por David Criado | Ene 12, 2016 | DESARROLLO PERSONAL
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«Incluso en los peores momentos de la vida de un ser humano, lo que hace que todo sea soportable son las maneras: el carácter moral de las personas pero por supuesto además la forma en la que ese carácter moral se manifiesta»
Arturo Pérez-Reverte (escritor de ficción histórica, periodista retirado, ex-reportero de guerra durante 21 años; entrevista de Iñaki Gabilondo)
Hay comportamientos que huelen mal. Tienen que ver con los contenidos, pero sobre todo con las formas. Hoy hablaré de ellos, me detengo a escribir sobre un tema complicado. Hablar sobre cómo detectar y enfrentar comportamientos dañinos propios y ajenos no es fácil. Resulta aún más complicado aportar una perspectiva diferente a lo que ya se ha escrito sobre el tema. El lector o lectora encontrará amplia literatura sobre esto en su librería habitual y a lo largo y ancho de la red (incluido este mismo sitio). Sin embargo hoy le aportaré una propuesta diferente. Sacaré a relucir en este texto una de mis venas -la de humanista cristiano- y la pondré a palpitar sobre las teclas. En consecuencia no espere algo que no sea extraordinario. Pretendo hacerle creer en las enormes posibilidades de mejorar su propia vida que tienen tanto usted como otros. Comenzamos.
EL ETERNO PODER DE SABER RELACIONARNOS
Defiendo que toda persona per se tiene amplias dotes y capacidades relacionales que debe entrenar para enfocarlas de forma saludable y beneficiosa para sí misma y para otros. Adquirimos gradualmente estas capacidades en sus formas y contenidos desde nuestra infancia, desde esa etapa de cría donde aprendemos a vivir. Pero es en nuestra edad adulta donde con más crudeza y frecuencia las ejercitamos. Estas capacidades relacionales avanzadas nos han hecho evolucionar hasta formar enormes sociedades relacionales de millones de individuos. La historia de esta evolución continua se repite en el tiempo. Pasamos de las relaciones familiares a las tribales; de las amistades inmediatas a las asociaciones por interés, poder o derecho; de las organizaciones para lograr un fin mutuo a las sociedades de convivencia que conforman culturas humanas complejas y enriquecedoras. Por lo que sabemos hasta ahora ningún otro ente en el Universo ha sido capaz de estirar y hacer que de tanto de sí esa bacteria unicelular inicial de la que todos provenimos hasta convertirla en algo parecido a lo que hoy llamamos Humanidad y humanidad (con mayúscula y minúscula). Salvo el propio Universo (Naturaleza) en sí mismo -que supera inmensamente nuestra capacidad relacional- nada nos supera a nivel relacional.
Además de enormes aciertos, hemos cometido y cometemos enormes errores en este proceso de evolución relacional. Los pagamos ahora y los seguiremos pagando como personas y como especie en el futuro. La mayor parte del tiempo disfrutamos agradablemente las bondades de nuestras capacidades relacionales avanzadas. Pero en ocasiones también sufrimos de forma dolorosa los perjuicios que puede provocar un comportamiento humano nada saludable. Esta enorme fortaleza nos da, en otras palabras, le da al Hombre la difícilmente limitable capacidad de hacer disfrutar y sufrir a sí mismo y/o a otros.
Ningún reto debería ser más inspirador y motivador para una persona que el de saber poner en juego sus capacidades relacionales consigo mismo y con otros aprendiendo su valor, y estableciendo límites para el beneficio propio y el de todos.
NO HAY PERSONAS TÓXICAS
El camino más corto que usted encontrará para hallar la felicidad consiste en no juzgar nunca a las personas por completo sino a cada una de sus acciones en concreto.
En contra de lo que defiende la mayor parte de literatura pseudocientífica y científica sobre el tema, liderados por Bernardo Stamateas y su instant coffee book, intentaré no cumplir con el procedimiento acostumbrado que algunos profesionales defienden a la hora de trabajar comportamientos dañinos. Este procedimiento -que no respetaré en la medida de mis posibilidades- defiende que en primer lugar es necesario marcar, identificar o señalar a determinados arquetipos conductuales o personas como «tóxicos», y en segundo lugar es necesario que usted -lector o lector- huya o se aparte de ellos, a menudo -así lo defienden- sin dar mayor explicación.
Usted -lector o lectora- tanto como yo, es libre de querer relacionarse o no con otros, es decir de querer buscar o evitar a alguien. Esto creo que entra dentro de lo razonable. Hay personas que nos parecen soportables y otras que nos parecen insoportables. En nuestra familia, nuestros amigos y en las relaciones de pareja o trabajo hay personas con las que nos gusta ser y otras con las que solo nos gusta estar. Bajo este criterio usted -como yo- configura su red de relaciones inmediata y extendida, y articula su conducta dentro de sus posibilidades. Esto es una cosa. Pero otra muy distinta es tomar la estrategia de la evitación como pauta válida o siempre recomendable para gestionar los comportamientos poco saludables de uno mismo o de otros. Evitar algo -no lo olvide- nunca es superarlo.
Las personas no somos medicamentos caducados, ni productos químicos irrespirables, ni enfermedades contagiosas. Por eso -¡maldita sea!- no hay personas tóxicas, es decir, personas venenosas en sí mismas. Las personas acumulamos hábitos adquiridos, experiencias vitales, educaciones, culturas, lecturas de la realidad, relaciones,… Somos cuerpos y mentes en permanente cambio y adaptación. No somos yogures caducados a los que tirar y no acercarse. Evolucionamos y tenemos siempre dos opciones poderosas: hacer que otros quieran cambiar o cambiar nosotros. Nadie -lo hemos descubierto ya muchos- nadie cambia si no quiere. Pero aún en el caso de que esa persona no quiera cambiar, nosotros sí podemos cambiar nuestra actitud respecto a ella. En esto segundo se encuentra el área de responsabilidad de la que usted es propietario. Y huir de algo o alguien no es nunca responsable.
Las personas somos personas. Usted es una persona y se debe a su propia especie. No evada la responsabilidad de aceptar que otra en todo momento también lo es. Puede que usted o yo o esa persona en la que piensa, pasemos por malos momentos alguna vez y puede que esos malos momentos se alarguen demasiado (a veces vidas enteras) y nos condicionen adoptando comportamientos dañinos para nosotros mismos o para otros. Pero nadie -digo NADIE- tiene derecho a escribir un libro o mil para decirnos que usted o yo o esa persona somos tóxicos. Nada hay en excluir o apartar a otros de la sociedad y de las relaciones salvo un tóxico ejercicio de soberbia.
Solo cuando la certeza en nuestras propias convicciones es mayor que nuestra compasión por otros, podemos entonces afirmar que hemos perdido la batalla.
QUÉ ES UN COMPORTAMIENTO TÓXICO
De algún modo he descubierto en mi vida y en el ejercicio de mi profesión que un comportamiento tóxico es un acto o conjunto de actos que consciente o inconscientemente hacen daño a uno mismo y/o a otros.
Defiendo que un comportamiento es tóxico si cumple alguna o todas estas premisas:
- Cuando solo aporta sentimientos negativos (de miedo, culpa, insatisfacción, frustración,…) sin aportar ningún sentimiento positivo (de reconocimiento, satisfacción, alegría, disfrute,…)
- Cuando parte de una tiranía emocional (autoafirmación del ego y de la realidad propia por encima de la realidad o sentimientos de los otros)
- Cuando reproduce (es decir, parte o imita) otros comportamientos tóxicos anteriores generando un bucle emocional negativo en uno mismo o en los demás
- Cuando genera (es decir, provoca) comportamientos tóxicos en los demás contagiando conflicto o dolor.
Es posible por tanto identificar este tipo de comportamientos y trabajarlos para que no afecten a la salud mental del individuo o grupo que los experimenta.
Pretendo aportarle -lector o lectora- tips rápidos para que usted identifique comportamientos tóxicos de acuerdo a frases o acciones comunes. Si usted quiere ampliar detalles o disponer de una guía más avanzada sobre comportamientos tóxicos cuenta con amplia literatura en la red. Contraste fuentes de forma crítica. Este tan solo será un listado práctico que le servirá de guía rápida para detectarlos y actuar de acuerdo a su criterio e intereses.
Personalmente considero que los siguientes cuarenta y tres comportamientos tóxicos -realizados de forma continuada- harían que para mí una persona fuera poco o nada atractiva para tomar una cerveza, mantener una conversación, contratarle, cerrar un acuerdo, salir conmigo o darme a conocer. Cuando algo de todo esto o mucho de todo esto le ocurre a una persona, yo se que algo no va bien:
- No escuchar al otro. No parar de hablar. Interrumpir.
- No poder ni saber estar solo. No sentir la necesidad de estarlo.
- Cuestionarlo todo. Instalar en la duda a sí mismo y a otros. Parálisis por análisis.
- No cuestionarse nada. Muerte por ignorancia.
- Ser incoherente. No cumplir con lo que dice.
- Tener la necesidad de estar continuamente ocupado en algo.
- No conocer, respetar ni disfrutar el silencio.
- Vivir para convencer a otros. Hacer de tu vida un teatro comercial continuo.
- No practicar la empatía sino la simpatía. Juzgar la vida de los otros en función de mi modo de vida, mi forma de ser y mis ritmos, y no en función de los suyos.
- No respetar la autonomía de los demás. Hacer las cosas cuando, cómo y donde yo digo. Decidir por otros sin consultarles. Imponer tu opinión o acciones. Dar por hecho la voluntad de otros y enfadarse o considerarles enemigos si no aprueban nuestra tiranía.
- Ser un cadáver. No estar interesado por otras vidas o por otras experiencias.
- Ser temerario. Solo estar interesado en otras vidas o en otras experiencias.
- Ser poco práctico. Dar más trabajo a una persona del que tendría si no hubiera confiado en tí para resolverlo o ayudarle.
- Creer en la completa disponibilidad del resto a tus propuestas y no tener disponibilidad para sumarte a las de otros.
- Actuar y vivir solo a partir de los propios sentimientos. No tener en cuenta los sentimientos de la otra persona.
- Criticar negativamente a otros o señalar sus defectos sin aportarles opciones de mejora o reconocimiento.
- Compararse con los demás para ponerse en valor a uno mismo.
- Experimentar de forma repetida todo tipo de vergüenza ajena.
- Tener solo vergüenza propia.
- Ser un cenizo. Hablar solo de experiencias negativas.
- Destacar por medio de la provocación o la extravagancia exterior.
- Juzgar a las personas y no a sus acciones.
- Tener la necesidad de agradar a todo el mundo.
- Tener la necesidad de no agradar a nadie.
- Expresarse en términos absolutos. Conmigo o contra mí.
- Buscar la cantidad y no la calidad.
- No tomar decisiones. Poner continuamente excusas para no actuar. No hacer nada para cambiar algo que cree que está mal, sino solo hablar de por qué cree que está mal. Estar continuamente «intentando» y no «haciendo».
- Hablar en exceso de uno mismo. Tener exceso de autoestima. Creerse mejor que todos los demás en algo aunque lo sea.
- No hablar nunca de uno mismo. No tener autoestima. Creerse peor que todos los demás en algo aunque lo sea.
- Quejarse de la realidad que tiene sin aceptar la realidad que él provoca.
- Necesitar la desgracia ajena para alcanzar la gracia propia.
- Expresarse desde el rol de víctima (lo que me ocurre y me pasa) y no desde el rol de protagonista (lo que podría hacer o lo que pienso con lo que me pasa).
- Ser desagradecido. Envidiar la realidad de otros de forma poco saludable, es decir sin poner en valor la realidad propia.
- No alegrarse con el crecimiento de otros a los que aprecia. No alegrarse por las alegrías de otros.
- No ser compasivo con la realidad de otros a los que aprecia. No acompañar y ser comprensivo ellos.
- Hacer que su felicidad dependa de las acciones de otros y de sus consecuencias.
- No tener sentido del humor. No reírse de uno mismo ni de sus errores.
- Burlarse de otros. Reírse de los demás.
- Tener mucha prisa siempre. Ser más rápido que íntegro.
- Vivir solo para ser fiel a uno mismo olvidándose de otros. Muerte por principios.
- Vivir tan solo para ser fiel a los demás olvidándose de uno mismo. Muerte por confluencia.
Los dos mayores antídotos contra un comportamiento tóxico son, no me cabe duda, el sentido del humor (relativiza, relaja y distiende), el diálogo significativo (construye y aporta razonamiento lógico), y la generación de confianza (el paso del tiempo y la construcción de una relación mutua).
Opino por último que toda persona tiene derecho a agotarse de sí misma y de otras, y a marcar a menudo distancias saludables. Creo que es nuestro deber y responsabilidad trabajar para que las personas que nos rodean mejoren pero quizás es mucho más importante ser conscientes de que solamente ellas nos harán saber o entender cuándo pueden y quieren mejorar.
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por David Criado | Ene 5, 2016 | DESARROLLO DIRECTIVO
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«Darse cuenta de una cosa sin contar con ella… eso es una idea. Contar con una cosa sin pensar en ella, sin darse cuenta de ella… eso es una creencia.»
maestro José Ortega y Gasset (filósofo, persona, extraído de La idea de principio en Leibniz, XXX, 1947)
Tal y como creo, el management es el arte y disciplina de coordinar los esfuerzos de las personas para lograr metas y objetivos concretos mediante el uso de los recursos disponibles de una manera eficiente y eficaz.
En este breve artículo expondré cual creo que es el verdadero sitio de las pequeñas modas y el del único reto del management ahora. Comenzamos.
Cada nuevo año leo, no sin estupor, algunos artículos sobre los grandes retos del management escritos por grandes eminencias en esta disciplina. Traigo hoy un ejemplo. He aquí el muestrario extraído de 4 artículos sobre los retos del management en 2016: explotación de tecnologías sociales aplicadas a la atracción de talento, gestión del Big data, explotación del Internet de las cosas, explotación de los beneficios de la impresión 3D, inclusión de la nanotecnología en la oficina, inclusión del grafeno en el mercado tecnológico, aprovechamiento de las ventajas derivadas de la secuenciación del genoma, cambios en la comunicación debido a la traducción lingüística automática,…
Ninguno de ellos me parece prioritario, y lo más grave en mi caso es que ninguno de ellos me parece importante o digno de ser considerado un reto a efectos de «coordinar los esfuerzos de las personas para lograr alcanzar metas y objetivos concretos mediante el uso de los recursos disponibles de una manera eficiente y eficaz«.
He aquí mi argumento:
- Usted es muy ingenuo si considera que existe algún otro recurso más importante en su empresa que las personas que trabajan en ella a diario. No se trata de grandes palabras o de un brindis al sol, es algo que para mí en cualquier sesión de trabajo es fácilmente demostrable. Ninguno de los grandes estudiosos de la empresa en los últimos treinta años ha obviado esto: El recurso disponible más importante de su empresa son sus personas.
- Con el tiempo y la experiencia acompañando a equipos y organizaciones ha aumentado mi grado de gadgetofobia, esto es, de cierto repelús o escepticismo ante los nuevos gadgets, teorías o conceptos milagrosos. Por explicarlo brevemente, para mí Doraemon, Mochilo el de los fruittis, o el Inspector Gadget son solo dibujos animados en un mundo que nunca va a existir. Poseen como seres imaginarios la capacidad de sacar de sus bolsillos mágicos, soluciones milagrosas. Yo no. Desengáñese: usted tampoco.
- Seré claro. Creo que cuando decimos que cualquier otra cosa diferente al reto que hoy voy a exponer, es más importante que esto, hemos fallado como especie. No hay ni una sola organización a la que yo haya entrado -digo, ni una sola- cuyo reto real no sea este. Ningún gran equipo directivo con el que yo haya trabajado, habla realmente de otra cosa.
Como algunos compañeros y yo personalmente estamos trabajando duro en este reto, sepan todos esos autores que todo lo demás es y seguirá siendo durante muchos otros años, secundario. La verdadera arena del management donde hoy nos batimos los valientes, sigue estando encerrada en este único reto:
[bctt tweet=»El único reto del management es lograr que ninguna persona necesite esperar al final de su jornada laboral para sentirse vivo» url=»no»]
Sentirse vivo, lector o lectora, no es otra cosa que sentirse útil y necesario para sí mismo y para otros. Creo con sinceridad que usted realizará un buen trabajo como gestor de personas en la medida en que no olvide que este es el único auténtico del management.
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por David Criado | Dic 30, 2015 | DESARROLLO PERSONAL
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«Examina tu interior: no dejes que se te escape la cualidad interior ni el mérito de nada»
Marco Aurelio, filósofo y emperador romano (Meditaciones, Libro VI, 3)
Hoy hablaré sobre nuestro territorio emocional y sobre la importancia que tiene conocer y comprender el amplio abanico de nuestras emociones. El mapeo y análisis de las emociones humanas es un trabajo individual que cada uno debería acometer en algún momento de su vida. Nadie puede, por tanto, decir a estas alturas de la evolución de nuestra especie y nuestras sociedades, que nadie le enseñó a conocer sus emociones. Si bien eso puede ser completamente cierto, no excusa que usted mismo no haya decidido tomar las riendas de sus propias emociones para disfrutarlas y evitar que a menudo le ganen la partida.
Este artículo pretende aportarle recursos de interés orientados a la construcción y conocimiento de su propio territorio emocional. Defiendo con firmeza que si bien el conjunto de las emociones humanas es algo común a todas personas, la construcción de lo que he llamado un territorio emocional propio que sea saludable, enriquecedor y rentable es una tarea individual de cada uno. Estos son los apartados que integran este artículo:
- 2 conceptos previos de geografía humana: Determinismo/Posibilismo y Género de vida
- 2 claves para construir un territorio emocional propio: Vacúnese contra el posibilismo radical y Recuerda que eres mortal.
Comenzamos.
2 CONCEPTOS PREVIOS DE GEOGRAFÍA HUMANA
En su libro Evolución de la geografía humana, el maestro Paul Claval nos habla de una persona que marcó el estudio de la geografía. Antes de Piaget y su influencia en el pensamiento geográfico moderno, hace ahora casi 150 años Vidal de La Blache se hizo una pregunta: ¿Cómo las relaciones humanas determinan el espacio que habitan?
Él encontró varios conceptos para explicar los campos de influencia entre la persona y su entorno. Habló en ambas direcciones de cómo el territorio determina a las personas (determinismo) y de cómo la persona influye sobre el territorio (posibilismo). En función de estas dos relaciones, La Blache dibujó un mapa sociológico sencillo basado en ámbitos de responsabilidad e influencia tanto del entorno (la naturaleza y sus recursos) como de la persona.
Entonces se pensó que el determinismo era nuestra característica común con el resto de especies y que el posibilismo (nuestra capacidad de modificar el propio entorno) era lo que hablaba de nuestro desarrollo avanzado como especie. El posibilismo entonces se entendió como nuestra genuina habilidad para cambiar y adaptarnos al entorno o de cambiar y adaptar el entorno a nosotros, dotándole y dotándonos de un carácter social.
Al conjunto de actividades que establecemos en relación con nuestro territorio se le llamó Género de vida. Por ejemplo, tenemos el género de vida de un agricultor que explota la tierra en la que vive, o el género de vida de un político urbano que aprovecha la modificación del territorio que él hace e hicieron otros antes que él.
2 CLAVES PARA CONSTRUIR SU TERRITORIO EMOCIONAL
Antes de continuar, dos apuntes.
En primer lugar, usted puede aprender a conocer sus emociones de una forma más extensa en los recursos que figuran al final de este artículo. Hoy no intentaré hacer un mapa exhaustivo de nuestras emociones, sino dar algunas recomendaciones clave para que usted construya un territorio emocional saludable entre tanto ruido y velocidad en nuestro tiempo.
En segundo lugar, he de confesarle que no me gusta trabajar en exceso sino lo justo; y que no me gusta reinventar la rueda sino aprovecharla. Por eso creo que todos los descubrimientos en geografía humana que acabamos de repasar en el anterior apartado son aplicables a lo que denomino geografía emocional. Sobre ellos compartiré en clave de símil, los elementos para la construcción de un territorio emocional propio:
NO TODO ES POSIBLE AHORA. Vacúnese contra el Posibilismo radical
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Lo que usted tiene sobre estas líneas no es una vaca volando. Eso no es posible (ni con muchas ganas). Lo que usted tiene sobre estas líneas es un globo aerostático con forma de vaca volando. Eso sí es posible (con conocimiento científico y esfuerzo).
Usted -lector o lectora- vive hoy en una época de profundo desequilibrio entre el peso que se otorga a su propia entorno (determinismo vital) y el peso que se le otorga a usted (posibilismo vital) a la hora de construir su realidad. Considero que es importante equilibrar en su justa medida nuestro atrevimiento (valor) y nuestra inteligencia de las cosas (aceptación). Para ello nada mejor que no infravalorar el extraordinario poder de nuestro entorno para neutralizar y determinar nuestra propia vida. La superación humana no consiste en negar nuestra realidad sino en aceptarla (partir de ella) sin resignarse a que se apropie de nuestra capacidad de desarrollo.
Es lógico por tanto que el ser humano tenga una fábrica continua de héroes, personas que emprenden extraordinarias gestas para alcanzar un sueño propio (aquellos a los que respeto) o para alcanzar un sueño compartido (aquellos a los que admiro). Hasta aquí todo es razonable y forma parte de nuestra condición.
Más allá de todo esto existe una tendencia febril a responsabilizar por completo a las personas de su propia realidad. Es el denominado SI QUIERES, PUEDES o el TODO ES POSIBLE. Algunas otras acepciones simplistas y snob son estas: Lo único imposible es aquello que no intentas; o Todo es posible para el que cree (este último es un versículo del Antiguo Testamento, ahí es nada). De hecho tal es la perversión que si usted teclea «NO TODO ES POSIBLE» en el apartado de imágenes de google, todos los resultados que le saldrán serán sobre «TODO ES POSIBLE». Oh my god!, que dirían los ingleses. Todo esto comenzó siendo una corriente de marketing curiosa en algunos anuncios y vallas publicitarias, luego algunas otras compañías cinematográficas contribuyeron a difundir este pensamiento, y por último ha acabado inundando las escuelas, oficinas y foros profesionales de muy diversos campos. Si usted me pregunta por qué creo que ha extendido tanto esta creencia infundada del TODO ES POSIBLE que es estadística y rigurosaramente falsa, creo que se debe a que el ser humano tiende a compartir grandes victorias o proezas y no grandes fracasos. Pero una cosa es no compartir lo que es imposible y otra muy distinta, obviarla. Las redes sociales están plagadas de esta caricatura posibilista que está haciendo mucho daño a las personas. Su aportación al desarrollo humano consiste en elevar el nivel de expectativas y necesidades propias a niveles extremos para luego intentar alcanzarlos o cumplirlos. Denomino Posibilismo radical a esta tendencia destructiva de la que usted puede perjudicarse en numerosos sitios de la red y en no pocos libros de autoayuda.
Esta tendencia está muy extendida en todo tipo de campos pero destaco el Deporte, la Gestión de personas, y sin duda el denominado Desarrollo personal. La clave para comprender cuando algo es bueno o malo nos la dieron ya los griegos: Amigo mío, en el término medio está siempre la virtud. Defiendo que todo lo que suponga exclusividad en nuestra atención es -no me cabe duda- perjudicial. Todo lo que voy a exponer como ejemplos del Posibilismo radical, está basado en dos estrategias implícitas: dinamitar el término medio para desequilibrar consciente o inconscientemente nuestras vidas, y establecer objetivos aparentemente imposibles para focalizar nuestra atención y nuestra vida en conseguirlos en detrimento de otros ámbitos de desarrollo. Veamos algunos ejemplos.
En el campo del Deporte, existe un creciente número de personas que han desvirtualizado la práctica deportiva como un hábito saludable en nuestras propias vidas, para convertirla en una obsesión y un culto incongruente por el cuerpo. Digo incongruente porque pese a que predican una vida saludable, su obsesión por una práctica deportiva extrema les lleva en la mayoría de casos a descuidar su nutrición, descompensar y desequilibrar su vida o basar su vida en aparentar ser saludables sin la construcción de hábitos de valor. Defiendo y practico que el deporte debe ser un complemento de nuestra vida (relaciones significativas, desarrollo profesional, inquietud intelectual), no nuestra única vida. Entre los trending topic del Posibilismo radical deportivo destaco algunas fiebres importadas que muy pocos practican de forma saludable: crossfit, running extremo, y fitness absoluto.
En el campo de la Gestión de personas, existe una creciente tendencia en los profesionales de la selección a responsabilizar a la persona que busca trabajo de que no encuentre trabajo. Entre los profesionales de la formación, responsabilizar en exclusiva al empleado de su propio desarrollo sin dotarle de recurso, infraestructura o una cultura de apoyo, es sin duda un ejemplo de Posibilismo radical en las empresas. Entre los profesionales del desarrollo de RRHH, existe también la peligrosa asunción básica infundada -origen de la caída de toda organización- de que es el propio profesional el que debe destacar por sí mismo en su desempeño sin necesidad de dotarle de una política de carrera concreta, un liderazgo responsable y consecuente y una organización leal con su trabajo. La filosofía Up or out (traducción literal: o asciendes o te vas) que prima en muchas consultoras y organizaciones y que yo mismo he vivido, es un ejemplo de Posibilismo radical ridículo. Usted puede ampliar detalles sobre cómo salvar todo esto en el artículo Claves para la gestión de RRHH en tu organización.
En el campo del Desarrollo Personal usted encontrará innumerable ejemplos de Posibilismo radical. La corriente del empoderamiento personal, basada en dotar a la persona de modelos, herramientas y técnicas para tomar las riendas de su desarrollo, es sin duda constructiva y han contribuido a ella diversas prácticas que ejerzo como el coaching, el mentoring o la facilitación, que se alimentan de la psicología, la filosofía, la sociología y el management. Sin embargo algunos profesionales del acompañamiento que respeto por haber decidido dedicar su vida a ayudar y acompañar a otros, se empeñan en el empoderamiento absoluto de la persona. Esto es, en trasladarle toda la responsabilidad de desarrollo de su propia vida y su trabajo. Sin duda, un ejemplo cruel y frustrante de Posibilismo radical. Por mucho que quieran muchos de estos profesionales, no somos algo muy diferente a lo que el maestro Ortega nos dijo a comienzos del siglo XX: Yo soy yo y mis circunstancias. La actitud ante la vida sin duda es lo básico, pero nunca lo único. Infravalorar a las circunstancias en favor de la propia persona, es hacerle un flaco favor. Antes bien, un buen acompañamiento está basado en el estudio y análisis de la persona y de sus circunstancias.
RECUERDA QUE ERES MORTAL. Sea humilde y tome decisiones
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Si usted -como yo- ama el cine, y en concreto el cine histórico, habrá visto esa maravillosa película titulada La caída del imperio romano (Mann, 1964). En la película no pasa desapercibido un momento espléndido que voy a relatar tal y como lo recuerdo. Tras la conjura contra Marco Aurelio y tras ser proclamado emperador en la frontera del norte del imperio, su hijo Cómodo entra triunfante en Roma como nuevo emperador, aclamado y vitoreado por un pueblo enfervorizado. Durante todo esta marcha triunfal -propia de cualquier general que volvía victorioso de la guerra- la cuadriga imperial tiene tres ocupantes. El primero de ellos, el auriga, conduce la cuadriga. El segundo es el propio emperador. El tercero, un hombre con barba blanca tupida y manto blanco en el que apenas repara el espectador durante la secuencia. Sin embargo cuando la cuadriga se detiene ante el palacio del Senado, este personaje cobra sentido. Tras la marcha triunfal, endiosado y justo en el momento en el que baja del carro, el hombre más poderoso del mundo conocido, escucha como este enigmático tercer ocupante le dice: «Recuerda que eres mortal«.
Esto, que es una mera anécdota para el espectador en la trama de la película, tiene un fundamento histórico. El maestro Marco Aurelio, gran filósofo estoico y emperador romano, solía pasear entre la plebe para conocer su modo de vida y condiciones. A menudo lo hacía a escondidas pero casi siempre acababa siendo reconocido por alguien y vitoreado o vilipendiado. Para todos los paseos por Roma y en general para cualquier acto público, Marco Aurelio empleó durante su tiempo de gobierno a una persona a tiempo completo cuyo único trabajo era acompañarle y repetir cada cada cierto tiempo una sola frase: «Recuerda que eres mortal«. Ya hemos hablado aquí mucho sobre la escuela estoica y sobre la utilidad de sus enseñanzas para crecer como personas. Pero esta historia verídica es sin duda una gran lección.
Si usted quiere llevar una vida saludable sea humilde sin condiciones ni pretextos. Recuerde que en todo momento es usted mortal. Si quiere ser feliz, tome decisiones a partir de su territorio emocional propio. Como base para estas decisiones, conózcase a sí mismo y consulte algunos de estos recursos como primera aproximación:
- Libros recomendados para una primera aproximación a la construción de un territorio emocional propio: Universo de emociones de Rafael Bisquerra (PalauGea,2015), Viaje a las emociones de Eduardo Punset (Destino, 2010), Inteligencia emocional de Daniel Goleman (Kairós, 1996), Emoción y conflicto de Josep Redorta (Paidós, 2006), Ecología emocional de Jaume Soler y M. Mercé Conangla, (Amat, 2013)
- Para un estudio en detalle, recomiendo consultar algunas de las áreas de maestría del MAD que incluyen el conocimiento de las emociones.
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por David Criado | Dic 21, 2015 | DESARROLLO DIRECTIVO
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«Al hombre le ocurre lo mismo que al árbol. Cuanto más quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz, tanto más fuertemente tienden sus raíces hacia la tierra»
Friedrich Wilhem Nietzsche (filósofo, poeta, músico y filólogo: Así habló Zaratustra I, «Del árbol de la montaña»)
Me acerco hoy a la función de RRHH desde una visión crítico constructiva. Si usted ha llegado hasta aquí solo puede ser por dos razones: o bien trabaja es Director de Recursos Humanos y le gusta el mambo; o bien quiere ver cómo le doy cera a los directores de RRHH. No será nada traumático, descuide. Sea cual sea su perfil he aquí dos avisos para navegantes:
Soy consciente de que este artículo removerá más de una conciencia. Siga leyendo este artículo si su actitud es la de alguien que le apetece conocer una perspectiva diferente y algo heterodoxa. No siga leyendo esto si lo que usted busca -lector o lectora- es todas estas cosas sobre las que podrá encontrar más y mejor información en otros sitios de la red: Una historia de los RRHH (que le permita contar con cierta perspectiva respeto a sus colegas del comité de dirección), Nuevas tendencias en RRHH para 2016 (que le ayuden a generar nuevas burbujas y expectativas frustrantes en su empresa), conceptología anglosajona muy cool (que le ayude a redimir todos sus pecados con soberana elegancia y buen facer), o poderosas frases que pueda repetir en algún comité de dirección (a fin de que nadie cuestione su valía y a la vez siga sin estar realmente claro «qué demonios hacen los de RRHH» entre los que usted se encuentra).
No soy un experto en Recursos Humanos aunque el mercado me ha dado cierta credibilidad a la hora de hablar de acompañar personas y organizaciones. Por muy raro que a usted le suene esto que voy a decir, a menudo hoy en día ser experto en Recursos Humanos y saber gestionar y acompañar personas sigue estando algo reñido. En mi caso particular nunca he sido director de recursos humanos, ni siquiera técnico, y mi relación con esta función ha sido durante años puramente clientelar como empleado en diferentes empresas del mercado. Sí puedo decir que durante los últimos años como proveedor -entre otras unidades- de departamentos de RRHH, he logrado conformar una idea propia de qué demonios hacen «todas esas personas» y qué cosas claramente considero que son muy mejorables. Esta idea propia es lo que intentaré compartir en este artículo. Comenzamos.
He aquí algunas claves de reflexión que comparto con usted, señor Director de RRHH:
MI TRABAJO CONSISTE EN MEJORAR LA REALIDAD DIARIA DE LAS PERSONAS DE MI ORGANIZACIÓN.
No dude nunca lo que acaba de leer y léalo otra vez si lo cree necesario. ¿Tiene herramientas realistas para medir si está realizando esto de forma efectiva?, ¿Cómo puede saber si sus empleados están satisfechos?, ¿Su intención es verdaderamente esta cuando habla con la Dirección General? Hágase todas estas preguntas una y otra vez.
En las redes sociales digitales y analógicas cada vez que hablo con una persona que se dedica a formar, gestionar o cuidar el desarrollo de otras personas en su ámbito de trabajo, procuro no olvidarme de que estoy hablando con otro semejante. Sea quien sea, piense como piense, haga lo que haga con sus compañeros de trabajo. Si usted me conoce o ha tomado contacto conmigo, puede que me haya oído o me haya leído dirigirme a usted de la siguiente forma:
«Gracias por dedicarte a diario a mejorar la realidad de las personas de tu organización».
Aunque por desgracia las comunicaciones hoy en día resultan frecuentemente impersonales y por tanto esta tienda a interpretarse como una frase hecha, realmente creo en ella. La digo o escribo de todo corazón y con todo mi respeto a cada persona con la que hablo relacionada con el desarrollo de personas. Lo hago porque a menudo muy pocos lo hacen, y las personas que trabajan para servir a otras necesitan que alguien no se olvide de lo que en el fondo hacen, y -en último término- a menudo necesitan que alguien se lo recuerde. Amigo/a mío, usted trabaja a diario a mejorar la realidad de las personas de su organización. Y lo haga bien o mal, merece todo mi respeto.
Por otro lado usted también merece el respeto de los suyos. He visto durante estos años como proveedor de formación como los responsables de RRHH suelen ser ninguneados en sus organizaciones. Suelo trabajar codo con codo con ellos para realizar ventas internas y reforzar su posición de autoridad. Sin embargo siempre planea sobre mí una reflexión que les comparto:
«Si no estás reconocido, si no tienes libertad de maniobra dentro de los recursos que ya tienes para probar nuevas fórmulas que mejoren la realidad de las personas de tu organización, puede sencillamente que este no sea tu sitio o tu momento.»
Lo que sí tengo muy claro es que no existe nada más complicado que rentabilizar el valor genuino del capital humano de una organización. Y ese esfuerzo debe ser respetado. Si usted tiene que insistir mucho para que respeten la importancia real de los RRHH en su organización, puede que a estas alturas de la película y el mercado, usted sea quien no tiene que respetar tanto su empresa.
Por otro lado, creo muy necesario que la función de RRHH en España debe hacer una seria autocrítica y asunción de responsabilidades sobre por qué en los Comités Directivos nadie les toma muy en serio. Si su duda es por qué sus compañeros de trabajo y los empleados le rechazan o tienen cierto yuyu al oír RRHH, siga leyendo este artículo…
NO NECESITO MENTIR. MIS EMPLEADOS TAMPOCO NECESITAN QUE YO MIENTA
No dude nunca lo que acaba de leer y léalo otra vez si lo cree necesario. ¿Es realmente sincero con sus propuestas?, ¿Maneja un doble discurso insano y poco saludable con el Comité de Dirección y con los empleados?, ¿Es fiel a los principios de la compañía?, ¿Se avergüenza de ellos y está pretendiendo cambiarlos usted solo?. Repítase estas preguntas una y otra vez.
En el ámbito de la formación, si usted pertenece a ese 83% de empresas que dicen que la formación de sus empleados es importante mientras a la vez reduce su presupuesto en formación, no busque credibilidad entre los suyos. No se la darán. Simplemente mejor no abra la boca cuando otro hable de invertir en formación o limítese a decir la verdad: que para la cultura de su empresa invertir en formación y desarrollo de RRHH no es tan importante y no es lo mismo que invertir en fuerza de ventas o producción de productos y servicios.
En el ámbito del desarrollo del talento, si usted es director de RRHH de una organización en la que las personas no tienen vida propia ni pensamiento propio ni derecho a vestir con colores de corbata o polos propios, maldita sea no diga que la gestión del talento, la diversificación o la innovación son el centro de su modelo de RRHH. Cállese. Limítese a decir que cree en la tradición y en el sentimiento de pertenencia como ejes vertebradores de su política de personas. Dígalo, también esto queda bien y al menos no miente ni daña su propia credibilidad e imagen.
En el ámbito de la administración de personal, si usted pertenece a ese 83% de empresas que ha decidido aumentar los empleos contingentes y a tiempo parcial en detrimento de la mejora real de las condiciones laborales de sus empleados (retribución, beneficios y condiciones) mientras a la vez acude a conferencias sin haber sido nunca autónomo y diciendo que el modelo de trabajo de hoy es el modelo en red de profesionales independientes, no busque credibilidad entre los suyos. No la tendrá. Si usted ha hecho este movimiento estratégico en contrataciones y lo ha hecho porque no quieren gastarse tanto dinero en sueldos, dígalo maldita sea, simplemente dígalo. Si por el contrario usted verdaderamente cree en ese maravilloso modelo de trabajo en red de la revolución freelance -en el que yo también creo- deje de crear castas de intocables dentro su organización (con condiciones imperiales) y castas de segunda clase de trabajadores (con condiciones indignas)
En el ámbito de la selección (el más deteriorado en la opinión de muchos a día de hoy) cuatro apuntes:
- Si usted es de esas personas que dice que la responsabilidad total de encontrar un empleo es única de cada persona, no espere luego que el mercado de trabajo no se precarice. De otro no se sume a esa fiebre del autoservicio y el optimismo ñoño. No utilice de nuevo todo eso de «si quieres, puedes; no existen segundos o terceros factores, todo depende de tí mismo » o «mejora tu marca porque eres el responsable absoluto de encontrar trabajo, y yo te dedicaré 2 minutos si demuestras que lo mereces». El generador de empleo y de economía real en toda sociedad es el mercado, es decir, organizaciones que generan intercambios de bienes de consumo. Yo, como autónomo y profesional independiente, soy también empleador y no intento obviar ni evadir mi responsabilidad en este sentido cuando puedo ejercerla. Por favor, usted tampoco lo haga, deje de echar balones fuera.
- Si usted no conoce ni practica el reclutamiento interno a través de planes de carrera y siempre por defecto cree que el que viene de fuera es mejor, no diga que en su organización lo importante son las personas, diga que en su organización lo importante son las personas que vienen de fuera.
- Si usted no responde a los candidatos a ofertas de trabajo o profesionales que muestran interés por su marca, no espere que ellos guarden buen recuerdo suyo.
- Si usted convoca a una persona para un proceso de selección y no le da ninguna información útil sobre el puesto de trabajo hasta la segunda o la tercera ronda de entrevistas, haciéndole a menudo perder su tiempo, no espere tampoco que ellos guarden buen recuerdo suyo.
MI CABEZA TIENE QUE ESTAR PENSANDO MÁS TIEMPO EN LAS PERSONAS QUE TRABAJAN AQUÍ DENTRO QUE EN LO QUE MI EMPRESA DEBERÍA HACER O SER PARA SOBREVIVIR AHÍ FUERA
Valore la importancia de lo que acaba de leer. Sea autocrítico y sincero. ¿Ya lo hace?, Si lo hace, nunca deje de ser creativo pero siga con el foco en mejorar lo que ya tiene su organización, no en lo que debería tener?. Si no lo hace, si usted está la mayor parte del tiempo pensando en la empresa que debería ser y no en la que es… ¿Cuáles son las causas reales de esto?, ¿A qué se debe esta lucha?, ¿Qué culpa tienen sus empleados de que usted tenga más talento o criterio que el resto de miembros del Comité de Dirección?.
Si usted es Responsable de Recursos Humanos recuerde siempre que su organización trabaja de acuerdo a un solo patrón de pensamiento. Existen miles de libros dedicados al management y la gestión empresarial pero recuerde que una empresa -toda empresa- es a mi modo de ver tan solo estas dos cosas:
- su Estrategia Interna: Qué tiene y cómo lo cuida. Funciones de RRHH, Administración (Economía, Finanzas), Sistemas (Tecnología, Logística) y Compras (Adquisición, Contratación y Relación con Proveedores)
- su Estrategia Externa: Qué quiere y cómo lo obtiene. Funciones de Producción (Productos y Servicios), Posicionamiento (MKT, Publicidad, Comunicación…), y Redes comerciales (Ventas para establecer relaciones con Clientes)
A todas estas funciones se añade la de Planificación aunque creo como Manel que habría que revisarla. Usted pertenece a la Estrategia Interna de su compañía. Recuérdelo, por lo que más quiera para su salud. Mire fuera de su organización para estar al día del mercado pero focalice su atención en causar una buena sensación a sus empleados, no a los asistentes de conferencias o seminarios. Usted ya me habrá oído decir que las empresas no existen, existen las personas. Recuérdelo. Cuídelas.
MI TRABAJO CONSISTE EN GESTIONAR LAS RELACIONES LABORALES y PERMITIR QUE MIS EMPLEADOS DESARROLLEN SU TALENTO
Vuelva a leer en alto el título que encabeza este apartado. Muchos autores sostienen que existen cinco o seis labores dentro de un departamento de RRHH: Empleo, Administración de Personal, Desarrollo de RRHH, Relaciones Laborales, y Servicios Sociales. Yo defiendo que la función de RRHH tiene básicamente dos tareas:
- Relaciones Laborales y administración: Es el valor primigenio de un departamento de RRHH. completamente necesaria para el funcionamiento legal y propio de toda organización. Es una labor organizativa y nuclear de todo departamento de RRHH. Incluye Nóminas, Seguros sociales, Contrataciones, Incorporaciones, Transiciones, Política retributiva, Asesoría Laboral.
- Desarrollo de Talento: Es el valor añadido y auténtico de un departamento de RRHH. Incluye Selección, Competencias y Desempeño, Compensación y Beneficios, Política de empleo, Promoción, Formación y acompañamiento, Comunicación de RRHH, Desarrollo Organizacional (Cultura y cambio cultural en colaboración con la Dirección General), y los ya casi obsoletos DPT y VPT (Descripción de Puesto de Trabajo).
Y creo sinceramente que no hay más. Puede tal vez que el papel de RRHH tenga que desdibujarse en un futuro y como ya ocurre en algunas -solo algunas- organizaciones la responsabilidad se delegue a través de los organigramas. Puede también que para mis apreciados compañeros de Meta4 un Director de RRHH deba ser un superhéroe capaz de hacer todas las cosas que a continuación se exponen:
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Sin embargo he de confesar que yo soy algo menos ambicioso. Me conformaría con que un Director de RRHH supiera hacer las siguientes cosas que muy pocas organizaciones de las que yo he conocido en España, hacen en la actualidad:
- Construir Entornos de Desarrollo Personal individualizados en colaboración con cada empleado, estableciendo un modelo de desempeño con responsabilidades compartidas y adecuadas a dos objetivos complementarios: desarrollar la vocación y habilidades del empleado logrando aumentar los beneficios y objetivos cualitativos y cuantitativos de la organización y/o los equipos con los que trabaja.
Y ya para nota, lector o lectora, si a usted le quedan ganas y energías, he aquí el mayor reto de las organizaciones que usted desde RRHH podría coliderar junto con la Dirección General:
Espero que este artículo crítico-constructivo sobre la función de RRHH le haya resultado interesante…
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por David Criado | Dic 19, 2015 | CREATIVIDAD e INNOVACIÓN
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“Si piensas que la tecnología puede solucionar tus problemas de seguridad, está claro que ni entiendes los problemas ni entiendes la tecnología”
Bruce Schneier (criptógrafo, mayor experto en seguridad informática del mundo)
En este artículo explico mi punto de vista sobre cómo la digitalidad ha influido en el comportamiento humano y cómo podemos trabajar por un modelo de digitalidad saludable. Muchos han escrito y escriben sobre temas que tienen que ver con la digitalidad y el uso de las nuevas tecnologías. Yo mismo hace poco escribí sobre las viejas. Sin embargo creo que se ha escrito muy poco sobre las bases fundamentales y los retos que la digitalidad nos plantea como personas.
En realidad esto de la digitalidad forma parte de mi vida y mi desarrollo como persona. Mi padre abrió una academia de informática en un barrio humilde de mi ciudad cuando nadie en España sabía que demonios era eso y todo el mundo necesitaba aprenderlo. Yo iba allí a menudo como alumno y a veces como profesor en los 90. En segundo lugar parte de mi carrera, antes de centrarme en trabajar por las personas, la desarrollé en el mundo tecnológico.
Hoy trataré de hablar brevemente sobre cómo hemos llegado a los modelos de consumo de la digitalidad actuales y qué retos nos plantea la continua evolución de las denominadas nuevas tecnologías. Lo haré en torno a estos puntos:
- Dos tecnologías para entender el reto de la digitalidad
- Tres claves para usar la digitalidad de forma saludable
DOS TECNOLOGÍAS PARA ENTENDER EL RETO DE LA DIGITALIDAD
Uno de los fenómenos más inquietantes que condicionan nuestro desarrollo como personas es sin duda el uso de las denominadas «nuevas tecnologías de la información y el conocimiento». La electricidad y el descubrimiento del electromagnetismo son la base fundamental de cualquier nueva tecnología actualmente en uso. De entre todas estas tecnologías yo destacaría dos que condicionan enormemente el comportamiento humano contemporáneo:
- La computación o el almacenamiento y procesamiento de información en grandes cantidades y a gran velocidad. Esto se produce gracias a los avances durante los últimos cuatrocientos años (no es una errata) en lo que hoy se conoce como ingeniería informática y que engloba disciplinas científicas como la electrónica, la mecánica, la lógica, la álgebra y la programación. En el siglo XVII se comienzan a emplear calculadoras matemáticas rudimentarias con cierta complejidad. En el siglo XVIII se crea la primera máquina que resolvía silogismos y elementos de probabilidad básicos. En el siglo XIX se crean las primeras máquinas de tarjetas perforadas y artefactos de aritmética. En las primeras décadas del siglo XX se continúa evolucionando en este sentido hasta que en 1936 Alan Turing crea las bases de la ingeniería informática moderna con su máquina de Turing. Desde entonces, se desencadenan sucesivos descubrimientos que permiten procesar más información a más velocidad a un mayor número de personas.
- La hiperconectividad o la superación de las barreras físicas y geográficas en la comunicación de la información. Esto se produce gracias a los avances y conquistas que durante los últimos ciento cincuenta años nos ha brindado la disciplina que hoy se conoce como ingeniería de las telecomunicaciones. Una vez superados los primeros estadios de telecomunicación: la comunicación morse (1840), la telefonía en núcleos urbanos (1877), la telegrafía sin hilos (1895), la extensión de la radiocomunicación (1920), la extensión de la televisión (1940), quedaba una larga etapa de investigación que desembocó en 1965 en la primera conexión telefónica entre dos ordenadores que desembocó en 1971 con el envío del primer correo electrónico y que culminó en la década de los 90 en la extensión de las primeras redes y servicios telemáticos. En 1997 aparece el primer estándar Wi-Fi y (coincidiendo casi con el nacimiento de Google) y en 2001 el primer estándar de red 3g (coincidiendo temporalmente con el nacimiento de Wikipedia). En la actualidad tan solo al 42% de la población mundial tiene acceso a internet, si bien los denominados países industrializados (muy concentrados en Europa, EEUU, Canadá y Oceanía) suelen rozar el 90% de acceso en su población.
La adecuada combinación de ambas tecnologías (la computación y la hiperconectividad) proporciona el acceso a una gran cantidad de información a escala global. Varios indicadores muy inmediatos ayudan a lector o lectora a comprender que el reto al que nos enfrentamos es probablemente mucho más complejo de lo que se creía. Relaciono estos indicadores con algunos consejos prácticos para llevar una vida saludable con la tecnología como aliada y no como enemiga:
¡CÉNTRESE! : SU CAPACIDAD DE ATENCIÓN ES CLAVE
El cerebro humano es ya hoy incapaz de procesar TODA la información disponible en una materia, por lo que usted hoy más que nunca necesita entrenar su capacidad de atención
Ya no se trata de Big Data, se trata de comprender que no damos más de sí. En el sitio web PennyStocks usted puede ver -si no es propenso a los infartos- la cantidad de información que se genera en tiempo real en el mundo online. Según apuntaba hace poco la revista de divulgación Muy Interesante «Físicos de la Universidad de Frankfurt (Alemania) han llegado a la conclusión de que la capacidad del cerebro humano para procesar y registrar información es el principal factor limitante del crecimiento de la cantidad de datos que se almacenan en Internet, y no el coste de la producción de datos, ni tampoco del hardware. Según concluyen en la revista European Physical Journal B (EPJ B), la cantidad de información archivada no puede crecer más rápido que la capacidad del cerebro humano de asimilarla, procesarla y manejarla. En otras palabras, los procesos neurofisiológicos que nos afectan a la hora de gestionar la información son los que determinan el límite de crecimiento de los datos (textos, imágenes, vídeos…) almacenados a escala global en la Red de redes.»
Nosotros somos capaces de comunicar 170 palabras por minuto de forma efectiva (llegando al otro). Somos incapaces de leer y procesar toda la información que se genera sobre algo concreto en cualquier parte del mundo. Nuestro cerebro no está preparado para ello, el de nadie. Por ello, y para poder subsistir, de forma socialmente inconsciente hemos cambiado el paradigma de comprensión de la información desde una voluntad totalizadora -heredera de aquella idea enciclopédica ilustrada- hacia una voluntad integradora y fiel a la diferencia. Esto quiere decir que cada vez importa menos saber todo de algo y cada vez importa más entrenarse en capacidades relacionales y de búsqueda de recursos de información.
Para aquellos locos que como Diderot y d´Alambert creen que todo el conocimiento humano puede reunirse en unas páginas, la lección aprendida sigue estando vigente. La sabiduría nunca estuvo en el conocimiento, sino en la forma de aplicarlo. la sabiduría de hoy por tanto ya no consiste en esa locura poco saludable de aspirar a ser perfectos, sino esa humanidad altamente placentera de saber dónde le queda a cada uno recorrido. De vida, que no es más que de aprendizaje y experiencia.
El gran reto al que nos enfrentamos fruto de esta incapacidad para procesarlo todo, es el de superar la ansiedad de consumo de información para saber vivir la vida real saludablemente desconectados. Ejemplos de este reto son los siguientes comportamientos tóxicos actuales:
- Queremos hablar rápido y de todo: Para pasar a otra cosa, mariposa. Dejamos así casi todo inconcluso y sin resolver en el momento. Y a menudo esto es hacer las cosas realmente mal. Por este motivo detecto una incapacidad creciente en los equipos para mantener conversaciones significativas. Acortamos palabras o expresiones ahondando en una barbarie lingüística y expresiva sin precedentes; empleamos comportamiento tiránicos y egoícos para expresarnos, o repetimos fórmulas fraseológicas sin pensar ni procesar ni aportar nada. En gestión empresarial, el 90% de libros que usted puede ver en las librerías españolas actualmente se corresponden con lo que los anglosajones denominan Fast food management: libros que hablan de otros libros de forma breve y vistosa (sin contenido ni discurso) y que pretenden ser milagros o respuestas universales.
- Queremos estar en todas partes: Y conseguimos no estar en ninguna. Perdemos con facilidad el foco en el momento AHORA y esto nos impide disfrutar de las cosas por el hecho de estar pensando en otras. Este comportamiento inconsciente y no trabajado genera una elevada ansiedad que provoca una actitud inhumana: queremos estar continuamente conectados con otros hasta tal punto de impedirnos conectar con nuestra propia vida vaciándola por completo de sentido.
¡PIENSE POR SÍ MISMO! : CUESTIONE LA VERDAD
El cerebro humano es altamente manipulable. Las grandes escuelas de psicología conocen los entresijos del comportamiento de nuestro cerebro y la facilidad para manipularlo.
La democratización del acceso a la información supone el aumento de discursos vacíos que logran calar en las conciencias con técnicas de difusión masiva. Cuestiónelo todo, investigue.
Si algo he aprendido durante estos años acompañando personas en procesos de cambio, es que el cerebro humano es tremendamente falible y está sujeto a continuos quiebres e imprevistas acciones. Hemos hablado ya de los descubrimientos de la psicología cognitiva y la psicología social acerca de la facilidad para manipular el cerebro humano. Usted tiene libre acceso en cualquier biblioteca pública, libreria comercial o internet a muchas formas de manipular el cerebro humano con fines honestos y deshonestos. En lo básico, el cerebro humano es una máquina espectacular de procesamiento, vínculo y almacenamiento de información; pero a la vez tiene recovecos traidores. Somos a un mismo tiempo la especie con más capacidad intelectual del planeta y la única que por tanto tiene la increíble capacidad de demostrar diariamente cómo desaprovecharla. Usted encontrará ejemplos prácticos en su vida diaria que hablan de hábitos, comportamientos irracionales y relacionales sin sentido o perpetuación de acciones nocivas para sí mismo que sigue realizando y a las que se sigue agarrando cual koala en rama.
El gran reto al que nos enfrentamos fruto de esta desprotección aparente que tenemos, es sin duda la infoxicación y la pérdida de rigor científico o humano. Una de las recetas que yo recomiendo para evitar deshumanizarte es que apliques las claves para el entrenamiento del pensamiento propio. Porque la forma saludable de revertir todo esto es ser fiel al método científico y al pensamiento crítico.
¡ACEPTE SUS LIMITACIONES! : CONFÍE EN SU CEREBRO Y SU INTUICIÓN
Existe una clara descompensación entre el ritmo exponencial de evolución de las «nuevas tecnologías» y el ritmo lineal de evolución del cerebro humano
Acabamos de exponer que estas nuevas tecnologías han crecido a un ritmo muy elevado durante los últimos 50 años, pero pongamos magnitudes a este crecimiento: El sistema de computación de los años 60 que mandó a los primeros hombres a la luna, la Apollo Guiding Computer (AGC) diseñada por el MIT, tenía 100.000 veces menos capacidad de RAM (memoria de trabajo destinada al procesamiento) que tu teléfono móvil actual. Pues bien, la capacidad evolutiva de nuestra especie y en particular la capacidad evolutiva de nuestro cerebro se cifra en ritmos «un poquito» más lentos. Nuestro cerebro es el resultado de 2,5 millones de años de evolución. En concreto y por aportar números, el último update evolutivo de nuestro cerebro fue hace 130.000 años cuando el primer homo sapiens sapiens (el primer UNO de NOSOTROS) comenzó a migrar hacia la península arábiga. Nuestro cerebro aumenta a un ritmo no exponencial sino prácticamente lineal de 150.000 neuronas por generación.
En esta escalada de barbarie de la ignorancia que vivimos a diario, puede que usted tras leer todo esto se plantee por qué demonios la especie humana no se parece más a Apple y evoluciona algo más rápido. Le respondo rápido: porque de momento no necesitamos más. Habrá también alguien que diga que el ser humano -en el cual yo renuevo a diario todas mis esperanzas y mi fe- deja mucho que desear como sistema de innovación. Pues bien, a cualquiera de estas dos personas yo les invito a hablar con estas otras:
Con cualquier biólogo sobre los ritmos de evolución del universo conocido y los increíbles ritmos de evolución de la especie humana de forma comparada. Con cualquier sociólogo sobre los increíbles mecanismos de adaptación de nuestra especie en diferentes terrenos, situaciones, contextos y culturas. Con cualquier historiador sobre la increíble habilidad de nuestra especie durante los últimos treinta siglos documentados para superar de forma colectiva procesos de dolor y sacrificio continuados en el tiempo, y para conquistar descubrimientos técnicos diferenciales. Con cualquier profesional del acompañamiento sobre los increíbles procesos de crecimiento y superación de las personas en situaciones límite o momentos de cambio. Con cualquier médico cirujano sobre la increíble disposición y funcionamiento de los diferentes sistemas de la anatomía del cuerpo humano. Con cualquier filósofo sobre la increíble capacidad del ser humano para cambiar estados mentales completos que reconfiguran e inventan nuevas realidades a partir de su creatividad y razonamiento.
El gran reto al que nos enfrentamos fruto de esta limitación es el de no dejarnos amedrentar por la escalada de generación de información tan salvaje en la que vivimos. Noto como muchos compañeros con los que hablo a diario flotan a la deriva en la corriente del conocimiento en la información cogiéndose a uno y otro tronco sin lograr construir su propia casa desde la que observar paciente el eterno y constante fluir del río. También en los momentos iniciales de muchos mentorandos o clientes de coaching, he notado una tendencia insana por querer abarcarlo todo.
Si usted permite, lector o lectora, yo tiendo a confiar en mayor grado en aquellas personas continuamente conectadas consigo mismas que en aquellas que continuamente quieren conectarse con los demás. Ponga a la tecnología en su sitio y a usted en el suyo: ella está al servicio de usted y no al revés. Recuerde: vivir es lo importante, la tecnología solo es algo auxiliar.
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por David Criado | Dic 1, 2015 | ACOMPAÑAMIENTO AL CAMBIO
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«He descubierto una manera de trabajar con los individuos que parece tener una gran potencialidad constructiva»
Carl Rogers (impulsor de la psicología humanista, creador de la psicoterapia centrada en la persona, 1961)
UN PARALELISMO RÁPIDO
El artículo que hoy comparto con usted, lector o lectora, pretende aportar las 12 enseñanzas significativas que el gran maestro de la psicología humanista extrajo de sus primeros treinta y tres años de experiencia profesional acompañando personas.
Creo sinceramente que los ámbitos del desarrollo organizacional y de los RRHH se encuentran en un momento de cambio trepidante. Participo de este cambio y puedo hablar de ello. Desde hace tan solo dos décadas, trabajamos a pasos agigantados por hacer evolucionar a nuestras organizaciones desde modelos de gestión centrados en procesos a modelos de gestión centrados en personas. Considero que este momento de cambio y adaptación en management y RRHH, es muy comparable al cambio que en los años 40 comenzó a gestarse en la disciplina de la psicología desde las escuelas más clínicas y centradas en la enfermedad hasta las escuelas más humanas y centradas en la persona. Es por ello que la recíen creada Maestría en Acompañamiento y Dirección Humanista de personas y organizaciones tiene mucho de lo aprendido en ambas épocas.
Sirva este artículo para aportar al lector o lectora algunas enseñanzas básicas que le permitan recorrer con cierto valor y garantía este camino hacia lo humano. Si necesita ayuda o apoyo no dude en pedirlos. Comenzamos.
LA HISTORIA DE UN APRENDIZAJE PODEROSO
A finales de los años treinta y principios de los cuarenta del siglo XX, se contaba que un joven muy inquieto de Chicago había entrado en la Universidad de Wisconsin a estudiar Agricultura por influencia de sus padres, habiendo dejado los estudios al segundo año. Parece que luego se había graduado en Historia y doctorado en psicopedagogía no se sabe muy bien cómo tras haber tonteado durante algunos años con la teología. Luego con cierto arte había logrado una cátedra en la Universidad de Ohio tras pasar por la de Rochester. Este personaje errático había comenzado a trabajar con niños y jóvenes problemáticos y más tarde con adultos. Según contaba en sus libros, lo que él hacía entonces distaba mucho de lo que todos entendían por psicología o psiquatría. Cuando en los simposios profesionales se hablaba de experimentar con ratas y de mapear los traumas y trastornos, este extraño personaje hablaba de trabajar a partir de la persona con una mirada limpia y auténtica. Según contaba, un diálogo sincero y abierto guiaba sus sesiones creando un modelo de relaciones que parecía estar teniendo extraordinarios resultados.
En abril de 1961 tras treinta y tres años de ejercicio acompañando a centenares de personas, el maestro Carl Rogers se abría en canal compartiendo de forma totalmente transparente los aspectos públicos de su vida y profesión. Le habían llamado de todo, habían escrito amplias columnas denigrantes sobre su trabajo en multitud de revistas científicas. Su modelo de trabajo -que por otro lado funcionaba y daba resultados- generaba una gran multitud de detractores y seguidores a un mismo tiempo. Y él decidió contar su forma de entender la vida y las relaciones con las personas. Lo hizo en un texto que aportaba cierta coherencia temporal a algunas de sus ponencias y artículos escritos a lo largo y ancho de los Estados Unidos. El texto editado por la Houghton Mifflin Company se titulaba «On becoming a person» y fue traducido muy acertadamente al castellano como «El proceso de convertirse en persona«. Para entonces ya nadie dudaba que Carl Rogers era el creador de una técnica terapeútica que mejoraría la vida de miles de personas y que aún hoy sigue siendo completamente revolucionaria: la psicoterapia centrada en el cliente/ la persona. Todos los profesionales del acompañamiento, cualquiera que sea nuestra disciplina de acción, conocemos esta técnica pionera y madre de todo lo demás. Y estas son sus bases:
LAS 12 ENSEÑANZAS SIGNIFICATIVAS DE ROGERS
A continuación expondré el auténtico tesoro de este artículo. Tras leer cada una de estas enseñanzas puede que usted se diga a sí mismo que ha comprendido, interiorizado y aceptado cada una de estas enseñanzas. Permítame dudarlo. Ninguna de ellas se adquiere con la lectura, todas ellas se adquieren con la práctica. No se engañe y limítese a practicarlas. Hágalo una y otra vez. Solo con la práctica alcanzará la maestría. Mi experiencia es altamente positiva.
1.- APARENTA SOLO SER TÚ MISMO:
«En mi relación con las personas he aprendido que no me resulta beneficioso comportarme como si yo fuera distinto a lo que soy»
No es útil tratar de aparentar que uno está contento cuando en realidad está enojado. Tampoco es útil aparentar que uno sabe todas las respuestas cuando en realidad no las conoce. Sigue sin ser útil de igual modo mostrarse totalmente seguro cuando en realidad uno está invadido por el miedo o la falta de certeza. Nada de todo esto, decía el maestro, aporta algo positivo a las relaciones humanas. En realidad la mayoría de los errores que cometemos se deben a que por medio de mecanismos de defensa absurdos y ridículos, tratamos de ocultar nuestros verdaderos pensamientos o emociones. Antes bien es tremendamente útil en los procesos de acompañamiento (conversaciones, sesiones, etc…) mostrarse tal y como uno es poniendo en juego todas las herramientas y recursos de los que dispone sin necesidad de mayores parapetos o artificios.
2.- SE FIEL A LO QUE ERES:
«Soy más eficaz cuando puedo escucharme con tolerancia y ser yo mismo»
Aceptar que soy imperfecto me ayuda a conocerme y rebajar el umbral de expectativas que tengo conmigo mismo a diario. Por otro lado aceptarme tal y como soy y ser sincero con lo que siento o pienso me ayuda a evolucionar y ayuda a evolucionar a otros. Soy tan solo una persona. Somos tan solo personas. Solo cuando me acepto tal y como soy, sin pretender ser otro, puedo mantener relaciones reales con otras personas. Si hablo como si fuera otro, todo lo que provoque o consiga será artificial o inventado. Por otro lado solo cuando me acepto puedo aceptar a otros tal y como son sin necesidad de imponerles nada. Si alguien me apasiona, podré saber hasta qué punto puede llegar nuestra relación en ese mismo momento. Si alguien me aburre, sabré cuál es el límite y podré solo entonces esperar algunas posibles alternativas en consecuencia o sencillamente provocarlas.
3.- PERMÍTETE COMPRENDER AL OTRO PARA CONOCERTE A TÍ MISMO:
«He descubierto el enorme valor de permitirme comprender a otra persona»
Comprender es arriesgado. Si me permito comprender a alguien verdaderamente, esa comprensión podría modificarme. El cerebro humano actúa entonces emitiendo juicios instantáneos que le permiten sobrevivir a partir de lo que ya es y no a partir de lo que la otra persona quiere y tiene derecho a ser. Pero si y solo si trabajo desde la comprensión del otro puedo habilitarle para que entienda realmente las consecuencias de sus acciones u opiniones. Si y solo si comprendo al otro puede él además abrirse para comprender mi posición en la conversación. He aquí tal vez la enorme diferencia de enfoque entre la corriente humanista y las corrientes anteriores. Si bien a veces es útil mostrarse como un experto en «lo que a otro le conviene», la enorme mayoría de veces es más útil mostrarse sinceramente atento y dispuesto para «que el otro averigüe por sí mismo lo que verdaderamente le conviene». En cualquier sesión de acompañamiento, es a menudo muy útil no conversar para enseñar al otro sino conversar para dejar que él mismo se enseñe. Algunas técnicas de reestructuración cognitiva hablan muy bien de todo esto.
4.- FACILITA QUE EL OTRO SE EXPRESE TAL Y COMO ES:
«He descubierto que abrir canales por medio de los cuales los demás puedan comunicar sus sentimientos, su mundo perceptual privado, me enriquece»
Adoptar una actitud relajada y que aporte seguridad a la otra persona, es necesario para construir estos canales. Cuando una persona se siente respetada y aceptada tal y como ella misma dice sentirse, solo entonces podemos facilitar una comunicación sincera y abierta. Es útil hablar en este sentido en términos de satisfacción, aprobación y/o experimentación de lo vivido. Cuando estos canales quedan abiertos de una forma sincera y respetuosa, ambas personas acceden a un nuevo nivel de relaciones. Cualquiera de los modelos de escucha activa que se han construido posteriormente están basados en esta generación efectiva de un canal genuino de comunicación: los 3 niveles de escucha del coaching coactivo, los 5 niveles de escucha de Stephen R. Covey, la Fundamental Interpersonal Relations Orientation de Schultz, o las 4 orejas de Schutz Von Tun.
5.- ACEPTA AL OTRO:
«Me ha gratificado el hecho de poder aceptar a otra persona»
Para aceptar a otras personas y disfrutar de ello, Rogers recomendaba dejar de pensar que «todas las personas deben sentir, juzgar y creer tal y como yo lo hago». Decía también que el derecho de cada persona a utilizar su experiencia a su manera y descubrir en ella sus propios significados, es una de las potencialidades más valiosas de la vida. Utilizaba la siguiente metáfora para hablar de las personas y su vida: Cada persona es en inicio una isla que decide tender o no tender puentes a otras islas para generar luego continentes. Solo ayudando a la persona a conocer sus propias creencias e ideas podemos ayudarle a tender puentes que le resulten verdaderamente beneficiosos.
6.- NO QUIERAS ARREGLAR A LOS DEMÁS:
«Cuanto más me abro hacia las realidades mías y de la otra persona, menos deseo `arreglar las cosas´ «
El deseo por arreglar a los demás es en el fondo un deseo por imponer lo que consideramos verdaderamente correcto. Cuando tendemos a moldear y encauzar a alguien, olvidamos que esa persona posee facultades, que puede cambiar por sí misma y a partir de sí misma. Por contra cuanto más hacemos por conocernos a nosotros mismos y mostrarnos tal y como somos, más autorizamos a otros a crecer y mostrarse tal y como son. Es nuestro miedo a mostrarnos y conocernos tal y como somos lo que nos impide verdaderamente conocer y hacer que otros se muestren tal y como son. Usted, lector o lectora, conocerá en su vida a una gran cantidad de personas que se incomodan ante el silencio, que no saben convivir con la inacción, que viven intentando convencer y vencer a otros, que parecen dedicar su tiempo a arreglar el mundo pero que nunca llegarán a conocerse. Morirán habiendo vivido una vida de otros. Usted hoy -y cada nuevo día- está a tiempo de evitarlo.
7.- CONFÍA EN TU EXPERIENCIA:
«Puedo confiar en mi experiencia. Mi experiencia es mi máxima autoridad»
Durante toda su vida Carl Rogers vivió pensando y apostando por ideas que otros consideraban totalmente alocadas y fuera de todo juicio. Él aprendió en sus sesiones que su experiencia y el sentido interior que esta hizo crecer con los años, eran al menos tan valiosos como los de otros. Confiar en aquello que nos mueve y nos impulsa a actuar de acuerdo a lo que somos, no es nunca malo. Un famoso pensador finlandés al que mi hermano Ville Keranen suele recurrir, dice con frecuencia lo siguiente: El corazón nunca miente, hazle caso. Por otro lado gozamos más la vida y nuestro trabajo cuando nos autorizamos a experimentar aquello en lo que creemos, no solo a leerlo o estudiarlo, sino a vivirlo.
8.- SE TU ÚNICO JUEZ:
«La evaluación de los demás no es una guía para mí»
Lo que opinen otros de lo que soy y sobre todo de lo que hago, no puede ser una guía para mí. Sí es algo importante y he de tenerlo en cuenta pero «solo existe una persona -al menos mientras yo viva y quizás también después- capaz de saber si lo que hago es honesto, cabal, franco y coherente, o bien si es falso, hipócrita o incoherente: esa persona soy yo». Es muy útil aceptar las críticas y los comentarios sobre lo que somos pero a nadie podemos cederle la responsabilidad que nos es propia a cada uno de nosotros para determinar cuál es su significado y utilidad. Mi propio guía soy yo mismo.
9.- LA VERDAD ESTÁ PARA AYUDARTE:
«Los hechos nunca son hostiles, las ideas y las creencias, a menudo pueden serlo»
En su proceso de indagación e investigación, Rogers se encontró a menudo con un dilema ético: hacer caso y perpetuar modelos de acompañamiento que tradicionalmente estaban considerados como inviolables, o bien ceder a los hechos que él mismo experimentaba y que decían que su modelo de acompañamiento era útil para sus pacientes. Durante años vivió este dilema hasta que interiorizó y pudo comprobar que los hechos nunca son hostiles, que tampoco mienten y que el verdadero progreso y aprendizaje está basado en saber superar nuestras ideas favoritas para saber disfrutar los nuevos hechos. En la medida en que tus ideas condicionen tu visión de los hechos, estarás sin duda faltando a tu verdad.
10.- NO TE CREAS TAN ESPECIAL o SENCILLAMENTE ÚNICO:
«Aquello que a menudo he considerado más especial, personal o propio de mí mismo ha resultado siempre ser algo general y compartido por todos los demás»
Existe una ficción dolorosa que propende al hombre hacia la introversión y el endiosamiento. Se trata de la tendencia a considerar que somos seres diferentes en lo básico, cuando en realidad lo que verdaderamente nos une es lo esencial. En la actualidad, usted puede comprobar en multitud de formatos televisivos cómo los postulantes a presidente del gobierno no son más que personas normales, con parecidas inquietudes a usted, con una familia como la suya y con dilemas tremendamente parecidos. Cuando Rogers comprendió esto, logró romper esa barrera del «rarito» que todos creemos tener y que alimentamos en nuestra adolescencia. Logré entonces acceder a los demás y conectar con cualquier tipo de persona desde «su especialidad».
11.- EN EL FONDO A TODOS NOS MUEVE ALGO POSITIVO:
«La experiencia me ha enseñado que las personas se orientan en una dirección básicamente positiva»
Rogers no ignoraba el hecho de que determinados miedos enquistados en las personas pueden provocar comportamientos crueles o incluso violentos con ellos mismos y con los demás. Pero averiguó durante treinta y tres años de acompañamiento profesional que en el fondo de la enorme mayoría de individuos existen tendencias altamente positivas que tienen que ver con la superación, la madurez, el crecimiento, la autorrealización y la socialización. Cuanto más comprendido y valorado se siente un individuo, más tiende a romper sus mecanismos de defensa y explorarse a sí mismo orientado sus acciones a causas verdaderamente nobles.
12.- LO ÚNICO SEGURO ES EL CAMINO:
«La vida en su óptima expresión, es un proceso dinámico y cambiante en el que nada está congelado»
A menudo en él mismo y en sus clientes, Rogers descubrió que incluso en momentos de apogeo máximo, los momentos más gratificantes de la vida son cambiantes. Es decir, que no existe una idea de lo perfecto o lo que me hace más feliz o lo que me realiza más para todas las etapas o momentos de una persona. La vida -decía el maestro- es un continuo proceso de llegar a ser y en ese proceso a veces encontramos cosas inesperadas. Es en este sentido en el que mi compañera Alicia Pomares habla de la importancia de la serendipia en cualquier proceso de innovación y aprendizaje. Y esto implica aceptar que no podemos controlarlo todo y que tenemos que dimitir muy a diario como directores generales del mundo para empezar a ser directores generales de nosotros.
Quiero acabar este artículo con una reflexión muy poderosa de Rogers que es algo así como el mayor corolario al acompañamiento de personas que alguien ha escrito hasta la fecha:
«Confío en que ahora, después de compartir mis enseñanzas aprendidas, será posible comprender con mayor claridad la razón por la cual no he abrazado una filosofía ni un sistema de principios que pretenda imponer a los demás. Sólo puedo intentar vivir de acuerdo con mi interpretación del sentido de mi experiencia, y tratar de conceder a otros el permiso y libertad de desarrollar su propia libertad interna, y en consecuencia, su propia interpretación de su experiencia personal. Si la verdad existe, la convergencia hacia ella estará determinada a mi juicio, por este proceso de búsqueda libre e individual; en un sentido limitado, esto también forma parte de mi experiencia»
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