por David Criado | Ene 4, 2014 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
Estos son algunos de los pilares que forman parte de mi comunidad y mi trabajo. Se trata de un sencillo diseño de transiciones para lograr un cambio, cualquiera que sea su naturaleza o dimensión. Son los siguientes y se me antojan circulares:
1) De la negación a la aceptación
2) De la aceptación al propósito
3) Del propósito a la fuerza
4) De la fuerza a la coherencia
5) De la coherencia al equilibrio
Los comparto para que sean copiados, ampliados y explotados. Aún así, en mi ánimo por reinventar mi mensaje, confío en que para el lector sea más útil la naturaleza de mis actos que la de todas mis palabras.
1. DE LA NEGACIÓN A LA ACEPTACIÓN
Pasar de la negación a la aceptación de la realidad es el primero de los pasos hacia la consecución de un propósito.
Para mí, como mero espectador, resulta interesante ver cómo las personas con las que hablo suelen negar la realidad que viven. Gracias a esto y en mitad de esta suerte de espectáculo circense, aprendo poco a poco a descubrirme a veces a mí mismo generando realidades paralelas. Es entonces cuando paro y pienso en mi propósito. A veces es pelar patatas o saltar un charco, otras veces es besar a la que mujer que amo o superarme. En cualquiera de los casos, desde hace relativamente poco no me suelo plantear si soy feliz. Sencillamente lo soy y se que voy a serlo siempre. Lo que aquí comparto son una serie de realidades que ejemplifican cómo detecté o detecto algunas de las negaciones de mi vida y cómo creo superarlas en el camino a mi propósito:
1) Creo que nuestra naturaleza es activa y que nosotros la hacemos reactiva. No creo que esto sea saludable. De pequeño aprendí de un amigo llamado Jesús y también del Principito que la auténtica riqueza de cualquier persona es invisible. Que solo reside en su capacidad de aceptación y de disfrute. Eckhart Tolle añade a estas dos, la de entusiasmo. Muchas veces puedo ver cómo las personas se molestan e invierten grandes energías en la lucha CONTRA algo. Pocas veces veo cómo muy pocas personas invierten su tiempo y su oportunidad de vida en la lucha POR alguien. Ha aprendido que el segundo camino es el único camino de la completa libertad.
2) Soy una persona hipersensible. Me ha costado 30 años asumirlo. Cada vez que algo me duele, tengo que ser capaz de asumir un enorme sufrimiento. Cada vez que creo en algo, tengo que ser capaz de asumir un elevado coste. He vivido y viviré con esto el resto de mi vida. La escultura de mi alma se hace a golpes. Mi secreto para poder sobrevivir ha sido aumentar el ritmo, cadencia y número de golpes hasta hacer de ellos una banda sonora casi imperceptible y natural. El único modo que he hallado para superar la insensibilidad de otros no ha sido defender mi trinchera sino derribarla. Después de tantos años, cuando antes entendía mi hipersensibilidad como una pesada y dolorosa carga, hoy la entiendo como un maravilloso don infinitamente rentable y poderoso. Gracias a ella me han amado y he podido amar con gran intensidad. Gracias a mi hipersensibilidad tengo una extensa colección de amigos. Gracias a ella escribo literalmente tan solo lo que siento. Gracias a ella he sido precoz en la mayor parte de aspectos de mi vida. También gracias a ella, me construyo y tengo gran facilidad para comprender a otros. Soy ágil, interesante y atrevido, también algo valiente y sensato solo porque ella me proporciona un continuo contacto con las cosas. Ella me enseñó a volar y yo ahora lo hago cuando lo creo necesario. Antes me negaba a reconocer que yo era alguien especial y me esforcé durante años en intentar no serlo. Hasta que un gigante grito que nació de mí me invitó a brillar cuando yo lo decidiera. Y eso, en definitiva, es tan solo lo que hago.
3) Solo tengo presupuesto para sueños. De veras he intentado gastarme el dinero en otras cosas pero ninguna me aporta tanta alegría como apostar por algo en lo que creo. Suelen ser generalmente personas. Cuando era adolescente -si es que alguna maldita vez me permití serlo- ahorraba a conciencia para gastarme el dinero en libros y en zapatos. Siempre he vestido bien, cualquiera que sea el sentido de esta afirmación arbitraria. Puedo calcular a ojo que un noventa por ciento de mi vida no he tenido aquello que quería. Pero también puedo decir que un noventa por ciento de mi tiempo luché POR aquello que quería. En la vida hasta ahora no he hecho otra cosa que vivir. Todo lo demás es una consecuencia.
2. DE LA ACEPTACIÓN AL PROPÓSITO
Pasar de la aceptación de la realidad a la formulación de un propósito es el segundo paso hacia la consecución de ese propósito.
En la película Thanks for sharing (Blumberg, 2012) se puede ver en qué consisten los círculos de confianza empleados en la terapias para superar las adicciones. Esta herramienta con múltiples nombres en muchas disciplinas de acompañamiento está basada en la poderosa fuerza para superar cualquier dificultad con ayuda del reconocimiento de grupo y del sentido de pertenencia. La disposición del grupo en círculo permite visualizar la cara y el mensaje de la persona por parte de todos los compañeros y facilita el crecimiento y la generación de vínculo. Una de las primeras grandezas de la confianza en grupo y en general de la economía del regalo es la asunción de las debilidades propias. De nuevo aquí debo hablar de la importancia que tiene la aceptación de la realidad actual a efectos de la búsqueda de un logro aún mayor.
Para formular un propósito debemos partir de bases que todos conocemos: debe ser un propósito real, medible, trazado en el tiempo y que nos sitúe lejos de la apatía y lo más cerca posible de la experiencia óptima. Para entender esto es necesario posicionarse entre dos axiales: las expectativas y las capacidades personales. Ayuda mucho a ello conocer y practicar constantemente el modelo de estado de flujo de Csikszentmihaljy que suelo aplicar bastante a menudo en mi día a día con personas.
3. DEL PROPÓSITO A LA FUERZA
Pasar de la formulación de tu propósito al conocimiento de tu fuerza es el tercer paso en el camino al logro.
«Aunque los hombres son acusados de no conocer su propia debilidad, puede que pocos conozcan su propia fuerza. Es en el hombre como en los suelos, donde a veces se encuentra una veta de oro que el propietario no conoce.»
Esta reflexión la realizó uno de los autores que más admiro y que fue propietario de la siguiente sucesión de hechos insólitos: Retrató la condición humana a través de una corta colección de cuentos; describió con enorme exactitud las dos lunas de Marte ciento cincuenta años antes de su descubrimiento; creó el nombre femenino de Vanessa; predicó ante congregaciones no superiores a veinte personas; cultivaba diminutas plantas en su pequeño jardín; y a su muerte donó la práctica totalidad de su fortuna para la construcción de un manicomio. Jonathan Swift representa para mí la capacidad de retratar el mundo más allá de los prejuicios. Como un pequeño extraterrestre en mitad de un gran imperio de sentidos, nos legó su visión en forma de enormes retratos sociales de nuestra debilidad y fuerza. Y si para eso era necesario que hablaran los caballos, él lo conseguía.
Aprendí de él que en la mayor parte de los casos no es tan importante conocer nuestras enormes y numerosas limitaciones como aquellos elementos impulsores de lo que verdaderamente somos o queremos ser. De modo que sobre esta base asisto el crecimiento de personas a través de diferentes herramientas e itinerarios de vida. Un amigo mío tiene una empresa que se dedica a leer contadores de agua en la mayor parte de casas. Yo hago lo mismo pero con personas 😉 De acuerdo a mi modelo de vida y de trabajo, el nivel de madurez de un equipo y de una organización está basado en el índice de humanidad que represente. Cuanto más visibles sean sus personas, mayor será su gloria. Porque a pesar de las ruinas y la historia -o precisamente por ellas- tengo una inquebrantable fe en el ser humano. Creo en su grandeza y en la extraordinaria fuerza que es capaz de atesorar para lograr un objetivo.
Qué importante es sentirse débil pero qué necesario es saberse fuerte. Puede que este sea el mayor descubrimiento que como viajero he realizado nunca. A veces la fuerza es luchar con todas tus fuerzas porque tu hijo tenga cada día un nuevo amanecer y otras es simplemente saber cruzar la calle a tiempo.
La sencillez es belleza. En la canción Stay alive del cantante sueco Jose Gonzalez se describe una tierna escena en la que dos personas se atreven a abrazarse hasta que amanece. Una de ellas tras hacerlo encuentra el sentido de la vida en la siguiente frase: «Haré LO QUE SEA para mantenerme vivo». No lo dice porque el fin justifique los medios sino porque ELLA es ahora su propósito. Por mi humilde experiencia, el amor suele ser la mayor de todas las grandes fortalezas.
4. DE LA FUERZA A LA COHERENCIA
Pasar de la aceptación del conocimiento de nuestra fuerza a su aplicación real mediante la coherencia es el paso previo a la consecución de nuestra satisfacción.
«Dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve.
Dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando brilla.
Dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando sopla.
Por eso tengo miedo, cuando dices que me amas.»
Mi compañera Ana Isabel compartía hoy con la red este poema de autor desconocido y me sirve ahora para hablar de cómo afrontar este paso. Además ayer mismo mi compañero Borja Ruiz me dijo «Ser congruente con lo que es importante para mí me hace feliz».
Lo que hay dentro de mí sería un alma destruida si no hubiera amado aquello que pudo destruirme en los momentos más complicados de mi vida. La verdad es siempre generosa. Generosa no quiere decir que no resulte dura o a veces incluso dolorosa, quiere decir que en alguna parte del camino siempre te da mucho más de lo que tú le diste. Mi fuerza por sí misma no me hace poderoso. Lo que me hace realmente poderoso es mi actitud ante esa fuerza. Hablo de cómo y cuándo aplicar esa fortaleza y de las decisiones que consecuentemente tomo para ello. Solo cuando reconozco que no puedo encender un nuevo fuego sin superar la pereza de limpiar las cenizas del anterior, soy capaz de crecer y de encontrarme. Un hombre fuerte no es nada más que un hombre con capacidad y potencial, algo así como un cofre repleto de oro esperando a ser abierto. Sin embargo un hombre coherente es un hombre realizado, es el brillo que apreciamos al abrir ese mismo cofre, porque ha aplicado la fuerza que atesora en su entorno. A la sabiduría que ha conquistado le añade una conducta ética. A esa materia prima inicial le da forma.
5. DE LA COHERENCIA AL EQUILIBRIO
Pasar de la coherencia al equilibrio es el último y el más complicado paso del camino. Nunca se acaba de dar y siempre se empieza a hacerlo. La constancia es quizás la clave en este caso.
Recuerdo un antiguo chiste del humorista Eugenio en el que un cliente y un sastre mantienen la siguiente conversación:
» -Oiga, ¿cuanto costaría hacerme un abrigo a medida? – 600 euros, señor. -¿Y un traje? – 350 euros, señor. -¿Y una chaqueta? – Calculo que unos 150 euros, señor. – Oiga, ¿Y un chaleco? – Puedo hacerle un chaleco por 70 euros, señor – De acuerdo entonces. Hágame un chaleco con mangas, hasta las rodillas y que abrigue»
A la sabiduría y a la conducta ética les hace falta algo más para mantenerse vivas. Del mismo modo que nuestro cliente en la conversación con su sastre, conformarse con algo insuficiente no resulta práctico. Es necesario mantener nuestros logros y nuestra atención. En la tradición del budismo zen esto recibe el nombre de disciplina mental y es lo que distingue a cualquier persona de una persona que alcanza su visión. Lo que aporta la disciplina mental es básicamente equilibrio. Para no abandonar el camino alcanzado se recomienda la toma de conciencia sobre el momento actual y la asunción de cada uno de los logros alcanzados con cada una de las realidades superadas. En mi opinión, y siguiendo la de muchos de mis maestros, solo se puede alcanzar el equilibrio entrenando la atención.
Personalmente algunas veces trabajo el equilibrio de los equipos a partir de los conceptos de suma nula o de mínima realidad viable basando cada acción en el consenso, la interdependencia y la aceptación del otro. Para hacerlo a menudo desaparezco y dejo que las cosas pasen. Incluidas aquellas que a priori podrían parecer nefastas para la consecución del objetivo del equipo. Hago esto porque ha llegado a una conclusión: Al final de mi vida no será tan importante lo que haya leído como aquello que verdaderamente haya escrito. Sobre esta creencia propia intento desplegar todos de mis actos y el aprendizaje de las personas que acompaño.
Hace poco escribí esto acerca del estado de equilibrio:
No deseo resolver el mundo.
Vivo de mi error.
Ignoro la mayor parte de misterios de la vida,
incluso aquellos más fundamentales.
Soy un sencillo aprendiz de su milagro.
No se responder a la mayoría de preguntas.
Podría engañarme con gran facilidad
pero renuncio a hacerlo.
Cuando miro al frente no me mantiene
firme la certeza sino la presencia.
Soy responsable de cada acto de mi vida.
Disfruto respirando.
Además hace unos años, en este mismo blog, compartía con vosotros la mejor definición que por aquel entonces encontré sobre el concepto de ÉXITO. Era la definición que compartía el compositor y director de orquesta Benjamin Zander sobre los «ojos brillantes» que todavía sigo teniendo en cuenta para cualquier tipo de sesión. Quiero cerrar este artículo recordando cómo da clases a sus alumnos este famoso compositor: Al comenzar el curso, les dice a todos los niños que cierren los ojos y piensen en la versión más sobresaliente de sí mismos. Después de que los niños abren los ojos, comparte con ellos que ya tienen desde ese mismo momento un sobresaliente. En adelante solo tienen que comportarse como ese ser sobresaliente para conservarlo. Creo que nuestra única obligación en la vida es exactamente esta.
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por David Criado | Dic 13, 2013 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO, EQUIPOS y BIEN COMÚN
Sesión de diseño de un programa formativo facilitado por Juan Núñez. Alfonso, qué grande eres, keep on rocking!
«Si quieres vivir en paz, dimite como director general del mundo«
Jaume Soler
Dentro de poco la iniciativa cumplirá dos años inspirando a inspiradores. Sería usual y seguro que muy edificante y viral contaros las enormes dificultades que pasamos para que este sueño siga siendo una realidad. Sin embargo este no es el foro. Nuestro discurso no es un escaparate de juguetes rotos, sino un taller donde acudir a repararlos. En este proyecto -tal y como le comenté a una amiga hace unas horas- la vida es muy apreciativa. Esto quiere decir que la vida aquí es un milagro a entender y no un problema a resolver o del que quejarse. Por mucho que la inercia social insista en anochecer, es nuestra intención no negar la noche sino aprender a superarla. Aquí siempre ocurrirá eso. Si es lo que esperas, este es tu lugar. Porque ni tú ni yo somos la víctima sino los protagonistas 🙂
Por eso mi corazón me invade y hoy me impulsa. Como siempre, días llenos de sentido. Gracias a todos los que habéis compartido vuestro tiempo conmigo estas semanas. Con vosotros hoy escribo esto. A tí, Blanca, que me empujas a creer. A tí Ux, que eres valor y confianza. A tí Ainhoa, que te permites seguir haciendo el indio. A tí, Vanessa, cuya sinceridad te representa. A tí, hermano, que escribiste «Te quiero mucho» una mañana. A tí, Iñaki, cuya luz propia iluminaba aquella noche fría. A vosotros, Roberto, Charo, Javier y Julio, que os acercastéis tras la sesión y dijisteis «Gracias». A Juan, para el que siempre tengo tiempo. A tí, Belén, cuyo latido acorta la distancia. A Irene, de cuya mano es siempre fácil trabajar para lograr el cambio.
LOS EXPEDIENTES X
Atardecer en mi camino. Contraer y dilatar sentido.
La mayor parte de organizaciones a las que me acerco, tienen un comportamiento tipo Expediente X. Al igual que los agentes del FBI Dana Scully y Fox Mulder de la conocida serie de los años 90 The X Files, muchas personas intentan encontrar una explicación extraordinaria a cualquiera de los fenómenos paranormales que ocurren en sus organizaciones. Por muy logrados, costosos y trabajados que sean sus intentos por comprender lo que ocurre, siempre parten de la premisa de que «la verdad está ahí fuera«. Veo continuamente cómo se afanan en emprender enormes proyectos estratégicos, grandes cambios organizativos y expansiones con un gran esfuerzo, dedicación de recursos y muy buenas intenciones. Hacen todo esto con su mirada, su mente y su cuerpo centrados en lo que ocurre fuera. Y sin embargo lo que suelo encontrarme es que la verdad siempre está aquí dentro. Cualquiera que sea el «aquí» y el «dentro». Muy pocas organizaciones se conocen, la mayor parte de ellas se practican. No he visto ningún gran cambio en mi vida que tuviera que ver con querer controlar algo, más bien todos ellos tenían que partir del hecho de aceptarlo. La navaja de Ockham sirve ahora más que nunca. Cuando el artificio nos mueve, es la sencillez lo que conmueve. Ninguna de las acciones que emprendo con equipos tiene que ver con adaptar esos equipos a nuevas realidades, sino con que esos equipos adopten nuevas actitudes. Se trata más bien de que esos equipos generen su propia realidad, la que les valga, a partir de una colección de herramientas y destrezas que alguien facilita. Pero en cualquier caso, el mayor viaje siempre es interior. Yo viajo dentro. Y hoy comparto algunos de los canales que utilizo en estos viajes.
ACEPTAR EL PÁLPITO
palpitar
(Del lat. palpitāre).
1. intr. Dicho del corazón: Contraerse y dilatarse alternativamente.
2. intr. Dicho del corazón: Aumentar su palpitación natural a causa de una emoción.
3. intr. Dicho de una parte del cuerpo: Moverse o agitarse interiormente con movimiento trémulo e involuntario.
4. intr. Dicho de algún afecto o pasión: Manifestarse vehementemente.
El cambio, tal y como se entiende en nuestro diccionario y en la naturaleza, tiene que ver con contraer y dilatar de forma alternativa, con divergir y converger, con moverse, con manifestarse en función de nuestro amor y nuestro miedo. Todo lo que nace o surge en la naturaleza es por contracción o dilatación, por movimiento. El valor de un equipo no es más que la aceptación del propio pulso. Encontrar ese ritmo y mantenerlo. Sentirse parte de la vida de los otros. Latir en sístole como complemento a la diástole del otro.
Lo que yo hago se podría considerar ayuda al parto. Las que habéis sido madres sabéis que a menudo no es fácil que algo que realmente deseas y quieres con toda tu alma, salga con naturalidad y sin dolor de tí. Si ni siquiera somos capaces de hacer que algo tan maravilloso como un hijo salgo de nosotros sin sacrificio, ¿cómo pretendes lograr un cambio en tus equipos sin compromiso y sin esfuerzo? La genial reina del country, Dolly Parton, tiene una canción en la que dice: «Soy de la opinión de que si quieres gozar del arco iris, tendrás que soportar la lluvia«. El éxito no se encuentra en el cambio que se logra, sino en el camino que se recorre hacia ese cambio. El dolor es inevitable, el sufrimiento es voluntario. Ninguna organización ni equipo puede protegerse de la lluvia, pero sí pueden elegir cómo les determina y les afecta. Creo que una organización o un equipo están maduros cuando aceptan su pálpito, cuando son capaces de emprender más allá de la estructura, cuando les atrae más el ruido estrepitoso de sus muros al caer que el cómodo silencio que adormece su conciencia. Llamo a ese momento «ACEPTAR EL PÁLPITO». En casos personales llega a veces por propia voluntad, pero en grandes y pequeños colectivos llega por necesidad de crecimiento. Los siguientes casos ejemplifican esto que digo y que procuro facilitar cada día en las organizaciones:
EL DESAFÍO DEL ÁGUILA
Equipo directivo de un hospital visualizando un sistema centrado en el paciente y los valores
Ustedes probablemente saben que llamamos águilas a aquellas aves majestuosas y depredadoras con más vigor y fortaleza en el planeta. Pero tal vez ignoran que se trata de las aves más longevas. Cuando se encuentran en plena libertad, el vigor y la naturaleza de algunas de ellas les hace vivir más de setenta años en muchos de los casos. Jaume Soler y M. Merce Conangla compartieron con el mundo hace ahora dos años el increíble desafío al que se enfrentan estas aves llegada la cuarta década de su vida. Con cuarenta años, sus uñas están ya débiles y blandas por lo que ya no pueden sujetar a sus presas. Su pico se vuelve demasiado curvo y no pueden emplearlo para despedazar o rasgar. Sus plumas son ya pesadas y les resulta cada vez más complicado alzar el vuelo. En ese momento de su vida, tienen dos opciones: morir abandonas por sí mismas o reinventarse en un doloroso proceso de más de 5 meses.
Para este proceso necesitan detenerse. Vuelan a lo alto de una montaña y construyen un nido colgado de la pared más alta. Una vez allí, golpean su pico contra la roca hasta romperlo por completo. Esperan entonces hasta que el pico se regenera y con su nuevo pico poderoso y sano se arrancan una a una las uñas. Esperan entonces hasta que nuevas uñas arman de nuevo sus vigorosas garras. Cuando estas nuevas uñas crecen, hacen uso de ellas para arrancarse una a una las plumas pesadas y viejas que les impedían volar. Tras este proceso doloroso, se da uno de los momentos más importantes de su vida. Su primer vuelo de renovación desde el nido después de una larga temporada de reposo, marca el comienzo de otros treinta años de fortaleza y plenitud gobernando la cadena alimenticia de la naturaleza.
LA BÚSQUEDA DE EQUILIBRIO
Sesión de visual thinking con Javi Crespo
Hemos escrito ya sobre el proceso búsqueda de una visión que los indios lakotas y en general la mayor parte de naciones indias norteamericanas, practican desde hace cientos de años. Quiero traer hasta aquí de nuevo este proceso por dos motivos. El primero es por una reciente conversación con Ainhoa Mallo líder de la espectacular iniciativa Dakota Coach en Galicia y con la que enseguida conecté. El segundo es porque el proceso es muy similar al de las águilas. No en vano Wakan Tanka, el gran espíritu creador de los lakotas, es frecuentemente identificado con el águila.
Hanblecheyapi habla de implorar una visión que guía el crecimiento de la persona. La palabra significa «implorar por una visión en una montaña aislada». Esta visión aclara y define la salud del camino que la persona trazará durante el resto de su vida y a menudo va pareja a periodos de ayuno, retiro y abstinencia. Este trabajo de autoconocimiento es personal, lo que no impido que el resto de la tribu interiorice que este trabajo personal redunda siempre en la salud del colectivo. Por ello mientras dura el periodo de Hanblecheyapi de un miembro de la tribu, su familia suele velar, rezar y danzar por su regreso. De este modo el retiro o la desconexión momentánea no son entendidos como un mal para el grupo sino como un aporte necesario en el proceso de crecimiento colectivo. En la cultura sioux, cualquier persona puede implorar una visión. Joseph Epes Brown nos enseñó en The Sacred Pipe, uno de los más extraordinarios textos que jamás he leído, las enseñanzas que el gran Alce Negro, wichasha wakan (hombre santo) le transmitió antes de su muerte con casi 100 años de edad. En ellos habla del hanblecheyapi como cuarto rito secreto de los sioux. La gran sabiduría de muchos de los grandes hombres de la historia indígena norteamericana proviene de continuas imploraciones y retiros que dieron lugar a visiones.
El trabajo con equipos que realizamos desde la iniciativa vorpalina está fundado, entre muchas herramientas, en el Camino Rojo del Equipo, que hemos creado con humildad y reconocimiento a la enorme tradición del Camino Rojo, practicada por tribus nativas desde Alaska a la Patagonia desde hace más de tres mil años. El Camino Rojo no es luchar por el hombre o volverse todopoderoso, sino luchar contra las fuerzas que alteran el orden y buscar un balance. El Camino Rojo es a la vez actitud y búsqueda continua de equilibrio en la vida.
Hace poco, en una convivencia en la que 40 innovadores de toda España nos reunimos para hablar acerca de lo que ahora importa, compartí habitación durante una semana con una extraordinaria persona. Hablando acerca de la necesidad de pararse a pensar y practicar la acción consciente, me comentó su experiencia de exploración durante algo más de un año con continuos retiros espirituales guiados por chamanes en entornos como el desierto y la montaña. Realizó estos retiros en la amazonía y en las montañas patagónicas empleando en no pocos casos el consumo de ayahuasca, uno de los elementos vertebrales de la cultura amazónica y centroamericana empleado con fines terapeúticos y curativos. Cuando relataba estos retiros, los ritos empleados y la tremenda inquietud que le despertaban las visiones, no pude evitar visualizar algo que hoy compartía con una compañera por videoconferencia: qué poderos son los equipos de alta madurez por los que trabajo cada día y qué cortos se nos quedan cada vez más los equipos de alto rendimiento. Porque el rendimiento es una consecuencia, nunca un fin ni tampoco el mejor de los principios.
Yo creo -y así lo compartí hace poco en una comida de trabajo con responsables de RRHH- que cualquier cambio cultural no depende de escalas ni de cantidades, sino de voluntades y motivaciones. Nosotros solemos trabajar para que la ansiedad que sienten las personas por un cambio del que quieren y no pueden formar parte, sea mayor que la ansiedad que sienten por dejar de hacer lo que cada día hacen. Creemos con honestidad que podemos facilitar el pálpito del cambio. Una facilitadora de la iniciativa experta en inteligencia emocional, compartía conmigo hace unas horas que cualquier cambio real parte siempre del deseo. ¡¡¡Qué cierto y qué útil es esto para encontrar tus auténticos colores!!!
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por David Criado | Sep 6, 2013 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
En las grandes escuelas y en los foros de grandes directivos, en los sitios donde se habla de innovación en este mundo, en las comidas familiares y en los templos, en los temidos despachos de las grandes consultoras… en todos estos sitios oigo hablar de liderazgo. Sobre todo oigo hablar de liderar a otros. Y como me da la sensación de que no está de moda leer Moby Dick, de que a T.E. Lawrence ya nadie le escucha, de que a los niños ya no se les cuenta cuentos de las Mil y una noches, y de que parece que los editores de libros de autoayuda estén haciendo su agosto a pesar de que ya estemos en septiembre, hoy quiero hablaros de liderarnos a nosotros mismos, de asumir lo que somos y de conocernos, de arreglarnos y reconciliarnos para que otros puedan arreglarse y reconciliarse luego. Hoy quiero hablar de lo que nos aombra, de ego, de lenguaje y del peligro de polarizar.
LO QUE NOS ASOMBRA
Deepak Chopra dijo una vez «El ser humano es el único ser consciente de su propia mortalidad. Esto trae consigo un fuerte deseo de explorar lo desconocido. Si no estás asombrado, maravillado y perplejo ante tu propio ser aún no eres totalmente humano.»
No tengo nada más que añadir a este apartado salvo una anécdota. Suelo contarla desde que me ocurrió y siempre que quiero presentarme a una persona que acabo de conocer. Esta es la breve historia: Hace poco estaba en una fiesta de un piso en la pequeña ciudad de Haarlem, en Holanda. Era ya madrugada y había tenido un día intenso pero salió una conversación que me apasionó y me metí de lleno en ella. Estuve hablando largo tiempo -alrededor de 15 minutos- en la terraza. Había varias chicas holandesas muy jóvenes que me escucharon y una de ellas estaba algo afectada por el alcohol. Se acercó a mí y me dijo: «¿Puedes pasarme algo para un porro?» Yo le dije que jamás había fumado ni probado droga alguna, que simplemente yo era así sin necesidad de estimulantes. Ella no me creyó y se fue algo enfadada. A veces explorar lo desconocido y vivir de lleno en el momento AHORA tiene estas consecuencias 😉
LA YIHAD MAYOR
Cualquier persona tras los acontecimientos que han ocurrido durante los últimos 15 años en geoestrategia, terrorismo y política internacional, sabe que el término yihad significa guerra santa. Pero muy pocos conocen que existen dos tipos de yihad. En las cabeceras de los telediarios, en la prensa y en los parlamentos internacionales todo el mundo habla de la yihad menor o el combate contra los que renuncian a la autoridad islámica y a los valores que transmitió el profeta Mahoma. Curiosamente este concepto de guerra obligatoria proviene tanto en el cristianismo como en el Islam, del concepto judío de miljemet mitzvá que aparece en la Toráh.
Sin embargo existe una yihad aún más importante dentro del Islam. Esta yihad se renueva cada día y forma parte de la vida de cada musulmán en el mundo. Es la mayor lucha jamás librada por ningún hombre y requiere virtud, habilidad y grandes dosis de valor. La yihad mayor ocurre en cada persona y es la guerra contra el nafs, nuestro ego y la dimensión más baja de la existencia humana, nuestro lado oscuro. Todo aquel que se embarque en una búsqueda espiritual tiene que dominar esta naturaleza inferior que está instalada dentro de nosotros. A esto se le denomina gran yihad o yihad mayor y se entiende como la más respetada batalla que una persona puede librar para lograr la armonía entre islam (sumisión), iman (fe) e ihsan (vida correcta). La yihad mayor se entiende en términos de compromiso y su éxito consiste en el logro pacífico e inspirador de los objetivos que uno mismo tiene en la vida gracias a la batalla continua contra el nafs (ego).
MAPEAR NO ES VIVIR
Es extraordinario comprobar como la naturaleza del ser humano encuentra siempre su camino aunque emplee mapas diferentes. Soy un estudioso de las religiones teistas y no teistas y me gusta encontrar cada día enormes similitudes entre los diversos cuerpos doctrinales y valores de los que parten todas ellas. Pese a esos cuentos de Borges que leí durante los primeros años de mi adolescencia y en los que un hombre lograba reproducir un territorio en un mapa, como ha señalado Alfred Korzybski «el mapa no es el territorio». La semántica nos engaña. La realidad que conocemos está limitada por nuestro lenguaje, nuestro sistema nervioso y la combinación neuronal casi infinita que da lugar a lo que denominamos «realidad objetiva» y que -de nuevo curiosamente- es diferente en todos y cada uno de nosotros. Nuestros modelos mentales condicionan nuestra realidad. Aún así es interesante como dentro de las propias religiones todas ellas hablan del caracter limitante y engañoso del lenguaje. En el Dao De Jing, en los viejos poemas babilónicos, en la Toráh, en el Corán, en el Nuevo Testamento, en la tradición oral sintoista, en las viejas tribus subsaharianas, en los cuentos amazónicos, en el Guitá, en innumerables versos de los Sutras y en las cuatro nobles verdades y los tres sellos,… en todos y cada uno de estos textos se habla de lo importante que es no olvidar que nuestra representación del mundo y lo que nos ocurre es tan solo una representación y que en definitiva no debemos tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos.
Esta entrañable coincidencia se da por una simple razón. Por muchos modelos de iPhone y de iPad que salgan, por muchas pantallas de HD y por mucho que queramos cambiar nuestra indumentaria, hay algo que permanece inalterable y es eternamente poderoso: Cualquier persona sabe distinguir a un sabio de un estúpido. Y esto, que puede carecer de importancia para muchos, es para mí la base de cualquier tipo de liderazgo y de madurez relacional. Nuestro campo de juego es el planeta Tierra y a pesar de vueling, ryanair, los trenes de alta velocidad e internet cada vez se nos hace más grande y más complejo y como decía el viejo Sagan, no existe ninguna evidencia de que nadie vaya a venir de fuera para salvarnos de nosotros mismos. Pero nos queda algo básico: Aceptar nuestras limitaciones, saber entender que no hay nadie perfecto ni debemos tender a serlo, intentar mejorarnos en los otros, no buscar grandes sistemas para resolver diminutas situaciones.
Durante este curso voy a dedicar todos mis esfuerzos a demostrar en mi trabajo diario que la gran mayoría de problemas no existen y que aquellos que existen podrían resolverse en muchos casos si nos hiciéramos responsables de ellos, si adoptáramos compromisos sencillos y evidentes, si dijéramos lo que pensamos, si nos dejáramos sentir lo que sentimos.
SUPERAR LA DUALIDAD
La mayor parte de problemas que veo cada día en mis conversaciones con las personas a las que me acerco o que se acercan a mí tienen que ver con que solemos permanecer instalados en la dualidad. Establecemos enormes barreras entre «el yo» y «los otros», entre el «inocente» y el «culpable», la mente y el cuerpo, la vida y la muerte, mis amigos y mis enemigos. Pasamos por la vida pero no nos atrevemos a vivirla. Todo esto son excusas que ni siquiera queremos analizar. Nos resulta enormemente cómodo evitar ser conscientes de la vida, de aquello que nos pasa y de lo que nos rodea, de la enorme unidad e integración de ese punto azul pálido en mitad del universo al que llamamos Tierra. Y esto que ocurre en vida, también ocurre en nuestras oficinas, donde aparentemente hemos desterrado la vida ante el altar de nuestro orgullo. Y nadie entiende por qué pero continúa haciéndolo. Y nadie sabe cómo pero se conforma con sobrevivir por encima de los otros. En otros artículos hablé de la tendencia voraz a convertirnos en víctimas de nuestra propia existencia y a entender la vida como algo que nos pasa y que nos ha sido dado y no como algo de lo que somos responsables. Hace poco, en agradecimiento a su labor con los niños más pequeños de mi comunidad, le regalé a Luis -un amigo- un cuadro que tenía colgado en la pared de mi pasillo con la reintepretación del Holstee Manifesto. En ese cuadro aparecían estas palabras: «La vida es lo que tú hagas de ella».
En algunas sesiones suelo emplear una herramienta que me gusta especialmente y que utilizo desde bien para razonar y tomar decisiones. Suelo analizar las situaciones y durante un tiempo de mi vida de hecho analizaba en exceso mi realidad hasta establecer una disección que desembocaba casi siempre en ese sabio refrán español que dice «los árboles no te dejan ver el bosque». Porque me perdía en los detalles y porque tendía a vivir sobre la complejidad. Hace bastantes años yo decía que la vida es muy sencilla pero -debo confesaros algo- en realidad no me lo creía. Quiero decir que sabía que eso era cierto pero no lo practicaba para nada. Hace bien poco me he dado cuenta de las enormes ventajas que tiene superar los detalles para disfrutar de las pequeñas cosas. Debo decir que me sigue costando mucho esfuerzo y trabajo duro ser tan solo consciente de mi sistema de referencias, de mis prejuicios y de mis modelos mentales para -en la medida de mis humildes posibilidades- intentar que no me limiten demasiado. La gran victoria no es que haya desterrado por completo todo esto sino que cada vez me afecta y condiciona un «poquito» menos. Pero de nuevo con sinceridad creo que nunca seré capaz de actuar de una forma pura, libre de prejuicios e inocua. Y además no creo que en esta supuesta perfección resida ningún nivel de sabiduría conocido, sino que más bien conocer estas limitaciones me ayudará a no dejar que me superen y a intentar cada día superarlas.
Estoy aplicando en mi profesión como mentor, facilitador y utilizando metodologías de coaching en proyectos, muchas de las anteriores lecciones aprendidas. Con gran sorpresa y enorme realización, estoy viendo que son muy útiles para la gran mayoría de personas con las que las comparto. De algún modo y en algún momento de nuestra evolución hemos olvidado que el crecimiento es curativo y hemos entendido que la búsqueda de lo complejo puede sustituir a la conciencia de lo sencillo como forma de alcanzar la felicidad. Yo creo que nos equivocamos y vivo para demostrarlo.
por David Criado | Jul 16, 2013 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
Debido a que la forma de trabajo de la iniciativa pretende basarse en el aprovechamiento de la red, quiero hacer públicos algunos datos e información sobre la que aún sigue siendo «MI» red y que -tal y como le comenté a Odilas hace meses- espero que en dos años sea la red de todos. El siguiente informe habla de lo que soy porque detalla lo que hago. Lo he dividido en varias áreas y he intentado ser lo más estricto posible sin violar mi intimidad.
En un mundo completamente saturado de información y conocimiento generado, en un 80% de los casos redundante, algunas herramientas nos ayudan a entender mejor nuestra actividad en las redes. Dedicamos mucho tiempo a ellas y surgen proyectos que nos ayudan a visualizar nuestras redes de relaciones 2.0. Empezaremos sin embargo hablando de las relaciones 1.0 que integran en estos momentos la iniciativa
RELACIONES SÍNCRONAS (realtime)
Como sabéis el año pasado mantuve personalmente conversaciones de al menos una hora con alrededor de 320 nuevas personas en diferentes partes del planeta tanto a nivel presencial (cafeterías, casas, foros, conferencias, encuentros, proyectos) como a nivel de videoconferencia (skype, hangout y otros). En el último repaso de contactos directos de alto nivel (perfil elevado, respetables, serios, gran experiencia, visión, capacidades técnicas y mentalidad transformativa) he cribado al menos 140 personas que se identifican de forma directa con el reto de la iniciativa y que han formado o pueden formar parte de futuros proyectos, convivencias, foros, etc… Esto significa que de la red de 1000 personas con las que suelo mantener algún tipo de vínculo (por redes, blogs, colegueos), solo considero que 140 serían efectivas. En otras palabras, estas son las personas por las que puedo responder y confiar dentro de mi red. En los últimos meses, a medida que mi actividad ha ido tomando forma gracias a otras marcas con las que colaboro, he interiorizado que la fiabilidad se mide con el tiempo y también que cada persona tiene su momento por lo que es complicado coincidir. He detectado además un fenómeno que otros compañeros han detectado antes: la falta de claridad de muchas personas a la hora de determinar su grado de compromiso. En general no sabemos decir que NO cuando no podemos o queremos hacer algo. En mi caso, cada vez creo que lo hago mejor. Aprendo a base de guantazos así que soy un superviviente continuo del ostiazo thinking inherente a todo remero que intenta abrir nuevas oportunidades de negocio;)
Por terminar este apartado, diré que 2012 ha sido sin duda el mejor de mis años a nivel profesional y que las relaciones que he establecido por medio de conversaciones han sido altamente enriquecedoras. Considero que muchas de las personas con las que he hablado tienen un compromiso más que real y sincero con aquello que intento levantar. El balance, pues, es muy positivo aunque como crítica necesaria añado que me gustaría poder levantar más proyectos compartidos con las marcas y personas que integran la iniciativa. Aunque he ejecutado proyectos como iniciativa durante este año y medio de andadura, no he logrado que supongan la mayor parte de actividad profesional. Y sin duda, esa no era la idea. Aunque comos sabemos, todo evoluciona por sí mismo y con el tiempo 😉
CORREO ELECTRÓNICO
Inmersion, una nueva herramienta desarrollada por el MIT me ha hecho reflexionar sobre el impacto del envío de correos en la red de personas que conozco (personal/profesional, se diluyen ambas). A menudo suelo utilizar herramientas para la medición de métricas que me ayuden a dibujar mi tejido relacional en lo electrónico sobre la arena. Suelo analizar las cuatro redes sociales en las que estoy presente con resultados algo contradictorios que más tarde compartiré. Sin embargo Inmersion me ha permitido dibujar nuestro mapa relacional a partir de una herramienta que suelo emplear a diario y cuyas métricas hasta hoy me resultaban completamente desconocidas. Los dos gráficos que acompañan este artículo corresponden a un análisis cualitativo de los destinatarios de mis correos electrónicos y la frecuencia de envío de correos en mis cuentas personal y profesional. He deducido que aquellas personas a las que solamente he mandado de 1 a 10 correos no aparecen representadas debido a que suponen una muy reducida muestra respecto al global analizado sobre los más de 62.000 correos de los últimos 3,5 años de mi vida.
La visualización de esta información me ha resultado especialmente útil para aprender sobre los siguientes elementos:
- He interiorizado algunas desconexiones evidentes entre grupos y equipos con los que me he relacionado/trabajado en estos años de cuyo aislamiento no era consciente. Uno de ellos me ha sorprendido por su endogamia absoluta. Se trata del grupo de personas del equipo MINN cuya proyección relacional -en mi realidad- está aún por descubrir. Se trata de la pequeña red de círculos morados que se encuentran en la parte superior derecha del mapa de mi cuenta de correo profesional.
- Del mismo modo me has sorprendido el grado de aislamiento en la comunicación de algunos nodos individuales (personas) a la hora de comunicarnos. En este sentido, he visualizado que un gran número de personas de mi red solo tienen relación o contacto conmigo. Algo que probablemente sería aún más evidente si el grado de representación fuera más minucioso.
- He entendido el peso de cada grupo a nivel cuantitativo en mi actividad diaria. Por ejemplo, los grandes círculos verdes (personal) y rojos (profesional) corresponden a una lista de correo frecuente de 12 amigos en la que nos mantenemos informados. Sinceramente, que mis amigos tengan más peso que mis actividades profesionales me ha tranquilizado.
- Me he dado cuenta de la enorme reducción progresiva de correos tanto enviados como recibidos durante los últimos 5 años. Increíble el descenso durante este año 2013 que de veras me alegra. Creo que es una buena noticia porque el correo no me ha parecido nunca una herramienta de trabajo productiva y esto implica que ha pasado de ser una herramienta de comunicación usual a una herramienta para envío puntual de información estructurada.
- He podido corroborar que durante 2012, un año extremadamente agitado para mí en el que no he parado un solo minuto de viajar, aprender y trabajar, mi red de contactos de confianza se ha ampliado en una proporción de 4 a 1 respecto a cada uno de los años anteriores (2009, 2010, 2011) Coincide con un año entero dedicado a intentar que el negocio despegue.
Fig.1 – cuenta de correo personal
Algunas conclusiones pueden ser las siguientes:
- Mi red de contactos, como me temía y no para de comentar, es totalmente centraliza si bien he comunicado a través de esta herramienta (el correo electrónico) a muchas de estas personas/grupos entre sí para intentar distribuir la red.
- En segundo lugar, en el mapa -como es lógico- no aparecen representados aquellos contactos personales/profesionales con los que jamás me comunico por correo y con los que empleo herramientas de mensajería instantánea (whatsapp, gtalk y otros), videoconferencias (hangouts y skypes) o bien encuentros físicos a los que durante el último año y medio he intentado dar un mayor peso. A lo que me refiero es que aunque la foto no cuenta con todos estos datos, puede ser una foto muy aproximada de mi realidad.
- En tercer lugar, ambos mapas reflejan de una forma muy evidente que existen conexiones a veces débiles a veces sólidas, entre muchas de las personas con las que me relaciono y que sin embargo en el caso de otras no hemos logrado trascender una relación persona-persona y explorar o conectar con otros ámbitos o grupos de personas en mi vida.
- En cuarto lugar el uso a menudo indistinto que hago de mis cuentas de correo no favorece un análisis mucho más exhaustivo y fiable de las relaciones de comunicación que establezco en mi vida y en mi trabajo, pese a que ya sabéis que no distingo entre ambos ámbitos debido al modelo de vida por el que actualmente apuesto.
- En quinto lugar mi actividad por correo ha descendido de una forma drástica, mucho más centrado ahora en la efectividad de generar contactos presenciales y he perdido relación con algunas personas con las que solo hablaba por correo (el CÓMO) probablemente debido a que estoy muy enfocado a generar relaciones eminentemente útiles y prácticas que mantengan el POR QUÉ de mi vida (trabajo, relaciones,…) que tengo ahora mucho más claro que antes 😉
Fig-2 – cuenta de correo profesional
REDES SOCIALES:
Para analizar linkedin lo más inmediato es usar su herramienta INLABS, que nunca había utilizado pero que no me ha aportado mucho porque no pondera el peso de los contactos ni la procedencia en gran medida debido a mi natural falta de dedicación a organizar mis nuevos contactos. De entre las más de 1000 personas, no he logrado por tanto establecer nexos de los que pueda sacar conclusiones. Y aunque una vez dentro de linkedin me proclaman como eminencia, con sinceridad creo estar lejos de estar explotando al máximo esta herramienta.
Para analizar twitter, red por la que siempre he apostado por sus características de inmediatez y flexibilidad, utilizo herramientas algunas de ellas algo polémicas como Klout o Kred y otras contrastadas como SocialBro. En Septiembre de 2012 se produce un punto de inflexión entre contactos reales (bidireccionales) y seguidos/seguidores (unidireccionales) con una fuerte tendencia a la consolidación en los primeros durante todo este último año. Todo ello sin que se perciba en las estadísticas globales una disminución en la frecuencia, cantidad y goteo de los tuits. Una comunidad de 1900 personas integran mi cuenta. Un 73,5% de la gente con la que mantengo contacto hablan castellano, un 24% habla exclusivamente inglés, y el resto alemán, italiano, portugués pero mayoritariamente en esa minoría o grupo mixto un 1% habla francés. La mitad de las personas que están en mi cuenta viven en la Comunidad de Madrid, el resto sorprendentemente se reparte entre una gran cantidad de nórdicos (un 10%), griegos (un 5%), argentinos, chilenos, norteamericanos (canadienses y estadounidenses),…. El 99% de ellos tiene un grado elevado de complejidad en su perfil. Esto era de esperar porque suelo seleccionar y dedicar tiempo a investigar a las personas en esta red. Por otro lado una gran cantidad de followers a su vez tienen un elevado número de followers. Desconozco si el dato es positivo o negativo empíricamente pero parece buen germen para el crecimiento y la calidad de «MI» red hacia una red distribuida. No quiero compartir sin embargo datos concretos sobre influencia del perfil porque sabemos que existen grandes críticas sobre este tipo de métricas subjetivas pero sí comentaré que parece un posicionamiento digno y reconocido. Algo que agradezco de antemano.
Fig.3 – Mapa de contactos Linkedin
A nivel de confluencia, he advertido con estas y otras herramientas que hay muchos contactos directos que lo son paralelamente en diferentes redes y es algo que me alegra porque afianza vínculos. Respecto a la visibilidad, tengo la suerte de contar con no pocas menciones y referencias a lo largo de las semanas en parte derivado de que aunque no suelo compartir detalles concretos de mi actividad profesional, sí comparto la mayoría de reflexiones o investigaciones en las que estoy metido de lleno día y noche. Sobre todo en materia -por este orden- de VIDA, EQUIPOS, INNOVACIÓN, ACOMPAÑAMIENTO, CONSULTORÍA, LIDERAZGO.
Por concluir, diría que si esto fuera una radiografía de la red, y teniendo en cuenta que solo lleva año y medio en marcha, con todos los reveses y adversidades, alegrías y triunfos del camino, el diagnóstico es que la RED DE LA INICIATIVA ESTÁ ESTABLE Y EVOLUCIONA FAVORABLEMENTE. Como sabéis, esto no es muy positivo pero tampoco excesivamente negativo. Simplemente significa que podría estar mucho mejor, que queda muchiiiiiiiiiiisimo por hacer pero que el progreso de la marca y del mensaje está siendo satisfactorio dentro de la gravedad que aparentemente nos rodean. Mi intención es continuar explotando la idea de «cero estructura» y mantener en standby esta red para que sea un canal de relación entre profesionales independientes y agentes de cambio y un escaparate útil para organizaciones. Con este informe muy epidérmico solo quería ser transparente con vosotros. Me hubiera gustado decir que esta es una red distribuida y autónoma pero me gusta más aún ser consciente del momento en el que está y también de lo que soy.
NOTA: En otras entradas a lo largo de estos meses podéis comprobar informes similares algunos de los cuales hablan de detalles de actividad de la iniciativa. Para más información sobre oportunidades de colaboración o proyectos, poneos en contacto conmigo a través de los medios que ofrece esta web, amig@s.
Suerte y sueño.
por David Criado | May 24, 2013 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
«Nuestro mayor miedo, no es que no encajemos. Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Empequeñecerse no ayuda al mundo, no hay nadie inteligente en encojerse para que otros no se sientan inseguros a tu alrededor. Todos deberíamos brillar como hacen los niños. No es cosa de unos pocos, sino de todos. Y al dejar brillar nuestra propia luz, insconcientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automaticamente a otros«
Marianne Williamson
Hace poco el actor Will Smith compartía que la mayor parte de veces él ve que las personas de su entorno no se atreven a ser felices o a disfrutar de lo que ocurre porque se convencen de que «no puede ser tan sencillo» o «no puede ser tan fácil» y que esto le consume muchas veces. Sobre todo porque casi todo el tiempo, simplemente LO ES. No hace falta mayor complejidad o esfuerzo, simplemente es así y debes contemplarlo o disfrutarlo tal y como es u ocurre. Él recordaba una frase de Confucio que dice que tanto las personas que piensan que pueden hacer algo como las que piensan que no pueden hacerlo, ambas tienen razón. Lo cierto es que te han dado una vida -la tuya- y tu vida solo será lo que tú hagas de ella. Más allá de esto, está el vacío o aquello que no puedes decidir.
Hay algo que siempre he logrado y que procuro recordar en momentos de tristeza o de gran dificultad. Lo hago porque es uno de mis mayores logros y lo empleo como elemento de fuerza para continuar luchando. De alguna manera este logro ha logrado sobrevivir a mis numerosos defectos hasta hoy. Existen complejos modelos para medir las relaciones entre personas y cualquier profesional del acompañamiento conoce la mayoría de ellos. Sin embargo a mí me gusta pensar que el éxito en las relaciones está basado en algo tan sencillo como esto: Que aquella persona que se acerque a hablar contigo, al final de la conversación se vaya mejor de lo que vino. Simplemente eso. He de decir sin ánimo de parecer un pretencioso, que suelo lograr que esto ocurra en un alto porcentaje de ocasiones. A veces esto ocurre a medio y largo plazo, después de varias conversaciones, pero finalmente suele ocurrir. Creo que se debe a que presto atención a la persona y a aquello que desea compartir.
Hace algunos años realicé un descubrimiento en mi entorno más cercano. Desde entonces lo repito con frecuencia y lo he interiorizado una y otra vez. Empecé a tratar a algunas personas no como lo que son sino como lo que ellos desean ser. Pensándolo, existen una serie de ritos de paso muy sencillos que he detectado y que pueden ser los siguientes:
- VISUALIZAR: En un primer momento pregunto de forma discreta a las personas qué quieren ser. De este modo logro dos objetivos: conocer aquello que quieren ser y que las personas lo verbalizen y de algún modo sean conscientes de ello al pensarlo en alto. Utilizo para ello diferentes estrategias de la forma más natural posible. Lo hago siempre en entornos distendidos donde vivir el AQUÍ y el AHORA sea realmente posible para ambos. La mayor parte de personas al compartir aquello que quieren ser suelen acabar diciendo frases de este tipo: «pero no es tan sencillo», «pero no pude hacerlo» o «pero al final tuve que ser o hacer esto». Y al decirlo sus ojos suelen estar completamente convencidos de ello. Es el turno entonces del siguiente paso.
- SERVIR: En el siguiente paso comienzo poco a poco a tratar a esa persona como si ya fuera eso que quiere ser. Insisto entonces en crear la realidad o el clima necesarios para que esa persona pueda ser aquello que ha compartido. He comprobado que tratar a alguien creyendo con certeza que es aquello que quiere ser y comportándote en consecuencia, genera seguridad y reconocimiento, construye confianza. De modo que sorprendentemente, y apenas sin notarlo, tras media hora la persona suele abandonar por un instante su temor a ser aquello que quiere ser. Creo que lo hace porque ve que otra persona -al menos una en el mundo- ve en ella lo que realmente quiere ser y no lo que considera que está obligada a ser. Es una mezcla de liberación y responsabilidad que suele provocar sonrisas y despertar emociones escondidas. Cuando esto paso, suele ocurrir algo aún más sorprendente. Durante el tiempo que dura la conversación esa persona se siente única, se focaliza en ser aquello que quiere ser y de algún modo se convence de que al comportarse tal y como siempre quiso comportarse, ya es aquella persona que quería ser. Es como si ese «pero no es tan sencillo» se transformase de repente en un «lo es». Todavía no es consciente de ello pero nota que algo está pasando. Hay un conflicto y no sabe manejarlo, se siente expuesta y frágil. Sin embargo continúa compartiendo porque el tampoco siente un riesgo muy elevado en apariencia. Es como si el hecho de adoptar inconscientemente la actitud y el comportamiento de quien siempre quiso ser, automáticamente le estuviera convirtiendo en la persona que quiere ser. Es algo así como una redención propia que le permite conocerse de otro modo. En este momento la persona suele actor de lo que está ocurriendo, siente poder sobre lo que pasa y a menudo vértigo. Yo también suelo sentirlo. Realmente acojona por la aparente falta de control. No sabría expresarlo de otro modo, pero en esos momentos siento que el miedo y la luz se expanden por contagio.
- INSISTIR: Por último, siempre de forma sincera y solo si realmente lo pienso y lo creo, suelo compartir con la otra persona que no conocía esa cara B de ella y que me ha encantado conocerla o bien que he disfrutado o he aprendido mucho de lo que hemos hablado. Lo hago para devolver el valor que me ha aportado y en cierto sentido como agradecimiento o reconocimiento por el esfuerzo. A pesar de esto por lo general al final de la conversación, la otra persona suele decir «ojalá el mundo fuera así» o bien «ojalá en mi oficina pudiera ser así» o también «no puedo comportarme así siempre que quiero«. En un primer momento todas estas frases de cierre pueden parecer tristes y desesperanzadoras. Pero yo no lo veo de este modo. Hemos sido educados en la proyección de responsabilidad sobre otros y en el victimismo y no podemos pretender que nadie se haga responsable de aquello que quiere ser en media hora. Por ello mi visión suele ser muy optimista. Tras todo este trabajo natural y distendido hay varias realidades objetivas cada una de las cuales creo que es un logro colosal por sí misma: a) La persona sabe que puede ser aquello que quiere ser o quien quiere ser, lo ha vivido por un momento y se va sabiendo que es posible; b) La persona se siente comprendida y respetada actuando tal y como quiere ser, lo que ayuda sin duda a un segundo intento y a superarse en un futuro; c) La persona se ha sentido bien en este rol y ve que puede ser de alguna utilidad inmediata (en sus relaciones, para conocerse, para su tranquilidad), d) Yo he participado en que esa persona se sienta bien, lo que también me hace sentir bien (con esa persona, conmigo, con lo que hago); e) En un futuro, esa persona querrá comportarse conmigo tal y como quiere ser aportando una gran riqueza a nuestra relación; f) Los dos nos acabaremos conociendo realmente tal y como queremos ser sin ningún tipo de aditivo o restricción alrededor de lo que somos. Todo esto puede ser bueno o malo según lo que creamos en cada momento, pero lo que es indudable es que habremos logrado algo real y auténtico, el comienzo de una relación sincera.
Nunca había pensado que hacía esto pero de algún modo lo hago constantemente. Creo que mis relaciones personas y profesionales son ricas en este sentido pero antes de acabar el artículo quiero confesar algo. No realizo este ejercicio con todo el mundo, tan solo con aquellas personas que se sienten cómodas o deciden que es el momento de compartir algo de forma abierta. Si así ocurre, entonces intento tan solo seguir la vía que la persona abre, como diría mi amiga alpinista Cecilia Buil. Creo que es muy contraproducente en general tomar decisiones por otros. En este caso más aún. No se trata tanto de pedir permiso a la persona como de detectar cuándo es el momento adecuado para no pedir permiso y actuar. Y en esto, como en todo, la experiencia es un grado.
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por David Criado | Abr 5, 2013 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO, EQUIPOS y BIEN COMÚN
Como sabéis, en la iniciativa somos la suma del conocimiento y los modelos de trabajo de muchas personas orientados a un solo reto: Transformar la cultura de las organizaciones a través de sus equipos. Por este carácter heterodoxo y redárquico de funcionamiento no me atrevo a decir que seamos apóstoles o referentes de la Indagación Apreciativa (IA). Sin embargo sí que puedo confesar que es uno de las aproximaciones al cambio cultural que personalmente me convencen más y que frecuentemente empleo y recupero. Sobre todo porque está basada en una de las herramientas que más practico con personas y equipos: el sentido común. Como siempre he de insistir en que no es muy útil idealizar filosofías o herramientas y que simplemente acudáis a ellas como meros bastones que faciliten el camino hacia el cambio en vuestra organización. Desde la iniciativa podemos acompañar este cambio pero no contra vosotros, sino con vosotros 😉
PREMISAS y BASE DEL MODELO
Antes de nada es necesario aclarar que IA es una filosofía de trabajo, no una herramienta en sí misma sino una forma de afrontar el cambio cultural en equipos y organizaciones. Este modelo hace poco ha cumplido 30 años desde su formulación por David Cooperrider. El modelo es la suma de muchas técnicas milenarias y algunas aproximaciones humanistas. Lo más importante para mí es que parte de unos supuestos de trabajo constructivos que nos resultan especialmente útiles para generar un cambio efectivo en los equipos. Algunos de estos supuestos que recopiló Sue Annis Hammond son los siguientes:
- En toda sociedad, organización, grupo o equipo hay algo que funciona bien
- Todo aquello en lo que nos concentramos, se vuelve nuestra realidad
- La realidad se crea en el momento y existen realidades múltiples
- La acción de formular preguntas acerca de una organización o grupo influye de alguna manera en la organización y en el grupo.
- Tenemos más confianza si vamos hacia el futuro (lo desconocido) llevando partes del pasado (lo conocido)
- Si queremos que nuestro viaje al futuro sea mejor, deberíamos llevarnos las partes de nuestro pasado que sean mejores
- Es importante valorar las diferencias
- El lenguaje que utilizamos crea nuestra realidad
Es importante no confundir estos supuestos propios de la Indagación Apreciativa con los 3 supuestos básicos de Bion (dependencia, lucha o fuga, apareamiento) aplicables al comportamiento de grupos en psicoterapia. Personalmente he tenido la suerte de trabajar estos supuestos con diferentes equipos gracias a la extraordinaria facilitación de Eduardo Cabrera, coach ejecutivo y compañero de fatigas.
- El método tradicional para abordar el cambio no solo en una organización sino también en cualquier área de nuestra vida está fundamentado en una serie de pasos claramente definidos:identificar el problema, analizar las causas, establecer un tratamiento. Es un modelo muy científico y está basado en que la organización esa fábrica de problemas o enfermedades que es necesario resolver o curar constantemente. Incluso algunos innovadores modelos como TRIZ están basados en esta cadena de pensamiento. En el caso por ejemplo de las herramientas empleadas en Design Thinking y modelos asociados, algunas están basadas en este modelo y otras sin embargo resultan útiles en IA como veremos.
- El enfoque de la IA para abordar el cambio parte, por el contrario, de tres fundamentos clave: descubrir y trabajar con lo mejor que existe en el entorno, imaginar lo que puede o podemos llegar a ser, construir lo que debería ser. El orden de estos tres fundamentos es muy relevante. La organización deja de ser en este tipo de aproximación una fábrica de problemas a resolver y pasa a convertirse en una página en blanco que podemos escribir. Pese a que la metáfora parezca exagerada, mi experiencia con este tipo de enfoques es exitosa. Es necesario comprender que la idea de aprendizaje organizacional al más puro estilo Peter Senge y SOL (Society for Organizational Learning) que es más conocida por todos, pivota sobre todo este modelo. Y si os preguntáis qué fue antes -si el huevo o la gallina- lo primero que existió fue IA como modelo. La aparición de SOL como continuación de los trabajos del MIT Center for Organizational Learning y como institución investigadora y negocio de consultoría se dio en 1997 y es por tanto más reciente. En todo caso IA, como filosofía integradora e indagativa, es como decimos un compendio estructurado de una gran cantidad de aprendizajes en muchas disciplinas.
EL GRAN APORTE
Para mí sin duda el gran aporte de la Inteligencia Apreciativa es la lectura proactiva de la realidad a partir de una visión positiva de los hechos y el momento AHORA del equipo o de la organización. En IA se trabaja la pregunta, la averiguación y la indagación desde el punto de vista de las personas, del autoconocimiento de la propia organización. Lo importante es que la aproximación no es desde fuera sino que se incuba desde la propia identidad y sentido de la organización. En contraposición a cualquier modelo tradicional, la IA propone trabajar sobre elementos de valor real que se hayan detectado y que sean susceptibles de convertirse en tractores del cambio cultural. Esta filosofía implica trabajar sobre un cambio no ya en los procesos sino en la propia conciencia de la realidad de las personas. Dos frases de Albert Einstein -una de ellas fue fundacional para la iniciativa hace ahora un año- explican de manera muy gráfica este punto:
«Ningún problema puede resolverse desde el mismo nivel de conciencia que se creó. Debemos aprender a ver el mundo de una manera diferente para poder cambiarlo.»
«Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes»
Ambos enfoques podrían ser las bases de la Indagación Apreciativa. Otra de ellas es la constante ocupación del facilitador en centrarse en lo que es obvio y evidente a nuestros ojos y no en conjeturas u opiniones. El trabajo sobre lo inmediato es sin duda una de las claves de éxito de este modelo. Como su propio nombre indica la IA está basada en formular preguntas adecuadas que ayuden a apreciar. El diccionario de la Real Academia define apreciar como «aumentar el valor, reconocer y estimar el mérito de alguien o algo»
Los procesos de coaching y en general todo tipo de procesos de acompañamiento donde la persona acompañada es el centro y el eje del trabajo, comparten una gran cantidad de conexiones con este modelo. He aquí algunas de las fórmulas fraseológicas empleadas en IA que a facilitadores, mentores, coaches, terapeutas nos resultan familiares: «Dime más», «¿Por qué te sientes así?», «¿Por qué esto es importante para tí?», «¿En qué has contribuido a ello?», «¿Qué están haciendo la organización o las personas de tu entorno para ayudarte?», «¿Qué crees que hace que realmente esto funcione?», «¿Qué has aprendido o cómo te ha cambiado esto que acabamos de tratar?». En procesos de acompañamiento es imprescindible utilizar alguna de estas claves y/o jugar con los elementos que desencadenan en el diálogo. Ayudan a educar en el diálogo, a crear el tercer ojo y oído (expresión muy usada en el gremio), y a generar compromiso personal a partir del trabajo sobre realidades (no sobre expectativas basadas en prejuicios)
EL PROCESO DE TRABAJO
De un modo sintético, la indagación apreciativa tiene dos momentos clave, el segundo de los cuales se divide en cuatro fases:
- Es necesario identificar mediante entrevistas y sesiones los ELEMENTOS AFIRMATIVOS del equipo o la organización
- Trabajar sobre el NÚCLEO POSITIVO y construir liderazgo apreciativo a partir de cuatro fases: Descubrir (identificar los procesos y aspectos que funcionan bien), Soñar (visualizar los procesos que funcionarán bien), Diseñar (planificar y priorizar los procesos que podrían funcionar bien) y Desplegar (ejecutar el diseño propuesto). No entraré en detalle porque tenéis una breve descripción orientativa de las cuatro fases en el artículo del gran Javier Ruíz, compañero de la comunidad Team Academy de Euskadi. Algunos veréis que existe cierta coincidencia con el método Walt Disney a la hora de trabajar la construcción de futuro. Esto ocurre porque ambas herramientas se apoyan en despertar una destreza y una habilidad inherente a todo equipo: la creatividad.
REFERENCIAS
Existe amplia literatura sobre Indagación Apreciativa que podéis consultar pero el propio Javier Ruíz ha recopilado una bibliografía que creo que es muy orientativa para una primera aproximación. Atacadla:
- Cooperrider and Srivastva (1987). “Appreciative Inquiry into Organizational Life” en Research in Organizational Change and Development. Pasmore and Woodeman (eds.) Vol. 1, JAI Press.
- “Todavía es posible soñar” Teoría apreciativa y Comunicación empresarial. Federico Varona, Ph. D. San José State University. Communication Studies Department San José, California. USA. Septiembre 2003
- Indagación apreciativa: una metodología de cambio y desarrollo, basada en principios positivos y constructivos. Este artículo es un capítulo del libro “Psicología Organizacional Humana”, Publicado por la Facultad de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez, Ignacio Fernández, Editor. Santiago de Chile, 2009.
- Breve libro de la Indagación Apreciativa, Sue Annis Hammond, 1998 (versión española)
Si necesitáis explorar el modelo en más detalle o incluso queréis conocer opciones de trabajo, desde la Iniciativa os animamos a poneros en contacto con nosotros 😉