Seleccionar página
el compromiso con el cambio

el compromiso con el cambio

cambio1

 

Mi amigo Andrés me ha recordado hoy algo que escribí hace ahora casi 2 años. Mi memoria es extraordinariamente mala por lo que suelo olvidar mis propias palabras con frecuencia y he tenido que preguntarle de dónde carajo lo sacó. Lo que hoy recordaba el Dr. Schuschny forma parte de una de mis tesis, en concreto de ISaBeL que comenzaba a aplicar entonces la potencia de la inteligencia social al análisis y búsqueda de lo que llamé -muy a lo Bauman- entornos de emprendimiento líquido. Estos entornos no eran necesariamente empresas, de hecho lo que venía a recoger en el estudio es que las barreras de lo que conocemos como “organización” o como “empresa” cada vez están más desdibujadas como desde diferentes sectores se viene demandando.

El fenómeno ISaBeL no ha dejado de latir desde entonces. Aún así me he dado cuenta revisando mis notas que nunca he hablado en el blog de este proyecto aunque sí de IReNe, Inteligencia en Red para la Nueva e-Conomía. Ambos responden a mi frustración continua en entornos de trabajo totalmente rígidos y tradicionales en los que siempre me comprometía con el cambio hacia modelos más equilibrados y sostenibles de trabajo y, en general, de vida. Sin embargo ISaBeL tiene la particularidad de que fue presentado ante la alta dirección de una gran consultora (por tamaño y facturación) para crear nuevos entornos de trabajo. Es por tanto un compromiso real con el cambio y debo decir que estoy mas que satisfecho con el resultado obtenido en este sentido 😉

Para escribir IReNe, que cuenta apenas con 65 páginas, estudié durante algo más de un año el comportamiento de las comunidades de software libre junto a otros amigos que ahora forman parte de Hospital para empresas; devoré una selección de libros, conferencias, charlas y artículos con extrema ansiedad de conocimiento; y aproveché mi curiosidad incómoda para observar y anotar comportamientos rancios, obsoletos o carentes de sentidos en mi entorno más inmediato de trabajo. En aquel momento las fuentes de inspiración eran innumerables :). Todo esto agitado, mezclado y unido con un pegamento en extinción -el sentido común- dio lugar a mi primera tesis que escribí en no más de 2 días agobiado por las prisas. Esta tesis pretendía articular una ideología de cambio para los equipos de trabajo, un punto de partida realista y basado en una evolución histórica en el management y la gestión de equipos a partir del cual construir una nueva cultura de valor. La continuación natural de este marco de trabajo (posicionado en el tiempo y en su tiempo) parecía ser ISaBeL, nacido de reflexiones propias o de trabajos de otros compañeros en la Red. En este otro estudio aportaba los rasgos básicos para la construcción de nuevos entornos mucho más flexibles y adaptados a la realidad que los que todos sufrimos a diario. Pero lo mejor es dejaros con los propios textos para que entendáis que entiendo por el compromiso con el cambio 😉

***

(…) Por último, la burocracia es quizás el más pesado de los elementos a evitar. Y resulta complicado transformarlo en valor porque la burocracia -contradiciendo el principio físico fundamental de la energía- no se transforma, solamente se crea o sedestruye. Destrúyanla.

Algunas de las transformaciones más acuciantes tienen que ver con la capacidad de influencia sobre el individuo que tienen actualmente las siguientes realidades y que determinan el déficit de aprovechamiento de potencial propio:

    • ANACRONISMO: Vivimos conectados fuera del trabajo pero no dentro.
    • CULTURA YO: Se prima y se fomenta el aislamiento y el individualismo, no la colaboración.
    • FALTA DE MODELO DE VIDA: Somos seres naturalmente inquietos y creativos pero no se nos educa ni se nos recompensa en la inquietud ni en la creatividad
    • LIMITACIÓN: Disponemos de una gran cantidad de recursos y medios fuera del trabajo y de una muy limitada cantidad de recursos y medios dentro del trabajo
    • FRUSTRACIÓN: Hemos nacido libres, tendemos a ser libres y queremos estar alegres. La libertad es el motor de esa búsqueda continua de alegría. La felicidad es una sensación propia derivada. En las organizaciones no se fomenta la alegría y la libertad está extremadamente limitada ergo resulta muy complicado ser feliz en las organizaciones actuales.

El actual modelo productivo derivado de un sistema de trabajo en formato fábrica ha generado grandes beneficios económicos durante largo tiempo y ha mantenido grandes estructuras laborales adecuadas a su tiempo. Con la presente propuesta no pretendo juzgar el éxito o fracaso de dichos modelos sino simplemente constatar la falta de correspondencia entre la realidad social actual y las organizaciones. Resulta apasionante formular alternativas en un momento en el que todos nos replanteamos la idoneidad y la sostenibilidad de modelos despersonalizados que sobreviven a base de parches eventuales, en un momento donde se plantea un entorno regulatorio más adaptado y a la vez se promueve la libertad de negocio por encima de las barreras geopolíticas, en un momento, en definitiva, donde la comprensión del mercado pasa por comprender la realidad actual de la que todos somos responsables: los mercados son conversaciones, lo siguen siendo. Nuestra responsabilidad pasa por el gobierno adecuado de las incertidumbres sistémicas, no por transformarlas en certidumbres sino por identificarlas y aprender de ellas de manera constante. La única vía para predecir lo  que pasará en el futuro es manejar el suficiente pensamiento lateral como para aprender de diferentes campos, diferentes experiencias y todo tipo de personas. Cuando los mecanismos más elementales que conforman nuestro sistema social están en revisión, ¿por qué no revisar también los entornos en los que desarrollamos gran parte de nuestro potencial como personas?

***

(…) ¿QUÉ TENGO QUE HACER SI QUIERO CAMBIAR MI ORGANIZACIÓN Y MANTENER MI TALENTO CONECTADO?

    • Si tienes poder y responsabilidad, actúa como si no los tuvieras. Si no los tienes, actúa como si los tuvieras.
    • Asume que nadie gana ni pierde totalmente
    • Si eres inteligente, habrá gente que no tiene tu inteligencia pero que es inteligente. Si eres completamente idiota, escribe un libro sobre cómo ser inteligente.
    • No cambies tu organización, cambia a las personas. Empieza por sus ideas, es más sensato que empezar por sus principios.
    • Busca tu felicidad siempre y veras que a menudo es compatible con la del resto de personas.
    • Añade a todos los verbos que se te ocurran el prefijo CO- y conjúgalos diariamente
    • No esperes dinero a cambio de tu esfuerzo a corto plazo. Proyectas un cambio de cultura que nadie va a comprar siendo consciente. Es realmente un mal negocio hasta que el resto comienza a hacer cosas sin querer.
    • Construye una identidad compartida en la que quepan los que están y los que ni siquiera piensas que puedan llegar a estar. De este modo ni siquiera serás capaz de imaginar hasta dónde puede llegar tu entorno.
    • No establezcas una estrategia punto por punto ni escribas documentos, tampoco pintes nada si no lo ves necesario. Simplemente vive día a día y actúa con naturalidad, como si nada a tu alrededor fuera contigo salvo las personas que te envuelven y rodean.
    • No evangelices ni adoctrines. Mejor comparte y siembra. Las grandes cosechas requieren tiempo y esfuerzo; los discursos de ascensor duran solo 2 minutos.
    • Intenta impresionarte y que los demás se impresionen a sí mismos.
    • En general no tomes decisiones en soledad o a largo plazo. Tu organización no eres tú solo y lo que ocurre en ella cambia constantemente. Toma las decisiones que te afecten a ti mismo. Si afectan a los demás, tomadlas juntos.
    • No salgas corriendo cuando todo vaya mal porque irá mal. Afronta con humor el hecho de que una suma continua de fracasos precede siempre al éxito. No definas lo que se considera ÉXITO. No eres dueño de lo que otros consideran éxito ni el concepto pertenece a un ente abstracto colectivo; el éxito es la identificación personal con un objetivo que aporta satisfacción personal. Nada tiene que ver en esta definición la empresa salvo para facilitar el cumplimiento de ese éxito personal. Tu proyecto vital debe ser inquebrantable por cualquiera excepto por ti mismo.
    • Confía en los demás, comparte.
    • Oriéntate a las personas, orienta a las personas, elimina toda traba que no les permita comunicarse o actuar para generar valor más allá de los proyectos.
    • No pidas permiso, actúa. Si no puedes hacer algo, hazlo. Si no te permiten hacer algo en lo que crees profundamente replantéate si lo crees profundamente. Si es así, hazlo. Si no puedes hacerlo, replantéate si hay otras cosas en las que crees más profundamente. Si es así, hazlas. Si no puedes hacerlas, vete.
    • Transfórmate en un agente del cambio, no solo en un actor que interpreta un rol concreto sino en un agente del cambio. Utiliza esta plantilla si crees que es necesario:

social

    •  Si crees que hay algo interesante fuera, sal y pruébalo. Si puedes hacer esto, vuelve.
    • No cambies si no crees que no debes hacerlo. Cambia si crees que otros deben cambiar algo que también tú estás haciendo.

***

El texto que recordaba Andrés hoy es un breve listado de habilidades y principios para favorecer la implantación de esos entornos de emprendimiento líquido :

  • Diviértete, haz aquello que te motiva
  • Aprende a pensar en los demás
  • Aprovecha cualquier oportunidad para expresar tu personalidad individual
  • Piensa en personas, no en proyectos
  • Si haces aquello que amas el tiempo toma un curso totalmente diferente.
  • No hay barreras de entrada pero tampoco de salida
  • Equilibrio autogestionado entre la individualidad y la sociabilidad
  • Somos educados para perder la creatividad. Edúcate en ganarla.
  • La inteligencia es diversa y es dinámica: Si ven las interacciones del cerebro humano, la inteligencia es maravillosamente interactiva. Conéctate a ti mismo.
  • El talento no es único y no pertenece a una sola forma de entender la realidad sino a infinitas intersecciones entre realidades que ni siquiera otros imaginan.
  • No existen Recursos Humanos, nadie los crea ni los destruye sino que nacen por sí mismos.
  • La vida no es lineal, es orgánica. Tu trabajo es parte de la vida.

Estos fueron hace dos años mis dos compromisos con el cambio que ahora evolucionan en forma de una gran familia preparada para ayudarte a trabajar en esta nueva era 🙂

el compromiso con la vejez

el compromiso con la vejez

 

lateteen

 

“Una agonía es también un proceso vital, no menos que un nacimiento, y a menudo ambos se pueden intercambiar.”

Herman Hesse, Elogio de la vejez

El desprecio hiriente o la idealización incondicional de nuestro pasado -no me cabe duda- son dos de las mayores causas de conflicto en nuestras sociedades. Han provocado las mayores guerras y generado la peor inestabilidad que se recuerde. Es tan malo o incluso peor basar nuestras decisiones tan solo en el pasado como basarlas en un obstinado intento de borrarlo. En estos momentos el péndulo social está en este segundo punto. Esa obsolescencia programada de ideas, de cosas, de personas nos impide ver la luz de una figura inmutable y llena de razón: el anciano. Yo hablo mucho de inteligencia social pero ¿qué red social, disco duro o tableta es más fiable, resistente al tiempo y admirable que los guardianes de la memoria colectiva? Mi consejo es este: sal de facebook y habla con tu abuela.

Porque hay algo que salvo un imprevisto en el camino a todos nos llega y nos toca por igual. El gran estadista, el estanquero, el hombre de negocios, la presidenta, el secretario, la repartidora de correos o el camarero, el periodista, la autora, el lector, el ser inteligente y el idiota, el hombre bueno y el malo… todos ellos envejecen. Decía Bacon que este era el secreto de una buena vida: “vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer”. En nuestro tiempo despreciamos sin embargo con un impúdico desdén el valor inmenso que atesora la vejez. Actualmente nuestra programación social descarta a los mayores, los aparta y los condena a un ostracismo comúnmente aceptado. Y cada vez se es viejo más pronto y el exilio social es más temprano.

Recientes y consecutivas medidas punitivas en relación a la jubilación (que no es otra cosa que el reconocimiento social avanzado a la aportación de un individuo en su etapa productiva) no dejan lugar a dudas: estamos destruyendo, malnutriendo y generando una indefensión imperdonable sobre un pilar básico de nuestra sociedad: el anciano. Tiene que ver con diferentes factores demográficos como el envejecimiento acelerado de Europa, que corre el riesgo de ser la residencia de la ya muerta aldea global, o con factores económicos que hablan de la falta de sostenibilidad financiera de tan alto porcentaje de ancianos por parte de un reducido número de seres supuestamente productivos. El considerar que un anciano no es productivo para una sociedad ya es sintomático de la pérdida de pensamiento sistémico y perspectiva que hemos alcanzado. La falta de cuidado y atención generalizada sobre aquellos que han hecho que estemos aquí -sea como fuere- es ya un hecho que nos toca a diario de forma autoimpuesta en nuestras familias.

Sin embargo una lectura menos menuda debería hacernos reflexionar. Si tenemos una sociedad vieja deberíamos tener una sociedad sabia. ¿Por qué claramente no es así? Porque nuestra actual vejez dista mucho de parecerse a la vejez de nuestros ancestros. Hemos declinado y conjugado el verbo envejecer hasta casi agotarlo por completo. Nuestra vejez urbana pesa, socava y deteriora. La experiencia ahora no es un grado sino una losa. Algunos ignorantes proclaman que todo el mundo vale para todo y que cualquiera puede acceder a la excelencia. La democratización del acceso al conocimiento con la llegada de la Red parece haber enturbiado la mente de aquellos que defienden que ser joven, apuesto y a la moda es la única forma de vida asumible para todos. Mi segunda confesión en estos días también es un hecho constatado por los que me han conocido durante años. Siempre he sido un viejo. Cuando dejé mi último trabajo, una compañera me entregó una nota que, entre otras cosas, decía lo siguiente: “Por mucho que quieras disimularlo en un cuerpo ahora de pocos años, eres un alma vieja

De modo que a mis casi treinta años soy un viejo y estoy consecuentemente cansado de que se nos releve y se nos humille. Estamos jugando con un fuego que jamás podremos extinguir porque muy a pesar de nuestra incoherente voluntad, la base estable de cualquier sociedad sedentaria son siempre los ancianos. En el genial blog gráfico 500 generaciones, Nacho Docavo nos comenta que la primera ley que se dictó en el mundo la dictó un anciano probablemente hace 12.800 años. Muchas teorías filosóficas e innumerables culturas asocian la sabiduría a la vejez. La soficracia, que aún se practica en lugares recónditos de Asia, algunas regiones de América Latina y África, estuvo basada en sus inicios en consejos de ancianos que deliberaban sobre el bien común de su comunidad. Actualmente existen comunidades tribales cuya toma de decisiones es adoptada por los miembros de mediana edad pero con un peso importante de los ancianos del lugar como poder consultivo y asesor. Es así también como nació la palabra Senado (del latín senex o anciano), órganos consultivos oligárquicos en la Antigua Roma y naturales en la tradición indostánica. Ya en nuestra Edad Moderna, el Conseil des Anciens en el siglo XVIII francés, era un organismo legislativo formado por ancianos y tan pervertido a posteriori por clanes familiares como el romano. También es reconocido indistintamente en las familias occidentales y orientales el respeto y el ritual de culto asociado a los ancianos contadores de historias (storytellers) como garantes del conocimiento y la memoria grupal. En la Edad Media estos contadores de historias conformaron un gran legado literario gracias a la tradición oral heredada de padres a hijos. Goethe reflexiona sobre la vejez en Fausto y Pitágoras decía que una buena vejez es la recompensa a una buena vida.

 

consejoancianos

 

En el largo éxodo histórico del pueblo judío desde tiempos de Moisés la figura del anciano ha sido venerable, desde la formación del Sanedrín (un consejo de 70 ancianos jueces y gobernantes) hasta pasajes sagrados en los que se defiende al anciano incluso por encima del derecho: “la ley es agua, la palabra del anciano, vino generoso”. En Birmania el Consejo de ancianos o Salang era respetado como cuerpo judicial y el Myit Su, el hombre más respetado, solía ser una anciano conocedor de costumbres. Los arunda australianos reservan sus mejores comidas para los viejos y los samoanos reconocen a sus ancianas como las mejores tejedoras y maestras de mujeres jóvenes. Son respetadas como autoridades en Medicina y matronas excelentes. Los chamanes o hombres espirituales nunca son jóvenes o de mediana edad, más bien son los mayores de su comunidad tanto en los indígenas norteamericanos como en los hotentotes, hopis o hamagua.

Al contrario, muchas sociedad nómadas coinciden en entender la vejez como una carga. Parece como si esa nomadización que sufre nuestro sistema social (en la familia, la vivienda, el trabajo) desplazara el valor de la vejez. Parecemos imitar a esos pueblos nómadas que abandonan o matan a sus ancianos en rituales milenarios que ayudan a perpetuar la comunidad. Como en Siberia, donde los chukchis abandonan a sus ancianos en la nieve a temperaturas extremas; como esas tribus brasileñas, los borobos, que ahogan a sus mayores untados de resina en cuanto éstos no se sienten útiles; como esas comunidades de Panamá, los guaimíes que abandonan a los ancianos en la selva con el solo sustento de una calabaza. Por su parte los esquimales abandonan en el hielo al anciano o al herido de muerte hasta ser devorado por los osos que luego son cazados y forman parte del alimento de la comunidad, cerrando el ciclo de la vida. Algo parecido ocurre en el Norte de Venezuela, donde parece que antiguas tribus mezclan las cenizas del muerto en la bebida que la nueva generación bebe para nutrirse simbólicamente de su sabiduría. También en Tierra de Fuego y en Guinea era usual comerse a las ancianas ante la falta de sustento en una región tan adversa. La única diferencia entre nuestra cultura y todos estos casos de comunidades nómadas es que el sacrificio o el abandono en ellos partía siempre del propio anciano guiado por un sentimiento de supervivencia del grupo. En nuestro caso se trata más de una sentencia tácita de agonía que perpetra la sociedad a espaldas de su pasado.

La vejez es, como decía Ramón y Cajal, una enfermedad crónica siempre mortal que curiosamente todos deseamos. Aún así, parece que todos tendemos a desautorizar la posición de los ancianos en nuestro tiempo. Sin embargo en la película La tête en friche (Jean Becker,2010) asistimos a una relación de respeto, ternura y empatía entre un hombre de mediana edad maltratado por su madre desde niño y una anciana abandonada por su familia. Sucesivos encuentros en el banco de un parque hacen renacer en ambos el amor por las pequeñas cosas y la pasión por la lectura. Salvando la opinión de los estúpidos hombres blancos que pueblan de crítica cinematográfica pseudo-profesional nuestros periódicos, se trata de un film lleno de enseñanzas pedagógicas que nos enseña el valor de la vida y de la bondad con independencia de nuestra obsolescencia física socialmente programada. Así que, lo dicho, sal de facebook y habla con tu abuela. Será mejor para todos…

Fuentes: artículo antropológico del Instituto Conmemorativo Gorgas

Nota: algunos me reprochan la longitud de los artículos, yo -inalterable- les reprocho la fragilidad de su constancia porque, a pesar de todo, siempre vuelven. Gracias 😉

el compromiso con la creatividad

el compromiso con la creatividad

crear
A propósito del estudio El estado de la creatividad 2012

La creatividad es siempre una receta exitosa contra cualquier pérdida de fe, inseguridad, inestabilidad o miedo.

Esta confesión que hoy comparto con vosotros es casi una oración. No recuerdo ningún momento de mi vida en el que la creatividad me haya abandonado. Cuando todo me falla o me falta, la creatividad en forma de ideas o palabras suele iluminar mi mente hasta casi cegarme por completo. Cuando invadido por momentos de extrema alegría o de tristeza me siento volar por encima de la tierra o hundirme pesado hasta lo más hondo del hoyo, la creatividad es para mí un gran balón de oxígeno capaz de acomodar mi entorno a nuevos mundos de ilusión y de esperanza. Entonces -desde hace ya veinte años- comienzo sin descanso a escribir, bailar, hablar, leer, pintar o caminar completamente solo aunque en ocasiones estoy acompañado. Para cuando todo esto ocurre, siento en mí el tormento insaciable de vivir sin pausa. En estos episodios frecuentes he creado algunos de mis monstruos a partir de una sola pieza de pasión, como Buonarotti, como los escultores makonde o Blas de Otero.

La creatividad es hoy en día una interminable colección de autopistas de peaje en las que tienes que pagar muy caro por vivir tus ideas. Cuesta mucho crear algo y se paga caro. El ser creativo se enfrenta a un coste vital y humano cada vez más alto en su vida diaria, su sociedad y su entorno inmediato. A medida que pasa el tiempo parece que cada vez los costes son más altos. En tiempos de crisis sociales la mayor recesión es siempre creativa. Donde antes el arte era una garantía de la libertad de expresión, un símbolo de bienestar y prosperidad, ahora parece ser un lujo que nadie puede permitirse. Y aunque la creatividad no tiene secretos, se ha hecho un gran negocio del proceso creativo. Pequeños corsarios financiados por sus propios o ajenos intereses intentan apropiarse el mismo barco por el que la realeza, la nobleza, la religión y la burguesía han pugnado consecutivamente durante siglos. Pero el ser creativo sobrevive a cualquier embate, ha resistido gobernando un barco cuya identidad se actualiza con los tiempos porque su personalidad tiene un carácter colectivo. La creatividad no es propiedad de nadie. Hay cierta hermandad y un elevado sentimiento de pertenencia a este barco regenerador en cada persona creativa. Millones de estos correligionarios han sentido la creatividad de un modo semejante al que he expuesto al comienzo de este artículo. Tienen un compromiso tácito, un débil aunque indescifrable pacto con su condición. Para cualquiera que haya gobernado el barco es sencillamente inútil intentar sentirse un ser creado y no un creador.

Lo que yo hago ahora es proyectar la creatividad de un enorme colectivo sobre entornos en los que invertimos gran parte de nuestro tiempo: las empresas. Y como dije pago un elevado coste que a menudo hunde y desordena el suelo en el que piso. Pero mi conciencia y la convicción de que es algo tremendamente necesario me empujan a seguir mirando hacia delante. Porque la creatividad no es un privilegio. Se educa y se alimenta, se nutre de cada uno de nosotros incluso cuando no encuentra los recursos necesarios. Hasta ahora lo que hemos hecho ha sido subcontratar la responsabilidad de ser o tener una inteligencia creativa. Hemos creido ciegamente que otros son especialistas en crear a pesar de que todos tenemos la capacidad de ser creativos. Porque no hemos sido educado en ello, porque no hemos creído realmente que sepamos crear o pensar más allá de nuestra vida o facultades inmediatas. Hemos crecido en ambientes uniformes donde la fe en algo prevalece sobre la individualidad o la personalidad de cada uno. Nos convencemos de que no podemos crear porque no tenemos ni entorno, ni apoyo ni derecho para hacerlo. Sin embargo las mayores obras de la historia se han creado en condiciones lamentables, a menudo en condiciones de extrema pobreza o situaciones personales muy precarias.

Con compromiso y con recursos compartidos la grandeza de la creatividad obtiene beneficios exponenciales. En cualquier realidad y grupo de personas. Por eso el compromiso con la creatividad debe ser claro y evidente. Comprometerse con algo significa creerlo, practicarlo, hacer que viva en otros, mejorarlo y hacer también que sea sostenible. Si no es sostenible, no existe viabilidad ni existe base. Es entonces cuando todo muere y olvidamos lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos ser. Incluso cuando todo parece no tener sentido. Porque como leí hace poco “un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido

actuar desde lo local

actuar desde lo local

flo
Creo que la forma más inteligente de expresión es el humor. Una serie de acciones en formato flashmob dentro de sucursales de bancos han inundado la red durante los últimos meses. No me quiero pronunciar sobre la ideología o intención del fenómeno pero quiero analizar desde un punto de vista técnico el éxito del mismo. No encuentro un ejemplo mejor de diseño de experiencias sin apenas recursos que la iniciativa flo6x8 que reivindica un mayor control sobre la actividad de las principales entidades bancarias en España. Muchos otros colectivos se dedican a hacerlo pero éste lo hace de forma muy inteligente y con una capacidad de identificación (el primer paso en el diseño de experiencias) que es admirable. Porque ejecutan sus acciones mediante el arte regional propio de cada lugar en el que actúan (reivindican en fandango en andalucia, en rumba en Catalunya,…), en las propias oficinas bancarias de poblaciones locales (lo que le confiere un carácter realista al acercarse a la población objeto de estos abusos) y además de hacerlo físicamente lo proyectan en medios digitales, principalmente en cuentas que son la propia cuenta youtube de flo6x8 sino otras que han viralizado el video como propio hasta hacerlo casi incontrolable por las autoridades. Lo que realmente me encanta de este fenómeno es que son capaces de entender que para cambiar, influir o modificar una realidad hay que actuar como siempre decimos glocalmente (pensando en global pero actuando muy en local). Pero sin duda lo mejor de la iniciativa es que si uno consulta la web del colectivo flo6x8 no encontrará ni una palabra de la intención de sus acciones, solamente las propias acciones. De forma que la comprensión o interpretación de las mismas se deja al arbitrio y entendimiento del espectador. Aún así los medios de comunicación masiva tradicionales se han visto obligados a hacerse eco de la noticia hace unos meses dada su difusión y popularidad en la red. Mi interpretación personal es que simplemente aplican el humor y el arte a una reivindicación para mejorar nuestro sistema que ya es un clamor casi universal en mi país.

Por otro lado desde el punto de vista jurídico, existen muchos debates alrededor de esta experiencia ya que quiebra cualquier explotación de derechos de grabación regulado por la ley de propiedad intelectual dentro locales privados pero a su vez se nutre de grabaciones móviles de usuarios del propio banco que se sienten identificados con la demanda. La cantidad de vericuetos legales sobre esto es inmensa pero lo extraordinario es que el ritmo de difusión ha superado a la retórica y la burocracia legal dado su nivel de difusión. Es, en mi opinión, un caso patente de otra victoria ganada por la creatividad sobre la burocracia 😉

Os cuelgo un video cuyo estribillo dice “me busqué dos currillos pá la hipoteca. Ay Bankia, Bankia, pa tí seis pulmones, pa mí ni una branquia”. Sin duda el éxito del humor y la gracia de una región contra un fenómeno global. ¿O no?

cambiar el mundo (II)

cambiar el mundo (II)

fword

 

“Do you remember when you were young
and you wanted to set the world on fire”

de  la magnífica canción I was a teenage anarchist de Against Me!

Hace más de un año escribía por aquí un artículo titulado cambiar el mundo que hablaba sobre Shirky la teoría que tantas veces me viene a la cabeza. Pero ¿qué demonios es cambiar el mundo? Hoy quiero compartir con vosotros una píldora de vida sobre esto, algo que cada día tengo más claro y que alguna vez he comentado. Es a propósito de un entrañable trabajo de Andrea Blaugrund que he visto hace poco.

En el hilarante documental The Other F Word (Blaugrund, 2011) se analiza la vida actual de algunos miembros de aquellas bandas del movimiento punk-rock que hace 20 años modificaron las vidas de muchos adolescentes y que siguen aún hoy haciéndolo.

La pregunta a la que responde este documental es:

¿Qué pasa cuando la generación de los mayores radicales anti-sistema (los punkies) se convierte en el primer bastión del sistema (los padres)?

A lo largo del film se entrevista a diferentes protagonista de la historia del punk-rock que siguen ganándose la vida en bandas pero que ahora deben mantener una familia, una hipoteca y una estabilidad. Miembros de ya legendarias bandas como Red Hot Chili Peppers, Pennywise o Rise Against nos muestran que ocurre cuando la otra cara de la palabra que empieza por F (FUCK) es FATHER.

Casi al final de la peli, después de que Tim Mcllrath toque un acústico de Swing Life Away en una habitación de hotel, se ve cómo Jim Lindberg, que abandonó recientemente Pennywise tras 19 años como cantante, juega con sus hijas en la playa. Cuenta que dejó el grupo porque quería pasar más tiempo con su familia pero lo cuenta de este modo:

“Yo sentía que había un mundo mejor por ahí, que con un poco de unidad y cooperación todos podríamos hacer de este, un lugar mejor. Y es muy idealista, es la manera de ver el mundo para una persona muy joven Pero creo que cuando envejeces te pones un poco realista. Pero lo que yo quiero tener, lo que yo quiero mantener es el sentimiento de que podemos hacer un cambio. Tal vez la forma en la que cambiemos el mundo sea educando mejor a nuestros hijos y estar más atentos a esos hijos. Y bueno, tal vez sea así como cambiamos el mundo. En lugar de escribir una canción de punk rock, tal vez solo sea ser mejores padres. Quiero estar aquí con mis hijas, quiero estar cuando ellas quieren que esté aquí. Y creo que eso es la cosa más punk de todas”

En todos los sentidos creo que Jim está liderando la mayor revolución de su vida: su revolución. En un mundo donde nos atareamos cambiando el sistema, nos olvidamos de cambiarnos a nosotros y a la gente que tenemos cerca (equipos, familias, amigos) No se a vosotros pero a mí me basta con que vuestros hijos sean grandes personas y con que vosotros trabajéis por ello. El subtitulo del documental es parte de la lección aprendida: “Sometimes a little anarchy can be a life changing experience”. No puedo estar más de acuerdo. Creo de hecho, familia, que todo es necesario. Las grandes luchas pero también tiene que ver con ser el cambio que quieres ver en el mundo. Pase lo que pase 🙂

la empresa elefante

la empresa elefante

elefante3

A veces caza quien no amenaza

Proverbio español

LA ANÉCDOTA

Hace poco el Rey de mi país, por primera vez en la historia de su reinado, pedía disculpas públicamente a la ciudadanía a la que representa. Sus palabras textuales fueron “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir” No me detendré en el hecho sino en la noticia. La disculpa se produjo porque mientras la tasa de paro, la supuesta desconfianza exterior, la recesión y la crisis sistémica seguían -como siguen- devorando España, el mandatario se encontraba cazando elefantes en Botswana. Me parece especialmente útil para este artículo el hecho de que decidiera matar a este tipo de animales. Lo que yo propongo ahora es que además de no pedir disculpas, siga matando elefantes él y cualquier mandatario español pero que lo hagan dentro de nuestro territorio. Sin duda creo que será una receta insuperable para salir de la crisis, generar confianza entre la población y liderar la economía mundial. Tal cual lo oyen. Me explico…

 

LA PROPUESTA SERIA

Existe un gran número de organizaciones y sistemas en España cuya esencia, anatomía, comportamiento y existencia se corresponden totalmente con las de este enorme animal. Más allá de la tipología de empresas que define David L. Birch en su libro The Job Generation Process (MIT, 1.979) existen muchas empresas que actúan, se identifican y se comportan como los elefantes. Y no se trata solo de cotizar en Bolsa o de multinacionales. Defiendo que hay un gen condicionante de la empresa elefante. Las he sufrido durante años y doy fe de este hecho. En la siguiente descripción podrán identificar claramente el fenotipo y el genotipo de la empresa elefante e intentaré establecer algunas razones para acabar con la vida de estos seres/sistemas:

  • El elefante blanco pesa alrededor de unas 8000 kilos lo que le convierte en el ser terrestre más grande de su tiempo. Es innegable que toda empresa elefante se erige siempre como la más grande de su sector. Controlan sectores y segmentos de mercado, regulan precios y ostentan la propiedad sobre servicios con los que otras no pueden competir. Aún así en España existen 3 millones de empresas de las cuales más del 99% son PYMES que generan el 90% del empleo y el 62% del PIB. Es completamente lógico pensar que necesitamos grandes compañías pero no parece razonable pensar que tan solo incentivemos el desarrollo del 10% del empleo nacional.
  • De estos 8000 kilos de peso, tan solo unos 5 kilos corresponden al cerebro, que a pesar de ello tiene una enorme magnitud en comparación con el resto de especies. Esta proporción de cerebro dedicada a pensar modelos, procesos y servicios es muy semejante a la que se puede hallar en una empresa elefante. Al igual que en los elefantes, en las empresas elefantes la tarea de pensar es tan solo un instrumento para perpetuar la existencia del sistema o la estructura (cuerpo) a menudo en detrimento del valor de su oferta. Este cerebro está centralizado en una zona de la estructura que ordena al resto de regiones del sistema que obedecen. Algo que sin duda no es operativo y que a la larga provoca, como en el elefante, grandes problemas de equilibrio, maniobravilidad y capacidad de respuesta.
  • Es un animal muy longevo ya que suele vivir alrededor de 60 años aunque se encuentran casos en la actualidad que sobrepasan esa cifra hasta los 80 años. Las empresas elefante son longevas y resulta imposible muchas veces hallar una explicación para esta característica concreta salvo el hecho de que su propia estructura es imponente y cuentan con el reconocimiento de su manada y del resto de las especies. En muchos casos incluso tras una quiebra flagrante, la manada de empresas y sistemas elefante (públicas y privadas) ayuda a levantarse a la empresa elefante y seguir con su camino solo por el hecho de que siempre ha estado en la manada. Se da el curioso caso de que la mayor parte de empresas elefante actuales no cuentan con más de 20 años de media aunque hay una larga fila de ancianos venerados. El respeto al esfuerzo y trabajo de las ancianas empresas elefante es loable pero una sociedad completa no está representada en un geriátrico social.
  • De hecho su aspecto continuamente arrugado les confiere un aire de ancianidad cuyos pliegues en la piel les permiten conservar la humedad a pesar de que tienen una enorme necesidad de meterse en el barro continuamente. Las empresas elefante presumen por defecto de ser innovadoras, estar siempre frescas y mantenerse jóvenes pese a todo lo anterior. Necesitan casi siempre una capa de barro innovador que las refresque ante el sol justiciero del mercado en el que desarrollan su actividad. Lo que en los elefantes se llama “barro” en las empresas elefante hasta el momento se ha llama “People”, “Responsabilidad Social Sostenible” o “Innovación”. Pero era barro, créanme.
  • Su periodo de gestación es el más largo de todas las especies. Se necesitan 22 meses de embarazo para parir al mayor bebé de todas las especies terrestres, uno que pesará de media 120 kilos. No existe ninguna gran empresa que no haya sido una pequeña gran empresa en sus inicios. Era una empresa que solía nacer bien alimentada, ya crecida, con pocos recursos y a menudo torpe en sus primeros movimientos pero se movía. La insistencia y el aprendizaje la hicieron crecer hasta ser esa empresa elefante adulta que ahora es. Porque también existen empresas elefante jóvenes, doy fe. De hecho una empresa elefante en cierto sentido -aunque tuviera 3 empleados- siempre fue una empresa elefante, no importa el tamaño. Por eso ahora también puede dejar de serlo, no importa el tamaño 😉
  • Son consecuencia evolutiva de la extinción absoluta de los mamuts, bichos éstos que aún eran más grandes y que también coronaban el reino animal terrestre. Antes de las empresas elefante actuales del posfordismo existían las empresas industriales del siglo XIX. Hacían lo mismo pero menos rápido. Esa historia de extinción las hizo reponerse hasta ser empresas elefante a menudo formadas por tigres de bengala como comentábamos hace unos meses.
  • El órgano rector del elefante es su cerebro. Allí se tiene que atacar si se quiere confundir al animal. Resulta sin embargo muy complejo llegar a su corazón, protegido frontalmente por una larga trompa y lateralmente por una gran capa de grasa y huesos. En las empresas elefante existe corazón pero está notoria y voluntariamente escondido. Es para la gran mayoría de personas, inaccesible. Hay todo un ritual de paredes mentales y físicas que impiden el acceso y una gran colección de flechas que redireccionan tu camino hacia el cerebro. Las empresas elefante nunca oyeron hablar de dos tipos de hemisferios aunque conservan su capacidad binaria (ganancia/pérdida) que continuamente les atora y les consume.
  • Esta larga trompa es el único instrumento práctico y ágil de sustento que tiene el animal. Con ella se nutre, alcanza objetos y establece relaciones afectivas con el resto de su manada. El valor que puede aportar a su mercado, a su entorno inmediato (empleados) y a su sociedad, una empresa elefante está completamente instrumentalizado. Está definido por tan solo una vía de obtención de resultados que ciega una y otra vez cualquier alternativa de entrada o generación de beneficios para el sistema. Solo existe una forma de hacer las cosas a la que suelen llamar “identidad corporativa”. Como la trompa de nuestros elefantes, la identidad corporativa aplasta, diluye y absorbe. Eso es todo. No parece un camino sano.
  • Le gusta estar en manadas. El elefante es un animal que no suele tratar con nadie que esté fuera de su manada. De hecho tiene un respeto legendario por los antepasados de su manada a los que se ha demostrado reiteradas veces que venera. La manada de empresas elefante a la que todo el mundo mira en España se llama IBEX35. No necesariamente es una buena manada, de hecho recientemente se ha demostrado que tiene muchos fallos. Pero es “la manada”. Cualquier aproximación a ella es mirada con recelo, cualquier pertenencia a ella con veneración y siempre habrá senderos de paso que solo la manada pueda transitar. Si algo falla para la manada, alguien vendrá a reclamar su estatus. Si algo va bien en una empresa elefante, la manada completa asumirá todas las medallas. 35 empresas no son representativas de 3 millones de empresas españolas. Hagan lo que hagan. Sean lo que sean.
  • Aunque su lenguaje es a menudo incomprensible por el resto, se comunica y establece su sistema de orientación y de distancias gracias a un grave sonido periódico que se denomina “barrito”. El lenguaje de las empresas elefante es completamente incomprensible para el resto de empresas del planeta. Manejan códigos que perpetúan su posición, procedimientos y costumbres, gestos y comportamientos que resultan pesados, lentos y tediosos para cualquiera que se acerque. No hay espacio para crear nuevas formas de comunicarse. Se trata de la incomunicación social como baluarte para empobrecer la comunicación interna.
  • El elefante siempre pisa sobre suelo mullido y confortable. Su propia genética fruto de la evolución ha hecho que los carpos, metacarpos y falanges que forman los dedos de su pezuña se alcen sobre una almohadilla acolchada de grasa que le permite caminar con gran confort y presteza en cualquier situación. De hecho en esta transición evolutiva, el elefante es el único animal que desarrolló un sexto dedo pero esta ventaja competitiva dejó de serlo cuando alcanzó el confort. Es curioso comprobar como las empresas elefante aún habiendo tenido en su pasado restos de una innovación esporádica sobre sus estructuras y modelos de negocio que favorecía la competitividad, generaron de forma endogámica subterfugios que permitieron primar la estructura sobre el valor diferencial. En el caso de las empresas elefante uno ve con frecuencia como la toma de riesgos es mucho más que moderada y cómo el propio sistema ha acolchado la motricidad de los integrantes para que controlar de forma adecuada cada zona de confort. No es saludable ni mental ni orgánicamente.
  • Para la regulación de la temperatura interior posee grandes pabellones auditivos cuya capilaridad le permite enfriar la sangre a su antojo. Resulta curioso que el mismo instrumento que le sirve para escuchar su realidad inmediata le permita mantenerse frío en momentos de máximo calor. Escuchar el mercado y planificar a largo plazo son los grandes instrumentos de las empresas elefante. Les permiten mantener una constante imagen de imperturbabilidad que les hace casi indeferentes ante cualquier crisis o variación exterior. El mundo se convierte en algo ajeno y la humanidad es tan solo una trampa en el camino hacia los objetivos. Los grandes pabellones auditivos de las empresas elefante son también los sistema de escucha, rastreo, control y seguimiento de sus empleados. Herramientas que enfrían su imagen hasta temperaturas gélidas.
  • Para la defensa personal el animal posee largos colmillos cuyo material, el marfil, es uno de los más valorados en la actualidad. Los colmillos de un elefante se suelen pagar a precios desorbitados y existe gran tráfico de influencias en estos intercambios comerciales. Un elefante siempre puede ejercer su ataque ante una situación de inseguridad. Las empresas elefante son terriblemente incisivas como los colmillos de nuestro protagonista. Los colmillos de estas empresas son ejecutivos con un típico perfil modelo absurdamente canalla que les revaloriza en el mercado. Son cotizados y solicitados por la manada y su valor asciende también a precios supraterrenales.
  • Los elefantes necesitan comer mucho, comer indiscriminadamente para sobrevivir. Un 60% son hierbas pero la elección de alimentos de un elefante será determinada en parte por lo que crece en el lugar, por lo que aprendió de sus antecesores, y por lo que descubre al probar nuevos alimentos. Seleccionan sobre todo sus comidas teniendo en cuenta el tiempo que se tarda en consumir cada bocado. Comer hierba es tan solo la manera más rápida y fácil de abastecer su estómago. Para que una empresa elefante se mantenga viva parece que tiene que cegarse por la inercia del corto plazo. Consumir y vender rápido parece ser más importante que consumir y vender variado y sano y repartiendo los beneficios no solo a su aparato digestivo (ejecutivo) sino al resto del sistema. Las empresas elefante son empresívoras, le dan a todo pero están condicionadas por el territorio en el que se mueven, por hasta donde otras manadas les permiten comer, por lo que hasta ahora les han dejado comer y defenderán que deben seguir comiendo. Por desgracia en España la capacidad de probar nuevos alimentos por parte de las empresas elefante es realmente pobre y vacía de intención. Aún así muchos cultivamos nuevas hierbas e intentamos hacer que paste la manada. Ese es nuestro trabajo.
  • El elefante es a menudo una deidad en según qué culturas, círculos de creencia y religiones. Esto ha generado una legión de acólitos y mitos alrededor de la figura del elefante allá donde existe. En España existe un olimpo de empresas elefante. Tal cual lo oyen. Se las venera pase lo que pase hasta que alguien en la manada decide dejar de venerarlas. Sobre sus dirigentes se crean mitos y leyendas dentro y fuera de la empresa que son comparables a los viajes de Gulliver pero sin viajes. Estas leyendas cambian de acuerdo al país emisor de estas leyendas.

 

CONCLUSIONES

Por todas estas razones creo que deberíamos generar un coto de caza privado para empresas elefante de 504.645 km2 dentro de España. Esta superficie equivale a todo el territorio nacional. Tengo que aclarar que en los cotos de caza no solo se mata animales sino que también se crían en cautividad relativa. En nuestro caso significaría la existencia de empresas elefante pero reguladas, cuya movilidad estuviera limitada a mínimos principios de nobleza.Como es obvio no seré yo quién defienda la caza indiscriminada de la gran empresa de la que me desvinculé hace unos meses hastiado y mustio. Pero desde luego creo que una caza controlada, Majestad, gobernantes y gallitos varios, no vendría nada mal para sanear nuestro cortijo 😉

Más allá de esto, y muy paradójicamente 😉  la película El hombre elefante (Lynch, 1980) es una de mis películas de culto. Cosas de la vida…

Keep on fighting, friends!!

 

***