace menos de un año) o bien por lo que ya eramos o bien por lo que fuimos. En cualquier caso, de regeneración y de cambio: cero. Ninguna de las opciones garantizaba ningún cambio real de lo que somos, creo que es algo que deberíamos tener en cuenta si queremos levantar algún negocio aquí. Por otro lado, hay una segunda reflexión. Hemos votado por dos perfiles de candidato: una persona que ha concurrido por tercera vez a las elecciones tras dos derrotas electorales consecutivas, algo que resulta totalmente impensable fuera de España pero que en nuestra país implica que «por fin lo ha conseguido»; y por otro lado también hemos votado por una persona que pertenecía a la cúpula del gobierno que había tenido capacidad de decisión real para cambiar las cosas y no lo había hecho reiteradamente. Sea como fuere, ni nos ofrecen un cambio ni lo demandamos para nada. Esto es lo que somos y esto, si somos responsables y atendemos a los números, es lo que seremos. Ninguno de ellos tienen toda la culpa de lo que ocurre porque les trasladamos que queremos seguir así de forma reiterada por el único medio de control: el voto. Porque hemos reducido la soberanía popular -lo estamos viendo- al derecho a voto. Y ese derecho dice lo que somos cada muy poco tiempo: 2 años (en nuestro Estado y en nuestra región). Esta es la realidad número 1.
- La distribución del mercado laboral en España (las personas): La Encuesta de Población Activa revela que de 47 millones de personas, trabajan en la actualidad 17 millones. Según el Ministerio de Trabajo, de estos 17 millones, 12 millones de personas son asalariados, 3 millones son autónomos y el resto pertenecen a régimen agrario (800.000 personas), del mar (60.000 personas) o a empleados del hogar (200.000 personas). Más de 8 millones de personas en España son mileuristas, con dos implicaciones inmediatas: aportan poco o nada al Estado y tienen dificultades para mantener una vida autónoma. Aún así del total de 47 millones de españoles, 17 millones de personas generan algún tipo de ingreso al Estado, 6 millones generan exclusivamente gastos como desempleados y 24 millones generan exclusivamente gastos en calidad de jubilados, personas en edad no productiva,… Esto implica a su vez que un 25% de personas que están en situación de trabajar, están desocupadas. De ese 25% de personas, 1.700.000 familias tienen a todos sus miembros en situación de desempleo. Para ninguna de las 47 millones de personas, ha bajado el coste de la vida (los precios) sino que ha subido a buen ritmo. No así el poder adquisitivo de un 90% de ellos que cae en picado desde hace varios años (precarización, reducción de salarios, etc…) y que analizaremos en el siguiente punto. De todo esto se deduce que nuestro mercado laboral no es equitativo, que es altamente conservador y que no es -ni tiene visos de ser- flexible. Esta es la realidad número 2.
- La distribución real de la economía diaria en España (las familias): Según un estudio de AIS Group sobre datos oficiales, la media de ingresos anuales de una familia española es de 23.000 EUR (sí, hablamos de todos los ingresos de una familia). Solo 15 provincias están por encima de esa media y todas ellas están en el norte de España, en Catalunya o en Madrid. Y punto. Una familia vasca ingresa 29.500 EUR por hogar. Las tres provincias vascas son las que tienen mayores ingresos por hogar de España. Luego viene Madrid donde los hogares ingresan alrededor de 28.750 EUR. En Catalunya una familia media ingresa 25.800 EUR. Las familias extremeñas, andaluzas y manchegas son las que viven con menos ingresos, casi la mitad que las anteriormente enunciadas. ¿Cuánto ingresa una familia al mes en su cuenta bancaria para poder vivir? En En Pamplona, Oviedo y Donosti una familia media puede llegar a ingresar al mes hasta 2700 EUR. En Madrid, Barcelona y Bilbao una familia ingresa más o menos 2.500 EUR al mes en la cuenta bancaria. En Valencia una familia media vive con unos ingresos de 2000 EUR al mes. Por debajo de Valencia se encuentran Zaragoza, Málaga, Almería y Murcia.
- La distribución real del negocio en España (las organizaciones): Según el Ministerio de Industria, en España hay 3.246.986 empresas, de las cuales 3.243.185 (algo así como el 99,88%) son Pequeñas y Medianas Empresas (con entre 0 y 249 asalariados). Solo hay 3.800 empresas en España con más de 250 empleados. La gran empresa en España (+ de 250 empleados) genera 5 millones de puestos de trabajo, la microempresa (0-9 empleados) genera más o menos otros 5 millones de puestos de trabajo, las PYMES (de 10 a 249 empleados) otros 5 millones de puestos de trabajo. Esto significa que las PYMES (aquellas que tiene de 0 a 249 empleados) generan el 60% de la empleabilidad en España. Para aquellos que os interese, se trata de un porcentaje muy similar al de la Unión Europea. Dejando a un lado las grandes empresas (que merecen capítulo aparte y cuya distribución he podido conocer en los últimos 10 años), de las 3.200.000 PYMES, un 55% no tienen ningún asalariado. Casi todo el empleo en España que generan las PYMES se encuentra en el sector servicios (un 78% de ellas se dedica a él, mayoritariamente a comercio). Otro dato más: El 97% de las empresas en España ingresa menos de 2 millones de euros al año.
Gracias a la genial tecnología de ESRI y a su aplicación ArcGIS podemos mostrar la realidad de España de forma gráfica sobre el mapa (son datos esta vez de 2011). Aunque realmente no hay grandes cambios de lo que somos tras un año, amigos, debo decir que estos datos son de 2011 hace menos de un año:
REALIDAD POLÍTICA EN ESPAÑA:
Paul Preston hablaba en un libro que leí en mi adolescencia de «Las tres Españas del 36». Analizaba entonces la increíble capacidad de un país para desdoblarse en dos personalidades más una tercera que no quiero desvelar (leed el libro, es genial). Eso lo decía analizando el mapa político de España en un clima pre-bélico. Para ver la enorme capacidad de cambio a la que es capaz de llegar una nación en más de 70 años de historia con 2 cambios de régimen de por medio (es ironía) hallen las 7 diferencias entre el mapa político de España en 1936 y en 2008. Luego intenten desentrañar este ajedrez de dos colores en el mapa de 2011 y me cuentan resultados ;):
DISTRIBUCIÓN DE LA POBREZA Y LA RIQUEZA EN ESPAÑA:
En la siguiente serie de mapas (menos provocadores aunque igual de alarmantes) ustedes podrán comprobar cómo nuestro país es realmente equitativo en cuanto al nivel de pobreza. Estamos todos jodidos por igual. No así en el la distribución de grandes fortunas donde existe una concentración también real. El primer mapa representa la densidad de población en España, el segundo la distribución de la pobreza, el tercero la de las grandes fortunas:
DISTRIBUCIÓN DEL EMPLEO Y LOS INGRESOS POR FAMILIA EN ESPAÑA:
En la última serie de mapas vemos cómo los ingresos familiares son más altos en el norte, Catalunya y Madrid pero se desdibujan en el resto de España acumulando una concentración de riqueza a menudo insalvable para algunas economías. Por otro lado el tercer mapa muestra la distribución del paro en España que también es altamente democrática: Da igual de qué región seas y vengas, tienes la opción de estar igualmente parado. No ocurre lo mismo con las ciudades, y un análisis detallado nos haría encontrar grandes diferencias por núcleos urbanos. El primer mapa es la densidad de población, el segundo los ingresos por familia y el tercero representa el paro:
Con esta visión aproximada de nuestra realidad como país tenemos una visión aproximada de por qué a nivel social cuestan muchos los cambios. Podríamos hacer dos lecturas: una negativa diciendo que todo es lamentable y no tiene solución, y una positiva diciendo que podemos aprovechar aquellas cosas que realmente nos hacen únicos para salir hacia delante. Yo he optado por trabajar sobre la segunda opción.
Esta noche cuando volvía a casa después de trabajar, una chica en el metro se ha montado en el vagón y le ha dicho a su amiga:
«Creo que el curso de emprendedores para parados lo voy a dejar porque creo que ahora están pidiendo más SAP (un programa informático) e idiomas así que me voy a pagar por mi cuenta un cursillo de SAP».
NOTA: Habría mucho que hablar sobre esta frase pero básicamente quiero decir solo algo:
- El emprendimiento no se aprende a pesar de que muchos den cursos de ello y estén ganando pasta a expensas de una situación económica adversa . ¿Qué demonios es un emprendedor salvo alguien que le hecha huevos al asunto y decide hacer algo en lo que cree? Con independencia de que le vaya bien o mal, es necesario comprender que la única forma de aprender a emprender es… EMPRENDER. Equivocarte o acertar y aprender de ambas cosas para la próxima.
- El emprendimiento no es una habilidad transversal, tampoco un conocimiento. Es una actitud y podemos aprender de experiencias de otros pero no tenemos por qué paquetizar y teorizar absolutamente todo.
- Después del community management (fenómeno typical spanish), el emprendimiento es otra burbuja más que añadir a la gran fábrica de pompas.
- Si además los políticos hinchan esta burbuja porque les ayuda a reducir la tasa de desempleo sin preocuparse por la salud y la calidad de vida de los ciudadanos que lanzan a luchar en soledad en un entorno adverso, el cocktail es altamnte explosivo. El autoempleo que un alto cargo público se jactaba ante mí de promover con uno de sus proyectos, es una locura que solo algunos nos atrevemos a materializar de forma real si no va acompañado de reformas estructurales.
- No hace falta emprender o montar un negocio para hacer aquello en lo que crees. Investiga sobre intraemprendimiento en este blog, atrévete a cambiar y mejorar tu empresa sin necesidad de salir fuera. Yo lo hice 😉
por David Criado | Oct 10, 2012 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
«Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo«
Hay dos tipos de innovación: la «i» del I+D+i que vive momentos duros y está vinculada a proyectos de investigación científica, nuevas infraestructuras y materiales (innovación física en general) y la innovación que considero que ahora hace más falta (innovación cultural). De esta última hablo en este artículo.
Tengo momentos enormes en los que todo es posible y tengo malos momentos en los que la salida del túnel queda lejos. Como todos. Cada noche llego a casa con energías renovadas y tras haber cumplido la mayor parte de mis objetivos para ese día. Me considero la persona más afortunada del mundo por ello. Suelo salir a correr o devorar algún libro o película que intento seleccionar con algo de cabeza. Al llegar a casa echo un vistazo a mi timeline y procuro fijarme en aquellas personas y contenidos que considero interesantes y/o respetables. Alguna vez leo y veo cosas que no me gustan nada porque creo que no ayudan en absoluto a que todos salgamos adelante. Seré claro. En el país donde he nacido no sabemos innovar. Se nos da realmente mal, cualquiera que consulte algunas cifras o conviva con nuestra forma de hacer negocio a diario no puede sostener lo contrario. Podemos maquillar de mil maneras diferentes esta realidad, ya conocemos las consecuencias. Claro que existen grandes excepciones pero hoy no hablaré de ellas porque quiero focalizar mi mensaje a explicar por qué la gran mayoría de personas no sabe innovar. A diario escucho que el momento no acompaña pero estoy convencido de que lo que realmente no acompaña es la cultura. Lo grave no es que haya existido una burbuja inmobiliaria, crediticia, de infraestructuras, bancaria… lo que me resulta mucho más grave es que todo esto se debe a que existe una cultura del pelotazo ampliamente extendida e interiorizada entre nuestros dirigentes. Y si existen estos dirigentes (privados, públicos, políticos, económicos, empresariales) es porque así es nuestra sociedad. Sin más. Por lo tanto la gran pregunta a la que intentaré responder esta noche es por qué España no sabe innovar y quiénes son los culpables de no saber hacerlo.
Tres causas:
MIOPÍA INNOVADORA
Los hechos: La obsesión por el inmediato plazo no nos deja ver el bosque. Diariamente conozco a nuevos impulsores de proyectos, trabajo en la transformación real de algún equipo, fidelizo a nuevos facilitadores para la causa, armo de valor algunas de nuestras ideas y hablo con posibles clientes. Llevo mucho tiempo tomando el pulso a la innovación en España: 1 año 😉 Algunos aguantan décadas y los hay incluso que han sobrevivido a la aventura. Conozco a gente que ha muerto innovando, figurada y literalmente; y también conozco a gente que dice que está innovando y realmente no está haciendo nada. Soy conciliador con todos ellos, por diferentes motivos pero lo soy. Se que la mayor gente a la que conozco me considera un loco. No es importante o de hecho sí lo es, forma parte de este juego. Hace tiempo escribí un artículo que se titulaba Por una innovación real en los que explicaba el tremendo problema de salud pública que está causando en España la vigorexia innovadora. No existen denuncias en las comisarias pero me temo que sí existe un gasto real de millones de euros para reconvertir las organizaciones en gimnasios de musculación innovadores que estas personas diseñan para su propio beneficio, realización o ego. Personas que se gustan a sí mismas y se gustan entre sí pero que permanecen al margen de la realidad diaria con claros síntomas contagiosos de alucinaciones y una pretensión a la masturbación pública de ideas que limita con el trauma colectivo. Son las mismas personas que han creado el sector de la innovación o viven de él gracias a conceptos que memorizan y repiten. Todo esto es genial porque mucha gente en España hace lo mismo en su trabajo, ¿por qué no vamos a hacerlo nosotros? Creo que tengo la respuesta: PORQUE SE SUPONE QUE NOSOTROS SOMOS LOS IMPULSORES RESPETABLES QUE ABANDERAMOS EL CAMBIO. Por contra lo que hacemos contra la cultura del pelotazo, del inmediato plazo, es alimentar la miopía innovadora de la gente por dos razones: 1) es lo que quieren oír, 2) es lo que me permite crecer. Ninguna de las dos resuelve nada.
Primer culpable de que no sepamos innovar: la mayoría de innovadores. Porque no educamos sino que enseñamos. Porque no somos escuela sino escaparate. Porque nos preocupa mucho más nuestra reputación que las necesidades reales de las personas.
Consecuencias: Las PYMES no pueden innovar porque no pueden pagar las arcas de ego de la innovación. Las grandes empresas no saben innovar porque se preocupan más por abastecer este fondo de ego que por resolver de forma efectiva y real las necesidades de sus empleados (que son -lo recuerdo aquí- la base de su negocio)
Reto: Superar el círculo vicioso de la endogamía innovadora en España. Mi receta es educar a los agentes de cambio en la humildad para que ellos puedan educar en el cambio y además evitar en la medida la retroalimentación continua de pajas mentales en masa. Ahora no nos vienen bien.
FALTA DE CREDIBILIDAD
Los hechos: La palabra INNOVACIÓN está tremendamente usada pero todavía mola. He visto a departamentos de grandes compañías hacer increíbles malabares para acabar llamando departamento de Innovación a un departamento que hace cualquier otra cosa. También se da el caso de departamentos y responsables que dicen hacer innovación en el resto de departamentos que no son el de Innovación. Generalmente se refieren a que toman decisiones muy muy muy muy muy poco más allá de los procedimientos establecidos. Además de esto es extraño comprobar todos los días dos fenómenos en este mismo sentido: los directivos aman este término y los empleados lo odian por completo. Con el añadido de que al gustarles tanto y no parar de decir que les encanta, muchos ejecutivos no paran de invertir en innovación mientras que muchos empleados no paran de ir a la calle. Creo que es debido a que el desgaste de las llamadas políticas de innovación en las empresas españolas es tremendamente alto. Al haberse utilizado la palabra Innovación para todo, no me cuesta mucho encontrarme en los equipos con personas que dicen literalmente «Los de innovación no hacen ni el huevo«, «Qué bien viven los de innovación» o «Ya están otra vez aquí enredando, a ver si un día hacer algo y nos sorprenden«. Tengo la certeza de que esta sensación se debe a que -no me preguntéis por qué- la gente que se dedica a innovar en las organizaciones tiene que aparentar ser moderna, trendy, cool, hipster,… y además estar completamente al margen de la realidad de la compañía. Todo esto a gastos pagados y sin compromiso. Sin duda una empresa en este estadio evolutivo de la innovación se encuentra en la prehistoria de cualquier tema, planteamiento o idea que se le plantee con independencia de la calidad del producto desarrollado. Porque no está pisando suelo, porque está perdiendo credibilidad a cada instante, porque la innovación no tiene nada -absolutamente nada- que ver con invertir mucho dinero ni con tecnología ni con cachibaches, etc… He trabajado en consultoría tecnológica, creo que se lo que digo. La innovación es algo mucho más inmediato y sencillo. Hoy en día innovar en España es aplicar el sentido común a las organizaciones. Y luego -solo luego- cuando hemos conseguido esto, tal vez podamos pensar en cachibaches.
Segundo culpable de que no sepamos innovar: la mayoría de «departamentos de innovación». Porque son pequeños vigoréxicos de la innovación replicados dentro de las organizaciones. Porque se alimentan a sí mismos en una espiral auto-innovadora con elevada inercia. Porque cuando no tienen dinero, es porque no tienen dinero. Porque cuando lo tienen, es porque lo tienen.
Consecuencias: Las medianas y grandes empresas no poseen una cultura innovadora. Esta cultura innovadora sirve para 1) comprender qué es la innovación, 2) asimilar la responsabilidad distribuida de ser innovador, 3) Poder invertir con cabeza en mejora continua, 4) Traducir la innovación en transformación real (beneficios personales, corporativos, económicos, sociales)
Reto: Superar el círculo vicioso de la irresponsabilidad innovadora en España. Mi receta contra la actitud de patata caliente (unos le pasan el problema a otros) es implantar una cultura de innovación a través del aprendizaje en equipo. Ahora no vendría muy bien hablar con el vecino en lugar de cuestionarle.
FALTA DE UN ECOSISTEMA ESTABLE
Los hechos: Puede que no hayas reparado en ello pero te daría el nombre de tres países en los que nada más aterrizar en el aeropuerto te das cuenta de la enorme diferencia. En España no existe una continuidad sostenible en el fomento público de la innovación, basado casi exclusivamente en subvenciones y ayudas. Tenemos caridad innovadora, no cultura innovadora. Además de esto, la dependencia de la innovación y la política en mi país es realmente sorprendente. Ambas cosas -dar peces y no enseñar a pescar y depender de vaivenes electorales- genera un clima de inestabilidad lo suficientemente malo como para que el único actor real y efectivo de los cambios sea el sector privado. Este sector asume toda la carga de una balanza que en mi opinión debería ser compartida ya que no encuentra una conversación fluida y respetable entre iguales. Al no hacerlo, procura establecer sus propias vías de desarrollo pero sin respaldo del Estado. Tenemos grandes modelos en los que esta balanza está equilibrada, sistemas fuera de España donde la legislación apoya la innovación y la considera un eje fundamental de su progreso. Algunos de estos sistemas son neoliberales, otros más enfocados al ámbito del bienestar social. En cualquier caso coinciden en un mismo punto: existe un terreno firme en el que todos podemos jugar sin un enorme riesgo, puntos de encuentro y plataformas donde ambas realidades juegan de forma muy desdibujada. Cuanto más desdibujada y más estrechamente, mayores y más rentables son las posibilidades de innovar. Porque la realidad es que innovar en España además es realmente caro. Cuesta mucho tanto a nivel de dinero a las empresas como a nivel personal sacrificando tu vida por algo que casi es una locura. Que un ecosistema sea estable no significa hoy que tenga que ser rígido, muy al contrario cuanto más flexible y adaptativo (algo que no tenemos) más rentable.
Tercer culpable de que no sepamos innovar: La falta de relación y comunicación entre el sector público y privado. Porque vivimos realidades paralelas. Porque una doble velocidad nos pesa y nos agota. Porque podemos salir hacia delante pero convendría aprender a manejar las marchas.
Consecuencias: La sociedad civil permanece al margen de la innovación porque no la ve ni la siente, porque no se beneficia de ella (más bien a veces la sufre), la considera algo ajeno, un privilegio. En consecuencia los políticos no ven rentable invertir en algo que no genera ningún rédito electoral.
Reto: Establecer espacios de diálogo entre el sector público y el privado y fomentar innovación real, que llegue al ciudadano. Con sinceridad, y como contraposición a las otras dos causas, creo que este cambio se producirá muy a largo plazo y requiere también de un relevo generacional.
El que no nos gusten los cambios no es un freno para la innovación en España. No lo es porque es algo que ocurre en todas partes, no nos han educado en ello y no podemos esperar que vayamos a recibirlo con los brazos abiertos. Pero ese no es el problema. Ese rechazo entra dentro de lo lógico y natural, lo raro es que aún no teniendo ese rechazo tras haber educado y trabajado en eliminarlo, muchas veces nos siga resultando complicado innovar. Para mí esa era la clave real de la pregunta: el gen persistente España.
Por otro lado todos estos cambios deben producirse mediante transiciones factibles y reales. Manejar lenguajes o discursos incomprensibles para las personas «reales» no sirve de nada. Hay que hablar en castellano. Me encantaría abrir el debate. A muchos os veo a diario, seguro que hablaremos de todo esto y más 😉
por David Criado | Oct 10, 2012 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
Termino de ver un documental magnífico dirigido por Germán Doin, de 24 años. Lo es no solo porque demuestra que entre muchos podemos lanzar algo grande (ha sido financiado por crowdfunding) sino porque la exposición de los hechos y la propuesta de valor es extraordinaria. Como sabéis la base de la iniciativa vorpalina es la transformación cultural de las organizaciones a través de las personas (equipos) con el fin de fomentar un desarrollo sostenible. En el documental La educación prohibida (2012, Doin) se realiza un maravilloso análisis de las principales pedagogías y nuevos enfoques de aprendizaje de los que la iniciativa se nutre. Este análisis se realiza sobre el terreno, con entrevistas a profesionales de la nueva escuela y muy focalizado en el aprendizaje en la escuela como plataforma abierta de experiencias. Aunque la aproximación que realizamos desde la iniciativa hacia estos nuevos modelos tiene su base en las organizaciones y en los equipos, en realidad hablamos todos de lo mismo. Cada educador de la película comparte su forma de cultivar y acompañar a los niños en su aprendizaje ya que su trabajo se dedica a fomentar una nueva visión para el cambio y el desarrollo en las nuevas generaciones venideras alrededor de un ecosistema real (niños, familias, educadores, realidad). Por nuestra parte lo que hacemos es exactamente lo mismo pero con diferentes agentes de cambio (los facilitadores), sobre otro ecosistema (empleados, equipos, organizaciones, realidad) y enfocado a la transformación de otras personas (los adultos, que al fin y al cabo no son más que niños olvidados). Además ellos hablan de este cambio en el entorno ESCUELA y nosotros en el entorno ORGANIZACIÓN. En cualquier caso los valores y el sistema de creencias es el mismo. Y eso es en lo que quiero trabajar hoy: en las semejanzas.
LA BASE
El documental comienza con el mito de la caverna. Ese hombre del cuento griego que sale y conoce otra realidad y se siente obligado a compartir esta visión con aquellos a los que ha dejado atrás. De algún modo me siento identificado con Germán, el director de la película. Él comparte ese sentimiento de haber vivido una educación tradicional, férrea e inflexible; el hecho de haber estado posteriormente en contacto con nuevos modelos mucho más respetuosos; y por último el hecho de querer difundir, divulgar y articular este nuevo discurso para que sea comprensible por aquellos que no conocen esta realidad. Lo que Germán articula sobre la escuela, yo intento articularlo sobre las organizaciones. Su proyecto compartido habla de mejorar la vida de las personas con especial foco en los niños, el mío de mejorar la vida de las personas con especial dedicación a los adultos. En la película y en cada modelo pedagógico mostrado se habla de cultivar personas, nosotros decimos siempre que lo que hacemos es «cultivar equipos». Para él, tanto como para mí, los adultos tienen que participar y liderar este cambio de paradigma educativo basado en un aprendizaje no dogmático y abierto. Cualquier educador o facilitador que pertenece a ambos proyectos se encuentra siempre con la comodidad de aquellos que no quieren cambiar y la insatisfacción de aquellos que sienten que llega otro lunes más en el que se adentrarán -como siempre- en entornos adversos con elevados muros (su escuela o su organización). Aquellos a los que se dice educar, tanto como aquellos a los que se dice liderar, son adiestrados, no acompañados en su desarrollo.
EL MOTOR DEL CAMBIO
Hemos perdido mucho durante muchos años. Despersonalizando nuestro desarrollo personal y profesional, fomentamos que nuestros entornos de trabajo sean cajas negras de procesos en las que resulta heroico avanzar como personas; al mismo tiempo que promovemos que nuestros entornos de educación sean cuarteles de administración mecánica en los que no existe participación, progreso ni se intuye relación alguna con la realidad. La vida es la vida. Esto es la vida, no los libros. Los libros, los discursos, esas grandes metodologías que tanto idolatramos, son herramientas que nos ayudan a vivir y comprender la vida. Pero no son la vida. Se aprende sobre la vida con la ayuda de las ideas de todos, no sobre las ideas de unos pocos con un poco de ayuda de la vida. La naturaleza tiene sus principios, los libros tienen otros. No sustituyamos los principios de la naturaleza, dediquémonos tan solo a hacerlos comprensibles o complementarlos. Generamos grandes centros exclusivos y grupos elitistas en base a competir, a aislarnos, a no colaborar. Lo hacemos en las escuelas y luego en las organizaciones. De hecho nos hemos educado así en la escuela para luego hacer lo mismo en las organizaciones. Claramente creemos que esta no es la vía. Por contra, la iniciativa misma y proyectos como La educación prohibida y cada uno de los participantes en plataformas similares, intentan mostrar una nueva realidad que ya existe pero que todavía no acabamos de ver con claridad. «Nosotros no queremos enseñadores, queremos educadores» dice Carlos G. Wernicke en la película. Ese es el motor de cambio.
EL CAMBIO
Podemos seguir frustrando a las personas de forma continuada tanto en la escuela como en las organizaciones o podemos aplicar algunos de los valores y herramientas de cambio que se exponen a continuación y que en la película se conocen a través del testimonio de los educadores. Cada herramienta de cambio está basada en experiencias reales. Lo que se aplica al niño, en la iniciativa lo aplicamos a los miembros de un equipo, cualquiera que sea su fin, entorno o realidad. Establezcan ustedes mismos las similitudes:
- El movimiento de Escuela Activa que bebe de Piaget y de la construcción autónoma del aprendizaje reúne a muchos modelos sobre una misma creencia: el centro de todo es el niño, todo el aprendizaje es experiencial y operativo. El adulto no corrige al niño, es el niño el que se corrige a sí mismo a partir de sus errores hasta convertirlos en aciertos.
- La International Montessori School de Madrid establece en su carta de principios pedagógicos la base de la método Montessori. En primer lugar un niño necesita experimentar y aprender de su actividad individual, no aprender de la experiencia de otros sino de la suya propia. Ser sistemático en su observación, como ocurre con el método científico. Como decía Dolors hace unos días los niños son científicos naturales. Los niños tienen capacidades maravillosas y únicas que están subdesarrolladas por culpa de las estructuras creadas por los adultos y que deben asumir. Debemos guíar el desarrollo de un niño pero no tomar decisiones por él. Guíar y acompañar es realmente el propósito de cada facilitador de la iniciativa, experimentar sobre la realidad y no sobre papeles (espíritu hacker) es lo que hacemos a diario 😉
- El movimiento y el modelo de la Fundación Escuela Nueva fundado por Vicky Colbert y muy asentado en Colombia está basado en la sencillez y el sentido común. Somos mucho más complejos de lo que realmente necesitamos ser. Este modelo se centra en que la realidad del aprendizaje es no solo el niño sino su comunidad y su contexto. En este sentido se entiende que un niño solo puede aprender si se contextualiza y se comprende su realidad de forma sistémica. Se naturaliza el proceso de aprendizaje y se comienza a entender no como algo ajeno, heredado o que tengo que asumir sino como algo propio, que yo creo y que tengo que construir. Aquí se habla poco de asignaturas como compartimentos-estanco sino que se habla de 4 estrategias: curriculares, comunitarias, de capacitación y seguimiento y de administración. Es un aprendizaje activo y basado en experimentar, no en calificar (descartar o aprobar). Esto es exactamente lo que nosotros hacemos con equipos 😉
- El Colegio Rudolf Steiner de Santiago de Chile bebe de la pedagogía Waldorf. Tal y como explican en su proyecto pedagógico, «el currículo Waldorf se basa en la comprensión del desarrollo evolutivo del ser humano, desde la niñez a la primera juventud, teniendo en cuenta la progresiva aparición de capacidades vinculadas al ámbito del sentir, del querer y del pensar». ¿Ven alguna similitud con nuestra idea del Camino Rojo del equipo? 😉
- Los programas de soporte del Colegio Mundo Montessori en Colombia incluyen una Escuela de Padres en la que se educa a los padres para comprender que cada niño trae un Maestro Interno que viene a traernos su propio mensaje. El paralelismo con nuestro Hanblecheyapi aplicado de la cultura indígena a los equipos, es inmediato.
- El Colegio William Kilpatrick de Chile aplica el método Kilpatrick que defiende, entre otras cosas, que hay que partir del interés del educando, no del interés del educador. Para Kilpatrick existen varias fases en el aprendizaje y el desarrollo de un proyecto personal o profesional: Surgimiento, Elección, Planeación, Realización, Término y Evaluación. La base de todo esto es que la persona que está aprendiendo debe decidir sobre lo que aprende y cómo puede hacerlo junto a otros. No debe ser conducido ni convencido como promueve el movimiento conductista tradicional sino que debe ser guiado. Se debe acometer un proyecto (de aprendizaje y trabajo) desde el interés personal, no desde el interés ajeno.
- El proyecto educativo de La Caseta en Barcelona es desde hace 12 años un modelo de aprendizaje centrado en el respeto, la aceptación, la autonomía, la libertad, los límites y el descubrimiento de sí mismo y del entorno. Se basa en generar conexiones con el exterior a partir de encontrar la estabilidad en las conexiones con nuestro interior (lo que necesitamos, lo que deseamos). Merece mucho la pena leer su carta de principios basada en la pedagogía libre. De nuevo aúna la visión de los niños y de los adultos con actividades para ambos perfiles.
- Las diferentes Escuelas Experimentales en Tierra de Fuego (Argentina) tienen también su espacio en el documental. Un caos ordenado gobierna el claustro educativo formado por educadores sin necesidad de jerarquía. Los docentes no concursan por un puesto que decide alguien ajeno no sujeto a la realidad del centro sino que son los propios agentes del cambio sobre la arena (los docentes) quienes deciden sobre la incorporación de nuevos docentes. Los niños tienen un momento de recreación de media hora por cada jornada en el que salen a jugar y explorar fuera de los muros del centro educativo. La propuesta pedagógica está fundada en el arte como experiencia. No fomentan la transmisión de conocimientos (consideran que eso no es aprendizaje) sino la experimentación y el desarrollo de las capacidades propias como punto de partida para aprender. Educadores y alumnos construyen sus propios materiales de trabajo. Un niño puede trabajar con otros niños más mayores o más pequeños para equilibrar su aprendizaje de forma personalizada. Se beneficia de lo que otro niño sabe más y enseña a los niños en aquello que destaca. Esto favorece su autorrealización.
- En la Escuela de Nueva Cultura la Cecilia definen su trabajo como Educación Transformativa. «Una educación transformativa es una educación que establece las condiciones para que la transformación individual y social sean posibles.» Trabajan la democracia, la autogestión, la diversidad, la libertad, el autoconocimiento y el sentimiento de comunidad.
- En la Fundación Holismo de Argentina aúnan educación, salud y acción social. De nuevo un enfoque sistémico e integrador. Carlos G. Wernicke nos habla de estos principios en el documental. En su propia web podemos conocer su visión: «El holismo como paradigma, da lugar a la conceptualización del ser humano y su contexto desde un punto de vista simultáneamente sistémico, dinámico y transdimensional. Esta visión ha sido volcada a diferentes ámbitos teóricos y concretos en educación, salud y acción social.»
- La propia Escuela Waldorf en Alemania basada en las enseñanzas de Rudolf Steiner está representada también en la película. En España (Lugo) en concreto en Friol se está levantando un proyecto educativo basado en estas creencias. Los niños del Centro Educativo La Violeta en Galapagar están trabajando también estos valores.
- El movimiento de Escuelas democráticas está abanderado por la Escuela Summerhill que fomenta el uso de asambleas para la toma disribuida de decisiones en las que el educador no tiene voto y donde los alumnos deciden las normas de la escuela su camino de aprendizaje. Los alumnos eligen también si asistir o no a clase. En esta escuela inglesa fundada por Alexander Sutherland Neill se educa a personas libres sobre la base de cinco creencias: Firme convicción en la bondad natural de los seres humanos, La felicidad como máxima aspiración de la educació, El amor y el respeto como bases de la convivencia, La importancia de la corporalidad y la sexualidad. Se diferencian de las escuelas tradicionales por cinco elementos clave: Ausencia de exámenes y calificaciones, Asistencia no obligatoria a las clases, La asamblea como órgano de gestión, Ausencia de reprimendas y sermones, Trato igualitario entre niños y adultos. He experimentado este modelo de aprendizaje de forma parcial durante el último año gracias a Team Academy y considero que es altamente efectivo para el desarrollo personal. Team Academy viene a ser la aplicación de muchas de estas teorías y modelos al ámbito universitario y de educación superior. Otra aproximación a la escuela democrática es el modelo Sudbury con más de 40 escuelas en todo el mundo.
- El último de los grandes esquemas de aprendizaje que aborda el documental es la No Escuela. Pero prefiero que leáis a Ivan Illich hablar sobre ello hace ahora 30 años.
- La abolición de la educación como castigo y la inclusión de la escuela en la realidad social fue una tarea que se autoencomendó Olga Cosettini en el siglo XX en Argentina. Está basada en derribar cualquier barrera entre el niño y la realidad, rechazar la discriminación y hacer que el educador conozca y viva la realidad lugareña. El respeto a la identidad infantil
- Heinrich Pestalozzi bien podría ser la base de la pedagogía moderna ya que en el siglo XIX ya hablaba del aprendizaje en equipo (enseñar a unos por medio de otros y no a todos por igual y de forma unidireccional), de la coeducación (enseñanza de ambos sexos), de educación social, de partir de la experiencia activa y no de la teoría pasiva, de la libertad del niño por encima de los cánones adultos, de la importancia de la intuición en el proceso de aprendizaje en contraposición a la mecanización de la enseñanza. Él enseñaba a partir de tres elementos básicos: Forma, Número y Nombre. Todo gira alrededor de esto. Fue el primero en hacer un simil pedagógico que luego ha sido ampliamente utilizado en todas los métodos posteriores: el equilibrio entre cabeza, corazón y manos. Fue revolucionario para la educación preescolar posterior al relacionar también a la familia con la educación del niño más allá de la escuela.
- En la Fundación CAI Cristobal utiliza las Constelaciones familiares y otras técnicas para el Cuidado del Alma Infantil. Está muy basado también en el concepto de enseñanza en grupo. El Colegio Incre de Uruguay echa por tierra algunos prejuicios de la enseñanza tradicional y habla de compartir y desaprender conceptos: de la competencia a la integración, de la inteligencia física a la espiritual, de exigir derechos a ejercer responsabilidades, del YO al NOSOTROS, de depredar a crear, de la dependencia a la interdependencia… Muchos de los valores alineados completamente con nuestro trabajo en la iniciativa.
- En Ilui Amaní relacionan la agroecología con la educación: conocer y aprender a partir de la naturaleza. Interesante también con varios centros en América Latina. La Asociación por la Libre Educación está muy hermanada con estos retos.
Como conclusión podemos decir que el documental tiene una magnífica producción y realización. Os recomendamos verlo porque además recoge muchos de los principios que aplicamos a diario sobre los equipos dentro de la iniciativa.
Felicitamos al equipo de trabajo y a los microfinanciadores del proyecto por su compromiso por el cambio.
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por David Criado | Oct 5, 2012 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
«Transformar la cultura de las organizaciones en España a través de sus equipos» ¿Por qué demonios hemos asumido desde la iniciativa un reto tan complicado?. Cada vez que me hacen personalmente esta pregunta, se me ocurre una nueva razón para justificar el reto. Estas son las que se me ocurren hoy:
La primera respuesta es inmediata: porque sino no sería un reto.
La segunda respuesta es mucho más sencilla y tiene que ver con las PERSONAS. Una amplia mayoría de las personas que nos rodean no está contenta con la vida que les ha tocado vivir o no parece estar de acuerdo con lo que tienen. Y no se trata de posesiones materiales o de riqueza económica, simplemente quieren vivir en una realidad mucho más humana y sostenible. Quieren divertirse trabajando, hacer lo que les gusta, pensar que sus obligaciones también pueden ser sus motivaciones, ir a trabajar sin caras largas pensando en el inútil de su jefe o simplemente quieren sentir y quieren creer que pueden decir algo o compartir sus ideas sin que otro les descalifique o les ignore por completo. Han crecido profesionalmente en un clima de frustración en el que su propia gestión del miedo les ha impedido realizarse como personas. Puede incluso que no se sientan útiles, que sientan ira o un incontenible sentimiento de rechazo a la esperanza. Abrazan la creencia implícita de que el trabajo está para sufrir y de que no es posible ningún cambio más allá de un movimiento a otro puesto de trabajo. Puede que a veces sientan que ni siquiera esto es posible. Los hay que llegan muy arriba.
Sin embargo todos ellos -sean ejecutivos de grandes cuentas, empleados rasos, socios reputados o pequeños pingüinos recién llegados- parecen compartir una misma causa. Todos quieren en el fondo cambiar el mundo. Desde la iniciativa lo creemos profundamente. En el más hondo rincón de su conciencia saben que lo que hacen no es correcto. Lo hacen porque parece que tienen que hacerlo pero no porque estén convencidos de ello. No creen en muchas de las cosas que ejecutan a diario y emplean su tiempo extra en hacer aquellas que sí les satisfacen. Viven y sufren la doble velocidad y el desdoblamiento de conciencia del hombre urbano. En mitad de una cuerda que nunca está segura, deambulan de un lado a otro buscando su tesoro. Entre tanto la vida, como decía el sabio, es eso que pasa cuando estamos preocupados por el resto de las cosas. Hacer que el crecimiento personal sea compatible con el profesional a través de los equipos, sentir de hecho que el propio viaje es nuestro tesoro es por tanto el primer paso.
La tercera respuesta es algo más artificial y tiene que ver con los NUEVOS MODELOS DE RELACIONES. En primer lugar, hablemos del espacio. Porque es importante, porque nos determina. Aunque todos comparten espacios de trabajo que no favorecen la comunicación y a menudo son grises y apagados, pocos asumen como propios estos no-lugares. La razón para mí es clara. En la carrera por un posicionamiento digno en nuestro imaginario colectivo, los procesos mecánicos y el ritmo diario incuestionable han pasado de largo hace algunas décadas al sentido común y a las personas. Hemos alimentados estructuras de trabajo que luego, poco a poco, nos han ido devorando. Y cuando después de años trabajando por su bienestar, cuando el hijo supera al padre, a menudo éste se calla por vergüenza. «Go ahead» dicen los americanos. Es entonces, cuando seguir hacia delante sin orden ni concierto, a menudo sin tiempo ni espacio para pensar, se convierte en una prioridad de facto y no en un fin. Ocurre en ese momento que los jefes mentalmente trasladan a sus empleados el mismo mensaje motivador que el entrenador de gladiadores compartía con sus guerreros en un capítulo de Spartacus: «No os deis mucha prisa en morir«. Eso es todo. Hasta ese extremo nuestra cuerda se ha afinado y tensado por completo. Ese entrenador y ese jefe basan su seguridad en que no hay nadie imprescindible, en que todo el mundo puede ser sustituido. Esa precarización del ser humano genera ansiedad en cualquier tipo de relaciones. El miedo llama al miedo. La indolencia y la falta de sentido llaman al absurdo. En una lenta cadena de acontecimientos, la larga estructura despersonaliza por completo su mensaje, va perdiendo valor, fuerza y empuje con el paso de los años. No se renueva sino que pequeños impulsos de agonía la sostienen. Las personas no forman parte de los equipos y por tanto tan solo pueden sentirse propiedad suya. Tocar suelo o techo es ahora indiferente. Escasean los recursos y el círculo vicioso retroalimenta la caída. Lo que importa entonces es sobrevivir. Y no conozco a nadie que en condiciones extremas, con la supervivencia como único horizonte, pueda generar algo respetable. Nadie. Sigamos adelante, estoy de acuerdo, pero por qué y hacia donde. Cada vez que he preguntado esto en una organización, mi seguridad ha quedado en entredicho. Es cierto, nunca he sido las reglas por completo, siempre intenté hacer aquello en lo que he creído y también he intentado ser coherente. Y amigos, a pesar de ello sigo vivo. Hacer que los equipos dejen de sobrevivir para vivir es por tanto el segundo de los pasos.
La cuarta respuesta tiene que ver con las GRANDES COMPAÑÍAS y con lo que ahora necesitan. Básicamente se trata de que las grandes estructuras -lo he vivido, lo se- no pueden innovar a un ritmo que pueda competir en el mercado. A menudo se embarcan en enormes aventuras, crean centros de innovación con presupuestos astronómicos, políticas de innovación muy trabajadas… Aún así nada funciona internamente. Si fuéramos sensatos, lo sabríamos. Si nosotros, ejecutivos enfrascados en nuestros despachos, bajáramos a la planta donde la gente se remanga para sacar el pan que comen todos nuestros hijos, nos daríamos cuenta de que en la mayor parte de grandes empresas la innovación nunca acaba de llegar. Se ahoga o se traspapela, se pierde en el largo recorrido burocrático, administrativo y en los informes a inversores. Queda como un asiento más en el balance pero no cambia las cosas. No lo hace porque no habla de la realidad, porque es muy difícil transformar una estructura. Porque Puri, del departamento A, no se habla con Juanjo del departamento B en Asturias o porque una guerra de egos en los puestos directivos no deja ver el bosque. Porque los ejecutivos se lo creen pero los empleados solamente lo sufren. Y cuando de 9 a 6 tu objetivo es no perder un duro e incluso tener más beneficios que ayer, lo que menos te gusta es que venga alguien de innovación a tocarte las pelotas. Podemos poner grandes nombres a esto, vender que hemos innovado en una gran empresa, acompañar nuestro trabajo de sellos que se compran al mejor postor. Podemos hacer todo esto o también podemos empezar de una vez por todos a hablar desde la realidad, a sentir la base, a ser todos y cada uno de nosotros esa base. Hacer que la innovación grandilocuente en las grandes empresas se convierta en transformación real que beneficie a la la organización y a las personas es por tanto el tercero de los pasos. Y este es muy urgente.
La quinta respuesta tiene que ver con las PYMES y con lo que ahora necesitan. Son -no me cansaré de repetirlo- el 99,2% de las empresas en España, la mayoría con menos de 250 empleados que generan el 60% de nuestro PIB. Ese que tanto se mira en Europa y en el mundo. Mi padre tiene una PYME, yo he mamado una PYME. Seré claro: las PYMES en España están en bragas. Las hemos dejado solas. Su situación actual se parece a la de un niño que está aprendiendo a montar en bicicleta y de repente se siente solo, sin su padre y mira abajo y ya no tiene ruedas. Desde la iniciativa creemos que las PYMES tienen derecho a la innovación y que deben acceder a ella con tarifas lowcost porque no pueden pagar grandes facturas a grandes expertos consultores (tengo mucho que decir sobre esto). Las PYMES, don Francisco Jiménez que ha creado una empresa de instalaciones eléctricas y le ha ido bien a base de sudor, de un buen equipo y de esfuerzos, necesitan un balón de oxígeno. En un camino de doble vía: renovarse o morir. El hecho de que la innovación solo sea un coto de caza del IBEX35 y algunos otros amigos muy cercanos, estaba bien mientras había dinero y las oportunidades se reproducían como esporas. Ahora no lo hay y además estamos en medio de una crisis en nuestro modelo productivo. Las personas, las organizaciones que reúnen a personas, necesitan nuevas soluciones, nuevos rumbos y no concentrar en unos pocos todas las preguntas. Democratizar la innovación real es por tanto el cuarto de los pasos.
La sexta respuesta tiene que ver con los gafapasta, los EMPRENDEDORES, los autónomos, las microempresas y con lo que ahora necesitan. Somos muchos frikies haciendo la guerra por nuestra cuenta. Somos mucha gente armada con ideas, motivación e ilusión por salir hacia delante que está currando sola. Ser mercenario por separado está bien mientras alguien te contrata. Ahora nadie contrata. De nuevo en camino de doble vía tenemos dos opciones: o declarar batallas por nuestra cuenta o juntarnos y empezar a pensar en la gran guerra: vivir de esto (lo que sea esto). Para ello hay que hibridar, hay que mezclar, hay que crear una red de facilitadores como esta mañana hablaba con un directivo. Tenemos que generar el clima y contexto para que este valor que supone una parte importante de nuestra economía no sea olvidado y relegado a la extinción. No porque nos neguemos a aceptar la realidad sino porque toda esta gente tiene mucho que decir y lo tiene que decir con muchas ganas, con ese afán de superación, ese espíritu de emprendimiento y esa vocación de aprendizaje continuo que defendemos en la iniciativa y que son claves para levantar la realidad.
Nuestra respuesta a todas estas necesidades y sentimientos colectivos tiene diferentes formatos:
COENTORNO es un espacio y una cultura de encuentro que facilitará el intercambio de beneficios inmediatos a cualquiera de las partes. Esta mañana alguien con muy poco tiempo me dijo: «te falta pedagogía, han tenido que pasar 20 minutos para que entendiera y me convenciera lo que estabas diciendo» Con todo lo que ha llovido y llueve en España, sinceramente, si tan solo necesitamos 20 minutos para entender esta realidad, solo con eso creo que la iniciativa ya está siendo un éxito… 😉
APRENDIZAJE EN EQUIPO es la línea que se concreta en proyectos lowcost para PYMES y grandes compañías, ambas con enfoques y acercamientos diferentes. Es la fórmula que empleamos para que los equipos sean tractores del cambio necesario, generadores de valor real y células autónomas capaces de dar beneficios a su organización a la vez que se desarrollan personal y profesionalmente.
DISEÑO DE EXPERIENCIAS es la línea que lleva a cabo transformaciones cortes e intensivas dentro de los equipos. Son experiencias vivenciales que completan las ya conocidas dinámicas de Team Building construyendo comunidad y sentimiento de pertenencia.
CAMBIO CULTURAL es la línea que desarrolla dentro de la iniciativa ese cambio cultural a partir de grupos de interés. En esta línea existen varias iniciativas que se lideran de forma desinteresada para permanecer en continuo contacto con el desarrollo de valor desde la base. A esta línea pertenecen las iniciativas: #vorpahotel, #desayunoConDiamantes, #nuevaciudad, #aprendizajeYpedagogia, #emprendimientoSocial.
por David Criado | Ago 26, 2012 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
Cualquier pulmón para volver a hinchar el mundo es bienvenido.
Cuando descubrir el cambio es un paso mayor que descubrir la Luna. En honor de Neil Amstrong, a pocas horas de su muerte.
Tener ideas está bien, creer y actuar por el bien común es sin embargo lo correcto. O eso parece hasta que la rosca se pasa de vuelta y se envilece. Durante los últimos años los medios de comunicación se han convertido en seres bipolares que sufren un desdoblamiento de personalidad entre el suceso y lo anecdótico. La saturación por goteo enturbia el riego del pensamiento ciudadano. Inundar de esperanza o miedo una cabeza es la forma más efectiva de acción que jamás se ha conocido. La consecuencia de emplear estos medios genera una sugestión colectiva que provoca contención e inacción. Cuando esto ocurre, cualquier cosa entra dentro de los márgenes de lo aceptable. La exigencia de lo mínimo aceptable es entonces extremadamente amplia. Todo es justificable en defensa del bien común, incluso actuar en contra del bien común. La última y más aceptada excusa es que todo ocurre «por la crisis». Un gran ente indescifrable parece avalar nuestra mala suerte. Ahora que ya nada importa salvo la supervivencia, podemos desechar todo aquello por lo que hemos trabajado durante décadas para salir del hoyo. O no.
A pesar de que el actual estado partitocrático impide el desarrollo de cualquier política de regeneración del sistema, el verdadero problema es la falta continuada de visión, preparación y cultura de las personas que gobiernan nuestro país, nuestras realidades inmediatas y en particular, nuestros equipos. Es un problema económico y social porque antes es un problema cultural. Algunos, a pesar de las contrastadas evidencias, consideran que es una cuestión ideológica o de signo político. Lo piensan los que no pasan hambre, los que no viven en la calle y los que jamás han sufrido la frustración de un despido o la desprotección absoluta de garantías sociales básicas. No es una cuestión de ideas, a menudo es solo una cuestión de honestidad. Acudimos a las urnas cada cuatro años encomendando nuestro futuro a otros en un símil bancario semejante a un cheque en blanco. Sin embargo la ideología es un privilegio que solo puede permitirse el que no conoce la necesidad. Mientras unos hablan de fidelidad, sentido de Estado y firmes posiciones en sus púlpitos, una sociedad se derrumba bajo sus pies. Porque en tiempos de crisis sobrevivir es el único partido respetable. Podemos mantener acalorados debates sobre las razones y los parches a la crisis. Pero no ha sido un pinchazo. Es que la rueda dejó de funcionar. Tu obligación moral es reinventarla.
14:30. Telediario. Aterrado, intento seguir con la mirada las siguientes cadenas de sucesos:
ARDEMOS: Un grupo de voluntarios contra incendios se ve obligado a pagar con su propio dinero los costes de su actividad ante la falta de subvención «por la crisis» > Los bomberos declaran que la ayuda de estos colectivos es imprescindible ante la falta de recursos en los cuerpos de bomberos > Parques Nacionales redujo un 20% el presupuesto contra incendios desde Junio > Este 2012 se convierte en el peor año forestal de la historia de España > En 9 años se quemó en España una superficie equivalente a Murcia > Un grupo de ciudadanos alrededor de la plataforma España en llamas pretende monitorizar la falta de información y prevención sobre incendios
DELINQUIMOS: Una familia con un una mujer de 77 años desalojada por impagos acampa en la calle Cea Bermúdez desde Abril: «Cuando hace calor te mueves a la sombra, lo malo es cuando vuelva el frío» > Una media de 6 familias diarias pierde su casa cada día en Cádiz por impago > Una niña de 6 años enferma de cáncer duerme en una furgoneta en Madrid a causa de un impago > Un grupo de jóvenes ocupa y recupera extraoficialmente un pueblo abandonado a las afueras de una ciudad ante la incapacidad de pagar > El gobierno estimula el alquiler por medio de medidas que favorecen al arrendador
HURGAMOS: Cada año desaparecen «por la crisis» el 20% de las empresas con menos de 6 empleados que conforman el 95% de empresas en España ante el intrincado complejo jurídico, los impuestos o la falta de crédito > El cierre de grandes empresas deja al límite de la supervivencia a parados de mayor edad > El optimismo vende > Un 21,8% de españoles vive en la pobreza y hurga en la basura para subsistir > El Ayuntamiento de la capital española multa hasta con 750 euros a quienes hurgan en los contenedores porque al hacerlo ensucian la vía pública > Los presupuestos presentados por el Gobierno afectan a pensiones y prestaciones de desempleo.
En tiempos en los que todo el mundo habla de la prima de riesgo y de la deuda externa, recuerda siempre que el único riesgo que no puedes obviar es la deuda moral de construir un mundo mejor para tus hijos. Eso es todo y está antes de cualquier otra inercia o imperativo impuesto o asumido. Haz algo. Aprende tomando decisiones diferentes. En tu despacho, tu familia, tu realidad inmediata. Una conversación diferente, un cambio de costumbres o un pequeño acto de rebeldía en un mundo en que lo correcto es lo incorrecto, son un pequeño paso para tí pero un gran paso para el cambio 😉