“Un escritor es la suma de sus experiencias. Sal a buscarlas“
El personaje de Bill Borgens en Stuck in love (Josh Boone, 2013)
“Un 80% del tiempo lo único que importa es lo que haces. Para el 20% restante inventamos las palabras. La mayor parte de empresas que conozco son palabras. Mi trabajo es convertir las palabras en poemas. Y esto solo ocurre si al final inspiran actos. Eso es lo que hoy pretendo “
El autor, al comienzo de un Taller de Sentido Común en un cliente
POR QUÉ HACER ESTA GUÍA
Hoy he salido a agitar la mente entre los árboles. Caminé despojado de toda dignidad para perderla. Lo hice bajo el principio rector que ahora me acompaña: “Ante cualquier duda o emergencia: vive” De hecho, sal y vive. Porque los libros lo soportan todo pero los principios y los hechos, no.
Me encuentro a diario con que hemos olvidado lo esencial. Así que cada día renuncio a todo por recuperarlo. También me encuentro con que parece que nunca es tarde para ser lo suficientemente imbécil. De modo que cada día procuro no serlo en absoluto. Aunque en términos generales lo he logrado, reconozco serias recaídas. No tomes por ello este artículo demasiado en serio.
Alguien extraordinario es esa persona que nos llama verdaderamente la atención por ser diferente, único y valioso. De modo que ante esta fotografía de lo ordinario que he presentado, parece que alguien extraordinario es todo aquel que no haya perdido el contacto con lo básico (el sentido común, la cercanía, la sencillez) y que además no sea suficientemente imbécil. He creído después de más de treinta años que podría ser útil para ti, lector que sufres en silencio, y para mí, escritor que pierdo mi memoria, disponer de una guía breve para ser extraordinario. Así que la comparto:
1) ES EXTRAORDINARIO HACER LO QUE TE GUSTA
Algo aprendí en el trabajo: Si haces aquello que te gusta, todo lo demás sencillamente llega. Puede tardar más o menos, puede que el camino sea corto o afortunadamente largo. Pero llega, no tengo duda. No hay nada más inspirador que alguien inspirado.
Algo aprendí del amor: Si apuestas por esa chica o ese chico que te gusta, hay al menos una opción de dos posibles de que tú también le gustes. Si no lo haces, no hay ninguna.
Algo aprendí del éxito: No es el reconocimiento de los otros sobre lo que haces; sino tu reconocimiento propio al vivir cada día de acuerdo a aquello que te gusta. Si hubiera hecho caso a mi familia, a mis profesores o a aquellos desconocidos que se acercaron a mí para revelarme cuál era mi futuro, ten por seguro, lector, que jamás hubieras leído este mismo artículo.
Cuando casi nadie hace lo que le gusta, es extraordinario que hagas aquello que te gusta.
2) ES EXTRAORDINARIO DAR Y RECIBIR
Cuenta el doctor Alonso Puig que en una ocasión el director del Instituto del Cerebro dijo ante una audiencia: “Genio se nace, a imbécil se llega” Y ante la pregunta de uno de los asistentes sobre qué hay entre medias del genio y el imbécil, nuestro personajes respondió: “El sistema educativo”. Tengo una teoría respecto a esto. Soy un superviviente asombroso de una férrea y desastrosa educación conservadora. El sistema educativo que hemos vivido es la mitad de vida que toda persona necesita. Se resume en ese aula de cal blanca y pizarra verde oscura donde se nos enseñó de forma continua, incansable y reiterada a RECIBIR (recopilar, memorizar, almacenar, contener, aguantar, compilar) pero nadie nos enseñó a DAR (sentir, pensar, ofrecer, regalar, aprender, agradecer, pedir).
Dar a los demás o al mundo es el mayor placer que jamás he descubierto. Lo único que me dieron muchos profesores de mi escuela fue miedo. A amar aprendí fuera de clase. Lo que sigue es una de las millones de cosas que descubrí tras mi aprendizaje.
Si rellenas ambas líneas continuas con la misma palabra, esta frase es siempre es válida:
DAR ________ de forma sincera consiste en encontrar satisfacción personal en que otros puedan RECIBIR ________.
Cuando casi todo el mundo solo saber dar o recibir, es extraordinario que sepas dar y recibir.
3) ES EXTRAORDINARIO VER LO INVISIBLE
Hace poco hablé con un amigo que acababa de terminar un Master Ejecutivo Internacional de Ego en una de esas grandes Escuelas de nEGOcio. Me empezó a hablar de su vida pero yo no la encontraba. Así que le dije: “Lo siento, pero yo no veo síntomas de vida en lo que me comentas” De modo que muy excitado rapidamente trató de convencerme. Empleó una gran cantidad de herramientas, técnicas y modelos que le habían enseñado para hacerlo. Pero aún así, me disculpé y tuve que admitir que seguía sin ver un atisbo de vida en sus palabras. Cuando le dije esto, empezó a defenderse. Parecía sentirse atacado así que hice todo lo posible para que no se sintiera así. Le dije “Verás, Antonio, no tengo nada contra ti. A tí y a mí nos han educado para ver las cosas visibles. Lo único que nos diferencia es que yo luego me permití vivir para poder ver las invisibles.”
Cuando todo el mundo valora aquello que es visible, es extraordinario que veas lo invisible.
4) ES EXTRAORDINARIO SER TU MISMO
Tras sobrevivir a mis años de escuela, mi periplo completo es aún más sorprendente. Que alguien creativo y sensible como yo, haya llegado hasta este día es un completo milagro. Que además lo haya hecho siendo él mismo, entiendo que resulte a todas luces increíble. No me molestaré como mi amigo en convencerte. Solamente puedo asegurar que la mayor parte de mi vida he sido dueño de mi propia voluntad. Nadie puede darme libertad porque solo yo me hago libre.
Cuando todo el mundo quiere ser otra persona, es extraordinario que quieras ser tú mismo.
5) ES EXTRAORDINARIO SER SENCILLO
Estamos en crisis porque nadie se conformó con lo sencillo. Estamos en crisis porque hay un exceso de personas complejas en el mundo. Reto a cualquier alto directivo o ejecutivo a que me diga en castellano a qué se dedica, el nombre de su coche, el de su reloj o el de su departamento. Cuando te alejas del suelo solo puede ser para nadar o volar. No hay otras opciones. Si lo haces, asegúrate primero de saber volver a tierra. Qué gran verdad es esa que dice “Todo lo que sube, baja”. Ningún ser humano ha sido diseñado para volar o nadar de forma continuada. Nuestro cuerpo, y también nuestro cerebro, fueron diseñados para estar en contacto con la tierra. La tierra es lo más sencillo, lo inmediato, aquello que tal vez no sepas explicar pero sobre lo que puedes vivir y enamorarte. Atrévete a perder el contacto prolongado con ella y asistiremos nuevamente a la mayor de tus caídas. Si me dais un buen conversador, prefiero a un sencillo pastor ante que a un conocido presidente.
Cuando todo el mundo quiere ser sofisticado, es extraordinario que tú seas sencillo.
6) ES EXTRAORDINARIO AMAR
En cualquier momento de tu vida, siempre puedes elegir entre TENER MIEDO o AMAR. Casi todo el mundo todo el tiempo tiene mucho miedo. Suele corresponder en periodos largos de tiempo en los que las personas piden a gritos RECIBIR. Y las veces en las que se permiten AMAR, es cuando se autorizan a sí mismos a DAR. El amor verdadero entre dos personas no consiste en que una de ellas ame a la otra sin esperar nada a cambio.
Cuando das amor de forma continua sin cuidarte o permitir que otros te amen, eso NO ES AMOR. Cuando recibes amor de forma continua sin cuidarte o permitir que otros reciban tu amor, eso NO ES AMOR. El amor es dar y recibir de forma continua cuidándote, permitiéndote disfrutar de otros y que otros te disfruten.
Cuando todo el mundo tiene miedo, es extraordinario que tú ames.
7) ES EXTRAORDINARIO CONOCER EL SILENCIO
En mitad de un mundo intoxicado por el ruido, la magia ya no es una chistera de la que sale una paloma, sino la práctica consciente del silencio. El silencio es un canal de conexión en sí mismo con aquello que eres y con el lugar en el que estás. Incluso en una ciudad llena de ruido, permanecer callado nos descubre nuevos universos. Como siempre digo, la mayor parte del tiempo hablar está sobrevalorado. Quién habla mucho, sin excepción, acaba siempre hablando demasiado. El silencio es también parte del lenguaje. No recuerdo todas las conversaciones que he tenido con mis exnovias pero sí suelo recordar aquellos momentos en los que juntos simplemente disfrutábamos de “aquello”, fuera un atardecer, un paseo breve, una película o sexo. Cuando era muy pequeño escribí un poema que luego con los años encontré:
“No la amo por su voz ni por sus ojos / sino por el retrato exacto de la belleza que su imagen pinta en el silencio”
Cuando todo el mundo vive siempre teniendo algo que decir, es extraordinario que tú a veces te atrevas a vivir en el silencio.
8) ES EXTRAORDINARIO SER ALGUIEN DIFERENTE
Hasta este artículo había dos clases de personas: las normales y las diferentes. A partir de ahora habrá dos clases de personas: las diferentes y las indiferentes. Casi todo el mundo vive siendo indiferente, muy pocas personas viven siendo diferentes. Tardé muchísimos años en aceptar que yo era alguien diferente. Siempre he luchado por ser alguien normal. Hasta que entendí qué entendía el resto de personas por “la normalidad”.
Hay muchas personas que creen que hacer algo diferente les hace ser alguien diferente. Pero esto no ocurre casi nunca. Ser diferente es no ser indiferente. Ejercer tu responsabilidad con las personas que están en tu vida es ser alguien diferente. Y nada tiene que ver con que esto se haya hecho muchas o pocas veces en la historia de la Humanidad. Tiene que ver con esforzarte y tener un compromiso con aquello que eres y aquello de lo que formas parte.
Cuando casi todo el tiempo vivimos siendo indiferentes, es extraordinario que te atrevas a ser alguien diferente.
“I can remember the good old days when you and me used to hide away”
De la canción Talk by Kodaline
“La lámpara del cuerpo es el ojo. Así que si tu ojo es bueno todo tu cuerpo estará lleno de luz”
Jesus de Nazaret (Lucas, 11, 33-36)
Puestos a elegir me quedo con la vida. Aquí las cosas ocurren de repente. Hasta que algo se mueve dentro o fuera de ti, no suele pasar nada. A veces pasa con frecuencia y otras veces tarda años en llegar. El caso es que siempre llega. Y el caso es que nunca te sentirás completamente preparado. Pero hazlo.
Hoy solo veo dos tipos de personas. Aquellas que temen lo que habrá después de morir y aquellas que temen lo que hay antes. Yo veo cada día más miedo en lo que somos que en lo que podemos ser. Nos aterra avanzar y nos causa pavor retroceder.
Una de las antiguas noches en las que yo velaba armas, amanecí temprano casi sin dormir. Estaba en un mugriento y perdido hostal de algún lugar del norte. Me encontraba en la cocina cuando escuché la siguiente conversación entre una niña aún medio dormida y su madre:
– Mamá, ¿por qué te levantas tan temprano?
– Hija mia, alguien tiene que encender el sol
Eso fue lo que dijo. Alguien tiene que encender el sol. Y dar de comer a los caballos. Y preparar el desayuno para dos. Y sentir que late el mar o la montaña. Y ser la mitad de mí cuando hablo y el doble cuando escucho. Alguien debe hacerlo. Desde luego.
Porque yo creo que las personas somos plantas que se mueven rápido, se tocan y son iluminadas. Porque cuando aquel barbudo dijo “Tesis, Antítesis y Síntesis” está claro que olvidó la Fotosíntesis. La necesitamos. Tengo amigos que viven en Finlandia y toman vitaminas para compensar la falta de sol.
Tú que ahora me lees y tu voz interior me recita en tu cabeza:
Yo ignoro qué te mueve o qué buscas cada día. Pero se que necesitas luz en tu camino. Y también se que a veces no la tienes. Lo se porque también la necesito. Y lo se porque a veces no la tengo. Por eso te pido que hoy no desesperes, que te caigas de nuevo una y otra vez solo por practicar el hábito diario y la excusa de aprender a levantarte. Te pido que seas el comienzo, que te inicies. Te pido que conozcas tus colores y los uses.
En mi diminuto perfil de linkedin solo mis contactos pueden leer: “Vivir adquirió una dimensión épica y repleta de sentido cuando me di cuenta de lo que cada persona necesita. Incluido yo.”
Eso fue lo que aprendí. Artur Manfred Max Neef dijo una vez: “La gente que sabe adonde va es la que nunca descubre nada. Porque se da entonces lo que yo llamo una obsesión del punto fijo. Estoy aquí y tengo que llegar allí y todas aquellas cosas que se me presenten en el camino serán meros obstáculos. El problema es que al conjunto de todos esos obstáculos yo los llamo VIDA”
Creo que hay personas que se obsesionan por definir el norte y otras que hacen más habitable su camino. Yo intento ser de las segundas aunque a veces la educación me vence el pulso. Sentarse y quedarse quietos no mató a los hombres. Lo que hace que poco a poco mueran es que dejen de viajar desde su sitio.
Una vez detuve una sesión. Desde entonces suelo hacerlo muy a menudo. Lo hago interponiendo verticalmente la palma de mi mano entre el discurso del otro y mi presencia. Además suelo decir “PARA”. Aquella vez dije “Estás tomando muchas decisiones sobre el CÓMO y ni siquiera sabes el POR QUÉ” Lo hice porque recordé al gato Chesire diciendo a Alicia “Qué importa el camino que tomes si no sabes donde vas”.
Comparto ahora algunas pautas que me resultan útiles en este respetable foro. Tan solo cosas pequeñas que guían mi camino:
TOMA EL CAMINO MENOS TRANSITADO (en homenaje a Robert Frost)
En palabras de Jesús de Nazaret, amigos, “procurad entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos querrán entrar y no podrán” (Lucas, 13.24) La vida es una representación sensata de lo fácil pero ninguno de nosotros ha sabido nunca comprenderlo. Yo aún menos. Tendemos a complicar las cosas y enredarnos. Tú eres quién debe definir en tu vida qué es o no es el esfuerzo. No dejes que nadie lo haga por ti. Cuando lo hagas repitete esta frase: CASI TODO LO BUENO REQUIERE SIEMPRE ESFUERZO. Lo bueno de superarte no viene cuando te pasas de largo sino cuando para hacerlo has tenido que saber cómo y en qué lugar estabas. Esto ocurre porque la forma más rápida de superar algo, es siempre superarte.
TRATA BIEN A TU VIDA
La pregunta no es cómo te trata la vida sino cómo tratas tú a la vida. Tratas a tu cuerpo como si fuera un traje de tu alma, pero no es algo que se ensucie sino tu casa. Ningún huerto funciona de este modo: “Dame verduras y entonces yo te regaré” Si la naturaleza no funciona así, ¿por qué lo iba a hacer tu vida?. Comprobado: Si sonríes verdaderamente, fotocopias alegría. Las sonrisas verdaderas no pueden ensayarse. Pero si practicas, pintarás en tu cara la esperanza de algún otro. De hecho en realidad la única llave que abre siempre la puerta de mi casa (de aquellos lugares donde he querido vivir y he vivido) ha sido siempre una sonrisa. He aquí un ejercicio que practico cada día:
Piensa que eres único y compórtate como si lo supieras.
Cuando de tanto comportarte así, lo sientas… un buen día que vayas caminando por la calle, detente.
Mira a los otros y piensa que ellos también han podido sentir eso de sí mismos.
Comienza a tratar al resto de personas como si fueran únicos.
Comprueba sorprendentemente como acaban siéndolo.
Comprueba además como solo entonces, tú también lo eres.
NO MATES POR ALGO, VIVE POR ALGO
Al pie de todos mis correos hay varias frases que me hicieron crecer a lo largo de mi vida. Una de ellas pertenece a una conversación de la película Gunfight at OK Corral de John Sturges. En esa película Wyatt Earp interpretado por Burt Lancaster le dice a Bill Clayton: “Jamás conocí a un pistolero tan listo que llegase a su 35 cumpleaños. Hay algo que he aprendido de los pistoleros. Siempre hay uno más rápido y cuanto más usan su revólver antes le encuentran” Puedes morir por algo pero casi siempre es más útil que antes vivas para algo.
NO HABLES DE TU VIDA, DEJA QUE TU VIDA HABLE DE TI
No te adelantes a la vida. No la busques. Ella siempre sabrá donde encontrarte. Cuando necesites hablar de tí, hazlo con actos. Todas las palabras que pronuncies sobre ti son incomparables a tus actos. Nunca llegará el momento apropiado si no dejas que pase el momento equivocado. Todas las personas que te quieren y todas las personas a las que quieres ya hablan de ti.
INSISTE MUCHO, INSISTE SIEMPRE
Tómate la vida como un plagio. Aunque el proceso es simple, nadie aún ha sabido patentarlo. Siéntete libre para continuar cuando hayas descansado. Nada de ti te sobrevivirá salvo el sentimiento que hayas despertado en otros. Eso es lo que yo llamo riqueza.
PREOCÚPATE DE AQUELLO QUE TE OCUPA.
Y no al contrario. No te ocupes de aquello que te preocupa porque jamás alcanzarás la paz. Si realmente estás en todo lo que haces, los viejos buenos días volverán solos. Si te centras en aquello que te ocupa y dotas a cada momento de todo su sentido, no necesitarás ya preocuparte.
DIVIDE Y VIVIRÁS
Cualquier TODO está hecho de PARTES. No existe un bosque si no puedes ver los árboles. Por mucho que creas que algo te desborda, tratate a tí mismo con respeto. Lo que te das, será lo que recibas y lo único que puedas dar a otros. Si no ves el valor que tiene apreciar las cosas y dividirlas en otras más pequeñas, ¿cómo entonces pretendes digerir la vida? La mayor parte de personas sufren por este causa una indigestión continua. Para comerte la vida, primero encuentra tus cubiertos, luego córtala y procura masticar despacio.
SI NO TE SORPRENDES, ALGO FALLA
Si nada te llama la atención, si nada te descoloca o te conmueve, si permaneces lejos de la vida, al final ésta se pierde y no te encuentra. Conocí a una pequeña chica que se acostumbró tanto a la belleza de la vida, que al final la belleza no la saludaba. La niebla para tí es que la belleza no esté nunca cerca. Se que quererte no es montar en bicicleta. Se que a veces se te olvida. Pero intenta practicarte. Ningún alma es un mando a distancia. Tus emociones no tienen botón de encendido y apagado ni silencio.
SE LISTO: NO LO SEAS
Dos cosas fueron tremendamente útiles a lo largo de mi vida:
Hacerme el tonto mucho más que hacerme el listo.
Tratar a los demás suponiendo que son idiotas mucho más que suponiendo que son listos.
“La tierra está repleta de cielos, y cada arbusto común arde con Dios. Y sólo el que ve se quita los zapatos; el resto permanece sentado alrededor y coge moras”
Elizabeth Barrett Browning
“Lo más poderoso de un mensaje no está en sus palabras, sino en el corazón que en ellas late y les da vida.”
“El trato que le das a la oscuridad que habita en ti, define si seguirás siendo su esclavo al combatirla o si te transformarás integrándola.”
Andrés Ubierna
Fluyo. Es todo cuanto soy y cuanto siento.
La vida ocurre constantemente. De hecho nunca deja de pasar. Es aquí y ahora porque todo cuanto has hecho o harás alcanza un auténtico sentido solo en este justo instante. Puede que jamás hayas reparado en ello pero algún día te detendrás y apreciarás lo que te rodea. La belleza no es tanto lo que es como lo que ves. No es tan importante lo que aparentemente existe como lo que tú haces que exista, aquello a lo que das sentido con tus actos. Solo por eso nunca puedes ver más de lo que eres. El anciano desengañado y quejica que siempre protesta por el mundo o el niño que sonríe a la vida por defecto, ambos ven realidades diferentes. La persona que no expone sus preocupaciones y las carga como una pesada losa sobre su espalda y la persona que comparte lo que ve y lo que siente habitan igualmente en planetas diferentes. Sin embargo hemos aceptado que la realidad es una sola y que nosotros solo consumimos esa realidad. La vida como la mayoría de la gente la entiende tiene el aspecto de un supermercado al que acudes para comprar productos prefabricados por los que en algún momento pagas. Pero el hecho es que nosotros determinamos lo que es la vida. Tú eres el sentido de la vida. No hay un supermercado de la vida donde acudir a abastecerse de lo que nos dan. Más bien somos nosotros los que cultivamos y nos regalamos nuestra vida. Y ningún cultivo crece sin cosecha.
Vivir exige disciplina y esfuerzo, trabajo y enormes dosis de atención. Una gran cantidad de injerencias e interrupciones secundarias se interponen en tu vida. Tu trabajo es controlar la importancia que estos sentimientos, emociones, hechos o juicios tienen en tu vida y si realmente te aportan o no algo interesante y constructivo. La experiencia de flujo de la que habló en sus estudios Mihalyi Csikszentmihalyi es un estado en el que alcanzamos la felicidad gracias a que focalizamos toda nuestra atención y energía en disfrutar y aprender de lo que está ocurriendo ahora. Cuando eso ocurre somos capaces de experimentar de forma extraordinariamente diferente y rica incluso magnitudes básicas como el tiempo. Una persona que fluye suele tener en cada momento unas metas claras y también conciencia de lo que está viviendo, degusta por ejemplo lo que come, disfruta de las conversaciones, adquiere control placentero sobre lo que vive, interioriza el movimiento y aprecia todos sus sentidos. Csikszentmihalyi lo expresa de un modo sencillo: “Cuando la experiencia es intrínsecamente gratificante la vida está justificada en su presente, en vez de ser el rehén de un hipotético beneficio futuro” O también de un fracaso o éxito pasado.
Hay muchas personas para las que vivir no es suficiente. Las personas que no se conforman con SU VIDA e intentan alcanzar una vida más equilibrada y feliz a menudo suelen cultivar la suficiente energía como para alcanzarla si acompañan esta energía de instrumentos y modelos de desarrollo adecuados. Las personas que no se conforman con LA VIDA, jamás tendrán energía suficiente para conocer otra realidad. Porque vivir es lo único que tenemos y si no entendemos la vida como nuestra más profunda y responsable elección de ser, solo podemos abandonarnos a lo otro o a los otros. Los primeros logran a menudo ser felices y superar retos aparentemente imposibles, mejoran también las sociedades y a las personas que las habitan. Lo hacen porque basan su cambio en si mismos y no en factores o condicionantes ajenos. Trascienden así la mayor parte de barreras y excusas que fabricamos a diario. Los segundos se frustran cada día buscando una explicación del mundo sin llegar jamás a encontrar una completamente adecuada o perfecta. Estos últimos transitan un camino de de frustración constante porque la vida que viven acaba dependiendo de una larga lista de factores en las que el último factor determinante suelen ser ellos mismos. La gran diferencia radica en que el cambio de los primeros parte del hecho de que aceptan que la vida es su vida y ellos la crean y la toman cada día para vivirla; mientras que los segundos viven continuamente pensando que la vida es para comprenderla y que les ha sido dada para consumirla. A diario me encuentro con que los primeros son exitosos agricultores de un campo de felicidad labrado a base de responsabilidad y conciencia; y los segundos son espectadores inactivos de una vida a la que a menudo visitan no sin miedo y repletos de prejuicios.
Para vivir no hace falta entrada. Pasa y sírvete.
Mi socio Javier, filósofo de la ciencia, tiene un colgante con una inscripción que siempre lleva en su cuello. Javier es un tipo que controla con fruición innumerables teorías acerca de todo lo existente y parece que se ha obligado a intentar recordar que la teoría es la herramienta más útil para tranquilizar, desarrollar y ejercitar la mente pero que la práctica es la base de cualquier tipo de progreso. La inscripción es una cita latina que dice lo siguiente: PRIMUM VIVERE DEINDE PHILOSOPHARE (Primero vive, luego filosofa)
Muchas personas con las que hablo encontrarían su refugio de paz si aceptasen simplemente que están vivos, si desechasen el ruido que les rodea y se centrasen en vivir aquí y ahora, con la total intensidad de disfrutar cada momento. Sin embargo resulta complicado bajar del coche. Echar el freno por un instante y comprender que simplemente estás ahí y es todo cuanto eres y tienes. A la mayor parte de personas les ayuda a bajar del coche y cuestionarse la realidad, el hecho de encontrarse en un insoportable atasco. Al igual que en las autopistas, la mayor parte de vidas también tiene momentos de tráfico o de circulación fluida. Y cuando llegamos a un enorme atasco y sabemos que no podemos salir, primero abrimos temerosos las ventanillas para atrevernos a respirar un aire diferente al aire acondicionado del coche, luego abrimos la puerta y echamos un vistazo para ver qué ocurre fuera y si es o no seguro salir, y por último a veces -solo a veces- salimos del coche y disfrutamos de la vida. Todo esto se repite desde hace miles de años y nunca deja de pasar.
Noche escandalosamente divertida tras una semana de intenso ejercicio sobre tierra. Soy inmensamente rico en mi pobreza. Acariciarte es estar vivo.
“Se tú mismo. Todas las demás opciones ya están cogidas” Oscar Wilde
No somos originales, más bien somos completamente únicos. Solo podemos explicar el amor alrededor de este matiz. Me enamoro, quiero o aprecio a otra persona porque se que no hay otra similar. Cada persona, cada alma viva, es una combinación altamente improbable de herencia genética, experiencias, aprendizajes y habilidades adquiridas. Se diría por ello que las personas somos seres complicados pero cada vez estoy menos de acuerdo. Realizando la pregunta altamente innovadora e infrecuente “¿Cómo te sientes?” en momentos clave de apertura o cambiono he parado de descubrir elementos comunes en cada arquetipo de persona y cada equipo durante este tiempo. Hay algo que une al áspero y al suave, al tímido y al extravagante, al introvertido y al actor, al reactivo y al proactivo, al que espera y al que no puede esperar. Tiene que ver con la base de trabajo de muchos modelos de aproximación al conocimiento propio como el diálogo, la mayeútica, la meditación, la terapia no conductual, la indagación apreciativa, el liderazgo sistémico y cada una de sus pieles derivadas dentro del desarrollo personal y profesional (coaching, mentoring,…) Todos estos modelos parten de un mismo principio de base con el que me encuentro cada día:
LO QUE NOS CONDICIONA Y LO QUE NOS LIMITA
Por lo general no somos conscientes de una gran cantidad de condicionantes que determinan nuestros actos y tienen un fuerte peso en nuestras decisiones. Sin embargo la base de cualquier crecimiento no se trata tanto de establecer de forma inflexible lo que está bien o lo que está mal de esto, tanto como de manejar una mentalidad adaptativa y contextual. Es decir, de saber en todo momento donde nos encontramos y donde queremos ir. Hay factores condicionantes (necesarios y de los que no podemos escapar) y limitantes (formaciones reactivas que provienen del mundo de lo reprimido y que ponen barreras a lo que somos pero que se pueden controlar). Me explico:
LO BUENO y LO MALO VS La TOMA DE CONCIENCIA
En mis humildes trabajos de acompañamiento tanto individual como de equipo suelo vivir situaciones límite en las que las personas interiorizan quiebres o detectan elementos de mejora. Muchos de estos puntos de inflexión nacen del interior de lo que somos tras superar fases iniciales de proyección continua. Durante estos periodos iniciales, la persona o el miembro del equipo tiende por defecto a no asumir responsabilidad sobre la realidad más inmediata. Proyecta sobre otros o sobre el entorno la responsabilidad de tomar las riendas de su vida o de determinar su presente. Por contraposición a cualquier tipo de trabajo terapéutico, en coaching se trabaja siempre sobre lo que se denomina MOMENTO AHORA. El foco está puesto sobre el presente y la persona y sobre ambos puntales se construye la mejora. El nivel de profundización debe ser el mínimo posible pero el nivel de rentabilidad inmediata debe ser el máximo. El acompañamiento realizado en coaching está basado, al igual que en el resto de modelos comentados, en la orientación hacia la toma de conciencia por parte del coachee. Para ello tanto coach como coachee fijan a lo largo del programa un objetivo moldeable siempre a partir de la necesidad y voluntad del coachee.
Dependiendo de nuestro estado anímico, el momento, las circunstancias y una gran cantidad de factores ajenos a nosotros, somos autores o espectadores de lo que nos pasa. Hay dos tipos de momentos en el teatro de nuestro día a día:
aquellos momentos en los que somos responsables de lo que pasa (ACTORES) En estos momentos tomamos partido y nos expresamos, adoptamos actitudes activas y tenemos comportamientos en los que la acción supera el prejuicio. Nuestra responsabilidad es protagonista sobre la responsabilidad de otros o los condicionantes externos. Empleamos herramientas inclusivas como el diálogo, la lógica y el debate pero también herramientas impositivas de discurso como la persuasión, la inducción, la seducción o el mandato. Solemos ser factor condicionante en este tipo de momentos. Nos situamos en el escenario y construimos presente.
aquellos momentos en los que asistimos a lo que pasa (ESPECTADORES) En estos momentos nos permanecemos al margen, expectantes. Esperamos el comportamiento de otros o la mejora del entorno sin tomar partido. Cedemos nuestra parcela de responsabilidad al grupo, la situación o el momento. Empleamos una gran cantidad de herramientas para ello: excusas, justificaciones, y en general mecanismos de defensa. Somos ser factor limitante en este tipo de momentos. Nos situamos en el patio de butacas y juzgamos.
Ninguna de las dos es categóricamente cómoda o incómoda, cobarde o valiente. Depende de la situación, de la persona y del contexto. Todos nosotros podemos identificar con algo de ayuda qué decisiones hemos tomado por ejemplo hoy en alguno u otro de estos momentos, cuando hemos sido actores o espectadores de nuestra vida. Seguimos siendo nosotros mismos tanto cuando hacemos que las cosas pasen (decidimos, protagonizamos, actuamos) como cuando vemos que las cosas nos pasan (sufrimos, proyectamos, contemplamos). Este último eje de acción es una válvula de escape natural y necesaria que nos permite descansar del peso de tener que vivir conscientemente (coherencia, responsabilidad, protagonismo, autocrítica). En cualquiera de las religiones teistas o no teistas, la renuncia es siempre necesaria. La gran diferencia estriba en trabajar sobre el sentimiento de culpa o sobre la perspectiva. Ninguno de nosotros, ni siquiera los grandes yoguis o gurús de la meditación y tampoco las personas que idolatras, somos capaces de vivir conscientemente a todas horas. La utilidad no está tanto en identificar que una vía u otra es buena o mala en según qué momento, como en interiorizar cuando nos estamos responsabilizando de nuestros actos y cuando sencillamente necesitamos evadirnos. Un ejercicio muy útil para la construcción de conciencia colectiva es trabajar cuál es la emoción del equipo en ese momento, que no es más que la suma ordenada de emociones de sus miembros. Trabajar a partir de esto, suele dar resultados excelentes.
NUESTRO PAPEL Y LA NECESIDAD DE VÁLVULAS DE ESCAPE
La evasión consciente es lícita, la inconsciente es poco saludable. Un ejemplo de evasión consciente es un partido de fútbol. Libera tensiones desde el respeto trabajando sobre la rivalidad. En la mayor parte de casos -salvo conocidas excepciones- este tipo de eventos son un canalizador exitoso de conflicto y un educador constante en valores cívicos como la superación, la camaradería, la solidaridad, la meritocracia y el reconocimiento social. Sabemos a lo que vamos y aceptamos las consecuencias bajo unas reglas concretas que favorecen la distensión. Los ejemplos de evasión inconsciente ocurren a diario cuando nos negamos a afrontar la toma de decisiones (que en sí suele ser una decisión) y delegamos la responsabilidad de transformar la realidad en otros. Hay una famosa teoría que afirma que el 85% de cosas que nos ocurren están determinadas por factores externos y que focalizarse en el 15% restante disminuiría nuestra frustración y nos haría más felices. El gran reto de esta teoría es hallar qué factores son propios y externos para determinar nuestra capacidad de actuación.
Seguimos hablando aquí de una toma de conciencia, de un posicionamiento en nuestra propia vida y de algo así como un movimiento centrífugo de reconocimiento y asunción que va de fuera adentro de cada uno de nosotros para construir en un segundo momento un movimiento centrípeto de dentro afuera un discurso y actuaciones saludables para nosotros y para los demás. La base de un buen equipo de trabajo, de un equipo de alta madurez se encuentra en la fase de colaboración (hemos superado implicaciones residuales en forma de ayuda y participación para colaborar) y en la formación de consensos (acuerdos ganar-ganar que nos permitan escenarios saludables). Se trata de completar el camino instintivo y emocional que por lo general adoptamos en nuestras relaciones, y emprender un camino racional fundado en la perspectiva y la empatía mutua. En Izada, el espacio de desarrollo personal y profesional al que pertenecemos un gran equipo de facilitadores de Madrid, existe un curso imaginado de empatía en 2 pasos. Dice así: 1) Tú no eres los demás, 2) Los demás no son tú. Si recordáramos esto con frecuencia, la mayor parte de problemas nunca existirían.
“No ser sino uno con todo lo que vive y, en un feliz olvido de sí mismo, volver a ese todo que es la naturaleza, ése es el cielo del hombre“
Hyperion, Friedrich Hölderlin
Donde yo vivo para encender un buen fuego es necesario preparar una buena base. Por eso utilizo viejos periódicos para prender astillas. A menudo, antes de arrojarlos sobre el piso, echo un vistazo a viejas crónicas y leo lo que ocurría un día como hoy tal vez de hace nueve años. Hoy me topé con un artículo del año 2004 cuyo título me llamó enormemente la atención: “Todas las cosas decían algo” escrito por Juan José Saez. En él se hablaba de la obra poética de Juanele (el enorme Juan Laurentino Ortiz), y del verso número 83 de su Gualeguay: “Todas las cosas decían algo, querían decir algo“. En este verso está resumida una forma de experimentación de la vida que creo poderosa. Hoy hablaré sobre ella. Antes de hacerlo es necesario que añada que Juanele poseía una tremenda identificación con la naturaleza (más en concreto con el río) y que su vida estuvo muy relacionada con una íntima y fértil poética de la luz como bien señala Luis Alberto Salvarezza. Considero que ser el paisaje en el que vives es la forma más transparente de alcanzar eso que llamo el estadio poético anterior. Es por esa capacidad mimética y por su viaje a China por lo que Salvarezza relaciona a Juanele con Lao Tsé. Personalmente yo entiendo su amor por el otoño de Entre Ríos como parte de una vida fundada sobre la libertad. Juanele vivía fascinado por su entorno de modo que no lo traducía sino que se identificaba con él. Juanele era el río y las veredas, el pequeño pájaro y el sauce, las tristes casas de ladrillos y los pasos de madera, el bote inquieto, el pobre perro, la débil sombre y el animal heráldico, las temerosas colinas y también Shakespeare a la hora de la siesta. Su capacidad no de sentir sino de ser estas realidades, le hacía comprender y compartir el mundo. Fascinado por completo, su única opción posible era entonces inspirar.
FASCINARTE E INSPIRAR
Durante el último año, como sabéis, he viajado para experimentar nuevos modelos de innovación y alternativas diferentes para la construcción de equipos y de cambios en el marco de un programa ejecutivo internacional. He coincidido con personas muy interesantes pero hoy solo quiero centrar mi atención en una sola y en lo que aprendí de ella.
Iñaki, antes que un respetado directivo, es un amigo junto al cual he interiorizado y he visto reflejada una forma de vivir tremendamente útil. Al igual que Juanele, mi amigo Iñaki posee una capacidad de fascinación extraordinaria. Cualquier instante de la vida le dice siempre algo. Siempre hay algo fascinante que espera a la vuelta de la esquina. No se trata de que ese algo decida por sí solo que tiene que ser algo increíble sino de que el propio Iñaki decide por defecto que ese algo lo es. Esta suerte de proactividad emocional es siempre saludable. No está basada en lo que la vida puede darme sino en cómo yo influyo sobre mi propia vida. La persona fascinada adquiere propiedad sobre sus actos y los determina. Establece conclusiones a partir de una especie de mentalidad que acoge y digiere todo cuanto llega. Esta actitud convierte con frecuencia a Iñaki en un anfitrión de su propia vida y no en un simple huésped. Por otro lado confieso que resulta inspirador y gratificante convivir con una persona que practica esta destreza. Creo además que ciertos rasgos de personalidad pueden ser educados en el tiempo y contribuyen a “tener el oído atento” o “alimentar otro oído fino, muy fino, que debería aparecer” como dice el poema de Juanele. Entre estos rasgos -que fácilmente encuentro tanto en la obra poética de Juanele como en la propia vida de mi amigo Iñaki- destaco la sinceridad, la sencillez, la humildad, la autocrítica pero sobre todo un incontenible y voraz espíritu de aprendizaje. Nadie que quiera devorar la vida hasta el último jugo, puede dejar de estar fascinado ni un solo minuto.
Como último punto reseñable he de decir que la existencia de personas fascinadas es una prueba más de la mecánica cuántica y más en concreto del principio de incertidumbre o relación de indeterminación de Heisenberg (1) a través de la cual se establece que el observador por el mero hecho de serlo influye, altera, determina y condiciona la realidad observada.
Una vez establecido el arquetipo de persona fascinada, sería bueno que utilizara algunas metáforas a modo de observaciones propias -sobre mi experiencia y la de otros- para explicar el increíble poder que tiene la fascinación en las personas:
1ª LEY DE LA FASCINACIÓN: CALIDAD. Toda persona fascinada es siempre una persona fascinante. Pero no toda persona fascinante es siempre una persona fascinada.
2ª LEY DE LA FASCINACIÓN: INFLUENCIA. Todo lo que está a tu alrededor no ocurre sino que te ocurre. Pasa por y para ti. Eres parte de ello. Lo necesitas y te necesita. Tu eres el protagonista y tu capacidad de fascinación está en tus manos.
3ª LEY DE LA FASCINACIÓN: INCERTIDUMBRE. No puedes controlarlo todo. En este principio de sorpresa constante radica la belleza de la vida. De este modo -y utilizando un viejo poema que escribí cuando era niño- La vida no es bella pero tiene intermitencias, sino que la vida es bella porque tiene intermitencias.
4ª LEY DE LA FASCINACIÓN: INTENSIDAD. El nivel de fascinación es directamente proporcional a la cantidad de combinaciones posibles de diferentes realidades a un solo mismo tiempo. A niveles de combinación elevados, existe la rotura mental o emocional por fascinación saturada. Se trata de una especie de diabetes de la fascinación que a menudo conviene controlar.
5ª LEY DE LA FASCINACIÓN: FORMA. Todas las cosas dicen algo.Esta cosa puede ser un acto, un objeto, un momento, un ser vivo, un ser muerto, una experiencia, un recuerdo o una proyección a futuro. La forma también es proporcionalmente adaptable a la fluidez de la persona fascinada.
6ª LEY DE LA FASCINACIÓN: AUTONOMÍA. Toda persona fascinada es su propia energía y su motor. Posee un nivel elevado de autonomía y se puede recargar constantemente sin necesidad de otro tipo de dispositivo externo.
7ª LEY DE LA FASCINACIÓN: INSPIRACIÓN. Toda persona fascinada es siempre una persona inspiradora. Esto se debe a la enorme capacidad de transpirar y asimilar la realidad que lo fascinante ejerce sobre la persona fascinada.
Encuentro a diario a muchas personas que cargan con un gran peso sobre sus espaldas. A veces llaman a este peso Historia, Responsabilidad o Exigencia y a menudo se traduce en un gran estrés que atenaza sus vidas por completo. Les impide distinguir cuál es su lugar en la vida y en el mundo. Pero afortunadamente existe el universo 😉
Hoy quiero compartir una gran historia; la historia del lugar donde vivimos. Habla de quienes somos y de nuestra auténtica importancia, habla de que “el universo no se hizo para nosotros” y de que apenas una ínfima parte de todo el vasto universo depende de ti. No eres el centro de todo cuanto ocurre. De modo que, amigo, relájate y disfruta.
Uno de los modelos de expresión que utilizo con frecuencia para trabajar con personas es lo que denomino el pensamiento en escala. Es un camino que antes recorrieron la ciencia, la filosofía y la espiritualidad de cualquier civilización sobre la tierra. Es un camino que se puede recorrer en dos sentidos: de lo general a lo particular (deducción científica) y de lo particular a lo general (inducción experimental). En el primero de los casos se trata de trabajar con realidades comunes y universales a partir de las cuales se establecen conclusiones concretas y aplicables a una particularidad. En el segundo, se trata de establecer una secuencia ordenada de relaciones que ayude a digerir una particularidad y a establecer las bases de premisas algo más generales. En lógica existen reglas de inferencia básicas que pueden ayudarnos a trabajar en los dos sentidos. No estoy descubriendo nada nuevo pese a que la lógica es frecuentemente sustituida por la superchería, el victimismo y el prejuicio. Ambos recorridos han sido transitados por el hombre desde hace miles de años, ayudan a superar el ego (egocentrismo, narcisismo, egolatría) y suponen la base de cualquier avance en la historia de la Humanidad. Para un agnóstico activo como yo, lo que voy a compartir ahora implica quizás el grado más elevado de comienzo deductivo que tal vez yo pueda alcanzar. Para mí, la persona que logra acercarse a esta comprensión de su papel en la vida, está muy cerca de hallar el equilibrio. Porque el primer paso de cualquier camino siempre parte de saber en qué lugar te encuentras. Y yo ahora estoy aquí:
Pale Blue Dot (Punto azul pálido) es una fotografía del planeta Tierra tomada el 14 de febrero de 1990 por la sonda espacial Voyager 1 desde una distancia de 6000 millones de kilómetros. La imagen muestra la Tierra como un punto de luz casi imperceptible de 0,12 píxeles de tamaño en medio de la vastedad del universo. También es el título de un maravilloso libro de Carl Sagan que ahora mismo estoy leyendo y que está inspirado en esta fotografía. El capítulo 1 de ese libro nos ayuda a comprender el significado de esta imagen y nuestro más que humilde lugar en el universo:
“Desde la distancia, los planetas parecen sólo puntos de luz, con manchas o sin ellas, incluso a través del telescopio de alta resolución instalado a bordo del Voyager. Son como los planetas observados a simple vista desde la superficie de la Tierra, puntos luminosos más brillantes que la mayoría de estrellas. Por espacio de unos meses, nuestro planeta, al igual que los demás, da la sensación de flotar entre las estrellas. Con sólo mirar uno de esos puntos no somos capaces de decir lo que alberga, cuál ha sido su pasado y si, en esta época concreta, vive alguien allí.
Como consecuencia del reflejo de la luz solar de la nave hacia la Tierra, ésta parece envuelta en un haz de luz, como si ese pequeño mundo tuviera algún significado especial. Pero se trata solamente de un accidente achacable a la geometría y a la óptica. El Sol emite su radiación equitativamente en todas
direcciones. Y si la imagen hubiera sido tomada un poco antes o un poco después, no habría habido haz de rayos solares que iluminara la Tierra.
¿Y por qué ese color azul celeste? El azul procede en parte del mar y en parte del cielo. Dentro de un vaso, el agua es transparente y absorbe ligeramente más luz roja que azul. Pero si lo que hay son decenas de metros de ese elemento o más, éste absorbe toda la luz roja y lo que se refleja de vuelta al espacio es el azul. Del mismo modo, a corta distancia, a través del aire, el objeto se ve transparente. No obstante —y eso es algo que Leonardo da Vinci explicó a la perfección—, cuanto más distante se encuentra, más azul parece. ¿Por qué? Ello es debido a que el aire dispersa mucho mejor la luz azul que la roja. Por ello, el matiz azulado de ese puntito es debido a su espesa pero transparente atmósfera y a sus profundos océanos de agua líquida. ¿Y el blanco? En un día normal, la Tierra aparece medio cubierta de blancas nubes de agua.
Nosotros somos capaces de explicar ese azul pálido que presenta nuestro pequeño mundo porque lo conocemos bien. Sin embargo, es menos probable que un científico extraterrestre, recién llegado a los aledaños de nuestro sistema solar, fuera capaz de deducir la existencia de océanos, nubes y una atmósfera densa. Neptuno, por ejemplo, es azul, pero fundamentalmente por razones distintas.
Desde esa posición tan alejada puede parecer que la Tierra no reviste ningún interés especial.
Pero, para nosotros, es diferente. Consideremos de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. En eso ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos los seres humanos que han existido. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y cada recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Pensemos en los ríos de sangre derramada por tantos generales y emperadores con el único fin de convertirse, tras alcanzar el triunfo y la gloria, en dueños momentáneos de una fracción del puntito. Pensemos en las interminables crueldades infligidas por los habitantes de un rincón de ese pixel a los moradores de algún otro rincón, en tantos malentendidos, en la avidez por matarse unos otros, en el fervor de sus odios.
Nuestros posicionamientos, la importancia que nos auto atribuimos, nuestra errónea creencia de que ocupamos una posición privilegiada en el universo son puestos en tela de juicio por ese pequeño punto de pálida luz. Nuestro planeta no es más que una solitaria mota de polvo en la gran envoltura de la oscuridad cósmica. Y en nuestra oscuridad, en medio de esa inmensidad, no hay ningún indicio de que vaya a llegar ayuda de algún lugar capaz de salvarnos de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo hasta hoy conocido que alberga vida. No existe otro lugar adonde pueda emigrar nuestra especie, al menos en un futuro próximo. Sí es posible visitar otros mundos, pero no lo es establecernos en ellos. Nos guste o no, la Tierra es por el momento nuestro único hábitat.
Se ha dicho en ocasiones que la astronomía es una experiencia humillante y que imprime carácter. Quizá no haya mejor demostración de la locura de la vanidad humana que esa imagen a distancia de nuestro minúsculo mundo. En mi opinión, subraya nuestra responsabilidad en cuanto a que debemos tratarnos mejor unos a otros, y preservar y amar nuestro punto azul pálido, el único hogar que conocemos.”
Un punto azul pálido: Una visión del futuro humano en el espacio, Carl Sagan (1994)
En este video el propio Sagan lee un fragmento de este capítulo. Disfrútalo: