David, de 5,17 metros de altura, alzado sobre el resto de mortales por Miguel Ángel Buonarotti hace ahora 507 años, observa impasible a los gerentes desde su podio en la Galería de la Academía
Tardó varios meses en comenzar a ser diseñado y dos largos años en nacer a partir de un bloque de 18 pies olvidado en la cantera Fantiscritti en Carrara. Algún gerente aventajado se preguntará: Y en ese tiempo, ¿a qué código imputó las horas de trabajo?, ¿no le reclamaron sus clientes? La verdad es que no lo se pero me resulta completamente indeferente.
Hace ahora once años que tuve el privilegio de contemplar el resultado y puedo asegurar que mereció la espera: la mía durante una soleada mañana de julio y la del resto de los hombres cada día desde que fue creada durante los últimos quinientos años.
“Ante la velocidad que impera en el mundo de los negocios, a veces se pierde de vista la necesidad de enmarcar las decisiones en un contexto y tomarse el tiempo para entender cuál es el problema, por qué y para qué queremos resolverlo. […]
Pero si Miguel Ángel hubiera sido un ejecutivo de una corporación moderna, probablemente nunca habría llegado a tomar el cincel. ¿Cuántos jefes habrían soportado verlo inmóvil y “sin trabajar” durante tanto tiempo?
La velocidad intrínseca a la vida corporativa nos sesga hacia la acción. Se supone que nos pagan por actuar, no por pensar. Entonces, con mucha frecuencia, tomamos decisiones de problemas que aún no hemos enmarcado correctamente. Esto hace que en ocasiones resolvamos de una manera técnicamente impecable cuestiones que no eran relevantes o que no agregaban valor para el negocio. […]”
¿Realmente tienes tanta prisa o lo estás haciendo flagrantemente mal? Profesional y personalmente a la hora de tomar decisiones nos condicionan aspectos externos que nada tienen que ver con el objetivo que nos habíamos marcado. De hecho esos condicionantes nos hacen olvidar cuál es el objetivo real, nuestro cometido. Superados por los planes de negocio y los márgenes económicos, sometidos al corto plazo y al ayer, no somos capaces de digerir cambios ni de plantear mejoras porque estamos hundidos en la acción. Esa es la verdad: la acción nos ciega. No existe un equilibrio entre la necesidad de planificar con perspectiva y el apremio de los resultados inmediatos. “A mí me piden facturar, me piden hacer dinero, para el resto ya sacaré algo de tiempo” Pues bien, no facturarás ni un solo euro si continúas con esta mentalidad arcaica y tu propio framework te ciega y te limita. TODOS NECESITAMOS TIEMPO porque TODOS TENEMOS TIEMPO. El problema no es saber cómo gestionarlo sino saber que no es realmente lo importante. No hay nada diferencial en dedicar más o menos tiempo a algo por sí solo, lo realmente diferencial es la creatividad y la capacidad de traducir al mundo tus ideas.
Perennial. Imagen de xerguio.es que parece hacernos reflexionar sobre el tiempo y sus ramificaciones
Hoy en día nadie se pregunta cuánto tardó Miguel Ángel en esculpir a una persona viva que parece respirar entre turistas boquiabiertos de todos los países. El sueño al que dió forma ha cumplido más de quinientos años pero nadie sabe que tardó un mes en comenzar a construirlo después de que los canónigos de la catedral le hicieran el encargo y varios más (alrededor de tres o cuatro) en dar el primer golpe de cincel. Hasta entonces, cada mañana se despertó y acudió hasta el bloque, lo rodeó en paseos infitos, escudriñó su alma hasta que le gritó sus primeras voluntades. Miguel Ángel no imputaba horas, nunca tuvo un despacho ni se ciñó a una rama concreta de las artes. Sus poemas me siguen causando cierta sensación de estrépito interior que no alcanzo a describir con elegancia.
Os desvelaré sin embargo cuales fueron las fases de la consultoría y cómo fue el proyecto cuyo resultado exitoso (una de las grandes maravillas del mundo en mi opinión) ya conocéis. Basicamente al proveedor del servicio “REALIZAR UNA ESCULTURA DE DAVID” le daban igual los tiempos y cuidaba detalles técnicos y creativos que le parecieron fundamentales. La consultoría se realizó de la siguiente manera:
ANTECEDENTES (Pliego de proyecto):
El gremio de tejedores de Florencia (Arte de la Lana) dispone en su propiedad de un bloque de 18 pies al que llamamos “el gigante”. Deseamos que dicho bloque se transforme en escultura para disfrute del pueblos florentino. En 1460, hace ahora 41 años Agostino Di Duccio intenta domar el mármol pero deja completamente inservible el bloque. Se ruega a cualquier proveedor que pueda acometer la recuperación y escultura del bloque que responda a esta Request For Proposal (RFP) indicando capacidades y destrezas oportunasa
CANDIDATURAS PRESENTADAS A LA RFP (Concurso):
Andra Sansovino, Leonardo Da Vinci y Michelangello Buonarotti
Candidatura personal de Michelangello Buonarotti (Referencias y DAFO):
Mi nombre es Miguel Ángel, soy un joven toscano de apenas 26 años. Me gusta lo que hago y creo en ello. He realizado diversas pinturas y poemas y gran cantidad de esculturas, entre ellas una encargada por Su Santidad el Papa a la que denominé La Pietá. Adjunto Curriculum Vitae y skills. Les seré honesto, en estos momentos estoy embarcado en algunos proyectos importantes pero ninguno llega a buen puerto y me entusiasma la idea de “sacar el alma de ese bloque“. Les doy mi garantía personal de que esculpiré un David de ese bloque sin necesidad de utilizar ninguna otra piedra y además de una sóla pieza. No me comprometo en tiempo y no necesito equipo de trabajo.
ELECCIÓN DE COLABORADOR (Decisión del cliente):
La catedral elige a Michelangello Buonarotti como escultor oficial del David. Comience a trabajar cuanto antes, por favor. Queremos hacer historia.
CICLO DE VIDA DEL PROYECTO: Kick-off: El 13 de septiembre de 1501 Miguel Ángel se encierra con el bloque Planificación: Tarda más de 3 meses en dar el primer golpe sobre el bloque Desarrollo iterativo: 2 años en solitario atendido por discípulos y aprendices que realizan iteraciones ágiles estableciendo feedback continuo de mejora al autor sobre el desarrollo de su propio código (lo que será el cánon de la belleza de Occidente hasta nuestros días) Pruebas: El 23 de junio de 1503, con 29 años de edad, el autor muestra visualmente la obra a algunos ciudadanos. Observa sus gestos y apunta posibles correcciones para alcanzar la perfección Reuniones previas para la puesta en producción: En enero de 1504 un comité se reune para buscar ubicación a la gran obra maestra del Renacimiento florentino. Entrega de producto: En mayo de 1504 descansa el cincel de Miguel Ángel. No se vuelve a tocar la obra. La belleza humana ya tiene un aspecto único y formal. Puesta en producción: Una vez decidido el emplazamiento, la escultura se traslada a la Piazza della Signoria para el disfrute de todos los usuarios (ciudadanos)
INCIDENCIAS: SD 1504: En el traslado al entorno de producción, varios jóvenes han apedreado el producto final. El proveedor no se hace responsable de dichos daños tal y como consta en el contrato establecido con el departamento de Compras de la catedral de Florencia. SD 1527: Se le amputa un brazo (se hace un fork) al producto final. Se hace un merge diez años después. SD 1843: En un formateo rutinario se quita la protección contra las inclemencias externas (antivirus) al producto SD1991: Un hombre hace otro fork esta vez en el dedo gordo del producto. Las medidas de seguridad no funcionan pero el proveedor responsable de la autoría del producto sigue sin hacerse responsable y es necesario contratar a otro proveedor de seguridad.
AMPLIACIÓN DE ALCANCE: Cambio en el entorno de producción: En 1873 el producto se traslada a la Galeria de la Academia, un CPD con muchas más garantías que la calle. Se realiza una escultura espejo del producto final entregado que se deposita en el sitio del anterior para facilitar la gestión del cambio y aseurar backup. Restauración de producto: Dos etapas: 1843 y 2003. Hay dos formas de restaurar el producto: intervención seca y no invasiva, intervención húmeda con compresas de agua. Se opta por la segunda. Se termina la restauración en 2004. El cambio se hace en producción, a la vista del público. Auditoría: A los expertos no les gusta el método utilizado (cambios en producción) pero los usuarios no encuentran diferencias y agradecen poder ver los cambios realizados Cierre de Fase II: 24 de mayo de 2004
Bueno, esta es básicamente la forma en que ocurrió todo, ¿o no?. Fuera de broma, ¿Realmente creéis que se puede planificar y anticipar todo esto?, ¿Es real querer establecer un marco antes de construir la idea?, ¿Sirve de algo útil o es mejor establecer entornosy formatos abiertos que faciliten la transparencia?. El amigo Ernesto Weissman nos insistía en su post citando a Peter Drucker:
“La manera en que un problema ha sido enmarcado influye directamente en la solución que finalmente le encontraremos. Por eso, el primer paso es enmarcar adecuadamente el problema que tenemos entre manos. Esto es, entender qué es lo que estamos decidiendo y por qué. Los marcos son estructuras mentales que creamos para simplificar y organizar nuestras vidas. Ellos controlan la manera en que reaccionamos ante las situaciones que nos topamos. Nos ayudan a reducir la complejidad, lo cual es muy bueno. Pero el problema es que los marcos vienen dados. No somos conscientes del recorte que hacemos de la realidad. Y esto puede generar dificultades a la hora de tomar decisiones, como encontrar la solución perfecta a un problema que no existe. Como dijo Peter Drucker, “Hay una diferencia entre hacer las cosas correctamente y hacer las cosas correctas“.
Tal vez debamos fabricar marcos y entornos pero lo más seguro es que primero debemos diseñar y construir ideas. Y para ello hacen falta que no matemos la creatividad entre todos. Se trata de generar un clima de autonomía y libertad orientada que facilite, no que nos limite. Como dice el título de este post nadie comienza a pintar un cuadro eligiendo el marco, simplemente todo eso tal vez venga después. O no. Buenas noches, amics 🙂
Cartel promocional de la película Win Win de Thomas McCarthy, 2011
Hace años que leí varios libros de negociación de William Ury, yo era así de raro. De adolescente me enfrascaba en los clásicos griegos y leía por la red a los grandes gurús del management empresarial para negociar e intentar comprender el mundo de mis padres. No lo conseguí, de hecho heredé su mundo, pero el solo hecho de intentarlo mereció la pena. La estrategia Win-Win conocida en la Teoría de juegos matemáticos como juego de suma cero, está basada en la resolución de conflictos de forma provechosa para todas las partes. Se utiliza a menudo en las salas de mediación para evitar juicios y provee a los participantes de un marco a un mismo tiempo incómodo y confortable para todos. También se emplea en la gestión de equipos y en dinámicas de grupo que temo con pavor. No hay perdedores, todos están implicados y a menudo su representación es sencilla. La película de Thomas McCarthy que se ha estrenado recientemente se titula así: Win Win y me ha encantado porque en parte el argumento de la película y los papeles de cada uno de los personajes se basan en este principio de suma cero.
Se desarrolla en una población estadounidense donde el protagonista, interpretado de forma carismática por Paul Giamatti, intenta salir del atolladero de la crisis buscando alternativas que mantengan la felicidad de su familia. Es abogado y entrenador de un equipo de lucha libre y gracias a un caso de demencia conoce a un chico excepcional y enigmático que le trastocará los planes establecidos. Entre los valores que salen a la luz en la película con sus correspondientes contrapuntos encontramos: amistad, amor, esfuerzo, superación, altruísmo y mentalidad de equipo.
No quiero adelantaros mucho más. Disfrutad de otra historia totalmente normal y que podría ser cotidiana pero que gracias a la maestría y al trabajo de este elenco de indies consigue despertarnos una sonrisa y cierta afinidad.
Cartel promocional de Inside Job (2010) de Charles H. Ferguson
Depurar responsabilidades es uno de los grandes capítulos pendientes de una crisis financiera con nombres propios. Tras algo más de dos años de crisis, las agencias de rating siguen generando incertidumbre y especulando con el valor del trabajo de millones de personas. No se trata de corregir el sistema, se trata de reinventarlo. Charles H. Ferguson nos aporta en su segundo largomentraje documental ciertas claves para comprender el colapso de la gran estafa piramidal de aquellos que continúan decidiendo el futuro de la sociedad. Estrechamente vinculados al poder político, cobrando a base de cargos y puestos gubernamentales su fidelidad a la desregularización del mercado, grandes banqueros, supuestos reguladores y burócratas financieros continúan su camino sin que su irresponsabilidad haya sido penalizada, más bien al contrario. Las principales firmas y bancos han concentrado aún más su fortaleza y la presencia de los mismos creadores de la crisis en las actuales instituciones no augura un futuro digno para nadie. Inside job (2010)analiza este problema desde la base completando en gran medida el trabajo que nuestro admirado Michael Moore hiciera en Capitalism: a love story (2009), documental del que hablamos hace ahora un año en el blog y que resulta totalmente recomendable. Esta vez Ferguson, un antiguo techie y millonario de pro surgido de Sillicon Valley apuesta por mostrar en Hollywood la debilidad del sistema financiero y las conexiones y correspondencias deshonestas e insultantes entre los principales mandatarios de firmas directamente implicadas en el colapso y los actuales encargados de una supuesta regulación del mercado que no se está llevando a cabo. Inquietante reflexión que aportará al espectador elementos de juicio valiosos para corregir actitudes que están llamadas a extinguirse. Problemas de responsabilidad en el cielo que tendremos que nos toca resolver al resto de mortales. Cuando un 1% de la población incrementa desmedida e incontrolodamente su riqueza y un 90% sufre consecuencias devastadoras, no es que haya un problema en el sistema, es que el sistema es el auténtico problema.
Desde Vorpalina nos hemos sumado con retraso en el día de hoy a la Red de Consultoría Artesana suscribiendo algunos de los principios enunciados por algunos compañeros blogueros y que están basados en nuestra defensa más prioritaria: la cultura RED. Nuestra adhesión se produce tras más de un año de existencia de esta iniciativa y con la ilusión de poder revitalizar la idea por la que nació. Creemos firmemente en los principios que enuncia y de hecho trabajamos para modificar la realidad inmediata de los entornos profesionales en los que nos movemos aportando propuestas de mejora y formulando ideas para el cambio de paradigma. Necesitamos dejar de ser industriales y comenzar a sentirnos conectados. Debemos favorecer la colaboración y la cooperación trabajando por entornos sostenibles interna y socialmente. Estamos convencidos de que no debemos educar en la ley del más fuerte sino en la filosofía del equipo y de la red. Somos y tenemos inteligencias múltiples derivadas de nuestra condición humana y debemos poner en valor aquellos aspectos relacionales que son diferenciales por sí mismos. Suscribimos pues los principios formulados en la Declaración de consultoría artesana y lo hacemos ahora cuando el mensaje ya no es novedoso porque pensamos que sus ideas sí que permanecen en versión beta continua (parafraseando al buen @arey que ha creado ese blog del que somos admiradores desde hace unos cuantos años: http://www.amaliorey.com/ y esa propuesta de cambio en forma de http://www.emotools.com/). Y para que conste formalmente, estos son los principios que hoy hemos suscrito:
Somos profesionales que trabajamos por el cambio y la mejora de las organizaciones, un trabajo que suele englobarse bajo el término de consultoría. A esta denominación le añadimos un adjetivo que representa un atributo diferencial: hacemos consultoría artesana. Nos definimos como estructuras simples y autónomas, talleres más que fábricas donde abordamos proyectos de dimensión humana.
La consultoría artesana es una alternativa a la manera dominante de hacer consultoría que aporta nuevas perspectivas, enfoques y valores a la hora de abordar el cambio en las organizaciones. Se define, por tanto, mediante estas señas de identidad:
Trabajamos con las personas. El conocimiento, la ilusión y toda la energía necesaria para el cambio y la mejora residen en las personas, una a una, pero también organizadas y en equipo. Por eso, más allá de clientes, decimos que trabajamos con personas y no con corporaciones.
Nos gusta nuestro trabajo. Nuestra materia prima es el conocimiento, algo que no se genera con horario fijo o en espacios concretos. De ahí que no establecemos rígidas separaciones entre nuestra labor de consultoría y otras facetas de nuestra vida. Integramos nuestro trabajo como una actividad más de nuestro quehacer cotidiano.
Colaboramos de manera abierta. Con cada caso y proyecto generamos conocimiento, pero nuestro valor no reside en atesorarlo, ni en métodos y técnicas privativas a resguardo de clientes y de otros profesionales, sino en abrirlo a nuestra comunidad.
Somos red, que en buena parte se refleja y apoya en nuestros blogs y en los medios sociales en que participamos. A través de estos canales distribuimos y compartimos conocimientos, ideas e inquietudes.
Somos una comunidad de práctica en la que aprendemos a través de conversaciones entre iguales, cuyo fundamento no está tanto en el qué sino en el cómo.
Estas características esenciales se traducen en las siguientes prácticas:
Buscamos imprimir carácter y sentido personal a lo que hacemos, de manera que cada caso es un proyecto nuevo. En él incorporamos nuestra materia prima, el conocimiento abierto, así como el aprendizaje anterior y la experiencia renovada. En este marco, innovar no es una actividad instrumental sino un imperativo implícito.
Aprendemos a través de la experimentación y del error, de la desviación y de la corrección del rumbo planificado, y nos renovamos con cada trabajo. Ya que el aprendizaje sucede antes, durante y después de cada proyecto, la acción y la revisión resultan imprescindibles para aportar soluciones.
Buscamos divertirnos con cada trabajo porque para anclar y asimilar los aprendizajes es fundamental la ilusión y la emoción por el trabajo bien hecho. Por eso compartimos esta pasión con las personas con las que colaboramos.
La diversidad es una de nuestras principales riquezas porque trabajamos con personas y aprendemos de lo diferente, no tanto de lo conocido. Incorporamos a nuestra red a quienes pueden aportar conocimiento, ideas y experiencia en sintonía con la manera de hacer propia de la consultoría artesana.
Confiamos en la meritocracia como vía de desarrollo. Ser parte de una red posibilita buscar, para cada proyecto, las personas y los conocimientos idóneos, porque la prioridad reside en que el proyecto culmine con éxito. Sabemos que esto es lo mejor para nuestra reputación y fiabilidad a largo plazo y para construir relaciones de confianza con nuestros clientes.
Abogamos por modelos no invasivos de acercamiento a los clientes, que se basen en prescripciones y referencias de proyectos anteriores como mejor carta de presentación.
Nuestros proyectos son nuestros talleres y cada resultado una pieza singular, consecuencia natural de haber sido desarrollada en un momento único, gracias a la experiencia renovada y al conocimiento conjunto y compartido. Esta particular manufactura sólo es posible desde algunos valores que consideramos básicos:
Franqueza. Trabajar con personas en el mismo plano de colaboración nos facilita decir que no cuando por ética o viabilidad el proyecto no nos convence. Además, nos permite advertir mejor el error en la ejecución de cualquier proyecto.
Pragmatismo que permite conciliar la vocación por el trabajo bien hecho con las circunstancias y requerimientos de cada proyecto, de manera que el mejor logro sea, también, el logro posible.
Simplicidad que nos aporta concreción y capacidad de reacción. Articulamos cualquier estrategia a largo plazo mediante aproximaciones sucesivas que facilitan el conocimiento progresivo y mutuo con las personas con las que trabajamos.
Sobriedad en infraestructuras y recursos, compromiso con el open source y con el conocimiento libre.
Re(d)lación de confianza y perdurable que surge de trabajar con personas e implica establecer relaciones más allá de las contractuales del proyecto. En definitiva, incorporar a esas personas a nuestra red.
Quienes proponemos esta declaración, sus señas de identidad, prácticas y valores, nos organizamos mediante talleres. El taller concreta y da sentido a nuestra red abierta de consultoría artesana. Se define como una plataforma de re(d)lación en la que colaboramos profesionales de la consultoría, clientes y otras personas interesadas. El taller incorpora recursos, conocimientos, ideas e inquietudes que provienen de la práctica profesional y los abre a toda nuestra comunidad.
Alfonso Alcántara, José Miguel Bolívar, Anna Cabañas, Vicent González, Julen Iturbe-Ormaetxe, Carmen Jasanada, Manel Muntada, Nacho Muñoz, Dolors Reig, Amalio A. Rey, Miquel Rodríguez, María Jesús Salido, Luis (tic616)
Los dreamers del IMAGINE 2011 forman un castillo humano. La mentalidad de equipo como valor diferencial.
A menudo no basta con imaginar pero ya es un paso. El proyecto Imagine Creativity Center es fantástico. En general todas las iniciativas enfocadas a materializar ideas a partir del trabajo en común siempre plantean escenarios que son modélicos e innovadores. En esta en concreto se pretende involucrar a 12 soñadores (dreamers) en 4 equipos para que cada uno de ellos formule un proyecto que modifique su realidad inmediata. “Imagine is a Creativity Center that generates ideas to change the world“. El proyecto ha seleccionado en su primer año a un grupo de jóvenes con mentalidad emprendedora y ganas de cambiar el mundo y les ha dado entorno y medios para hacerlo empapándoles de la mentalidad disruptiva de empresas punteras como Google, twitter, Pixar, IDEO, NASA, Bit Torrent,… gracias a diferentes espónsor y partners de primer nivel entre ellos, como decía, mi propia casa.
El proyecto conecta el entorno creativo de Silicon Valley y Standford University con la juventud y el talento de quién soñaba de pequeño con ser astronauta, piloto, inventor o músico. Cada uno de ellos vivirá una experiencia enriquecedora y presentará un proyecto al final del viaje que será difundido en los medios. El programa de la iniciativa es ya enriquecedor. Esto SÍ hace falta. Creo que estos modelos de aprendizaje y puesta en común deben ser la base del cambio productivo y de trabajo. Organizaciones o grupos de personas capaces de mimetizarse con su entorno y trascenderlo para ampliar su espectro de acción y de influencia formulando nuevas capacidades. De alguna manera estamos trazando una delgada línea entre lo que conocíamos y lo que queremos conocer, aquello que aporta valor a todos porque parte de todos. Gestionar talento es complicado, sumarlo y focalizarlo es un valor seguro.
Los dreamers de este año ya están en San Francisco haciendo de las suyas como se ve en la foto. Eso sí, en equipo 😉
Hormiga de fuego. Su nombre científico, solenopsis invicta resulta especialmente significativo sobre la capacidad de adaptación al cambio de estos seres vivos
A menudo sobrevaloramos el estadio de desarrollo evolutivo en el que se encuentra el ser humano. Aún siendo propietarios de un cerebro cuyos misterios aún no hemos desentrañado en su totalidad, nuestra capacidad de adaptación innata desprovistos de alhajas tecnológicas e instrumentos rudimentarios es prácticamente nula. Las avispas y las abejas poseen sociedades altamente desarrolladas. De hecho en el campo de la biomimética existen innumerables ejemplos de comportamiento social basado en modelos descentralizados y auto-organizados, esos mismos modelos de los que siempre hablamos en el blog y que durante años ha estudiado Deborah Gordon y ha concretado en el Gordon Lab a partir de la conducta de las hormigas. Muchos de sus estudios son sorprendentemente aplicables a la gestión de equipos y organizaciones innovadores. Sin embargo no es la única investigadora que ha fijado su mirada en estos magníficos seres vivos. El comportamiento de las hormigas ha sido objeto de estudio de la denominada robótica de enjambres y ha dado lugar a múltiples trabajos enmarcados en lo que los ingenieros de robótica han llamado inteligencia de enjambre, estrechamente relacionada con los concepto de inteligencia colectiva y #culturared que defendemos desde Vorpalina. En cierto modo se podría decir que muchos insectos y bacterias han logrado un dominio de la inteligencia en red que es completamente envidiable para nuestra especie.
En la conducta de las hormigas encontramos modelos impresionantes de adaptación al cambio. En un mundo sujeto a tantos cambios y descubrimientos, quizás debamos fijar nuestra mirada en esos seres que miramos con desprecio desde las alturas. A menudo lo más pequeño es siempre lo más grande. Uno de los comportamientos más sorprendentes es el que desarrollan las hormigas de fuego (solenopsis invicta). Ante una situación de adversidad (una inundación periódica o un incendio masivo) las hormigas de fuego en apenas pocos minutos y sin ayuda de ninguna herramienta han desarrollado la capacidad de ensamblarse formando balsas vivas que pueden albergar millones de pasajeros y soportar un largo viaje a través del agua durante meses hasta encontrar tierra. El diseño de estas balsas está siendo estudiado por Nathan Mlot y su equipo del Georgia Institute of Technology. Se da la paradoja de que las hormigas de fuego por separado no consiguen resistir a flote durante periodos tan largos de tiempo pero de forma colaborativa han sido capaces de generar estructuras de un diseño casi perfecto que las permiten ampliar su autonomía y que los ingenieros están estudiando a fin de elaborar nuevos diseños adaptables en el campo de la bioingeniería. El estudio Fire ants self-assemble into waterproof rafts to survive floodsse encuentra en el repositorio de la National Academy of Sciences of the United States of America.
Lo que ustedes ven este video no son hormigas en un terreno sólido, se trata de un grupo organizado de individuos que han adquirido la capacidad de flotar en el agua mediante colaboración y adaptación social. Si quieren saber cómo, consulten el post El secreto de las balsas de hormigas de Antonio M. Ron en lainformacion.com