Logo de UrbanLabs cuyas últimas jornadas fueron el 22, 23 y 24 de Octubre de 2009
La mayor parte de vosotros seguro que conocéis ya UrbanLabs, un proyecto de sistema operativo abierto para la ciudad. El foco de acción inmediato es Barcelona pero el proyecto está abierto a nuevas contribuciones autónomas y sugerencias. Su objetivo es la interacción entre el ciudadano y los espacios en que habita. Ojeadlo para conocer un poco más de la locura wiki que puede inundar las ciudades del futuro inmediato. Tecnología al servicio del asfalto. Como muestra el mapa mental de UrbanLabs OS, el sistema resultante deberá ser capaz de interrelacionar geolocalización (el gran diferenciador en la actualidad), economía (sostenible), medio ambiente (avalado por expertos y con participación ciudadana) y conocimiento puro (arte, ocio, derechos, cultura,…) con cualquier tipo de actor o medio de interacción (dispositivo físico o urbano) y favoreciendo el uso de la red social extendida. Este nuevo prisma se basa en el conocimiento comunitario que en cierto sentido es una aplicación práctica de la experiencia antropológica de éxito que hemos vivido a nivel tecnológico en las comunidades de software libre y que hemos comentado en otras entradas. Este comportamiento que de una u otra manera viene a dar la razón a la predicción de Marvin Harris y a su materialismo cultural, supone que la infraestructura y la técnica influyen en la mejora de los factores de crecimiento social, no cuantitativos sino cualitativos. No lo enunció en un sentido negativo sino como constatación de una realidad: la técnica condiciona la cultura. Dicho de otro modo: las condiciones materiales además de ser condiciones, son condicionantes. Además de la selección natural, como bien predijo nuestro amigo existe una naturaleza no aleatoria que ha derivado una selección sociocultural. Nuevamente el comportamiento social como motor de cambio en las sociedades industrializadas. Sobre estos cambios aplicados a sociedades de los denominados países en desarrollo, existen otras iniciativas no tan ambiciosas a nivel dispositivo (por la falta de medios materiales), pero igualmente encomiables por su concepto de redimensionamiento de las relaciones.
Que la tecnología debe canalizar el sentimiento de la masa, es algo que parece hacerse realidad cada día a ritmo acelerado. La iniciativa británica Talk about local trata de que miembros de una misma comunidad estén informados de las realidades más mundanas de su día a día (el semáforo que no funciona, la acera inaccesible, el columpio cortante para niños, la basura que no se recoge,…) de forma que puedan hacer piña y tengan visibilidad de cara al resto de la sociedad. Se trata de utilizar soluciones y medios globales para mejorar nuestra realidad local, lo inmediato, lo que realmente nos afecta. En Talk about local puedes crear tu página web y hacer que tu comunidad se involucre en la mejora de las infraestructuras y los medios con que cuenta tu mundo inmediato. Hablamos de dar voz a las personas y de que esta quede registrada para ser más clara y fuerte ante la sociedad. Un compromiso para que las noticias sean reales y vengan de quienes las están viviendo. Sin intermediarios, sin ruido mediático, sin intereses ajenos. En Sheffield saben mucho de todo esto, y sino visitad su foro para ver más de dos millones de posts con sugerencias y quejas ciudadanas. En un futuro a corto plazo sin duda el éxito de los gobiernos estará realmente condicionado por su capacidad de digerir la información que sus propios ciudadanos generan fruto de su relación con la realidad.
Otro ejemplo de conciencia ciudadana se basa en quejarse, simple y llanamente. Hay un refrán que dice «El que no llora no mama». Si extrapolamos esta sabiduría popular al crecimiento y evolución social, obtenemos una nueva iniciativa. Acude a FixMyStreet y observa cómo casi 100.000 reportes de incidencias en la vida urbana de muchas personas pueden ayudar a que las autoridades tengan conciencia de los problemas más allá de los medios de supervisión y auditoría actuales.
Hoy destaco la plataforma Ushahidi como ejemplo de aplicación de tecnologías abiertas orientadas al compromiso social y la participación activa de la ciudadanía. En Ushahidi hablan de crowdsourcing. Realmente se trata de que la realidad inmediata vivida por sus actores principales pueda llegarnos a todos de forma fiable y en tiempo real. Si aplicáis esto a los procesos electorales, a los escapes de fuel, a los conflictos armados, a focos de crisis y a eventos de masas podréis imaginar para qué se ha utilizado Ushahidi y el éxito que se ha obtenido. La plataforma es opensource y logra construir mapas interactivos que han ayudado a la comprensión real de los problemas en lugares como Sudán, Haiti, Atlanta, India, Kenya, Sudáfrica y Chile. Os recomiendo que veáis algunos de los videos vimeo sobre Ushahidi y que os descarguéis el software (de momento la v.1 «mogadishu») para conocer en profundidad un proyecto prometedor que tiene como base el comportamiento social, el tagging y dosis de realidad importantes.
Esta es la tienda de gadgets online más exitosa en la actualidad. Su secreto se basa en no cobrar un solo céntimo por los gastos de envío. En la blogosfera muchos se preguntan cómo es posible pedir un regalo de 1,40 euros a Hong Kong y que sin cobrarte gastos de envío te llegue en tiempo récord. Desde Vorpalina nos preguntamos si alguno de vosotros sabe cómo es posible el retorno de inversión con este tipo de negocio. Parece claro que la reducción de costes de contratación y la imitación de grandes productos conocidos con materia prima similar son claves para el éxito. En mi opinión se trata del claro ejemplo de empresa que ha sabido aprovechar el componente de «factoria del mundo» con el que cuenta China desde hace años. Desde Occidente hemos externalizado la fuente de materia y productos hacia Oriente generando una dependencia que es dificilmente equiparable en cuanto a costes. Hablamos en términos económicos, pero la economía tiene una traducción implícita en términos sociales. El coste cero en gastos de envío se traduce exponencialmente en coste humano y en detrimento de la calidad de vida. La teoría del caos, con su componente de reproducción aleatoria y de causa-efecto es perfectamente aplicable en este caso. DealExtreme no se trata de una excepción en el modelo liberal de mercado, sino de una conjunción entre el paradigma de comportamiento económico liberal y el paradigma de la obsolescencia tecnológica. El usuario necesita (o considera que necesita porque así se lo han hecho creer) determinados productos que deben ser servidos de la forma más rápida y menos costosa. Además el carácter del propio producto que está comprando (hardware o dispositivos tecnológicos) tiene un nivel de obsolescencia tecnológica directamente proporcional al coste del producto; lo que implica que cuanto más se consuma en un dispositivo, la novedad y el carácter diferenciador del producto durarán menos tiempo del previsto. Este ritmo de crecimiento -a la vista está- es insostenible y existen nuevos modelos que propugnan otro tipo de economía a la que la cultura libre (tanto científica como de contenido) debería unirse. Su caso de éxito debería ser estudiado y nos debería hacer recapacitar. Independientemente de que compremos o solicitemos algún artículo, debajo de esta carrocería tan moderna y atractiva, tal vez haya una industria y un motor que nos debe hacer pensar.
DealExtreme tiene tal capacidad de sumistro y tal nivel de abastecimiento y reinformación bajo demanda que lo podríamos considerar un nuevo estado, a la manera en que el tratado de Westfalia hace ya cuatrocientos años configuró los territorios por naciones en el mundo. La ciudadanía de DealExtreme son los consumidores y su gobierno es el consumo. Exporta, importa, tiene leyes propias que aceptas cuando firmas el contrato y puede permitirse abstraerse de cualquier arancel, frontera o permiso. Hablamos ya de un ente colectivo que se autoregula; algo que han generado las propias marcas tradicionales por desplazamiento u omisión y que ahora no pueden parar. ¿Ciudadanía o crecimiento?. En Vorpalina creemos que todo es compatible y que volver al orden feudal y a las sociedades coloniales no conduce a nada. Resulta curioso ver cómo estos comportamientos son frecuentes en el tejido empresarial y cómo condicionan la implantación de verdaderos sistemas democráticos. Parece un contrapeso de momento necesario para evitar sucesivas crisis previsibles (incluso para los inexpertos) pero un nuevo modelo, tal vez basado en la realidad más inmediata, en la implicación de todos y en la ausencia de abusos, debe abrirse paso.
Los chicos de Linux Hispano han sacado este video en el que explican a su modo de ver y para los no iniciados qué es el software libre y qué utilidad y cambios representa
Desde Vorpalina queremos hacer llegar a la comunidad web nuestra nueva recomendación. Suscribíos via feed a Periodismo Ciudadano de forma que podáis estar al día de las novedades e iniciativas sociales más recientes en lo relativo a esta materia. En la página encontraréis información sobre lo que sus autores consideran periodismo ciudadano y cómo éste puede influir sobre nuestra realidad más inmediata. Entre los responsables de este proyecto encontramos a Rosa Jiménez Cano y el bloguero Jacinto Lajas, responsable de Strulanato. En algunas de mis entradas habréis visto que el proyecto es un fuente de conocimiento e información frecuente para mí. Hoy os recomiendo que visitéis y naveguéis por Global Voices, que me pareció interesante y que ahora he rescatado para esta entrada.