Esta es la tienda de gadgets online más exitosa en la actualidad. Su secreto se basa en no cobrar un solo céntimo por los gastos de envío. En la blogosfera muchos se preguntan cómo es posible pedir un regalo de 1,40 euros a Hong Kong y que sin cobrarte gastos de envío te llegue en tiempo récord. Desde Vorpalina nos preguntamos si alguno de vosotros sabe cómo es posible el retorno de inversión con este tipo de negocio. Parece claro que la reducción de costes de contratación y la imitación de grandes productos conocidos con materia prima similar son claves para el éxito. En mi opinión se trata del claro ejemplo de empresa que ha sabido aprovechar el componente de «factoria del mundo» con el que cuenta China desde hace años. Desde Occidente hemos externalizado la fuente de materia y productos hacia Oriente generando una dependencia que es dificilmente equiparable en cuanto a costes. Hablamos en términos económicos, pero la economía tiene una traducción implícita en términos sociales. El coste cero en gastos de envío se traduce exponencialmente en coste humano y en detrimento de la calidad de vida. La teoría del caos, con su componente de reproducción aleatoria y de causa-efecto es perfectamente aplicable en este caso. DealExtreme no se trata de una excepción en el modelo liberal de mercado, sino de una conjunción entre el paradigma de comportamiento económico liberal y el paradigma de la obsolescencia tecnológica. El usuario necesita (o considera que necesita porque así se lo han hecho creer) determinados productos que deben ser servidos de la forma más rápida y menos costosa. Además el carácter del propio producto que está comprando (hardware o dispositivos tecnológicos) tiene un nivel de obsolescencia tecnológica directamente proporcional al coste del producto; lo que implica que cuanto más se consuma en un dispositivo, la novedad y el carácter diferenciador del producto durarán menos tiempo del previsto. Este ritmo de crecimiento -a la vista está- es insostenible y existen nuevos modelos que propugnan otro tipo de economía a la que la cultura libre (tanto científica como de contenido) debería unirse. Su caso de éxito debería ser estudiado y nos debería hacer recapacitar. Independientemente de que compremos o solicitemos algún artículo, debajo de esta carrocería tan moderna y atractiva, tal vez haya una industria y un motor que nos debe hacer pensar.
DealExtreme tiene tal capacidad de sumistro y tal nivel de abastecimiento y reinformación bajo demanda que lo podríamos considerar un nuevo estado, a la manera en que el tratado de Westfalia hace ya cuatrocientos años configuró los territorios por naciones en el mundo. La ciudadanía de DealExtreme son los consumidores y su gobierno es el consumo. Exporta, importa, tiene leyes propias que aceptas cuando firmas el contrato y puede permitirse abstraerse de cualquier arancel, frontera o permiso. Hablamos ya de un ente colectivo que se autoregula; algo que han generado las propias marcas tradicionales por desplazamiento u omisión y que ahora no pueden parar. ¿Ciudadanía o crecimiento?. En Vorpalina creemos que todo es compatible y que volver al orden feudal y a las sociedades coloniales no conduce a nada. Resulta curioso ver cómo estos comportamientos son frecuentes en el tejido empresarial y cómo condicionan la implantación de verdaderos sistemas democráticos. Parece un contrapeso de momento necesario para evitar sucesivas crisis previsibles (incluso para los inexpertos) pero un nuevo modelo, tal vez basado en la realidad más inmediata, en la implicación de todos y en la ausencia de abusos, debe abrirse paso.