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el criterio economicista

el criterio economicista

 

Niños mirando un escaparate

– Señor Gandhi, ¿qué opina de la civilización occidental?

– Creo que sería una maravillosa idea

(Extracto de una entrevista a bapu)

Una persona nunca quiere lo que necesita sino lo que está convencida que necesita. Es algo que me ha costado comprender pero finalmente he tenido que asumirlo. Nuestra sociedad antiguamente estaba fundada sobre el estado de bienestar. Pero en algún momento desdibujado de nuestra historia perdimos la partida. Nuestra sociedad actual está prioritariamente basada en el consumo. Es sin duda el paso previo para el siguiente paso: una sociedad exclusivamente basada en el consumo. Necesitamos generar consumo y consumir consumo cuanto antes y por un tiempo limitado. Lo creemos sinceramente, estamos CONVENCIDOS de que lo necesitamos. Así nació esa tendencia ya muy extendida de creer ciegamente y justificar el carácter auto-regulatorio del criterio economicista.

Las personas que apoyan esta perspectiva nos gobiernan en nuestros trabajos, rigen nuestros congresos y toman decisiones por nosotros sin necesidad de otra justificación más que la generación de dinero a cambio de dinero por dinero. Lo hacen realmente convencidos de que el imperio absoluto del dinero favorece la riqueza de una sociedad. En el mundo moderno obtener beneficios económicos -cuanto más inmediatos mejor- parece ser el único fin respetable para generar un discurso razonable. Todo lo demás parece una utopía incluyendo la cultura del esfuerzo por la que nuestros padres y abuelos lucharon durante décadas. Hoy en día hacer algo muy bien necesariamente ya no significa triunfar, ni siquiera ser reconocido. A menudo, de hecho, es ser un gran pringado. Las escuelas de negocio y universidades en las que estudiamos nos educan en esta fe. Afirman sonriendo que lo más importante ya no es el contenido o la calidad (en los que nadie ya se fija), “eso ya no funciona”, sino la venta, la comercialización, la “llegada”. Presumen altivas de ser un mero caramelo dentro del envoltorio de grandes conglomerados de mercado. Disfrazan con nuevas ciencias la mercancía que fabrican.

Aún siendo este criterio economicista el origen que ha desencadenado una de las mayores crisis morales y sociales de la historia, parece que todo el mundo perdona los “pequeños pecaditos” de la industria y el mercado si con ello sobrevive un día más. Esta cultura caníbal se nutre de las entrañas ajenas hasta que no puede evitar nutrirse de las propias. Es como ese enfermo mental que sufre una inercia incontenible por acabar consigo mismo. Esta cultura no castiga sino que favorece la deslealtad y el comportamiento deshonesto. Lo decía Richard Florida en su maravilloso libro La clase creativa (2010): directivos caprichosos que no premian el esfuerzo sino la agresividad, la eliminación del criterio propio y el sacrificio personal absoluto han transformado nuestra cultura del trabajo y ocio. Les hemos dejado hacerlo.

El dinero, las monedas que reposan -lector- sobre tu mesa o la nómina que te llega a final de mes a casa, tiene un carácter fiduciario. El sistema financiero, también. Eso significa que su valor está exclusivamente basado en la fe o confianza que una sociedad deposite sobre ellos. Cuando esa confianza es cegadora, el resultado es una crisis social y humana que puede ser coronada después por una crisis financiera o un conflicto armado. Lo que ahora estamos viviendo es de manual básico de conflictología y lo pude aprender a comienzos de la década pasada cuando colaboré con el Centro de Investigación para la Paz en mi país.

Es indudable que tenemos que pensar en el dinero para poder vivir pero lo que también es indudable es que no tenemos que hacerlo como modelo de vida coercitivo que limite nuestro desarrollo o mediante continuos abusos de las libertades civiles, los derechos humanos, nuestra convivencia ciudadana o el bienestar público y privado. El fin NUNCA justifica los medios. Argumentaré algunos ejemplos:

Cartel promocional de El cuarto poder (2011)

Cartel promocional de El cuarto poder (2011)

INFORMACIÓN: Recientemente Concha Mateos, profesora de periodismo de la URJC, defendía en el documental El cuarto poder (2011) que nuestro derecho a la información -que deben salvaguardar los medios de comunicación- debería estar basado en un modelo de salud informativa (noticias contrastadas, rigurosas en sus fuentes, plurales). Hasta ahora conocíamos esto como código deontológico, ese pequeño acuerdo de mínimos a menudo tácito entre profesionales de un mismo sector, que nos hacía distinguir la nobleza de lo inmundo. Esto, en nuestro actual mundo precario, no tiene cabida. Porque supuestamente no da dinero a corto plazo, eso es todo. Ella decía que al igual que consumimos alimentos que están regulados como saludables, también deberíamos producir información saludable. Por contra, según algunos profesionales entrevistados en el documental, el 80% de la información que nos ofrecen los medios de comunicación generalistas es lamentable por ser mero escaparate de discursos obvios, anecdóticos, sentimentalistas o caricaturescos. El problema último tiene que ver como casi siempre con la falta de calidad social de los contratos profesionales. Un periodista sin una estabilidad legal o contractual no puede hacer preguntas, solo puede cumplir órdenes. Y aquí es donde el criterio economicista cierra el blindado círculo vicioso de lo absurdo. Una persona tiene libertad de expresión en nuestra sociedad si tiene dinero para tenerla y solo puede difundir una opinión si ésta fortalece la construcción de una realidad concreta que sostenga el carácter autónomo del criterio economicista. De modo que esto favorece la manipulación informativa, la conversión de los derechos en privilegios y la pérdida continua de una ética del bienestar. En el caso concreto de la información lo que el criterio economicista consigue es pervertir el derecho a la información, divulgar la cultura del heroísmo económico como única salvación y destruir la propia industria de contenidos por la que aparentemente vela. Noam Chomsky habla de los medios de comunicación como empresas del convencimiento. ¿Es esto lo que necesitamos?

Las dos enfermedades graves que provoca el economicismo en la comunicación son la sustitución progresiva de la información por propaganda y la pérdida del derecho a la información.

Cartel promocional de Chasing Madoff (2011)

Cartel promocional de Chasing Madoff (2011)

FINANZAS: Ni siquiera el criterio economicista -que se basa en la fe ciega en el dinero como fin y como medio- puede dejar de ser un veneno para su propia causa: conseguir más dinero. Incluso aquí esta perspectiva sesgada puede quebrar todo un sistema financiero global. El caso de Bernard Madoff es un ejemplo de cómo pensar solo en conseguir o generar dinero con el fin de ganar aún más dinero no es sostenible. En el documental Chasing Madoff (2011) en el que Harry Markopolos detalla cómo pasó 9 años de su vida investigando este fraude financiero, observamos la enorme diferencia -ahora una línea débil apenas discernible- entre una persona honesta que tiene debilidades y fallos pero que trabaja por mejorarlos y una persona deshonesta que trabaja por explotar estas debilidades hasta que se ve devorado por si mismo. 150 años de condena íntegra, el suicidio de uno de sus principales valedores y un hijo que se pegó un tiro a los dos años de condena, son el peaje final y el peso en la conciencia para el largo viaje millonario de Madoff que arruinó, estafó y robó grandes fortunas pero también a miles de pequeños ciudadanos.

Pero el documental no me gusta porque relate la terrible estafa piramidal de Bernie, sino porque habla de  que lo que empobrece una sociedad no son este tipo de personas sino un amordazamiento colectivo del sistema que no solo es incapaz de prevenir la trampa sino que la blinda. De hecho todos nosotros hablamos ya de la prima de riesgo y de muchos índices y términos financieros asumiendo su peso como propio. Nos encanta hablar de ellos y algunos hasta queremos tener una opinión formada sobre ello. Lo importante no es ya la educación de nuestros hijos, nuestra salud, nuestros derechos, lo importante es que la prima de riesgo baje. Estamos expectantes cada mañana esperando la buena nueva del gobernador o el calificador de turno. Parecemos decir mientras cenamos “A ver qué dicen hoy que valgo” ¿Es esto lo que necesitamos?

Sobre este incomprensible fenómeno de cesión y desnaturalización de nuestro valor, recomiendo ver el divertido cortometraje Hablando en plata que concursó recientemente en el Notodofilm Festival.

Las enfermedades que provoca el economicismo en las finanzas son la sustitución progresiva de dinero real por valores indeterminados y la explotación abusiva a escala global de cada esfuerzo personal

Cartel promocional de Love Meat Tender

Cartel promocional de Love Meat Tender

ALIMENTACIÓN: Eres lo que comes. Esto me decía mi abuela Pepa mientras me servía unas ricas lentejas cuando era pequeño y nunca se me olvidará. Pero se me ha olvidado, se nos ha olvidado. La regulación sobre las empresas alimenticias está también tocada por la enfermedad economicista. Fabricar alimentos baratos pesa más en la balanza que fabricar alimentos saludables. Es el precio de la fe ciega en el dinero. Se investiga con transgénicos para ahorrar dinero en el proceso de fabricación y seguir creciendo en el balance de resultados, no en la calidad del producto. Se generar supuestas dietas respetuosas con la salud, como las exclusivamente vegetarianas, con el ánimo de que incautos consumidores se convenzan de una vida saludable. Hace unos meses vi en casa de mi amiga Ane el documental belga LoveMEATender (2011) y es realmente esclarecedor para averiguar hasta donde el criterio economicista es capaz de llegar. Hasta nuestro plato. Manu Coeman expone en este genial trabajo de investigación cómo el desmesurado consumo de carne que se ha generado hace que la carne sea tratada como cualquier otro producto de consumo con producción masiva en el mercado.

La ganadería tradicional dio paso a la intensiva y ésta a la industrial desde la escala local a la global. El sector ganadero que antes contribuía a la diversidad biológica, que alimentaba a grandes familias numerosas y que generaba empleo ahora es algo nocivo para el medio ambiente, destruye empleo y enturbia la salud de nuestros hijos. Progreso. Para ahorrar dinero o ganar aún más se abarata el sistema alimenticio de los animales que posteriormente afecta a nuestra salud y se experimenta con el consumidor para ver hasta dónde se puede abaratar. Para abastecer el consumo es necesario matar a 60 mil millones de animales para alimentar a 6000 millones de personas. Si la cifra les parece disparatada piensen además que no todos los millones de personas tienen acceso a carne. ¿Es esto lo que necesitamos?

La enfermedad que provoca el economicismo sobre la alimentación es la precarización progresiva de la cadena alimenticia

Cartel promocional de The shock doctrine (2010)

Cartel promocional de The shock doctrine (2010)

EMPLEO: ¿Por qué no generamos empleo? Sabemos que es lo que ahora nos preocupa. Yo creo que tengo una respuesta. Porque solo pensamos en generar empleo sea como sea, a cualquier precio y con cualquier condición. Pensamos “Mejor esto que no tener absolutamente nada” Pero ¿por qué hemos llegado a no tener empleo para conformarnos con solo algo?. Tiene que ver con la tremenda gestión del miedo que comentábamos en el apartado de INFORMACIÓN. La cultura economicista está basada en la generación de miedo e inseguridad y bebe de las teorías de la Universidad Chicago. Un estudio muy riguroso sobre las consecuencias políticas y sociales de estas teorías lo podéis encontrar en The shock doctrine libro y documental inspirado en las investigaciones de Naomi Klein. El problema del empleo es que trabajar ya no tiene una finalidad social de posicionar a una persona en relación a su comunidad (sociedad, familia, profesión) sino que el empleo es un mero instrumento del sistema. Mi amigo bloguero Alberto Dotras habló de ello hace poco. Esta creciente despersonalización que ya trató hace ya casi 20 años Jeremy Rifkin en su libro El fin del trabajo (1996) tiene que ver con varios fenómenos, entre los cuales -yo defiendo- se encuentra el criterio economicista de la productividad total. Lo anotaba Rifkin hace años: La llegada de la automatización a los espacios de trabajo en EEUU supuso hace ya medio siglo el aumento de bienes de consumo pero también el desempleo de los llamados “trabajadores de cuello azul”, afroamericanos pobres y a las manufactureras. Actualmente afecta a todos los sectores de la economía de todos los mercados y a cualquier grupo de trabajadores. En esta era del posfordismo, vivimos sistemas empresariales y sufrimos directivos que ya no sirven porque el objeto de gestión ha cambiado, los intereses y el modelo de vida de las personas de sus equipos han cambiado. Tras tortuosos procesos de selección infames, vivimos trabajos de estrés con largos horarios que no nos permiten a nuestras familias o disfrutar de tiempo libre. ¿Es esto lo que necesitamos?

Ya no se trata de gestionar procesos o productos sino de liderar personas y equipos que en su mayor parte desean mayor independencia y autonomía. Una producción racionalizada -que ahora no explotamos en la mayor parte de industrias pese a su moderada antigüedad- combina las ventajas e inconvenientes de la producción artesanal (que estamos matando) y la producción en masa. Este legado que comenzó en Japón hace años se ha venido completando y mejorando durante los últimos años desde los modelos JIT hasta los LEAN en automovilismo y manufactura pasando por todas las metodologías ágiles de generación de software, tenemos un amplio catálogo de modelos de producción racionalizada. Esto contribuiría a equilibrar la balanza y completar el criterio economicista del empleo (basado en el corto plazo y una limitada visión del problema) con un criterio de bienestar, consumo y eficiencia saludables. Rifkin proponía un matrimonio entre Tercer Sector y Sector Público para balancear el duelo por la pérdida del trabajador masivo. Yo creo que se trata simplemente de que aquello que produzcamos no solo alimente el estómago y la necesidad de otros sino que nos alimente a nosotros. El surgimiento de una nueva economía social centrada en figuras como el knowmad, el emprendedor en equipo o el hacktivista ocupa mucho de mi tiempo actualmente. Sin los frutos esperados, con no pocos esfuerzos y mucho sufrimiento, pero personalmente apuesto por esta nueva vía. La propuesta de Scott Belsky sobre la nueva figura de los RADICALES LIBRES (menos trabajo de papeles, menos esperar, más acción) va en esta línea y simpatizo mucho con la idea.

La enfermedad que provoca el economicismo sobre el empleo es la pérdida de nuestra identidad personal y social como individuos. Pero podemos recuperarlas

Por último añadir que creo que la suma de malos gestores sin visión y políticos incapacitados no fabricará las vacunas contra todos estos males. Cada día creo que se trata más de un esfuerzo colectivo y que la palabra EQUIPO recobra de nuevo un aliento renovado de esperanza en esta decadente realidad. Porque los equipos son algo concreto, inmediato, que podemos construir en nuestros entornos inmediatos. No es necesario emprender ningún proyecto, se trata tan solo de una cuestión de naturalidad y de nobleza.

Equípate pero no de armas para sobrevivir sino de equipos para vivir 😉

how to solve a problem

how to solve a problem

problemsolved


I want to share with you some customized sentences of a great christian article of Tunde Afe in the fleeting and deceased blog Daily motivation for you written more than 3 years ago.:

You need to know every problem has a solution that must be discovered by you. Every problem has an expiry date. No problem is permanent. Every mountain has a peak, and every pain has its height.

Seek help from those who have solved similar problems.

Your gifts and talents are there to solve problems for you. A Jewish proverb says “A man’s gift makes room for him”. That is to say, a man’s gift clears obstacles for him.

Refuse to give up. Until you are valiant in praise, you can’t be valiant in battle.

Dear reader, it is not what happens to you in life that matters. It is what you do with what happens to you that determines your placement in life.

Rise up and do something great with your life. There is need for you to look at yourself in the face and confront yourself. I know you can confront other people, but if you will make progress, you must be able to confront yourself.

What are you going to do starting from today to improve yourself? The change must start from you. Change yourself and every other thing around will start to change. It’s a great day for you.

NOTE: The sentence “Until you are valiant in praise, you can’t be valiant in battle” is usually used by nigerian bishop Oyedepo in his speeches. I translate the sentence like “you have to believe for create” and this is the main claim of one of my clients nowadays 😉

una plataforma de talento

una plataforma de talento

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“Jamás conocí a un pistolero tan listo que llegase a su 35 cumpleaños. Hay algo que he aprendido de los pistoleros. Siempre hay uno más rápido y cuanto más usan su revólver antes le encuentran”

                       Conversación entre Wyatt Earp y Bill Clanton en la película Gunfight at the OK corral (John Sturges, 1957)

 

Como el personaje de Wyatt Earp en este fantástico western, hace tiempo me dí cuenta de algo. A la hora de tener una oferta de valor en materia de innovación no se trata de ser el más listo ni el más novedoso. Porque como le sucedió a uno de los hermanos Clanton, siempre habrá alguien más listo que tú. Cuanto más asediemos el mercado, antes daremos con ese alguien. No es una estrategia sostenible a medio plazo. Sin embargo cada día me encuentro con colegas que intentan competir con uñas y dientes contra aquellos que a menudo comparten su mensaje. Siguen una estrategia darwinista de supervivencia. Consideran que solo ellos tienen la posesión de un determinado concepto innovador, de modo que lo diseñan, lo venden y lo explotan recelando de los otros. Establecen estrategias y criterios de propiedad sobre sus ideas y no dudan en atacar el mercado de forma individual. Ven a aquellos que formulan ideas en su misma línea de negocio, como pistoleros a los que hay que eliminar. Para transformar o cambiar entornos tradicionales de trabajo emplean sus mismas fórmulas: compiten con horarios abusivos, deprecian ofertas por debajo de coste y ofrecen aquello que no tienen. En la mayor parte de casos se consideran expertos en algo despreciando la capacidad de otros. Trabajan por eliminar cualquier capacidad de despegue de aquellos que están empezando. Desconfiando de otros y frenando el avance de aquellos que van llegando para renovar el sector, no hacen más que desplegar un espectáculo de inseguridad que les define. No cultivan la cantera del sector porque ellos quieren apropiarse de un sector. De hecho muchos comienzan a manejar un lenguaje incomprensible para el ser humano medio y acaban despegando del suelo sin haber preparado ningún paracaídas.

El problema es que la historia de las empresas exitosas más recientes, nos demuestra que incluso cuando tú has creado un mercado, la tendencia al monopolio es autodestructiva. Al final siempre mueres por empacho.

Hablaré claro. Todos los días hablo con personas que tienen grandes ideas, de hecho agradezco estar rodeado de gente con una gran capacidad de generar grandes ideas. No obstante muy pocos asumen como propio el reto de pensar en necesidades reales desde la base, metiéndose en la piel o la realidad del usuario de innovación.

Ahora hablaré de mí. Si Wyatt Earp hubiera intentado enfrentarse a los dos hermanos Clanton, a los dos hermanos McLaury y a Claiborne él solo con su familia probablemente el desenlace hubiera sido diferente. Sin embargo contó con la ayuda de Doc Holliday que sentía afecto por él y se sentía parte de su causa. En lugar de rechazar o ignorar su ayuda por considerarlo un forajido, aceptó que se uniera al grupo y tomara el duelo como propio. Creo que yo hago algo similar y creo que mucha gente se siente parte de un sueño del que he perdido la propiedad absoluta. Y no me importa. Porque lo que me importa a mí, lo que les importa a todos aquellos que se unen a este sueño, es que todos podemos sacar beneficio de él.

Mi sueño nació como un duelo personal contra la crisis y el estatismo de aquellos que quieren cambiar las cosas pero que luchan entre ellos. Son, al igual que la gente a la que intentan cambiar, esclavos de su marca, sea personal o profesional. Parece que en esa merienda de egos que cotidianamente se encuentran y retroalimentan, no caben nuevos comensales sino es usando su misma estrategia de exclusión. Cada día cuando me levanto de la cama asediado por las facturas visualizo cómo seguiré construyendo ese ecosistema. El viaje hacia este ecosistema pasa de momento por la existencia de una plataforma de talento colectivo que produzca beneficio para todos aquellos que se acercan a mí o a los que me acerco.

Trabajo con la realidad. Se que a la gente le gusta conservar su independencia o su autonomía, pero también se que necesitan beneficios. Por eso la plataforma explota la idea de que 1.000 profesionales independientes trabajando por una misma idea -la transformación de equipos o modelos de negocio- es mucho más coherente y valiosa que 1.000 asalariados bajo el rodillo uniforme de una estructura corporativa. Eso es la iniciativa vorpalina. Trabajamos como equipo por proyectar nuestras estrategias de cambio a la sociedad.

3 películas para 3 valores

3 películas para 3 valores

goodwill

 

Listening the song Between the bars, Elliott Smith

Vivimos entre barrotes. Podemos leerlo entre líneas en esta bonita canción de Elliott Smith. De hecho podemos vivirlo porque todos sabemos que los barrotes más fuertes nunca son de hierro. Los que apostamos con todos nuestros recursos por el cambio lo sabemos. La mayor parte de barrotes están hechos de prejuicios, tradiciones, culturas, valores establecidos. Estamos instalados en pequeñas celdas de seguridad imbricada, recluidos como castigo a nuestro afán de libertad, buscando la esperanza o diseñando instantes que bloqueen el silencio. Yo trabajo para hablar a través de estos barrotes. Lo hago cada día -entre otros- con Gloria, una maravillosa mujer que forma parte de uno de mis equipos y que se une al club de lectores de este blog. Bienvenida y feliz lectura en adelante 😉

Una de las obras que más me ha reconciliado durante años con la honestidad humana es la película Good Will Hunting (2007) escrita y protagonizada por Matt Damon y Ben Affleck. La película se desarrolla en el ambiente real en el que ambos actores se conocieron en Boston cuando eran estudiantes y fue una apuesta personal cuyo guión final, tras varias revisiones, se pagó a nada menos que 800.000 dólares. Considero la película una obra de referencia en la historia del cine. Sin más. Esta noche la veo por sexta vez y aún descubro grandes lecciones y nuevo valor en cada escena. Hace poco utilicé la película en un taller y esta noche repasando apuntes he descubierto el dulce tema del fallecido Elliott Smith que acompaña algún momento especial de la película. Hace tiempo el cantante dijo en una entrevista lo siguiente:

Depresiva” no es la palabra que yo usaría para describir mi música, pero hay algo de tristeza en mi música. Creo que tiene que estar ahí para que la felicidad en ella realmente importe.”

Interesantes palabras sobre la felicidad. Elliott Smith murió con 34 años de dos puñaladas autoinfligidas en el pecho en un aparente suicidio aún no esclarecido mientras su pareja estaba encerrada en el baño tras una dura discusión. Su tortuosa vida es digna de aparecer en uno de los libros que más marcó mi adolescencia: La lucha contra el demonio de Stefan Zweig. Su vida me recuerda en algunos instantes de su biografía a la vida de Heinrich Von Kleist, también muerto con 34 años y uno de los biografiados en el libro de Zweig. La historia de Elliott Smith está plagada de pequeñas luchas contra las drogas, el alcohol, la depresión y un tardíamente diagnosticado y medicado TDAH. Su legado musical en esta película -en la que trabajó con el gran compositor orquestal Danny Elfman– es algo más que un regalo. Se trata de un testimonio de genialidad en mitad de la particular lucha épica de Will Hunting contra su miedo personal a amar a los demás. El año en el que Gus Van Sant le pidió a Smith que le ayudara con la música de la película, corresponde con una de las peores etapas personales del cantante continuamente intoxicado por el uso de antidepresivos, pero también corresponde con su mejor etapa profesional tras el álbum Either/Or, sin duda su mayor éxito. Mi personal balance de la vida de Elliot Smith es tremendamente positivo y tiene que ver con escuchar y leer sus dos canciones Between the bars y Angeles. Ambas letras hablan de su continua lucha contra el demonio y ambas canciones aparecen en la película ganadora de dos estatuillas.

Imagínense a ese cuerpo frágil de Elliot sentado en el el escenario del Kodak theatre cantando ante miles de celebrities su particular mensaje de esperanza. Interesante contraste. Una de las estatuillas -estaba cantado- fue para el guión de Damon y Affleck, la otra fue para un gran actor cuyo trabajo me ha acompañado durante años en mi crecimiento personal y que también ha sufrido episodios de alcoholismo y adicción a la cocaína.
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La persona que a lo largo de su carrera ha interpretado a u loco locutor Adrian Cronauer (Good Morning Vietnam, 1987), al loco profesor John Keating (Dead Poets Society, 1989) y a tres extraordinarios doctores como son el doctor Malcom Sayer (Despertares, 1990), el doctor Sean Maguire (Good Will Hunting, 1997), y el doctor Patch Adams (Patch Adams, 1998) es el gran intérprete Robin Williams. Realmente  las cinco películas anteriores son magníficas y algunas de ellas relatan las historias reales de superación de personajes que siempre me han fascinado. Por eso no me arriesgo a decir que en esta película hace su mejor interpretación pero sí diré que la relación entre su personaje (el terapeuta) y el joven genio problemático es sin duda la clave de la película.

Existen particulares luchas contra el demonio que también me generan no poca admiración. Es por ejemplo el caso del personaje ficticio Luke Jackson inventado por el escritor Donn Pearce e interpretado en el cine por Paul Newman en Cool Hand Luke, 1967, un hombre es condenado a dos años de trabajos forzados por romper un poste de aparcamiento. La película (traducida como La leyenda del indomable) es también ilustrativa sobre la capacidad de liderazgo natural y personal de un hombre que lucha contra sus propios miedos y por forjar su propia identidad. En este caso además en un entorno claramente hostil de abusos morales por parte del establishment. Esta rebeldía contra lo impuesto, contra la autoridad incuestionable, que ha sido un continuo valor a lo largo de mi vida, se ve reforzada también por la clave de comedia dramática que aporta la música de Schifrin a la película del gran Stuart Rosenberg.
magseven

Para cerrar este repaso a mis últimas revisiones cinematográficas de la gran lucha contra el demonio (el personal, el profesional, el vital) he de confesar que anoche vi de nuevo -esta vez he perdido la cuenta- The magnificent 7 (John Sturges, 1960). Además de recordar diálogos enteros de memoria, he revivido la estrecha relación entre esta adaptación de Sichinin no samurai (Los siete samuráis, Akira Kurosawa, 1954) y los diferentes tipos de motivación que mueven a personas y equipos a lograr cumplir sus retos. En ambos películas -americana y japonesa- 7 luchadores a sueldo prestan ayuda a pueblos oprimidos que no pueden pagar a cada uno más que 7 platos de arroz al día o 20 dólares por 6 semanas de trabajo. ¿Por qué entonces asumen ese reto? Lo asumen -y así se reconoce a lo largo de ambas películas en varios diálogos clave- por su propio honor de luchadores, por una necesidad de cobijo y reconocimiento tribal, porque se identifican y se respetan entre sí y necesitan un reto que les una, porque se siente parte del proyecto y no propiedad suya, porque saben que lucharán por algo en lo que creen. Con indiferencia de que la acción se desarrolle en el Japón del siglo XVI o en la frontera del oeste de Estados Unidos en el siglo XIX, el demonio contra el que ellos luchan es el mismo contra el que luchan la mayor parte de equipos y se llama también IDENTIDAD. El precio de esta búsqueda a menudo es elevado pero casi siempre, si uno es fiel a su viaje iniciático en compañía o en soledad, se encuentra recompensa en la memoria de los otros.

leaving is not living

leaving is not living

Restaurante turco en Harleem. La bicicleta como un modo de vida en cualquier parte y momento.

Marcharse no es vivir. Vivir es quedarse en cada sitio. Así es como yo entiendo el incomprensible fervor que me ha producido Holanda hace ahora una semana. Creo que ME HE QUEDADO ALLÍ.  Puede que sea el lugar del planeta en al que más conectado me he sentido hasta la fecha.

Durante cuatro días intensos he estado conociendo a nuevos amigos en los Países Bajos, siempre muy centrado en dos ciudades cercanas a Amsterdam más que en la propia capital. Harleem y Leiden han sido mis dos objetivos no planificados en los que he conocido a una joven pareja, Susanna y Brahm, y he vivido otra nueva entrega del viaje hacia el equipo dentro del programa MINN en el que como sabéis sigo dando guerra y paz a partes desiguales. Esta vez hemos visitado Team Academy Harleem gracias a la hospitalidad de nuestros compañeros holandeses. Hemos tenido nuestra primera evaluación 369 (no es una errata) y además hemos realizado una propuesta de valor a una compañía de muebles holandesa que está posicionada en varios países. El feedback de la empresa ha sido positivo y durante algunos momentos he creído que podíamos nacer… Estamos en ello.

Equipo MINN durante la evaluación 369 en Harleem

La calidad de vida de todas las personas que he conocido en Holanda es algo más que buena. Creo que la muestra de personas conocidas no es representativa pero sí habla mucho del alto nivel de civilización que ha alcanzado esta parte del mundo. La mayor parte de ciudades que he conocido están completamente construidas para ser habitadas y disfrutadas por el usuario de un modo no invasivo y natural.

Por otro lado, en nuestro propio viaje hacia el equipo hemos tenido algunas bajas temporales y se han sumado nuevas ideas que nos ayudarán a crecer más allá de cada uno de nosotros. Creo que todo el equipo necesita crecer desde cada nodo y sin conocer la realidad de cada uno de nosotros, nuestras expectativas, lo que esperamos de los otros o del viaje, creo que será complicado llegar a buen puerto o al menos a un puerto que nos resulte útil a todos.

Mucho antes del viaje había estado trabajando un TEAM-MAP que quiero compartir con vosotros por si os resulta de utilidad. Se trata del boceto inicial en el que detallo lo ocho pasos que creo que deberíamos dar antes de empezar a pensar qué queremos ser o hacer en común. Hago una analogía con el nodo social más elemental: la FAMILIA y a partir de ella intento estructurar un discurso de valor basado en cuatro ejes: PENSAR EN UNO MISMO (desarrollo personal), PENSAR EN AQUELLOS QUE ESTÁN A TU LADO (Invierte en tu vida), PENSAR EN TU EQUIPO (Team Building).

La idea es realizar una foto de toda la familia en la que cada miembro sea un perfil y en el que todos podamos saber aficiones, nombres de los hijos y pareja, trabajos, responsabilidades, preocupaciones, capacidades, experiencia… Se trata de facebookear el equipo para poder conocer a los otros. También intento explicar a mi equipo la importancia que tiene comprender a los demás y empatizar realmente con sus necesidades. Intento llevar la iniciativa #occupyminners a un ámbito más funcional y realizable para todos. Aunque de momento solo lo intento. Como sabéis, en mi ánimo por naturalizar el equipo, intento asediar, ocupar y meterme en cada casa de cada miembro del equipo. De alguna manera hago shadowing para entender sus necesidades. Intento ser su sombra sin perder mi esencia. Tal vez esta sea la clave para construir equipos. Los equipos no tienen porque tener una marca en común pero sí una meta o un espacio compartido en el que todos encuentren un beneficio mayor al que podrían generar por separado. No se si lo lograremos alcanzarlo pero moriré intentando tener una bandera 😉

Boceto inicial para el diseño de TEAM-MAP

open letter to my team

open letter to my team

The first Baron Münchhausen riding on a cannon ball

JUNE 22, 2012. Night

Minners, this speaks to you.

There is a part of your heart which is made of poetry and welfare. I feel part of this powerful force and I cannot explain why. You are much of what I am. That´s all.

There is a moment in the life of every person to be reconciled with his time and his two worlds: that he chose to live and that he doesn´t choose to live.

At that moment he reminds all sweet and bitter instants that made him feel alive each morning. I have the certainty that I will remember you for a few seconds laughing, crying and working hard as a team at that moment.

I believe in every summer that melts every winter. And now every one of you is already part of my summers and my winters. Within me and in each section of street or park around me.

I believe in the beauty of an unworthy autumn and also believe in a continuous spring of  stories and learnings. There are huge opportunities to be reborn in each of our steps.

Take each piece of life and emotions that hides in your team, recompose the puzzle of your experiences, build an army of dreams needed to feel alive. And then fight for your breathing to be heard as a proud murmur of fresh air in the middle of a crisis.

I believe in a world where my biggest challenge is to live and die on the edge of life, giving my hand to those in whom I have believed and those who have believed in me. I tend my hand to walk together and learn by doing a more livable world for us and for those who have joined us in this fight.

I’m here. I have always been here. But you did not know it. Now you can see clearly my hand close to your side. Because every time someone meets another one, that person just born again.

We´ve already born as a team, now we begin to learn as a team.

We are not perfect but we are here. We are not  equal but we are here. We are not superheroes individually but we are here.

And just being here makes me draw landscapes of extraordinary projects together.

We are a team. That´s what we are.

When you dream of overcoming all barriers, all you need are the wings of another to take flight. And the wings that lends you another are allways much stronger than yours.

Fix your attention in what anyone else is fixed, and you will know what no one else knows.

All dreams are possible when you believe in this.

Big hug and active love

David Vorpalina, Baron II of Münchhausen