Escuchando mi lista de reproducción de repente ha saltado la obertura inicial de la BSO de The fiddler on the roof (Norman Jewison, 1964), una de mis peliculas favoritas que continuamente repongo. Se trata del momento en el que Tevye nos presenta su pueblo y sus costumbres. La acción está ubicada supuestamente en «a little village of Anatevka»
Aunque siempre he disfrutado de esta comedia musical como un guiño crítico desde el absurdo hacia la historia más reciente de las sociedades occidentales; nunca me había parado a pensar que la letra de la canción es especialmente aplicable a las organizaciones que sufrimos a diario.
El sentido de TRADICIÓN, la fe ciega en dogmas inexplicables y la descripción de la vida relacionalmente coercitiva son conceptos con los que me he encontrado a lo largo de mi vida laboral y son especialmente significativos en nuestro paradigma fábrica (corto plazo, irreflexión, falta de sostenibilidad). De hecho el propio Tevye justifica de este modo la aparentemente inexplicable presencia de un violinista en un tejado:
«A fiddler on the roof…Sounds crazy, no? But here, in our little village of Anatevka, You might say every one of us is a fiddler on the roof. Trying to scratch out a pleasant, simple tune without breaking his neck. It isn’t easy. You may ask, why do we stay up there if it’s so dangerous? Well, we stay because Anatevka is our home. And how do we keep our balance? That I can tell you in one word! TRADITION!»
Es genial: Simplemente alguien decidió que un violinista en un tejado era algo que debía pertenecer a la tradición y que por ello estaba justificado de facto. ¿Os recuerda a algo esta asunción incuestionable del discurso? Yo he salido de varias organizaciones y equipos porque todo su sentido crítico estaba basado en la elección innovadora de un nuevo color de corbata.
El símil del violinista me recuerda a una historia que escuché recientemente. Este sábado Paco de obsoletos.org, en medio del segundo encuentro de reflexión #nuevaciudad planteaba -entre otras aventuras fascinantes- que de pequeño soñaba que Felipe González llegaba al Congreso de los Diputados y que nadie le conocía. Los guardias le pedían el DNI para entrar y él decía «Soy Felipe González» y ellos le respondían «Muy bien, pero deme usted el DNI». Al decir que era presidente, le escoltaban a la salida y nadie le otorgaba credibilidad porque nadie le conocía. Al no conocerle nadie, no podía hacer nada, aceptaba su condición y se iba a casa.
De algún modo, la autoridad no existe sin la fe ciega en la autoridad y en los hechos que «te vienen impuestos». En el momento en el que se rompe el status quo, el sistema quiebra. La reflexión es pareja, en mi opinión, a la estrategia de acción no violenta de la que Jean Marie Müller y otros tanto han hablado.
Igualmente en la película, la defensa de la TRADICIÓN para todo (dormir, comer, trabajar, vestir…) me recuerda mucho a los códigos deontológicos y corporativos de nuestra realidad empresarial más rancia. La película también habla de la perfección y la falta de sentido crítico-constructivo y sentido común en las comunidades:
«You may ask, how did this tradition get started? I’ll tell you.I don’t know. But it’s a tradition. And because of our traditions, every one of us knows who he is and what God expects him to do.»
Es decir, gracias a que tenemos una tradición común incuestionable (un discurso corporativo) todos sabemos quiénes somos y qué espera Dios (la empresa) de él. También se justifica la TRADICIÓN (el discurso corporativo uniforme) como el garante de un equilibrio social necesario. Y se hace referencia no solo al círculo inmediato sino a un sistema de NO INJERENCIA «Más allá de nuestro círculo están otros círculos. Nosotros no les molestamos a ellos y lejos de nosotros, ellos no nos molestan a nosotros. Y aún así tenemos una relación excelente». Y añade «Y por eso comerciamos y vivimos en una justa paz» mientras dos mercaderes mantienen una violenta discusión por la venta de un caballo. ¿Os suena esta doble moral o discurso basado en la competitividad? 🙂
Pero sin duda la genialidad de este comienzo de película está basada en que el propio lechero utiliza la figura del violinista en el tejado que utilizó para justificar las tradiciones, para decir que sin las tradiciones su vida sería tan inestable como la de… un violinista en un tejado!! 🙂 🙂
«Without our traditions, our lives would be as shaky as…As a fiddler on the roof!»
Ese es un regalo a modo de twitt largo para el foro de debate #twittrrhh organizado por mis amigos de Humannova en forma de Summer Mojito Party.
-¿Hueles eso?, ¿lo hueles muchacho?
– Qué?
-TALENTO, hijo. Nada en el mundo huele así. Me encanta el olor a TALENTO por la mañana. Una vez durante 12 horas hicimos un brainstorming y cuando todo acabó, entré. No encontramos ni un cadáver de esa burocracia de mierda. Qué pestazo a jerarquía quemada. Aquella sala olía a… VICTORIA
Me alegra compartir con vosotros el nacimiento de THINKALINA, viagra para tus ideas. Se trata de un medicamento iterativo que te permitirá revalorizar tu modelo de generación de valor a partir de herramientas, talleres y sesiones innovadoras. Está desarrollado en los laboratorios de Thinkers Co. y Vorpalina y surge de la unión de los dos focos de trabajo sobre los que hemos venido trabajando ambas iniciativas por separado.
El gran Rafa nos ha facilitado un gráfico que es muy ilustrativo sobre cómo trabajamos dentro de THINKALINA:
Abro aquí una serie de post sobre perfiles laborales sociópatas que creo que puede ser interesante de cara a evaluar por qué ocurren algunos de los fenómenos de endogamia ejecutiva que vive mi entorno inmediato.
A menudo en nuestras organizaciones vivimos la reposición continua de una especie de spin off recurrente de una famosa serie norteamericana. Hemos adaptado la realidad del muerto viviento a nuestro entorno laboral desde hace muchos años. De hecho somos precursores de esa ágil y proactiva forma de entender la conquista del mundo. Parecemos disponer de un gen innato y a menudo también hereditario y vírico al que conocemos de 9:00 a 18:00 h. como The Working Dead.
El working dead, conocido como el cabeza-gacha o el acongojado en algunos territorios, es un tipo (o tipa) enajenado que cumple con su trabajo sin apenas rechistar, asume lo que «le viene dado», no emite queja y sufre frecuentemente los abusos de un jefe bastante malvado a cambio de un loable derecho de pernada que todos conocemos como «nómina». El lema del working dead es, de hecho, TODO POR LA NÓMINA. Hasta el punto incluso de sufrir grandes trastornos antilaborales de la personalidad y llegar a anular su condición de persona en favor de la de número con gran orgullo. Hablando en lenguaje cotidiano, se trata de un contrastado caso de mosquita muerta latente que las mata callando. Sin embargo en ocasiones el working dead hace uso de alardes de rebeldía y se atreve a abrir la puerta a su jefe sin que éste se lo haya pedido. Estos graves momentos de tensión sostenida le generan no poco estrés que a continuación veremos como diluye:
Cartel promocional de FALLING DOWN (Un día de furia, Joel Schumacher, 1992) en el que se ve a un afamado working dead: Bill Foster
Desde los puestos directivos se aboga porque este tipo de perfiles mansos adquieran el mayor peso posible en las estructuras y equipos de trabajo. Sencillamente son útiles para asumir discursos impuestos ya que manejan una alta predisposición al conformismo. Durante años el working dead acumula una frustración diaria, minuto a minuto, proyecto a proyecto, hasta que encuentra una oportunidad de posicionarse directamente proporcional a la magnitud de las tragaderas que posee. Es en ese momento cuando manifiesta los primeros brotes de Síndrome de Estocolmocon sus antiguos secuestradores de vida propia o antiguos jefes working dead, a quienes antes temía pero no respetaba y con quienes ahora en el ejercicio de su nuevo poder, idolatra y empatiza . En este proceso de conversión de larva zombie a gran insecto viviente el working dead, ante su incapacidad y falta de responsabilidad para gobernar las situaciones de forma ética y respetable para todos, comienza poco a poco a justificar cualquier actitud autocrática o abusiva en las relaciones laborales. Es el momento en el que asume que lo importante es el fin, su fin, y que para ello vale cualquier medio. Su lema entonces crece: TODO POR LA NÓMINA PASE LO QUE PASE, CAIGA QUIEN CAIGA.
Pero sin duda si hay algo que caracteriza al working dead es su capacidad de camuflaje. En el gran reino laboral, estos especímenes representan uno de los mayores logros de la mímesis artificial autoinducida. El working dead se desaparece a sí mismo a su antojo y se repliega en su pequeño cubículo de vida ajeno a cualquier problema que no sepa resolver para mayor deleite del resto de su equipo. Como alcanza puestos directivos, presume incluso de esta capacidad ante el resto de mortales con las siguientes palabras: «Para mí delegar es básico. Establecer una relación de confianza con tu equipo es fundamental«. Detrás de estas bellas palabras se oculta, no obstante, una carencia de liderazgo y ejecución que nada tiene que ver con la habilidad de la delegación. Se trata, como podrán comprobar en sus organizaciones, de pura supervivencia. Durante tal vez décadas, como un pequeño camaleón en busca de su refugio confortable, logra sortear cualquier adversidad con su llave mágica: la sumisión. La enarbola como herramienta exitosa y hace uso de ella en cualquier situación límite o debate… si es que alguna vez es posible ver a un working dead en un debate.
El working dead jamás muestra de forma abierta o sincera ningún tipo de pasión ni apego por ninguna idea. No es que sea humilde, es que jamás se expone ni se enfrenta a ninguna situación clave que pueda resolver algo. Solo es propiedad de su nómina, a quien debe pleitesía y obediencia ciega hasta que otra nueva nómina la supla. El working dead es solo militante de sus intereses. Egoista, huraño e indirecto, reúne los requisitos fundamentales del líder liberal en un modelo de producción empresarial exitoso como el que la humanidad vive actualmente.
La mayor parte de seres laborales tienen un arma de supervivencia efectiva y eficaz. Nuestro working dead no podía ser menos en medio de la gran jungla laboral. Su arma de supervivencia es: EL MIEDO. Lo abraza como desposeido de cualquier otra esperanza. Lo utiliza antes de escalar arriba entre sus víctimas como una herramienta de contención y de defensa propia. Después, cuando ya está en lo alto y saciado, como herramienta de ataque. Una vez ha vivido con el miedo, lo más sencillo para él es provocarlo. En todas sus etapas de crecimiento el working dead tiende a adquirir compromisos sociales que le sojuzguen y sometan hasta casi anular su propia vida en favor de esos compromisos.
Sin embargo el más terrible caso de working dead, aquel que ya no puede cambiar su suerte porque tiene enraizado el carácter zombie en su interior, es el working dead que no evoluciona, el que siempre conserva su rutina opaca y miserable durante quizás la única vida que le será dada, el que acude cada mañana con la certeza de que todas las mañanas serán siempre fotocopias en blanco y negro de esa misma. Es el temible caso del working dead continuo. Es altamente peligroso ya que acumula una terrible furia interior que es capaz de matar cualquier tipo de sueño o cambio en su vida y ejercer una presión vertical y hacia sus lados que genere un clima vírico adverso.
Esto ocurre porque el habitat natural del working dead es la gran empresa y los equipos cuyos jefes avasallen o no sepan dialogar. Sus necesidades básicas son una silla, una mesa, un ordenador, cajoneras completamente vacías y horizontes sin fotografía de otros working dead familiares o posibles seres con los que pueda tener un vínculo humano afectuoso. Algunos compañeros, los mismos creativos y trabajdores de equipo que serán despedidos en cuanto ascienda el working dead, suelen llamarle «hombre gris» o «sinsangre». Pero el working dead es ajeno a cualquier tipo de vínculo durante su actividad diaria. Él solo teje y teje el tiempo sin contribuir a ningún otro progreso más que el propio hasta que le favorezca un cambio de aires o le sea pagada su falta de voz y de conciencia.
El working dead está ahí, pero tú no lo sabes, no lo espera, está acechando, forma parte de tus peores pesadillas. A menudo viste camisas dos tallas más grandes y pantalones colgantes con enormes cinturones opresores. No dice buenos días, no dice buenas tardes, pero está ahí. Si le tomas el pulso, está vivo. Si le riegas para que realice la fotosíntesis emitirá un pequeño quejido semejante a una protesta. Pero no es una planta aunque queda aparente a menudo en los despachos.
¿Es posible motivar a un working dead?, ¿Conoce usted un caso cercano de working dead?, ¿El working dead nace o se hace?, ¿Hay vida más allá del working dead?
El gran mensaje para el working dead es que sí, hay vida más allá de todo eso y es posible un cambio. La mala noticia es que hay que trabajar con los demás por ese cambio cada día 😉
AVISTAMIENTOS REALES:
Ejemplos famosos de working dead continuos, quizás la subespecie más agresiva y violenta en su interior de este perfil, son Bill Foster (cuya furia estalló en mitad de un atasco de tráfico en Falling Down o Un día de furia) y el extraño caso de Gregor Samsa, protagonista de La metamorfosis de Franz Kafka, que mutó en insecto por una frustración rutinaria acumulada que anuló el sentido de su condición humana.
Fachada del Centro Cívico de la Diputación de Málaga
El próximo día 24 de mayo tendrá lugar en Málaga una nueva experiencia #vorparoom de superación a partir del emprendimiento y la innovación. Una reunión de personas extraordinarias se dará cita en un magnífico edificio al oeste de la ciudad: el Centro Cívico de la Diputación Provincial de Málaga que está ubicado en la Avda. de los Guindos, 48.
Las experiencias #vorparoom nacen desde la iniciativa vorpalina y han reunido y puesto en contacto a más de 1000 personas de la malla social.
En estas experiencias, como sabéis, cada persona comparte sus sueños e inquietudes de forma abierta. Como sabéis en estos foros se abordan posibles colaboraciones y suponen un soplo inspirador de aire fresco para todos aquellos que intentan cumplir su sueño en un tiempo de crisis como este. La iniciativa vorpalina cuenta con la inestimable colaboración de Rubén Lirio, amigo personal y Director Comercial de Yerbabuena Software. Os detallo algunas bases de la experiencia:
El formato de experiencias #vorparoom está diseñado y pensado desde el emprendimiento para el emprendimiento.
El objetivo es establecer relaciones y conexiones de valor entre los asistentes pero ante todo motivar y lanzar un discurso de superación a la comunidad emprendedora de cada ciudad.
Es una experiencia independiente que no cuenta con ningún patrocinio al ser una experiencia autogestionada y basada en el intercambio recíproco de valor entre los asistentes
Se acude a título personal y de forma desinteresada. La utilidad es doble: conocer otras realidades diversas y aprender de ellas y favorecer un networking efectivo
La experiencia #vorparoom es mayoritariamente presencial aunque posee herramientas de comunicación online.
El formato #vorparoom es mayoritariamente expositivo (un 70%) pero incluye un espacio final en el que los asistentes comparten necesidades y ofertas (un 30%)
En #vorparoom se utilizan algunas dinámicas de equipo útiles para generar sinergias entre los asistentes.
La regla de oro es que haya comida. Como los #vorparoom son iniciativas de coste-cero (ver enlace a la derecha del blog BE VORPAROOM) la idea es que todo el mundo traiga algo sumando la aportación de todos, poder organizar una sesión informal.
Existe una estructura inicial adaptable a cada lugar que reúne los siguientes pasos:
Check-in iniciales (fundamental para conocernos con un pitch sobre nosotros de aprox. 5-10 min cada uno acompañado si se desea de multimedia),
Sesión de co-creación sobre un reto común que definimos entre todos utilizando métodos de prototipado ágil,
Diseño de cuadro con «APORTO» y «NECESITO» de cada uno de nosotros, 4) Cruce de necesidades y aportaciones para generar colaboraciones efectivas
Os agradezco como facilitador de la iniciativa vuestra asistencia. Os ruego que mandéis las solicitudes de asistencia al correo david @ vorpalina.org En breve publicaremos algunos de los asistentes confirmados.
En la recepción del hotel, había esta performance. Mi primera pregunta fue: ¿Cómo rediseñar la marca-españa en medio de un público pasivo? SOLUCIÓN: Esfuerzo compartido
De todas las notas que he tomado durante mi último viaje de aprendizaje, esta vez a Zaragoza, la primera de todas dice «Esto es una cuestión de pasión«. Para poder respirar por tí mismo, lo mejor es inspirar…a otros. El centro de operaciones del #minnteam ha sido durante unos días el Centro de Incubación Empresarial Milla Digital (CIEM). Allí hemos desarrollado un encuentro formativo y de conectividad para emprendedores, hemos trabajado en las dinámicas de equipo y establecido los nuevos retos para las próximas semanas. Allí también he conectado con algunos espíritus libres que están revolucionando el mercado maño y me he reencontrado con amigos. La experiencia ha sido buena aunque se me ha hecho corta y como siempre la he prolongado en Madrid con mi familia finlandesa. Esta semana ha sido un buen momento para unir a parte de mi red allí con el inspirador equipo del #minnteam. He recibido una noticia que me ha dejado KO y he dejado transpirar ideas para seguir fraguando mi camino. Hemos seguido construyendo equipo y delimitando hacia dónde queremos ir. Ahora viene la parte en la que reflexiono sobre por qué todo lo que estoy haciendo en todos estos lugares y ecosistemas es útil para mí, para mi equipo y para la sociedad en la que vivo.
A pesar de que todo el proceso es altamente invasivo tanto emocional como personalmente, o precisamente por ello, me gustaría hablar de por qué me he embarcado en esto. Sobre todo me gustaría poner en valor todo el camino de aprendizaje iterativo que estamos viviendo y compararlo con lo que algunos llaman «la puta realidad», que no es otra cosa que lo que no queremos que sea el mundo pero que no paramos de alimentar con nuestro esfuerzo. Manos a la obra:
CASO REAL
De vuelta a casa me encuentro con que parece que según los datos de Ranstad que confirman los de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, cuatro de cada diez trabajadores admite que el trabajo afecta a su salud en España. Debido a la coyuntura de crisis se han multiplicado los abusos y la organización del trabajo, en lugar de mejorar para aumentar la productividad, se ha desvirtuado por completo generando deterioro cognitivo y estrés laboral crónico. Investigando un poco más en la propia Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el trabajo y en ESENER, un programa que detecta los posibles nuevos y emergentes riesgos en la empresa, encuentro que basicamente los managers consideran que todo está perfecto y los trabajadores que todo es lamentable. Por otro lado parece que los datos en los países nórdicos hablan de una mayor vida saludable que los datos en España.
PRIMERA CONCLUSIÓN: Lo que hacemos y cómo lo hacemos no es saludable.
Al buscar la evolución del número de parados en España, dato que no es significativo de absolutamente nada por sí mismo, encuentro que en España se hacen dos mediciones paralelas del desempleo, dato que es completamente significativo por sí mismo. Las dos mediciones son La Encuesta de Población Activa por un lado y el registro del INEM por otro. Esta es la senda de creación de empleo que estamos logrando («estamos» me incluye a mí):
Diciembre 2008: 3.207.900 parados según EPA, 3.128.963 desempleados según INEM.
SEGUNDA CONCLUSIÓN: No estamos haciendo bien lo que hacemos.
Para ver qué estábamos haciendo a nivel político, he querido consultar las medidas de la Reforma Laboral mesiánicamente presentadas con el epígrafe «todos tenemos que hacer un esfuerzo». En esa consulta me he dado cuenta que nuestra tasa de paro es del 22,9% y que la del peor país por detrás de nosotros en nuestro entorno es la de Francia con el 9,9% de tasa de paro. Además en España hay un 48,7% de paro juvenil, casi el doble que la del segundo país a la zaga, Italia. Un tipo que trabaja en un país occidental (Europa+EEUU+Inglaterra) gana de media 35.000 EUR al año, en España 22.000 EUR.
Agárrense los machos. Todo lo que acabo de exponer no sirve de nada para medir el grado de madurez social o laboral de un país. Cualquier de los datos que he dado responde a criterios altamente subjetivos por países de qué es o no es un trabajo digno y cómo hacemos cualquiera de estas mediciones. De hecho un país puede ser cualitativa pobre y cuantitativamente rico de acuerdo a los actuales parámetros arbitrarios de medición de riqueza. El caso de mi ciudad, Madrid, es un ejemplo claro. Aquí aproximadamente un 50% de los asalariados cobra 7.000 EUR al año mientras el 13% cobra más de 75.000 EUR al año. Recientemente se ha sabido que un equipo de fútbol local, el Real Madrid, ofrece a sus jugadores un salario medio semanal de 140.000 EUR. Todos estos salarios sumados y divididos conforman el promedio final, sin duda el mejor de toda España, por supuesto 🙂 Algo muy diferente es que responda a la situación real de la población. Sin embargo sí responde a las prioridades sociales de la población ya que es el reflejo evidente de una sociedad cuya riqueza está concentrada y cuya división de rentas no es escalonada sino fragmentada.
TERCERA CONCLUSIÓN: No estamos haciendo bien lo que hacemos.
Además de estos datos, me he interesado por conocer cómo ha evolucionado la distribución del empleo de todo tipo (bueno, malo, regular, lamentable) en España. Es esta y creo que sí es significativa:
Para el que no lo supiera aún, España claramente es un ejemplo de terciarización clásico de los países «modernos». Es un país orientado al sector Servicios (Terciario), es decir no es un productor de bienes. La actividad de España mayoritariamente se centra en distribuir cosas y consumirlas, no en producirlas físicamente. Por lo general no tenemos recursos primarios, no hacemos cosas con esos recursos que no tenemos pero sí que trabajamos el conocimiento derivado de esas pocas cosas que tenemos con la suma de otras que vienen de fuera. Mucha de nuestra inversión en el exterior está en los sectores bancario, distribución, ingeniería, gestión y construcción de infraestructuras (aeropuertos, autopistas, etc.), gestión de aguas y basuras, hoteles, producción y distribución de energía, energías renovables, seguros, telefonía, consultoría,… Además tenemos una desproporcionada empleabilidad pública que se sitúa en este sector. Esta es la razón de que el 72% de nuestra actividad esté en los servicios.
Por otro lado, España no es un referente de empleo ni generación de PIB (según otra gráfica que consulté) en Industria y Energía. Es un dato que me sorprende porque conozco a no pocos amigos en el norte dedicados a esto. El sector de la construcción no se reinventa y tampoco la riqueza de España está en la agricultura, que ha sufrido una atención desigual y lamentable por nuestro Estado durante décadas y ha vivido de las subvenciones exteriores al mismo tiempo. España es una región mayoritariamente importadora, posicionada a nivel de gran firma en el mundo pero no a nivel de PYME.
CUARTA CONCLUSIÓN: Tenemos una elevada dependencia exterior y nuestra actividad está mayoritariamente basada en conocimiento
Ahora viene el momento en el que digo la obviedad.
ENTORNO ADVERSO
Lo primero que hago para saber lo que no funciona es hablar con la gente que está a mi alrededor. Podría leer periódicos o ver telediarios, pero cada vez me cansan más y siempre preferí hablar con personas reales frente a una cerveza. La mayoría de ellos buscan un trabajo que no le de problemas y a ser posible un trabajo que le permita no hacer su trabajo. Aquellos a los que le apasiona su trabajo, acaban aborreciéndolo por el escaso nivel de compromiso efectivo y sostenible de sus jefes y por una cultura improductiva basada en la burocracia, la corrupción, el favoritismo y un voraz individualismo. Muchos de ellos, opositan al sector público, ese enorme paraíso vitalicio de elefantes incapaz de castigar al que no hace nada y premiar al que cubre su trabajo y el de otros. Por otro lado aquellos que intentan emprender un camino propio en su vida que genere riqueza a la sociedad de forma legal y completamente honesta, se encuentran con un entorno y una cultura social adversa. Aquellos que velan por sus propios intereses y encuentran los recovecos fiscales necesarios con pequeñas trampas tácitamente válidas, tienen las puertas abiertas de la llamada CAJA B. Ejemplos:
Al hacerme freelance mi banco me ha escrito un correo diciendo que algunos de los beneficios asociados a mi cuenta se pierden por no ingresar una nómina periódicamente, da igual si los ingresos superan o no la cantidad, simplemente no son una nómina. Por otro lado, es realmente sencillo darte de alta para pagar impuestos asociados a mi nueva actividad pero realmente complicado el trámite para cualquier subvención o ayuda. Además debo cubrir gastos asociados propios de mi actividad porque seré continuamente inspeccionado.
Se calcula que la economía sumergida en España mueve alrededor de 260.000.000.000 EUR y que un 95% de las empresas de construcción asentadas a nivel nacional con facturación inferior de 1,8 a 6 Mill EUR no tenían control fiscal de ningún tipo al no tener obligación de ser auditadas por lo que la evasión fiscal ha sido más del doble que la declaración fiscal.
Por otro lado, el Estado (los dos gobiernos de signos políticos diferentes) fija sus mayores recortes de forma sistemática aunque con diferentes partidas recortadas en Educación, Sanidad e Investigación, tres de las cuatro áreas junto con Innovación que son estrictamente necesarias para modificar el sistema productivo de un país cuando no funciona.
Básicamente lo que estamos haciendo, y lo estamos haciendo todos (una clase política incapaz es solo un reflejo de una sociedad incapaz) es primar aquellos valores, vías de inversión y comportamientos que nos han llevado a donde estamos y penalizar aquellos valores, vías de inversión y comportamientos que nos permitan encontrar un nuevo horizonte. Porque lo que hacemos «funciona» y no queremos algo nuevo que suponga un cambio porque estamos «felices» y porque «es lo menos malo». Eso es lo que generalmente hacemos y yo he vivido en esa zona de confort hasta hace poco. Y ahora viene el momento donde explico qué estoy haciendo yo para cambiar esta insultante realidad para mí y para mis hijos.
APRENDER HACIENDO
Xavier y Gorka prototipando para conseguir shiny eyes
He salido de ese círculo vicioso del que hablaba. Descanso ahora de mí mismo y por el momento parece que es el paso previo para no cansarte de los demás. No espero reconocimiento social ni un altar al héroe. Simplemente no era feliz y miraba a los que se sentaban a mi lado que eran lo que yo iba a ser y me parecía algo horrible.
De modo que estoy trabajando sin ninguna cobertura social (no la merezco por salirme del rebaño), sin apoyo financiero de ningún banco (no me lo daría por no estar en el rebaño) y con una más que acusada incomprensión de mi entorno inmediato (que considera interiormente que soy un idealista). ¿Qué hacer en esta situación?
Mi respuesta es clara. Para salir de esto, que es una crisis social (no financiera) hace falta lo mismo que para salir de una crisis personal: AYUDA.
Yo puedo pensar geniales ideas completamente solo pero si detrás de mí está una red de más de 1.000 emprendedores a los que conecto entre sí, sigo y me siguen tanto a nivel offline como online, sin duda mis posibilidades de éxito se multiplican exponencialmente. Porque para construir la economía de la colaboración necesitamos un esfuerzo compartido, crear y mantener comunidades compasivas, ese desarrollo comunitario que estamos olvidando y esas relaciones que debemos fortalecer. Porque eso sí que es sostenible, y además está demostrado. Y si encima de esto y de toda la experiencia y conocimiento que llevo a las espaldas (fustigadas), me acerco a los que llevan en su ADN -como dice mi amigo Zaldua- el espíritu de COMPARTIR desde hace mucho tiempo gracias al gran padre Jose Maria Arizmendarrieta en el caso de Mondragón y gracias a una institución internacional que fomenta el emprendimiento en equipo y un nuevo modelo de relaciones mucho más sostenible y abierto (en contra del individualismo y la rigidez)… Y si además de todo esto, viajo explorando otras formas de entender las relaciones profesionales y la innovación… Pues bien, humildemente creo que así no puedo fallar 🙂 Por mucho que me vaya mal, por mucho que lo que hemos comentado siga así. Por una sola razón: mi valor para el cambio se multiplicará por 1.000 con una base de trabajo real más que sólida.
Lo que hago es como una especie de Assed Based Community Development pero dentro de mi red y de las organizaciones que transformo. Me he centrado en las organizaciones porque como hemos visto son el principal foco de ingresos de las personas y también uno de sus principales focos poco saludables.
Lo que hago es no parar de prepararme, no parar de aprender y conectarme, conocer nuevos entornos y otras realidades, ayudar a otros, dejarme ayudar por otros, apostar por lo que creo y los que creo, modificar lo que nos está matando matando lentamente. Porque yo también estoy frustrado, indignado y además actúo para el cambio. Modifico el modelo productivo de un país a partir de una estrategia vírica sencilla: conectar a las personas.
Pero hay algo más. Para que mi labor sea aún más incomprensible hago todo esto dentro de esas organizaciones donde 4 de cada 10 empleados se muere de asco, en un país con seis millones de personas sin trabajo, con medidas que no contribuyen al crecimiento de todos sino al de unos pocos, sumido en modelos productivos obsoletos basados en el darwinismo social y con personas no educadas para el cambio.
Resumen:
PENSAMIENTO NEGATIVO + BAJA CAPACITACIÓN SOCIAL + FALTA DE APOYO PÚBLICO +
INEXISTENCIA DE FINANCIACIÓN + CULTURA ORGANIZACIONAL ADVERSA =
OPORTUNIDAD CLARA PARA MEJORAR
Se que a algunos en esta suma no os sale el mismo resultado pero por eso en el cielo hay sitio para pocos :)) ¿Por qué para mí esa suma da claramente ese resultado? Porque lo visualizo, porque tengo detrás un gran equipo, porque para mí nunca es tarde, porque trabajo en esa mejora cada día y porque cada día no paro de conocer a gente extraordinaria simplemente haciendo cosas fuera de lo normal. Tal vez por eso mi primera anotación de la última sesión de #minnteam decía «Esto es una cuestión de pasión».
Para mí una vida de éxito es precisamente aquella en la que el éxito no ha cegado ninguna de las otras cosas. Que no lo haga en la tuya, amig@