Era tan coherente que se convirtió en romántico. Abortó planes de viaje a otros planetas, relaciones para siempre y decenas de fiestas de consejos. Contemplando el paisaje del resto de su vida, alzó sus brazos. Se sentó a esperar que el mundo le diera de comer. Murió de hambre conteniendo la sed del infinito. Solo. Completamente solo contra el viento.
Contra
por David Criado | Feb 4, 2011 | CREATIVIDAD e INNOVACIÓN | 1 Comentario
Ser coherente=romántico=soledad=morir.
Si somos coherentes nos morimos y sino también pero por otras vías.
Buen micro
Salut