Termino de ver Moneyball y como ocurre frecuentemente en mi vida desde hace aproximadamente 29 años, algo en mí ha cobrado un sentido extraordinario. Hoy he estado leyendo 3 libros, he escrito aproximadamente 11 correos de trabajo, alrededor de 80 microposts, algunas notas del libro, he rellenado 2 veces la pizarra que ahora permanece en blanco, he mantenido 1 conversación telefónica, alrededor de 4 chats con amigos y he visualizado 4 películas. Entre los micropost he estado en un debate abierto sobre qué entendemos por innovación liderado por Agustí Brañas con el que escribiré conclusiones en breve. Creo que todo lo que he vivido hoy lo he comprendido como parte de una misma reflexión, todo ello era trabajo, todo ello era mi vida personal. Todo está relacionado. Porque no dejo de aprender y no encuentro diferencias entre lo que vivo y lo que soy. Ya no. En parte tiendo a ser sintético, no como los tejidos sino como lo que ocurre tras la tesis y la antítesis. Pero hace mucho que he interiorizado que la diversidad me enriquece y que otras personas son creativas de otro modo.
Esta noche quiero focalizar mi mensaje en una misma dirección a partir de 2 largometrajes de 2010 y 2011, ambos basados en hechos reales. Hay amplia literatura sobre los procesos de creación y no quiero ocupar mucho espacio recordándola. La mayor parte de autores han coincidido en que el proceso creativo exige momentáneas, continuas o eternas travesías de desierto a menudo acompañadas de un amplio tormento y esfuerzo de superación. Porque en parte cualquier creación, cualquier innovación, es un cuestionamiento implícito de la realidad heredada. Y mi reflexión hoy es que ese cuestionamiento ES SIEMPRE NECESARIO.
A menudo el creador se encuentra solo, sin recursos, parte de sí mismo y no encuentra un público. Nuevos modelos de creación colaborativa han demostrado que además de la tradicional creación individualista basada en la introversión, la introspección o la soledad, existen espacios narrativos paralelos o complementarios capaces de lograr grandes resultados creativos. En este blog y en mi vida creo dar ejemplo de ello casi a diario.
Además de esta premisa iniciática basada en la incomprensión social, parece que es necesario interiorizar este aislamiento o a menudo generarlo para dar lugar a hechos o productos altamente extraordinarios. En caso de que no exista el lugar o el momento, por lo que se ve es necesario diseñar entornos proclives a la distensión, la apertura y la libertad de expresión que faciliten el intercambiado fluido de información. En cierto modo es algo intrínseco a nuestra naturaleza, tenemos las mismas necesidades homeostáticas que un árbol y necesitamos también ecosistemas. Esto claramente choca con entornos y momentos históricos de flagrante represión donde el colectivo creativo (esa masa de la que hablan muchos y que no es elitista) ha generado obras de incalculable valor.
Tal vez estemos ante modelos diferentes de creación, el primero basado en facilitar un entorno propicio a la creatividad y el segundo basado en un entorno adverso donde no hay recursos y se esquilma sistemáticamente el talento y la innovación. Parece como si el flujo del caudal de la creatividad fuera igualmente exitoso en ambas corrientes. Creo que las dos películas de las que voy a hablar reflejan por este orden ambos modelos creativos: el modelo por sugestión y acción y el modelo por privación y reacción.
STONES IN EXILE
Como yo, todos os habéis preguntado por qué los Stones siguen vivos. Y no me refiero a que siguen incomprensiblemente vivos físicamente salvo algunas bajas que se cobró la velocidad y el ritmo del camino. Me refiero a por qué son uno de los tres fenómenos más grandes de la historia de la música moderna y por qué representan uno de los iconos más venerados por la Humanidad. La respuesta es porque son algo más que música, porque generan identificación y pertenencia.
La naturaleza de las cosas y los hechos extraordinarios es trascender su propia condición. Desde la fotografía que veis en la parte superior de este mosaico hasta la que veis en la parte inferior han pasado 41 años. En ellos no ha habido un ápice de tiempo porque cada miembro del equipo (del grupo) ha interiorizado siempre que el espacio era AHORA. Cada uno de ellos ha vivido su sueño y amplias inyecciones de ilusión a lo largo del camino. El secreto de los Stones eres tú, el secreto es que no hay ningún secreto, que el clima y el halo que generan tiene que ver con que aunque no te drogues ni bebas whisky, aunque jamás te haya perseguido el fisco o solo te hayas acostado con un solo chico a lo largo de tu vida, sientes que ellos canalizan la pasión. Trasmiten y trabajan emociones, generan experiencias. El documental es un ejemplo de ello.
Exile on Main Street fue grabado íntegramente de julio a octubre de1971 logrando una producción de alrededor de 30 canciones que luego se tuvieron que cribar en la etapa de producción. El proceso de creación de la obra estuvo caracterizado por un completo aislamiento del grupo y sus colaboradores que fue documentado con imágenes y videos que luegon han dado forma en 2010 al documental Stones in exile. Por motivos de exención fiscal y como necesidad de una reflexión colectiva, huyeron a una villa en Francia donde permanecieron durante unos meses juntos, algo no muy común en la historia del grupo. El largometraje es un testimonio de cómo se dejaba fluir la creatividad 24 horas al día en medio de un entorno de excesos y continuas incursiones por mar en una pequeña lancha a Mónaco y el norte de Italia donde solían salir de fiesta y donde a veces amanecían desayunando tras largas noches.
Durante la estancia de los Stones en este palacio del sur de Francia propiedad de Richards y antiguo cuartel de la Gestapo, acondicionaron un sótano mugriento para utilizarlo como sala de ensayo con notables y continuos problemas de electricidad que nunca resolvieron por completo. Apenas invirtieron tiempo y dinero en hacerlo habitable ya que estaban inmersos en una espiral creativa y alucinógena constante. En todas las instantáneas se observa el contraste entre la gran cantidad de Jack Daniel´s y lo rústico y mundano de cada estancia. Durante el proceso de creación Villa Nellcôte era un espacio concurrido por artistas y continuamente visitado por amigos. En octubre de 1971 se dio por concluida la grabación en parte porque la policia francesa irrumpió en la casa con motivo de un interrogatorio acerca del tráfico y el consumo de drogas en el lugar. El disco se produjo y maquetó en Los Ángeles en 1972 y Robert Frank se encargó de la parte gráfica tal y como consta en el documental. Pero esta etapa es apenas importante para mi mensaje.
Realmente el disco fue considerado lamentable, caótico y nefasto en el momento de su salida a mercado pero tras algunos años los expertos lo consideran una de las mejoras obras en una de las etapas más creativas de la banda de Jagger. Es, en concreto, el 7º álbum en los 500 mejores álbumes de la historia según una lista elaborada hace 9 años por la revista Rolling Stone.
Como veis el modelo era altamente sugestivo, incluyendo no solo un entorno propicio para la creación sino claras violaciones del orden establecido para alcanzar el propósito. Lo importante no es que se drogaran y bebieran, lo importante es una de las frases que dice un entrevistado en el documental “Cuando Mick miraba a Watts y se ponía a tocar, todos sabíamos que algo increíble estaba a punto de pasar. Y pasaba.” No se trata de pensar en los condicionantes, se trata de ver que en su momento individual cada uno compartía el objetivo y en la sala de grabación todos trabajaban en común más allá del aparente caos o precisamente para superarlo de forma claramente exitosa para ellos y para el resto.
MONEYBALL
Creo que hay pocos facilitadores del cambio más efectivos que la suma de una persona que es capaz de inspirar y motivar y la inteligencia de otra persona que es capaz de leer la realidad en nuevas claves.
Esta es la historia real de Billy Beane (interpretado por Brad Pitt), director general de los Oakland Ahletics. Al comienzo del film acaba de perder el campeonato. En un ataque de rabia solicita a los dueños del equipo más recursos y dinero para competir con los grandes equipos de la liga profesional. No hay dinero, no hay recursos, solamente un equipo de viejos mentales, ojeadores y asesores que basan sus técnicas de fichaje y juego en los esquemas de gestión de beisbol tradicionales. Tal vez todo esto os suene y puede que hayáis oido hablar de ello en otra parte, tal vez incluso lo viváis en el trabajo.
Billy necesita una alternativa para poder estar en igualdad de condiciones con los grandes. Billy cree que esos sistemas están obsoletos y que son altamente subjetivos ya que dependen de condicionantes que no son mesurables ni aportan valor real al objetivo final. En una visita a las oficinas de los Indians en Cleveland conoce a un joven asesor de apenas 25 años, economista, licenciado en Yale, obsesionado por la estadística y que ocupa su primer puesto de trabajo. Mantiene con él una corta conversación. En el garaje el chico hace una especie de elevator pitch basado en cifras (no en sensaciones ni edades de los jugadores) para argumentar por qué cree en un jugador que todos han dado por perdido. Tras llegar a Oakland Billy llama a los Indians y ficha al muchacho. Para ejecutar su nueva forma de entender el juego se ve obligado a cuestionar a los asesores tradicionales e incluso al entrenador. Tras muchos partidos perdiendo y algunas estrategias, logra que su nuevo método estadístico “Moneyball” lleve al equipo a lograr 20 victorias consecutivas, un récord en la historia del beisbol que ni siquiera los mejores New York Yankees lograron conseguir. Con un presupuesto que representaba una décima parte del presupuesto de otros equipos, los Oackland Athletics logran llegar a las series finales y pierden el torneo. A Billy le ofrecen 12 millones y medio de dólares por fichar por los Red Sox pero acaba rechazándolos.
DOS CORRIENTES PERO DOS VELOCIDADES
Realmente Billy nunca está contento en la película, de hecho el personaje real sigue siendo ocupando el mismo puesto en los Athletics ejecutando la estrategia que luego los Sox le copiaron para ganar la liga dos años. Blly tiene poder pero incluso las personas con poder están condicionadas por su entorno, por la cultura de su organización. Incluso aquellos que ejecutan decisiones deben luchar continuamente contra su estructura, contra la falta de recursos, contra la incomprensión del resto. La empatía, siempre necesaria, ayuda a comprender esta realidad.
En el caso de Stones in exile vemos como les resulta aparentemente fácil generar obras de arte de valor incalculable, productos -si se prefiere- con un alto valor. Yo creo que el verdadero proceso creativo transcurre entre estas dos velocidades: la de Moneyball donde todo son impedimentos y la de Stones in exile donde todo son facilidades. En los extremos siempre podemos establecer instrumentos paradigmáticos de razonamiento lógico que nos ayuden a visualizar los límites. Los resultados de ir a un extremo u otro siempre puede que sean positivos por pura probabilidad pero nunca serán sostenibles. Creo que esta es la clave de lo que quería comentaros:
El valor del equilibrio honesto entre privación y facilidad puede dar lo que yo llamo un modelo creativo sostenible. Dicho modelo puede tomar lo bueno y malo de los ambas corrientes naturales de creatividad pero favorecer una misma velocidad de creación donde diferentes realidades puedan dar lugar a otra. Para los Stones, mantener el ritmo de vida y creación de 1971 era imposible, ellos han buscado a la larga sumarse a un modelo creativo sostenible para que su experiencia pueda ser asimilable en el tiempo. Por otro lado, lo importante en la historia que recoge Moneyball es la creatividad del modelo y la mentalidad que parte de la privación de recursos obligada y adopta una reacción planteando una alternativa posible incluso cuando nadie tiene fe en que lo sea. Pero Billy, que continúa hoy trabajando en su modelo de juego ha aprendido que aspirar a lo que no tiene y trabajar con lo que tiene es compatible.
Esto no quiere decir que el modelo creativo sostenible sea mejor que los otros dos modelos: el de la sugestión y de la privación. Solamente que cada momento y cada etapa de la creación o del contexto del creador requiere aplicar uno de los tres. Solo eso.
Si repasamos las grandes historias de éxito tanto profesionales a nivel internacional como personales, veremos que todas tienen en común una fe ciega e inquebrantable en el esfuerzo y la superación. Yo creo que la superación tiene infinitos nombres. Hoy me acuesto leyendo el correo de una amiga que dice “Cada vez que nos encontramos, crezco un poco más“. Tal vez este sea el nombre que hoy me basta para descansar.
Suerte y sueño 😉