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Cualquier pulmón para volver a hinchar el mundo es bienvenido.

Cuando descubrir el cambio es un paso mayor que descubrir la Luna. En honor de Neil Amstrong, a pocas horas de su muerte.

Tener ideas está bien, creer y actuar por el bien común es sin embargo lo correcto. O eso parece hasta que la rosca se pasa de vuelta y se envilece. Durante los últimos años los medios de comunicación se han convertido en seres bipolares que sufren un desdoblamiento de personalidad entre el suceso y lo anecdótico. La saturación por goteo enturbia el riego del pensamiento ciudadano. Inundar de esperanza o miedo una cabeza es la forma más efectiva de acción que jamás se ha conocido. La consecuencia de emplear estos medios genera una sugestión colectiva que provoca contención e inacción. Cuando esto ocurre, cualquier cosa entra dentro de los márgenes de lo aceptable. La exigencia de lo mínimo aceptable es entonces extremadamente amplia. Todo es justificable en defensa del bien común, incluso actuar en contra del bien común. La última y más aceptada excusa es que todo ocurre «por la crisis». Un gran ente indescifrable parece avalar nuestra mala suerte. Ahora que ya nada importa salvo la supervivencia, podemos desechar todo aquello por lo que hemos trabajado durante décadas para salir del hoyo. O no.

A pesar de que el actual estado partitocrático impide el desarrollo de cualquier política de regeneración del sistema, el verdadero problema es la falta continuada de visión, preparación y cultura de las personas que gobiernan nuestro país, nuestras realidades inmediatas y en particular, nuestros equipos. Es un problema económico y social porque antes es un problema cultural. Algunos, a pesar de las contrastadas evidencias, consideran que es una cuestión ideológica o de signo político. Lo piensan los que no pasan hambre, los que no viven en la calle y los que jamás han sufrido la frustración de un despido o la desprotección absoluta de garantías sociales básicas. No es una cuestión de ideas, a menudo es solo una cuestión de honestidad. Acudimos a las urnas cada cuatro años encomendando nuestro futuro a otros en un símil bancario semejante a un cheque en blanco. Sin embargo la ideología es un privilegio que solo puede permitirse el que no conoce la necesidad. Mientras unos hablan de fidelidad, sentido de Estado y firmes posiciones en sus púlpitos, una sociedad se derrumba bajo sus pies. Porque en tiempos de crisis sobrevivir es el único partido respetable. Podemos mantener acalorados debates sobre las razones y los parches a la crisis. Pero no ha sido un pinchazo. Es que la rueda dejó de funcionar. Tu obligación moral es reinventarla.

14:30. Telediario. Aterrado, intento seguir con la mirada las siguientes cadenas de sucesos:

ARDEMOS: Un grupo de voluntarios contra incendios se ve obligado a pagar con su propio dinero los costes de su actividad ante la falta de subvención «por la crisis» > Los bomberos declaran que la ayuda de estos colectivos es imprescindible ante la falta de recursos en los cuerpos de bomberos > Parques Nacionales redujo un 20% el presupuesto contra incendios desde Junio > Este 2012 se convierte en el peor año forestal de la historia de España > En 9 años se quemó en España una superficie equivalente a Murcia > Un grupo de ciudadanos alrededor de la plataforma España en llamas pretende monitorizar la falta de información y prevención sobre incendios

DELINQUIMOS: Una familia con un una mujer de 77 años desalojada por impagos acampa en la calle Cea Bermúdez desde Abril: «Cuando hace calor te mueves a la sombra, lo malo es cuando vuelva el frío» > Una media de 6 familias diarias pierde su casa cada día en Cádiz por impago > Una niña de 6 años enferma de cáncer duerme en una furgoneta en Madrid a causa de un impago > Un grupo de jóvenes ocupa y recupera extraoficialmente un pueblo abandonado a las afueras de una ciudad ante la incapacidad de pagar > El gobierno estimula el alquiler por medio de medidas que favorecen al arrendador

HURGAMOSCada año desaparecen «por la crisis» el 20% de las empresas con menos de 6 empleados que conforman el 95% de empresas en España ante el intrincado complejo jurídico, los impuestos o la falta de crédito > El cierre de grandes empresas deja al límite de la supervivencia a parados de mayor edad > El optimismo vende > Un 21,8% de españoles vive en la pobreza y hurga en la basura para subsistir > El Ayuntamiento de la capital española multa hasta con 750 euros a quienes hurgan en los contenedores porque al hacerlo ensucian la vía pública > Los presupuestos presentados por el Gobierno afectan a pensiones y prestaciones de desempleo.

En tiempos en los que todo el mundo habla de la prima de riesgo y de la deuda externa, recuerda siempre que el único riesgo que no puedes obviar es la deuda moral de construir un mundo mejor para tus hijos. Eso es todo y está antes de cualquier otra inercia o imperativo impuesto o asumido. Haz algo. Aprende tomando decisiones diferentes. En tu despacho, tu familia, tu realidad inmediata. Una conversación diferente, un cambio de costumbres o un pequeño acto de rebeldía en un mundo en que lo correcto es lo incorrecto, son un pequeño paso para tí pero un gran paso para el cambio 😉

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