por David Criado | May 20, 2014 | EQUIPOS y BIEN COMÚN
“SOCIEDAD 2. f. Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida.“
DRAE, 2014
HISTORIA DEL MODELO MÁS EFECTIVO DE RELACIONES
En este artículo quiero exponer las bases revolucionarias y efectivas de un tipo concreto de relaciones de convivencia que lleva miles de años causando increíbles resultados. En las comunidades más complejas, ha dado lugar a los grandes avances éticos y técnicos de la humanidad; y en aquellas sociedades con bajo nivel de tecnificación, ha supuesto la base de la supervivencia. En las familias este tipo de relaciones ha actuado como pegamento entre generaciones; y en las parejas ha aportado continuidad y satisfacción durante siglos. En las organizaciones y tejidos asociativos de trabajo ha dado de comer y permitido dormir bajo techo a innumerables genealogías sucesivas de artesanos, trabajadores, obreros y empleados. Existe -lector- algo muy anterior a los profesionales, las universidades y las cadenas de trabajo, algo que precede a la industrialización, el método científico, la ilustración e incluso al renacimiento.
He llamado a este tipo de relaciones SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO. Es necesario entender que el término sociedad que aquí aplica corresponde a la segunda acepción del diccionario que encabeza este artículo.
A modo de resumen, estas son las 3 características esenciales de las SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO:
- Tienen un carácter primario e innato. Van en nosotros, forman parte de lo que podemos ser. No podemos renunciar a este tipo de relaciones porque toda persona de forma innata aprende por sí misma y también de los demás. Somos animales sociales. Esto implica que nacemos aprendiendo y es parte de nuestro crecimiento seguir haciéndolo hasta el último día de la vida. Creo que ir en contra de esta naturaleza tan primaria, básica e inherente a lo que somos, ha sido uno de los mayores errores de la humanidad durante siglos. Y como ser humano, responsable de mis predecesores, de mis sucesores y de mí, pido hoy perdón por ello.
- Son la forma más fiable y efectiva de asociación por intereses. Son relaciones basadas en uno de los pilares fundacionales de la humanidad de las personas: la capacidad de ejercer aprendizaje. Son relaciones de convivencia basadas en la tercera vía de la comunicación, la más exitosa de todas: el interés. Están fundadas no en la afirmación de la dependencia (visión del NIÑO), tampoco en el cultivo de la independencia (visión del PADRE) sino en la extraordinaria madurez de la interdependencia (visión del ADULTO). Se trata además de un tipo de relaciones que cualquier persona en el ejercicio de sus completas facultades es capaz de practicar.
- Representan el mayor y más extendido logro de la especie humana. Porque implican trascender la propia realidad de cada uno para intentar comprender la propia realidad el otro en la construcción de una realidad común a todas y cada una de las partes. Este tipo de relaciones nos permiten a la vez aceptarnos a nosotros mismos y poder aceptar a otros. Nos habilitan para adaptarnos y adoptarnos en torno a regularidades ambientales cambiantes. Desde el niño que aprende a disfrutar su naturaleza experimentando junto a otros hasta los intrincados detalles cotidianos de una relación de pareja; desde la forma en la que nos relacionamos con nuestro círculo de amigos hasta el ejercicio de nuestras profesiones… todo es aprendizaje mutuo. No hemos logrado nada como especie que sea más universal, beneficioso y sofisticado que el aprendizaje mutuo. Desde que hace más de dos millones de años nuestros antepasados decidieran vivir en grupos más o menos estables, el resto de las innovaciones posteriores han sido menores porque simplemente han perpetuado esta. Todo lo que hacemos tiene que ver con aprender y con aprender mutuamente.
Por todo ello, sin duda el modelo más efectivo de relaciones de convivencia entre personas son las SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO, espacios donde nos exponemos a dar y recibir en clave de aprendizaje, momentos en los que nos permitimos ser nosotros y dejar ser a otros. Esto ocurre y seguirá ocurriendo siempre -pocas certezas tengo en mi vida como esta- en todos los círculos de relación humana. Ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en el círculo natural de crecimiento (nuestra familia), en el círculo inmediato de confianza (nuestra pareja), en el círculo extendido de convivencia (nuestros amigos), en el círculo al que seguimos acudiendo a cazar o a recolectar (nuestro trabajo) y también en el círculo social de pertenencia (nuestra comunidad).
Por muchos modelos productivos que queramos inventar, por muy creativos o innovadores que queramos ser o parecer, nada hay más útil que recuperar, fomentar y cuidar las SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO. Sin ellas, sin esa base, ningún cambio o progreso es posible. De algún modo solo pongo por escrito algo que siempre SIEMPRE me ha funcionado en mi vida. Lo hago una y otra vez. Lo he hecho tanto y he practicado tantas veces que a veces surge de mí por sí solo aunque reconozco que la mayor parte del tiempo se me olvida. Se que esto me ocurre porque la inconsciencia es necesaria, porque de otro modo el mundo sería algo inaguantable, porque no podemos mantener el foco siempre. De modo que no me martirizo ni castigo cuando siento que lo pierdo. Forma parte de volver a tenerlo, de valorarlo, de saber que existe.
Pero en esos momentos en los que quiero ser realmente efectivo, cuidarme y sentirme pleno mantengo mi atención en realizar cualquier cosa en clave de aprendizaje. Puede ser leer o tomar una cerveza junto a otros, puede ser correr o facilitar una sesión, puede ser dar un curso o cenar relajado en la terraza, puede ser hacer el amor o practicar la guerra, puede ser escribir un artículo o llorar, caminar rápido o lento, viajar o permanecer sentado. En cualquier momento, yo elijo relajarme y dedico toda mi energía a aprender de mí mismo y de los otros. Nunca en un orden diferente. He aprendido de sonrisas pero también de puñetazos, he aprendido lugares llenos solo de palabras y de bosques enteros de sonidos, he aprendido del sufrimiento intenso de la pena y también del gozo pleno de la satisfacción. Jamás hubiera podido hacerlo si no hubiera entendido todo en clave de aceptación y aprendizaje:
Aceptación para no renegar de lo que es y Aprendizaje para apostar por lo que soy.
Intento atender unas necesidades básicas que construyen lo que llamo SOCIEDAD DE MUTUO APRENDIZAJE. Han existido siempre con otros nombres y nuestras abuelas y abuelos las vivieron. Se trata de contratos saludables entre personas que quieren compartir un mismo objetivo, simplemente eso. Ese objetivo puede ser sacar adelante una empresa, formar un equipo de alta madurez o disfrutar de una relación sincera o un proyecto de vida junto a otro.
Estas son las necesidades básicas que cubre una SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO y cómo llegar a ellas:
AMOR ( POR LO QUE YA SOY, ERES Y SOMOS )
El amor es el más grande aprendizaje que jamás deja de vivir una persona en cualquier SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO. Dice David Luengo que “la sustancia de la persona es el amor. Él es la sabia que recorre las venas de nuestro ser personal vivificándolo todo, sanándolo, dejando una paz tan profunda que ya nada la puede eliminar.”
El amor por uno mismo engrandece siempre a otros; y el amor por otros le engrandece siempre a uno mismo. Para amarse a uno mismo y a otros se necesita ser muy valiente. Encuentro a personas a las que no les cuesta firmar a priori todo tipo de contratos pero que solo quieren firmar a posteriori el único que verdaderamente dignifica. Hablo del contrato de amor. Creo que existen tres condiciones de cualquier contrato de amor que considero altamente saludables para la construcción de una SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO. Hablaré en singular para que el mensaje sea así más concreto y comprensible. Porque todo contrato de amor en una SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO lo es entre todas y cada una de las partes e implica las siguientes condiciones:
- Que yo me quiera y quiera a la otra persona
- Que la otra persona me quiera y que me permita quererla
- Que la otra persona se quiera y que se permita quererme
Existen sin embargo -y siempre han existido- corrientes de relaciones paralelas al AMOR. Ninguna de ellas genera convivencia. Quizás la más nociva en nuestro tiempo es la que yo, desde hace unos meses, llamo pseudoamor. Está ampliamente extendida entre todas aquellas personas que se encuentran en continuas etapas de transición sin terminar de llegar a ninguna parte. El pseudoamor es hoy en día uno de los más dañinos escudos de defensa. Nos separa como personas para tratarnos exclusivamente como cuerpos. Puede resultar divertido en el inmediato plazo, pero es completamente irreal y dramático en el largo. Nadie -repito, nadie- puede suspender sus emociones y relacionarse con otras personas como si él o ella tampoco las tuvieran. Este escenario es una completa irrealidad, nos cosifica y nos aleja del AMOR. Veo a diario pseudoamor en las organizaciones, en los equipos y también en las personas. Y dice muy poco de nosotros como especie aunque en algunos momentos nos parece estrictamente necesario. El pseudoamor, en su raíz más primaria, y más allá de su piel de buenrollismo, es un falso amor, un mero ensayo sin sentido, una ficción de amor a la que solo aspiran los/las cobardes. Está fundado en el miedo a la soledad, en la falta de autoestima y en una inmadurez relacional latente. Aquí quiero hacer un alto en el camino…
Se que no soy el propietario de la palabra AMOR. Se que a lo largo de la historia muchos han querido serlo. Tolero lo que otros entiendan por amor pero creo profundamente y he vivido que existe algo mágico e inigualable entre dos seres que es el resultado de:
- Confiar en la otra persona. Aceptarla, respetarla y saber que ella te acepta y te respeta
- Comprometerte a construir algo en común. Salir de tí para pensar en el NOSOTROS
- Esforzarte cada día por hacer las dos cosas anteriores. Convertir tu compromiso y esfuerzo en hábito diario
- Renunciar a algo. Decidir (pensar/decir/hacer) no perdernos en el TODO para permitirnos disfrutar de ese ALGO
- Creer en la caricia. Ese gesto humano que representa el anclaje de lo que somos y queremos ser
Mi fe en el increíble poder de estas cinco cosas es lo que me hace sentir desde lo más profundo que no puede haber AMOR si no existe confianza, compromiso, esfuerzo, renuncia y caricia.
De algún modo, probablemente somos incapaces de ser completamente fieles al AMOR tanto como incapaces de ser completamente fieles al pseudoamor. Esto ocurre porque no en todos los momentos de la vida uno es consciente de cómo construir esa SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO emocionalmente saludable. Lo útil sin duda es comprender qué es lo uno y qué es lo otro, dónde se encuentran nuestras necesidades y donde me encuentro en cada instante de mi vida. Aportaremos de este modo perspectiva a cualquier posible duda o exceso de certeza.
LIBERTAD ( DE SER y ESTAR )
Toda SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO está íntimamente ligada al sentimiento de libertad. Hay muchas definiciones del derecho a la libertad en grupos pero todas comparten la necesidad humana de ser libres. La mayoría de ellas hablan de la libertad de ser. La práctica de la libertad, entendida socialmente, es un mecanismo de autorregulación humana. Porque la libertad es también un aprendizaje mutuo y genera puntos de encuentro y continuidad más allá de los conflictos. Un ser libre es un ser consciente, dotado de identidad propia y decisión
Respecto a la libertad de estar, en ingeniería de software libre hace décadas los hackers hablaban de 4 libertades (4 Rs)
- Libertad para volver a utilizar,
- Libertad para redistribuir,
Es necesario recordar que como bien dijo el gran Jam Amos Comenius en 1650, “los ejemplos preceden a las reglas. Que el desarrollo natural consiste en actuar primero y reflexionar después sobre las circunstancias de la acción.”. El viejo ya señalaba entonces que los tres principios de todo aprendizaje estaban íntimamente ligados a la libertad de…
1) Proceder por partes
2) Examinar cada parte uno mismo sin someterse a la autoridad (autopsia)
3) Actuar por los principios propios (autopraxis).
En diferentes encuentros de aprendizaje basados en modelos de participación, he podido experimentar como los viejos principios de Comenius y las 4 libertades se pueden respetar. En nuestra práctica profesional, los facilitadores de la iniciativa procuran de hecho primar la experimentación más allá de las reglas precisamente para poder establecerlas. Es este tipo de libertad de estar la que favorece el aprendizaje mutuo.
Por otro lado se presenta contraria a toda SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO la apropiación o imposición parcial o total de ideas o discursos. En escenarios donde habita la comprensión y la actitud de compartir, no parece coherente la restricción formal o apriorítica. Los miembros de una SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO desean encontrarse en libertad, descubrirse en los otros a través de la colaboración real y práctica. En las últimas décadas prácticas basadas en la experimentación del aprendizaje y el trabajo en libertad se han aglutinado bajo la etiqueta de MOVIMIENTO DE CULTURA ABIERTA.
ABUNDANCIA COMPARTIDA
La escasez suele ser escasez propia y la abundancia suele ser abundancia compartida. Algo de esto tiene que ver con el sentimiento de pobreza o de riqueza, hace poco escribimos sobre ello. Una vez hemos conquistado nuestras necesidades primarias y gran parte de las secundarias, a menudo tiene que ver también con un tipo de cultura y actitud. La mayoría de personas nos comportamos como si cada vez necesitáramos más cosas, muy pocos se atreven a comportarse como si no necesitasen prácticamente nada. En la CARTA DE NAVEGACIÓN de la iniciativa, que es el mapa de valores al que acudimos cuando tenemos alguna duda sobre algo, en el ecuador del mapa podemos ver escrito lo siguiente: “Casi todo lo que necesitas está en tí, el resto suele estar muy cerca”. Este tipo de aceptación redunda en la generación natural de SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO ya que parte de la base de que no necesitamos covencer sino compartir para aprender. En esta lógica común alejada de la lucha de clases y la rivalidad, encontramos el remanso de paz y confianza necesarios para aprender y trabajar. De nuevo esto es aplicable a parejas, equipos y organizaciones en igual medida.
La economía y la lógica de la abundancia son dos aproximaciones a estos nuevos paradigmas de relación generadores de SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO que os invito a conocer. Por otro lado la cultura de abundancia es generadora de humildad, evita la acumulación en favor de la distribución de riqueza compartida, favorece la igualdad en detrimento de la desigualdad, y la cooperación saludable en detrimento de la competencia voraz.
HERRAMIENTAS PARA CREAR SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO
Toda SOCIEDAD DE APRENDIZAJE MUTUO por tanto está fundada en 3 contratos mutuos:
- AMOR. Por lo que ya eres, el resto de personas es y todos nosotros somos. Herramientas útiles para cumplir este contrato: La aceptación, La empatía, El sentimiento sistémico (la visión en perspectiva integradora), y El posicionamiento continuo en clave de aprendizaje
- LIBERTAD. De ser y estar en lo que haces de forma abierta y transparente. Herramientas útiles para cumplir este contrato: La exposición personal, La sinceridad emocional y el hecho de no dar nada por supuesto.
- ABUNDANCIA. Actitud de compartir y cooperar, superando la reactividad y la defensa. Herramientas útiles para cumplir este contrato: La visión del otro como complemento y no como rival, La priorización de la construcción común sobre las partes, El diálogo sobre un objetivo mutuo.
Con cada uno de estos tres contratos, podemos cultivar relaciones de convivencia fértiles y saludables a nivel cognitivo y emocional en cualquier esfera de la vida. Incluyo familia, organización, pareja y círculos ampliados.
Son SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO una conversación constructiva, una relación saludable con otra persona, un equipo de trabajo eficaz, una familia respetuosa, y algunos de los tipos de organización de los que ya hemos hablado aquí con anterioridad: La empresa atenta, La empresa afectiva, La empresa humana, La empresa justa.
Las SOCIEDADES DE APRENDIZAJE MUTUO no necesariamente están asociadas a estructuras físicas sino también a situaciones. Se trata de un tipo de relaciones de convivencia efectiva en las que se comparte una visión común sobre el CÓMO poder llegar a ALGO. Su poder radica en la mutua aceptación de los tres contratos anteriormente expuestos.
Lo revolucionario de este planteamiento, que se ha venido dando durante miles de años, es que considero que el ser humano no es capaz de crear relaciones fructíferas, beneficiosas y duraderas sin alguno de los tres contratos que hoy he compartido.
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NOTA: He evitado en este artículo cualquier referencia académica o conceptual a los términos sociedad, aprendizaje y mutuo. Intento compartir algo eminentemente práctico para que el lector encuentre una aplicación inmediata. Como se que estos tres términos, sobre todo los dos primeros, despiertan desde hace ya tres siglos los instintos más primarios del debate, remito al lector al apartado de comentarios si desea iniciar alguna conversación en este sentido.
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por David Criado | Mar 29, 2014 | EQUIPOS y BIEN COMÚN
En este articulo expondré por qué no creo en los modelos de gestión basados en la búsqueda de felicidad en el trabajo y por qué creo que no pueden existir metodologías o sistemas uniformes para lograrlo. En un artículo posterior a este titulado 2 teorías muy prácticas sobre la vida ya expuse que algunos científicos consideran que no existe un solo tipo de felicidad y todos ellos consideran que anular u obviar nuestras emociones negativas siempre es nocivo. Pero hoy quiero detenerme en una creciente moda muy dañina en general para los empleados:
Se trata de modelos que pretenden imponer un concepto de felicidad concreto a sus empleados sin respetar el libre desarrollo del único ámbito de búsqueda de la felicidad que considero respetable: el personal y propio de cada individuo.
Creo que esta moda absurda se debe básicamente a dos motivos:
- Una confusión flagrante entre alegría, optimismo y felicidad. Muy basada en el “pensamiento positivo” y que esconde bien o malintencionadamente un desconocimiento de las nociones básicas de las psicologías cognitiva, positiva y social, del constructivismo filosófico, de la antropología social y cultural y de no pocas teorías humanistas del management.
- Una voluntad desmesurada de control sobre las vidas de los empleados (pensamientos, ideas, personalidades,…) Muy basada en un falso “buenrollismo” pero que esconde un elevado índice de egocentrismo y falta de humildad y habilidades directivas capaz de generar entornos de dependencia emocional poco saludables. Esta voluntad representa el máximo nivel de ambición irrespetuosa que el terreno del desarrollo profesional quiere realizar en el terreno del desarrollo personal.
Personalmente no es que no quiera que los empleados no sean felices, es que creo que la responsabilidad de ser felices está en ellos (su ámbito de responsabilidad y vivencia personal) y no en la empresa para la que trabajan (su ámbito de desarrollo laboral). Ésta última puede facilitar o no una mejor vida para sus empleados, pero de ningún modo hacerse responsable de su felicidad.
COHERENCIA Y RESPONSABILIDAD
No hay mejor forma de frustrarse que planificar a largo plazo, actuar en torno a grandes conceptos genéricos o trabajar de acuerdo a inmesas expectativas. Y no existe objetivo más ambicioso, genérico y costoso en el tiempo para el ser humano que la conquista de la felicidad.
Antes de pensar en hablar de la felicidad en nuestras organizaciones, con sinceridad, todavía queda mucho por hacer reconstruyendo lo más básico e inmediato. En mi trabajo diario veo cómo las personas son incapaces de desarrollar entornos saludables a nivel relacional, o cómo desconocen herramientas de entendimiento común como el diálogo, o cómo continuamente prueban novedosos modelos sin un foco claro. Y puede que tan solo trabajando primero todas estas cosas más básicas que la felicidad, sea como paradójicamente esas personas la alcancen.
En mi vida profesional he encontrado a mucha gente que decía preocuparse por mí pero ni siquiera me decía buenos días o gracias. Algo en todo este tinglado no me cuadra.
Por eso lo que hoy ofrezco es una visión alternativa al creciente fenómeno de la búsqueda de “felicidad” en el trabajo. Mi intención es ofrecer al lector una aproximación diferente, constructiva y realista sobre esta nueva tendencia aparentemente positiva. Honestamente, dudo mucho que al final de la lectura lo haya conseguido pero al menos mi deber es intentarlo. Para ello lo que voy a hacer es aportar algunas opiniones sobre un tipo concreto de actitud y de conducta altamente peligrosa con las que -así lo creo- estamos conviviendo en la actualidad. Se trata de mensajes positivos -que hacen mucho falta, sin duda- pero revestidos de los mismos usos y modos que venimos consumiendo desde hace muchos años.
DESMONTANDO EL MITO
Arranco compartiendo algo inmediato que me posiciona desde el inicio. No creo en los modelos de negocio orientados a la búsqueda de la felicidad. Creo que la felicidad en el ser humano se desarrolla es un ámbito personal (propio) y relacional (social), algo que hoy se considera incuestionable a nivel científico (nuestra predisposición natural) y humano (nuestra propia condición). Sin embargo no creo que se puedan formular modelos sistemáticos válidos para ser feliz en el trabajo. Existen pequeños y continuos hábitos saludables que ayudan a construir felicidad, estrategias inmediatas y sencillas para favorecerla, principios psicológicos que la motivan y son comunes a todas las personas. Sin embargo no creo que nadie pueda erigirse en propietario de un modelo o un sistema que implante de forma exitosa la felicidad en todo tipo de organizaciones.
Mi enfoque es completamente diferente y está basado en una afirmación revolucionaria: las organizaciones son la suma de las personas que la componen. Se que al leer esta última frase has dicho “¡Claro!” pero si piensas detenidamente las implicaciones de esta afirmación lógica veras que a menudo, en tu realidad diaria, no lo es tanto. Suelo plantear que una organización es una persona y que por tanto vivimos continuamente condicionados por diferentes elementos de oportunidad, voluntad y riesgo.
No conozco a una sola persona que conserve durante toda su vida la misma idea y fórmula de felicidad. Más bien esa idea se va conformando a raíz de las experiencias y aprendizajes personales. Tampoco conozco a dos personas que compartan con exactitud la misma idea de cómo lograr la felicidad. Más bien esa idea pertenece al ámbito de responsabilidad individual y está condicionada (disminuida y aumentada) por las relaciones con el resto de personas y realidades.
EL ARQUETIPO DE MODELO
Quizás de todos los modelos orientados a la búsqueda de la felicidad en el trabajo, creo que el mensaje que en la actualidad está minando más cualquier ejercicio de cambio auténtico en las organizaciones es el conocido Delivering Happiness de Tony Hsieh. El modelo está basado en la experiencia vivida y el libro de 223 páginas escrito por el propio Hsieh, emprendedor e inversor americano. Considero que su visión no puede liderar un cambio trascendente en ninguna realidad empresarial sobre la que se proyecte. Adolece de una terrible visión cortoplacista; está fundado en la economía de la supervivencia; redunda en modelos impositivos, uniformizantes y estereotipados; y defiende una ética que imita y perpetúa modelos de baja o ninguna sostenibilidad personal, económica y/o social. Sorprendentemente el modelo se basa en la búsqueda personal de la felicidad de un solo individuo a lo largo de su vida pero cuya extrapolación a cualquier otra persona del planeta que trabaje en una organización se presenta como evidente.
POR QUÉ NO ES UN CAMBIO TRASCENDENTE
Defiendo que se trata de un mensaje vacío que no supone ningún cambio de estado real ni aporta perspectiva sobre nuevas dimensiones de trabajo. Lo creo porque no se trata tan solo de preguntar a las personas qué piensan sino que además se defiende que existen unos buenos y unos malos en esto de hallar la felicidad.
“Pensé en todos los empleados que quería clonar, ya que representaban la cultura de Zappos, e intenté averiguar cuáles eran los valores que personificaban” Esta frase en términos de acompañamiento y facilitación representa no solo una negación de la realidad restringiendo solo lo que es auténtico a las personas que “me satisfacen” sino que también habla del elevado nivel de proyección de estos modelos. Tienden a generar una realidad ideal que seguir y de la que formar parte (mediante seguidores y acólitos) y reniegan progresivamente de la realidad REAL, que integra a TODOS los empleados de la compañía. Es decir, conviene que el lector comprenda que si existen empleados que no representan los valores de Zappos es porque tal vez los valores de Zappos no representan a sus empleados. Esta y no la contraria, me parece la reflexión más lógica.
EL MITO DEL HÉROE ILUMINADO
Por otro lado la vida de Hsieh es la vida arquetípica del héroe de Sillicon Valley que desde pequeño LUCHA por conseguir lo que quiere sin importarle demasiado las oportunidades de disfrutar la vida que es y siempre orientado a generar las suyas propias para alcanzar la vida que puede ser. El modelo cultural de Sillicon Valley muy en boga como ejemplo de ecosistema exitoso en la mayoría de los foros de emprendimiento de mi país (redes, televisión, radio, prensa), creo que representa la devastación más absoluta de la oportunidad humana de crecer. Considero que el modelo es voraz, desequilibrado, sesgado y ahonda en las deficiencias sistémicas de las organizaciones tiñéndolas de éxito con numerosos colorines y pancartas. Tiene numerosas bondades que reconozco pero profesionalmente creo que es incoherente y favorece una sociedad de la escasez y no de la abundancia. Hsieh se circunscribe a ese modelo y hace uso de los hitos sugerentes de la historia del valle para ensalzar la necesidad de entender ese mesiánico camino a la felicidad plagado siempre de fracasos y éxitos.
Son frecuentes en el texto autobiográfico las alusiones a periodos de insatisfacción, apatía y desconexión tras periodos de explosión creativa y efectiva que le conectan con su deseo. Al comienzo del libro el autor expresa su atracción por el dinero como fórmula para “hacer todo lo que quiera” y este pensamiento es un tópico a lo largo de su vida desde que vende trastos del garaje de sus padres y fabrica con sus propias manos chapas que luego vende por correo hasta que cede por sumas astronómicas varios de los negocios en los que participa a firmas conocidas. En toda la lectura se presenta a un chico listo que decide y crea su propia vida, esto es algo indudable y completamente positivo, incluso creo que admirable. Sin embargo nada de lo que expone el autor me habla de una vida equilibrada que represente una preocupación real por mejorar la realidad en la que vive mediante su propio ejemplo. Antes bien, en toda la narración Hsieh describe y justifica periodos en los que necesita y no necesita personas para lograr sus objetivos. Es una vida racional y basada en llegar siempre a la meta sin importar los sacrificios propios pero tampoco los ajenos (que no se presentan solos sino que se demandan). No hay una preocupación real del autor por formular un entorno de trabajo coherente ni disfrutar la felicidad de otros. Se trata en todo momento de que quede bien claro qué es la felicidad y cómo aplicarla. En la vertiginosa carrera hacia el “éxito” no existe otra determinación que la de defender un concepto de realización personal concreto por encima de otros. Esta aparente falta de pensamiento sistémico no sería nociva si no implicase menospreciar las velocidades, ritmos, voluntades y tiempos de las personas. Creo sinceramente que nadie puede ser feliz si es alguien quien le impone serlo y cómo.
En lo académico Hsieh reconoce no ser un buen estudiante (algo que no creo importante en exceso) y pasa el primer año de universidad entretenido en su cuarto, pero pronto despierta su inteligencia natural y sus amigos saben que será millonario. Como resultado del triunfo de su deseo sobre el deseo de los otros (competidores, mercado, posicionamiento, marca) Hsieh vende su primera compañía y se dedica durante un año en sus propias palabras a “no hacer mucho en el trabajo”. Luego su deseo de nuevo le dicta otro camino y otro y otro y… en fin, como facilitador y coach vivo este retrato de la realidad a diario y se que nunca lleva a nada bueno en lo más hondo de una persona.
Lo realmente dañino e hiriente para mí, como agente de cambio real que pulsa a diario la cultura y necesidad de las personas y equipos, es que el modelo actúa desde la intención de “implantar” una nueva cultura de felicidad en las empresas. Es un modelo que por otro lado pretende afirmar la humildad en las organizaciones practicando la increíble pretenciosidad de evaluar mediante un test práctico el nivel de felicidad de las organizaciones. Me recuerda a ese conocido proceso a través del cual alguien certifica que una empresa es un buen lugar para trabajar o no. Pero claro, amigos,… ¿en función de qué?, ¿para qué?, ¿por qué? y sobre todo ¿para quién? Yo he huido de entornos de trabajo que me parecían asfixiantes y que sin embargo eran tremendamente excitantes para la persona que tenía a mi lado.
A lo largo de mi experiencia profesional he visto grandilocuentes valores mucho más logrados que los 10 valores fundamentales de Zappos. Muchos de los equipos que he tenido el privilegio de facilitar en mi opinión han sido capaces de superar los 37 valores que se derivaron de la encuesta a los empleados. Contra el mito del hombre iluminado, antepongo el bien de la voluntad común de entendimiento. Contra la imposición de una perspectiva, antepongo el diálogo. Contra la efectividad de una sola visión, antepongo el respeto por la visión rentable y sostenible de todas las personas. Una organización necesita un discurso y unas reglas, está claro, pero este tipo de discursos confunden el por qué y el cómo, los desdibujan y ahondan en la herida. Pero claro, esta es mi opinión. Y esto me plantea unas preguntas…
- ¿Es útil dedicarle tiempo a acotar qué es la felicidad y obtener manuales para saber cómo disfrutarla o debemos respetar los caminos personales de los empleados y su derecho a ejercer su responsabilidad independiente de ser felices cuando, cómo y donde les de la gana?
- ¿Podemos trabajar con empleados que se manifiestan infelices o simplemente tenemos que evitarles como hace Hsieh si no entran dentro de nuestra definición de “felicidad”?
- ¿En qué se basa la madurez de una organización o un equipo? ¿En tener una idea muy clara sobre qué es la felicidad y dedicarle mucho tiempo a trabajarla o en favorecer comportamientos cotidianos, inmediatos y de sentido común que la faciliten?
- ¿Debemos como organización garantizar la felicidad de nuestros empleados y velar por ella o simplemente debemos procurar premiar la honestidad, la coherencia y el liderazgo respetuoso para favorecerla?
- ¿Es necesario estereotipar no ya solo a las personas sino también la felicidad?
- ¿Por qué queremos conquistar terrenos de disfrute de la vida desde las instituciones y no respetar la riqueza de las perspectivas sobre la vida de cada persona?
- ¿Qué tipos de miedos o recelos o aspiraciones se esconden detrás de este tipo de modelos que dicen facilitar la felicidad de las personas?
Acerca de todas estas preguntas tengo una anécdota que compartir contigo.
LA REALIDAD ACTUAL
Seré claro: la mayoría de las personas con las que he trabajado lo pasan mal o peor en su trabajo. A lo largo de mis años de carrera cuento con los dedos de una sola mano -y me sobran tres sin ser un ewok- el número de personas que me han dicho que son felices en su trabajo. Y aunque la mayor parte de personas que conozco no paren de repetirme que tienen su propia clave para ser feliz en el trabajo, no acabo de respetar ni asumir que exista una visión integradora ni necesidad de que la haya. En nuestro humilde planeta y a lo largo de la historia breve de la humanidad hemos heredado una inmensa cantidad de culturas y formas de entender la vida que comparten pequeñas claves para la felicidad pero que no necesariamente son excluyentes como verdad única.
Hace poco en mitad de una conversación con un responsable de recursos humanos de una gran compañía del sector de las telecomunicaciones, viví un momento interesante que últimamente se repite mucho. Es por eso por lo que tal vez me haya decidido a escribir este artículo. Esta es la historia breve de esta anécdota:
Después de numerosas reuniones, hablamos de los valores de la compañía, aquellos que decían representar lo que era la casa en todos sus niveles y lo que quería seguir siendo. Por motivos profesionales creo que puedo decir que conozco la realidad del ADN auténtico de la compañía de la que hablo, y creo que muy pocos de esos valores ni la propia visión ni misión de la compañía se cumplen en la actualidad en absoluto. Sin embargo en un momento de la conversación, el ejecutivo de la empresa me dijo que todo el comité directivo estaba convencido de que la compañía velaba por la felicidad de los empleados y que creía sinceramente que era uno de sus cometidos. Durante mucho tiempo he pulsado su realidad y este es mi diagnóstico personal acerca de lo que ocurre en esta casa. Lo comparto porque aunque tal vez se trate de un caso extremo, los facilitadores encontramos este tipo de realidades disonantes a diario:
Puedo decir sin lugar a dudas que esta compañía representa uno de los más grandes enigmas a los que me he enfrentado a lo largo de mi carrera. Hablo de una compañía rota a nivel cultural, con un trastorno sistémico crónico y una más que desarrollada alteración de la percepción y expresión de su propia realidad. Presenta niveles de desorganización de la realidad de las empleados muy complejos y trabajados durante años a nivel ejecutivo que provocan -a cada minuto- una dificultad constante para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas. En la ecuación anímica de la plantilla, los niveles de desgaste emocional, desapego, miedo y escepticismo de los empleados afloran en cualquier conversación. Tras un continuado trabajo de bombardeo continuo con mensajes positivos no fundados en la realidad, la empresa vive una doble velocidad entre un mundo de Yupi ideal de la dirección y una batalla continua contra la deshumanización diaria de los empleados. Derivado de este cuadro, la compañía sufre una significativa disfunción social creciente. Aunque todo el mundo puede hablar con todo el mundo, en la realidad nadie escucha. No hay sinceridad en los mensajes y es palpable el miedo y la desvinculación hacia la tarea. Nada de lo que acabo de describir acerca de esta casa se aleja de lo que describe la fantástica entrada de wikipedia para el término psiquiátrico esquizofrenia.
Este cuadro es frecuente en muchas organizaciones y sin embargo allí estaba yo, delante de una persona que me estaba diciendo que creía realmente que una de las labores fundacionales de la compañía era hacer feliz a los empleados.
Amigos/as, nos enfrentamos hoy a un reto enorme que no tiene precedentes. No por el propio reto en sí (que ha existido siempre en toda forma de relación laboral de las personas) sino por las capacidades de las que disponemos y la oportunidad real de aprovecharlas si sabemos mantener un foco honesto y sincero. Se trata de aportar luz sobre las tripas de las personas que habitan y conforman los entornos de trabajo y de intentar -de una vez por todas- evitar que las personas sean las que se tienen que adaptar a los modelos (aunque sean de felicidad) o a los entornos de trabajo.
Propongo que dejemos en paz a las personas como modelo de vida, de educación y de negocio. Y esto implica dejar de intentar convencer a nadie acerca de lo que pensamos y empezar a preguntar a las personas lo que piensan.
Delivering Happiness es un modelo exitoso para Zappos, de eso no me cabe duda. Creo que debemos reconocerlo pero tal vez también debemos reconocer que se trata de un caso de éxito concreto, en unas circunstancias concretas y un entorno y realidad concretas. Puede que incluso valga para la felicidad de los empleados de Zappos (sinceramente lo dudo para aquellos que fueron despedidos en sucesivas regulaciones y expedientes). Sin embargo es mi obligación como facilitador de cambio compartir que no se puede trabajar para la felicidad de una realidad empleando como modelo a otra.
Para cerrar este artículo, quiero compartir que no me siento cómodo hablando a otros sobre la felicidad a pesar de que reconozco que lo he hecho. Creo que lo más honesto es trabajar por el bienestar de todos y que cada persona decida sobre su felicidad.
¡Buena semana!
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por David Criado | Mar 22, 2014 | EQUIPOS y BIEN COMÚN
Dedico este artículo a quien en favor de un bien común, sin apenas recursos ni certezas, renunció a sus propios intereses. Al presidente Adolfo Suárez en sus últimas horas de agonía. En general y públicamente, gracias.
LA NECESIDAD DE UNA VISIÓN
Hay algo que hace funcionar a los equipos, organizaciones, comunidades y sociedades. Es algo que va más allá de lo que cada uno somos y entronca con lo que todos queremos ser. En forma de diferentes artículos, suelo compartir lo que considero bases y motores esenciales en el proceso de descubrimiento de un equipo. Ayer mismo en una conversación con dos agentes de cambio, hablamos sobre la recurrente inquietud de las organizaciones por la efectividad.
Hoy quiero formular mi visión de los equipos efectivos a partir de dos ejes de referencia que favorecen este tipo de escenarios de trabajo. Ambos son altamente útiles para la convergencia de objetivos de equipo, metas personales y retos organizacionales.
PRIMER EJE DE REFERENCIA: EFICACIA + FELICIDAD
Creo que la primera derivada que se plantea a la hora de entender esta preocupación de las organizaciones es la tremenda ocupación de los teóricos (Clutterbuck, Lencioni, Wageman, Hackman y Katzenbach entre muchos otros) por desarrollar equipos eficaces. Los actuales jefes y ejecutivos se han educado en perspectivas que considero muy útiles para lograr objetivos. De hecho, estas perspectivas siguen obteniendo diariamente grandes resultados de negocio. El único inconveniente es el coste humano de estos resultados.
Innumerables modelos se ocupan de adoptar aproximaciones en torno a la eficacia. Todos ellos han generada marcos de trabajo tremendamente útiles que muchos utilizamos a diario. No obstante creo que la evolución de la gestión de equipos ha estado fundada durante mucho años en el desarrollo de habilidades centradas en su mayor parte en la lógica de la eficacia. De hecho sigue siendo así en la aplicación y el uso actual que se hace de los modelos de innovación de negocio existentes (Lean Startup, Design Thinking, Customer Development, por citar solo algunos). Muchas aplicaciones de estos modelos tienden a desligar la técnica de negocio y la realización de las personas contribuyendo -sin a menudo quererlo- a deshumanizar la actividad y la conexión con esa felicidad. Añado además que pertenezco a ese grupo de facilitadores que emplean estos modelos para realizar precisamente todo lo contrario. Por lo que -como siempre- el problema nunca está en la herramienta sino en la actitud y visión con que la utiliza el obrero. Ese es siempre el valor diferencial a la hora de lograr cambios. No es que exista un modelo perfecto para el cambio sino una actitud adecuada para él.
Considero impecable la lectura que realiza Eugenio Moliní sobre la realidad profesional que vivimos. Es conocido entre los agentes de cambio por generar un modelo de facilitación perfeccionado sobre la base de treinta años de experiencia internacional, que ha denominado cambio intencional. Eugenio realiza una afirmación que ayuda a comprender nuestros entornos de trabajo y las relaciones que establecemos con ellos. Suele decir que la lógica de las empresas se desarrolla y entiende en clave de eficacia y que la lógica de las personas se desarrolla y entiende en clave de felicidad. Son dos velocidades y dos modelos de comportamiento que debemos cuidar.
Personalmente creo que los modelos conocidos hasta ahora de desarrollo y construcción de equipos están cargados en exceso de lógica de eficacia y muy poco de lógica de felicidad. Parece que tenemos que sacrificar nuestra lógica (felicidad) para alcanzar una lógica común (eficacia). Seguro que muchas personas a tu alrededor no se siente realizadas con lo que hacen fruto de presentar la relación entre ambas velocidades como una fricción continua que a la larga genera un profundo desgaste intelectual, emocional y en general humano. Sin embargo aquellos que facilitamos cambios trascendentes nos focalizamos en entender la relación entre eficacia y felicidad como complementaria. Entender la dependencia social y grupal entre ambas es muy necesario para favorecer lo que denomino equipos de ALTA MADUREZ.
Desde hace pocos años mi trabajo consiste en hacer fluir el diálogo constante entre ambas lógicas para generar realidades sostenibles. El encuentro de ambos intereses favorece transiciones culturales hacia realidades más humanas y honestas. Así lo he experimentado y facilitado en diferentes organizaciones. Asumir que la consecución de objetivos depende de que casemos ambos ejes creo que es la clave de cualquier nuevo comienzo. Las organizaciones se crean para trabajar en torno a la eficacia (compartir recursos e intereses para conseguir resultados) y las personas buscan siempre la felicidad (realización, reconocimiento, identidad,…)
No olvidar esta reflexión de Moliní es el primer paso hacia el desarrollo de equipos efectivos.
SEGUNDO EJE DE REFERENCIA: APRENDIZAJE + CAMBIO
Hoy, no más que nunca sino como siempre, las organizaciones que logran equipos efectivos requieren además un segundo eje de referencia. Se trata de hacer que el aprendizaje se desarrolle en un clima continuo que favorezca cambios reales (mejoras sobre la realidad actual). Una forma de lograr dibujar un entorno sencillo y efectivo de trabajo fue formulada hace muchos años por las geniales Victoria Marsick y Karen Watkins en A framework for the learning organization (American Society for Training and Development, 1996). Ellas tradujeron a un lenguaje de cambio directo (comprensible y práctico para todos) y trascendente (transformador en sí mismo) los trabajos previos de Senge, Burgoyne y otros. Esta es la figura que representa ese trabajo:
A partir de muchas de las premisas que contiene este gráfico anterior de ORGANIZACIONES QUE APRENDEN, han ido surgiendo múltiples marcos de trabajo orientados al desarrollo organizacional. Muchas de las palabras que contiene suelen ser utilizadas en modelos y prácticas de cambio. La mayoría de intervenciones que realizamos en la iniciativa tienen por objeto promover descubrimiento, crear oportunidades de aprendizaje, empoderar a las personas en la búsqueda de una visión común y crear espacios para compartir y capturar aprendizaje. A la suma de todo esto, Marsick y Watkins lo denominan EQUIPO en lo que se conoce como perspectiva integrativa. Y como puedes observar se llega a él a través del aprendizaje y cambio continuos. Practico a diario esta aproximación al concepto de equipo que genera ORGANIZACIONES QUE APRENDEN y comparto que es altamente eficaz.
NOTA:
Si el lector desea completar su aproximación a este segundo eje de referencia recomiendo la lectura de los siguientes papers:
The many faces of action learning. Victoria Marsick y Judy O´Neil (Management Learning, 1999)
El aprender haciendo (learning by doing) que viví en mi educación en Team Academy o lo que siempre se ha llamado aprendizaje por acción (action learning), ha generado durante muchos años diferentes escuelas de práctica. Este artículo las agrupa y explica en tres tipos: Científica, Experiencial y de Reflexión Crítica
The construct of the Learning Organization: Dimensions, Measurement, and Validation. Baiying Yang, Karen Watkins y Victoria Marsick (Human Resource Development Quaterly, volume 15, .1, spring 2004)
Recoge muy bien los trabajos de estudiosos hasta le fecha, las diferentes fuentes de pensamiento de las que bebe esta nueva forma de entender las organizaciones. Explica además cómo realizar una medición multidimensional de los procesos de cambio hacia estas nuevas realidades.
From the learning organization to learning communities toward a Learning Society. Victoria Marsick, Jeanne Bitterman, Ruu Van der Veen (Information Series no. 382 ERIC Clearinghouse on Adult, career, and vocational education, 2000)
Recoge en un solo paper los modelos sobre ORGANIZACIONES QUE APRENDEN de Marscick, sobre COMUNIDADES QUE APRENDEN de Bitterman y sobre SOCIEDADES QUE APRENDEN de Van Der Veen. Es sin duda un ejercicio extraordinario para entender el enorme papel e importancia que juega el aprendizaje en el desarrollo de entornos eficaces.
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por David Criado | Mar 5, 2014 | EQUIPOS y BIEN COMÚN
“El único momento en el que mi educación fue interrumpida, fue cuando estuve en la escuela”
Winston Churchill
Hay una gran cantidad de speakers y divulgadores dedicados a difundir las bondades de las nuevas corrientes pedagógicas. Sobre el terreno, somos pocos -realmente pocos- los que estamos dedicándonos a remar e izar las velas en estas nuevas corrientes. Por “nuevas” entiendo aquellas que tienen menos de 60 años desde su formulación. Casi todas las corrientes más radicales de aprendizaje (conectadas a emoción, vocación y voluntad) tienen aproximadamente 35 años aunque es importante recordar que muchos modelos que hoy vemos como revolucionarios fueron formulados hace 80 años. Eso en el establishment pedagógico y la mentalidad educativa no es ya innovación sino revolución. No por nada, sino porque al ser humano le cuesta mucho acoger nuevos modelos de lo que Piaget denominaba “saber hacer cuando no se sabe qué hacer”.
Aunque en este blog ya hemos hablado bastante acerca de muchas de estas interesantes aproximaciones, nunca hemos hablado de la propuesta de Guy Claxton. Pese a ser experimental aún tengo personalmente mucha fe en ella. Como siempre recordamos, se trata de un método, un marco de trabajo, una herramienta, por lo que no es conveniente idealizarlo ni adaptar la realidad a él sino emplearlo como ayuda para comprenderla y trabajar con ella. Recordad que lo útil no es trabajar desde la herramienta sino desde la realidad. No nos cansamos de repetirlo.
Puede que a estas alturas del artículo (en el tercer párrafo) el lector o lectora que desarrolla su actividad en entornos de trabajo, considere que nada de esto tiene que ver con él. Sin embargo tal vez este sea el momento en el que deba señalar que en la actualidad es imposible disociar lo que denominamos “trabajo” de lo que llamamos “aprender”. Por mucho que quieran algunos modelos tayloristas de gestión empresarial que todavía sobreviven en el mercado, no es útil, beneficioso ni productivo practicar esta disociación. Por ello recomiendo al lector o lectora, sentarse y leer esto para interiorizar qué es el poder del aprendizaje y cómo puede utilizarlo en su trabajo, familia o vida personal.
LA NUEVA ESCUELA
Claxton es un tipo peculiar. Solo puede serlo alguien con este cargo: co-director del Centre for Real-World Learning (Centro para el Aprendizaje del Mundo Real) de la University of Winchester. Los tratados de Claxton acerca del aprendizaje le sitúan como una de las grandes referencias en creatividad y desarrollo de habilidades en la escuela. The learning powered school (2011) es un libro en el que muestra algunos de los avances que algunas escuelas pioneras han estado realizando para mejorar las capacidades de aprendizaje de sus alumnos. Tenéis un breve resumen aquí. Recomiendo especialmente leer también esta reseña sobre los cambios de relaciones padres-profesores y alumnos respecto a lo que verdaderamente importa (el denominado “aprendizaje permanente” que ha sido tradicionalmente obviado en las escuelas): School as a foundation for lifelong learning: The implications of a lifelong learning perspective for the re-imagining of school-age education (2009)
Durante su carrera, Claxton ha estad preocupado no tanto por las materias de aprendizaje sino por resaltar el hecho de que aprender a aprender es por sí solo un tipo de inteligencia fundacional de cualquier otra. Su interés por mejorar el curriculum educativo del alumno y las capacidades de los profesores para enseñar a aprender, ha sido continuo.
EL PODER DEL APRENDIZAJE
En nuestras organizaciones y entornos de desarrollo sería importante conocer de qué depende que las personas sean capaces de mantener una mentalidad “aprendedora”, algo así como una actitud que les permita desarrollarse en un entorno cambiante como el actual. Lo que nos dicen los teóricos de la teoría del Poder del Aprendizaje es lo siguiente:
- El poder del aprendizaje es eminentemente práctico y no revelado.
- El poder del aprendizaje no es solo intelectual, sino que está asociado, entre otras muchas cosas, a la resistencia emocional ante la adversidad o la frustración.
- La facultad de aprender no es monolítica sino que está asociada al resto de capacidades.
- Los elementos de poder son disposiciones (Perkins), hábitos de la mente (Costa) o capacidades (Claxton) en lugar de habilidades. No se trata de que una persona sea o no hábil para aprender. Eso no existe. Se trata de que esté o no orientada a aprender y de cómo podemos facilitar esa orientación. Las personas orientadas al aprendizaje son susceptibles de detectar y aprovechar mejor las oportunidades y de encarar con más garantías los desafíos incluso cuando no están completamente seguras del éxito.
- El fomento del poder del aprendizaje es una capacidad de desarrollo fundamental para mantener el aprendizaje permanente en una persona.
El marco de trabajo de Claxton se denomina Building Learning Power y contien 17 capacidades de aprendizaje agrupadas en torno a cuatro disposiciones: RESILIENCIA, INGENIO, REFLEXIÓN y RECIPROCIDAD. Considero que este marco de trabajo es también aplicable a entornos de desarrollo profesional y especialmente útil cuando queremos configurar espacios de creación de valor equilibrados en los que las necesidades de las personas y las de la organización caminan de la mano:
El anterior lienzo tiene una gran cantidad de puntales que resultarían necesarios y útiles en procesos de cambio organizacional. A l largo de mi vida profesional he encontrado deficiencias o carencias en muchas de estas capacidades y por ello creo que puede ser un genial mapa con el que guiar a los equipos hacia el equilibrio. Desde la iniciativa trabajamos siempre sobre la idea de desempeño enfocado a la alta madurez. La idea de “madurez” nos parece más beneficiosa para las organizaciones a medio y largo plazo que la de “rendimiento” que también trabajamos pero que no consideramos nuclear al tratarse de un enfoque cortoplacista y limitado que no ayuda a romper fronteras ni creencias.
Las anteriores capacidades y disposiciones se encuentran más detalladas en el siguiente lienzo de LOS MÚSCULOS DEL PODER DEL APRENDIZAJE, un breve resumen gráfico que es también obra de Claxton con el fin de hacer más accesible la práctica pedagógica de la teoría:
Como puedes ver, el modelo formula el entrenamiento en ese hábito de aprender a partir de sentir, pensar, gestionar y relacionar. La reflexión poderosa viene cuando intentamos extrapolar este modelo a nuestro ámbito diario de trabajo y frecuentemente contemplamos como dedicamos mucha energía a gestionar, incluso en algunos casos a pensar (en exceso o en defecto) pero casi nada a sentir y relacionar. Incluso yo apuntaría a sentirnos y relacionarnos.
Aquí tenéis otra aproximación escrita al modelo.
APRENDER A APRENDER
En el genial blog ignite teching nos cuentan cómo aplican algunas de las teorías de Claxton a las escuelas. Se trata de emplear las 4 Rs del Poder del Aprendizaje y articular un nuevo curriculum docente en la escuela. Nosotros creemos que el modelo representa un gran reto para las escuelas y los profesores pero que puede ser enormemente útil como un marco de trabajo y referencia para alcanzar ese PH organizacional adecuado del que siempre hemos hablado.
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por David Criado | Mar 5, 2014 | EQUIPOS y BIEN COMÚN
Gracias al fantástico documental El código de la Amazonia: la gramática de la felicidad que hoy televisaban, descubro con fascinación a los pirahã. El descubrimiento me ha dejado perplejo y creo que las implicaciones de este hallazgo realizado hace años son enormes para muchos pilares del conocimiento humano, disciplinas científicas y profesiones.
En la ribera del río Maici, en la selva amazónica, una extraordinaria tribu de unas 200 personas habla aún hoy en día un lenguaje cuyo descubrimiento ha agitado a la comunidad científica de lingüistas y antropólogos. En 1977 Daniel Everett descubrió en su forma de vida y su lenguaje un maravilloso fenómeno que le llevó a vivir en sucesivas estancias cerca de 25 años en continuo contacto con esta comunidad. De confirmarse los estudios de Everett, muchas de las teorías que una gran cantidad de personas empleamos para comprender al ser humano quedarían prácticamente pulverizadas. Como profesional del cambio, trabajo sobre la base de algunas teorías científicas (basadas en psicología, lingüística, sociología, filosofía,…) que tenía por universales pero que sencillamente no serían aplicables a esta milagrosa tribu. El hecho cierto es que esta comunidad completamente aislada del resto del planeta ha vivido en aparente felicidad durante un número ignorado de generaciones hasta la aparición de Daniel. ¿Y por qué no sabemos cuantas generaciones?. He aquí el gran descubrimiento:
El lenguaje de los pirahã no tiene números, ni tiempos verbales, ni pronombres, ni subordinadas. No existen tampoco conjunciones. La comunicación entre ellos se produce mediante la combinación de 8 consonantes (7 para las mujeres) y 3 vocales. Pero estos hechos no son solo importantes a nivel exclusivamente gramático sino por sus implicaciones en la forma de entender la vida y las relaciones interpersonales y con el mundo. En otras palabras, la inexistencia de todos estos elementos comunes al resto de 6000 lenguas de la Tierra, representan la falta de necesidad de esta tribu para complicarse más la vida. Y esto es algo revolucionario. Las conclusiones inmediatas de los estudios demuestran que los pirahã tienen una forma peculiar de entender la vida:
- Viven exclusivamente en el presente. El interés que muestran es un interés en lo que son, en su entorno y es un interés AHORA. No es que cada persona carezca de memoria de lo que ocurrió en su vida personal, sino que solo habla y actúa en función de lo que AHORA ocurre. Por eso no comprenden conceptos o ideas como “pasado” o “futuro”. Solo comprenden lo que pasa en ese mismo momento y tienen la única necesidad de hablar solo de eso.
- La sociedad está basada en la evidencia. Como consecuencia de vivir y hablar en el presento, aquello que no existe sencillamente no puede ser inventado. La “invención” es algo ajeno a los pirahã. Esto facilita que la comunicación y el afecto en la tribu fluya sin ningún tipo de trabas derivadas de sentimientos complejos o moralidades colectivas.
- No hay memoria histórica individual y colectiva. A excepción de lo que ocurrió hace días, semanas o puede que meses, su mente no retiene lo que ocurrió “hace mucho” y por tanto su lenguaje no tiene necesidad de expresarlo. Ningún pirahã sabe recordar los nombres de sus cuatro abuelos. Este es el nivel de importancia del pasado.
- Su vida está basada en experimentación pura. Sería la única comunidad en el planeta capaz de no necesitar oraciones recursivas (complejidad gramatical) ya que solo relatan lo que está pasando. Un pirahã en el documental para explicar que echa de menos a Everett tan solo hace referencia a que “no está aquí”, “nos gusta que esté aquí” y “es querido por nosotros”. En coaching en muchas ocasiones llamamos a esta capacidad para expresar lo que queremos “lenguaje asertivo” e “inteligencia emocional”. Sin embargo para los pirahã expresar esto de este modo es algo natural. Nadie les educó en lo complejo, nacieron y viven en lo simple.
- No entienden el concepto de Dios. No entienden la necesidad de algo superior que vele por ellos porque lo que les está ocurriendo es lo que saben que está ocurriendo. No existe necesidad de trascendencia sino una simple necesidad de expresar lo que simplemente ocurre AHORA.
- El deseo por algo que no es, piensan o sienten ahora es algo que no existe. Esta incapacidad de proyectar pulsiones de la propia realidad sobre una realidad deseada, impide la generación innecesaria de expectativas y en consecuencia, grandes frustraciones. Su forma de entender el mundo tiene foco en lo que “es el mundo”, no en lo que quieren que sea.
- No comprenden la existencia de un cielo o un infierno. Su lenguaje no tiene tiempos verbales pasados o futuros porque para ellos disfrutar del presente es la única opción posible para la realización individual y social. Ni siquiera se plantean grandes valores ni expectativas porque su lenguaje no es generativo ni recursivo. Tan solo
- No comprenden los números porque no necesitan contar. En el documental se puede ver claramente cómo ante diferentes anzuelos, el lingüista les pregunta “¿cuantos hay?” Y ellos responden “unos cuantos”, “solo unos pocos”, “una gran cantidad” y “muchos” pero son incapaces de emplear la aritmética más básica. Investigaciones del MIT plantean que puede ser la única tribu que no posea aritmética. De nuevo es una incapacidad por falta de necesidad. Una madre no sabe a ciencia cierta si tiene 2 o 3 hijos porque no es importante para ellos la cantidad de hijos que tiene, pero sabe cómo se llaman y su modo de pensar se articula en ellos como personas, no como suma o adición de conjunto.
- No existe la ficción. Esto para alguien como yo y para cualquier occidental resulta duro de reconocer ya que nos hemos educado con novelas, historias, mitos, leyendas y en general todo tipo de imaginaciones. Sin embargo los estudios tanto de Everett como de universidades posteriores demuestran que no existen testimonios de que los pirahã hablen de algo que no existe o es cierto si no es para favorecer la risa. Everett explica que a menudo mienten pero es solo porque tienen un exquisito sentido del humor, no porque sean capaces de generar realidades ficticias. Igualmente detalla que esto no implica que pueda “cuestionarse su inteligencia o la riqueza de su conocimiento”.
Con independencia de las creencias que cada uno podamos profesar, resulta interesante ver como Dan Everett pasó de ser un misionero cristiano de 25 años que fue a evangelizar a los pirahãs a ser un ateo tras décadas de contacto con la tribu. No es de extrañar que el clima de felicidad continua de esta comunidad pueda llegar a generar ciertas dudas en cualquier creyente. Sobre todo cuando la simple convivencia feliz de la comunidad está basada en la presencia, la evidencia, la dependencia de la naturaleza y la expresión sincera de sus emociones
La existencia de los pirahãs demuestra que se puede vivir sin necesidad de una gran complejidad cultural pero con una enorme riqueza vital. “No les preocupa lo que van a comer más tarde porque saben perfectamente que pueden ir al río y pescar peces. Dejan que cada actividad la dicten sus necesidades del momento y no las preocupaciones sobre el futuro o el conocimiento del pasado. Viven en el presente” afirma Everett. Esta actitud implica la ausencia de preocupaciones, la relajación y la dificultad intrínseca de generar conflictos en este entorno. Además no necesitan planificar a largo plazo sino ir paso a paso, cubriendo objetivos concretos y medibles.
De modo que si intentáramos enseñar cualquier filosofía ágil y lean a los pirahãs probablemente no estaríamos aportando nada nuevo ;)))
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FUENTES:
El reportaje de un periodista:
El increíble lenguaje de la tribu de los pirahãs. Íñigo García, El Mundo, 08/05/2007
La duda respecto a cómo afrontan los conflictos:
How do you say “disagreement” in pirahã? Jennifer Schuessler. 21/03/2012 New York Times
La opinión de un filólogo y un filósofo sobre el fenómeno:
El enigma de la lengua pirahã. Zoltan Zato del Corral. 31/10/2013 en la revista online IWRITE Magazine
Don´t sleep with snakes. 12/12/2008. Carlos Muñoz Pérez en su blog Biolingüística: sobre los fundamentos biológicos del lenguaje
Las tesis de Dan sobre los pirahãs:
Cultural Constraints on Grammar and Cognition in Pirahã: Another Look at the Design Features of Human Language. Daniel L.Everett. CURRENT ANTHROPOLOGY Volume 46, Number 4, August-October 2005
Cultural Constraints on Grammar and Cognition in Pirahã: Another Look at the Design Features of Human Language. Daniel L.Everett. CURRENT ANTHROPOLOGY Volume 46, Number 4, August-October 2005 (versión de la Universidad de Berkeley)
Number as a cognitive technology: Evidence from Pirahã language and cognition. Frank, Everett, Fedorenko y Gibson
Una presentación esquemática de sus implicaciones:
Pirahã Exceptionality: a Reassessment. Andrew Nevins (Harvard), David Pesetsky (MIT), Cilene Rodrigues (Universidade Estadual de Campinas)
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por David Criado | Feb 28, 2014 | EQUIPOS y BIEN COMÚN
“- La chica por primera vez actuó por su cuenta.
– Un buen gesto del que puede arrepentirse, Holmes.
– No lo creo, Watson. Hay un nuevo espíritu en el aire. los viejos tiempos de la codicia y el ansia pasan a la historia. Empezamos a pensar en lo que debemos a los demás y no en lo que estamos obligados a darles. Llegará un momento, Watson, en que no seremos capaces de llenar nuestros estómagos mientras otros pasen hambre, en que no podremos dormir caliente si otros tiemblan a la intemperie, en que no nos arrodillaremos ante lujosos altares a agradecer a Dios sus bendiciones, mientras en cualquier otro lugar queden hombres de rodillas sometidos física y espiritualmente” (1)
(Sherlock Holmes faces Death, Neill, 1943)
HALLAR LA VIDA EN LOS ENTORNOS DE TRABAJO
Me encantaría vivir. Lo deseo tanto que ya empecé a hacerlo. Tres décadas encendiendo y apagando el fuego de forma que siempre quede alguna brasa viva para que no muera el calor. Porque al igual que las el famoso detective, tu y yo enfrentamos muchas tribulaciones a diario. Hoy tan solo hablaré de lo más básico.
Cuando entro a una organización en España me cuesta mucho hallar la vida. Ese trozo de sentido que nos conecta con lo que estamos haciendo y nos devuelve dignidad, integridad y valor al conectar con la naturaleza de las cosas. Por eso las mejores propuestas de cambio que presentamos están basadas en devolver la vida a los entornos de desarrollo en los que pasamos gran parte del tiempo (educación y trabajo) Nos cuesta tanto hacerlo porque hemos trabajado intensivamente durante siglos para dejar la vida fuera de esos entornos. Salvo raras e inspiradoras excepciones, este comportamiento ha sido universal.
Hay cosas que vivimos cada día y que obviamos pero sobre las que es necesario trabajar para cualquier mejora real de estos entornos:
EL SÍNDROME DE LA ENFERMERA LOCA:
Suelo hablar mucho sobre la enfermedad del método, quizás el mal vírico más extendido en nuestra sociedad. Dos patologías asociadas:
- Personas que deciden que necesitan un método y limitan su vida a estar continuamente buscándolo.
- Personas que fabrican un método y limitan su vida a estar continuamente aplicándolo.
Cuando era aún más pequeño, salíamos al recreo en mi colegio y siempre ocurría algo. Eramos cientos de niños corriendo de un lado a otro y era normal que ocurrieran continuamente cosas. Pasara lo que pasara -rotura de ligamento, dolor de cabeza, vómitos, contusiones- cuando ibas a la enfermería a curarte siempre había una enfermera que te daba una aspirina y te decía “Vuelve al patio, si vuelves a encontrarte mal, vuelve a por otra”. Un buen día me rompí el brazo en un brutal choque con otro muchacho y cuando fui a la enfermería solo rezaba para que se hubiera acabado la caja de aspirinas y a alguien se le ocurriera llevarme al hospital. Afortunadamente aquel día la enfermera estaba enferma.
Sonríes pero no dejamos de vivir esto a diario.
HUMANIZAR A LAS PERSONAS
Podemos reconectar con lo que hacemos para vivir realmente lo que somos. En septiembre de 2011 escribía sobre mi reto autoimpuesto de cambiar entornos de trabajo desfasados. En febrero de 2013 lo hacía sobre las dos velocidades a las que diariamente nos estamos enfrentando. Ese modelo de consultoría simbiótica y artesana tiene mucho que ver con esos dos verbos: reconectar y vivir. Como empleados, ante la incapacidad de percibir la riqueza de nuestra actividad, a menudo mecánica y poco vinculante, necesitamos a personas que se quiten el polvo de la ética heredada y se atrevan a formular nuevos caminos. El verdadero problema al que se enfrentan las personas que dirigen equipos repletos de activos intangibles, es que ningún alma ha sido nunca estándar. Podemos procedimentar la fábrica pero no podemos domar a nuestro instinto. Para reconectar con lo que hacemos es necesario comprender y ser consciente de algunas dimensiones tradicionalmente maltratadas. Hablo de las emociones, de la creatividad y del cambio. Y para no caer en el discurso, lo prioritario nunca es imponer sino consultar. Una vez me dijo un jefe en una conocida consultora: “Prepara un power point para vender al cliente” Yo pregunté “¿un power point sobre qué?” Y él respondió “¿Cómo que sobre qué? Un power point de venta”
Sonríes pero no dejamos de vivir esto a diario.
CUANTO MÁS ALTO SUBES, MÁS FRÍO HACE
Me llama la atención una historia que viví hace relativamente poco en mitad de una sesión. Un directivo me comentó que se encontraba cada vez más solo a medida que su carrera profesional mejoraba. Me dijo que no entendía porque lo mismo que hacía antes no podía servir ahora. Yo le pregunté si alguna vez había subido una montaña. Me respondió que sí. Le pregunté luego si había subido abrigado. Me respondió que sí pero que no durante todo el trayecto. Le dije que seguramente habría sido debido a que cuanto más alto subía, más frío hacía. Me respondió que sí. Le pregunté qué había hecho para evitar el frío. Me respondió “abrigarme”. Siendo así -le dije- piensa que tu organización es igual que esa montaña. Y mi única pregunta es ¿Por qué no quieres abrigarte?
Incluso en medio del continente africano, donde el sol es parte de la tierra, se alza siempre una gran montaña. Incluso allí se cumple que cuanto más alto subes, más frío hace. El frío del líder tiene varios nombres pero ninguno tan continuo como este: SOLEDAD. Nadie que no sepa gobernarse puede gobernar a otros. Todo el que emprende un cambio o toma una decisión tiene que encarar su propia soledad. En la genealogía épica de la literatura universal, el héroe solo encuentra a otros tras haberse encontrado a sí mismo. Si quieres liderar algo, tu mayor frío será la soledad.
Sonríes pero no dejamos de vivir esto a diario.
LA DIFERENCIA ENTRE MOJAR LA CAMA Y EXPLICARLO
De lo que más orgulloso me he sentido en mi vida, puede ser sin duda dejar de moja la cama por las noches cuando era aún más pequeño. Hoy algunos idiotas hablan siempre de autonomía, maestría y propósito como un gran descubrimiento de la innovación empresarial. Yo descubrí claramente la diferencia cuando dejé de mearme encima. Alguien vino y lo explicó con tres palabras para ganar dinero con ello, eso es lo que marca la diferencia. Lo mejor de la jugada es que seguro que has dejado de mojar la cama al igual que él pero es el quien te cobra y tu eres quien le paga. Solo porque él sabe explicarlo.
Sonríes pero no dejamos de vivir esto a diario.
LA VOLUNTAD DE IR RÁPIDO O LEJOS
Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres ir lejos, procura estar acompañado. Cuando el contrario de “rápido” deja de ser “lento” y empieza a ser “lejos”, ya has crecido mucho.
Sonríes pero no dejamos de vivir esto a diario.
LA LIBERTAD DE ACEPTAR OBSTÁCULOS
La auténtica liberad es la enorme capacidad que albergas para construir tu realidad. Es una energía sorprendente y viva que no deja jamás de sorprendente si te sabes dar a ella. Dice el maestro Andrés (2000) que la libertad es una forma de practicar la verdad salvaje. Los mayores expertos en seguridad e inteligencia militar saben que la cárcel más inteligente del mundo eres tu mismo. La guerra psicológica es por eso una práctica frecuente en interrogatorios. Atacar lo físico es inútil porque el edificio de la verdad siempre está dentro. Liberarte o condenarte son, en este sentido, elecciones que dependen casi por completo de ti mismo. Frankl, wapu y Mandela hablaron de esta enorme ventaja que poseemos los seres humanos por el mero hecho de tener conciencia y capacidad de decisión sobre lo que hacemos. El mayor esclavo no es aquel que permanece encerrado sino aquel que generalmente cree ser completamente libre. Conocer cada celda de nuestra propia cárcel nos habilita tan solo a no vivir nunca encerrados en una cárcel de otro. Y esto, créeme lector, es también un enorme paso. En cualquier persona, la única vía de liberación es -así lo creo- la presencia. Cuando alguien me pregunta qué necesita hacer para superar algo, mi primera respuesta siempre es ACEPTARLO.
Los atletas menos exitosos en salto de obstáculos son aquellos que no aceptan que existen obstáculos. Hay varios gags televisivos de humor a este respecto. En ellos aparecen atletas que llegan a la meta con las vallas enganchadas en su cuerpo porque se negaron a saltarlas. Les entrevistas preguntando qué creen que ha ido mal en la carrera y ellos responden “las inclemencias del tiempo, la gravedad, la inclinación de la pista,…” La realidad es que uno puede llegar a la meta con el pecho roto de haber comido vallas sin asumir que simplemente tenía que saltarlas o bien puede aceptar que existen y saltarlas.
Sonríes pero no dejamos de vivir esto a diario.
EL FOCO
Solo aprecias lo que sabes cuando sabes lo que aprecias. Suelo recomendar no leer nada, no hablar de nada, no ver nada y no pretender nada si alguien que está perdido tiene la necesidad real de aprender -cuando así lo necesite- a encontrarse. La gente sabia vive fuera porque nace continuamente dentro. Pensar mucho en algo es en realidad no vivirlo demasiado. La única objeción es que no se puede vivir demasiado o tremendamente poco, solamente se puede vivir o decidir no hacerlo. Todo funciona mejor para tí cuando asumes que las mejores respuestas están dentro. Solo así sabrás valorar lo que sucede fuera y aceptarlo. Aceptar algo no es someterse a ello, es tan solo reconocer que está ahí y que realmente existe. Y a menudo superarlo no tiene nada que ver con huir de ello o abandonarlo sino con saber vivir con ello. Nuestras organizaciones están llenas de personas que viven la parálisis por análisis. A menudo hallar el foco es dar un golpe de estado creativo en una mesa repleta de prejuicios.
Sonríes pero no dejamos de vivir esto a diario.
EL VIAJE
Lee esto detenidamente si te estás planteando un cambio en tu organización o en tu propia vida: En el triple axial de la voluntad y del deseo formado por el QUIERO, el PUEDO y el DEBO; cualquier proceso de cambio -cualquiera- tiene siempre este orden de prioridades:
Al principio de un cambio (el planteamiento):
1.- QUIERO 2.- PUEDO 3.- DEBO
En mitad del cambio (la ejecución):
1.- PUEDO 2.- DEBO 3.- QUIERO
En el momento de consolidar el cambio (la conciencia):
1.- DEBO 2.- QUIERO 3.- PUEDO
Hay un viejo cuento que habla de un hombre que intentaba cruzar un río continuamente pero no podía. Un anciano se paró a su lado y le dijo:
– Muchacho, ¿Qué te ocurre?”
Y el joven respondió:
– DEBO cruzar el río.
El anciano, sorprendido, cruzó el río para demostrarle que no había peligro. El joven le preguntó cómo lo había hecho y el anciano respondió:
– Al principio QUERÍA cruzar el río y empecé a hacerlo. Luego PUDE cruzar el río y lo crucé. Solo entonces supe con certeza que DEBÍA haberlo hecho.
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NOTAS:
(1) Este pequeño diálogo pertenece a la sexta entrega de las fantásticas aventuras de Holmes rodadas por los Universal Studios. Llegó a las salas de cine de EEUU e Inglaterra en mitad de la Segunda Guerra Mundial. Este diálogo épico lleno de referencias indirectas a la situación en el mundo, era uno más de las innumerables llamadas a la acción que en la época proliferaron en los guiones. Con la colaboración directa de los estudios cinematográficos, el departamento de defensa de EEUU y el ministerio de la guerra británico tiñeron de heroicidad la práctica totalidad de películas de la época. Nadie ignoraba el enorme poder que ya entonces tenían los formatos masivos de consumo cultural en la mentalidad de la población. Basil Rathbone y Nigel Bruce llegaron a aparecer aquel año tres veces en las carteleras de cine interpretando 3 de las 14 películas que en total rodarían dando vida a la mejor pareja de Holmes y Watson de la historia del cine negro.