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Tengo mucho que aprender respecto a las relaciones humanas más fundamentales. Encuentro que cada día amanezco con la intención de descubrir algo. Y esto no es menos cierto que el hecho de que llevo ya algunos años cultivando equipos saludables. En palabras llanas, acudo a lugares donde las personas necesitan comprenderse. Más allá de problemas en la propia estrategia de empresa, en la visión de negocio o en la productividad, lo que en el fondo demandan las personas es sencillamente atención. La mayor parte del tiempo, salvo raras excepciones, los equipos solo necesitan aprender a expresarse y conocer algunas claves relacionales que he descubierto solo con la experiencia y con los años.

 

ancianos caminando

 

En general todas las cosas que importan en la vida son difíciles de ganar y fáciles de perder. Hoy comparto en este artículo 3 teorías de formulación propia acerca del poder, la confianza y la comunicación que espero ayuden al lector o lectora a cultivar equipos saludables:

 

MI TEORÍA SOBRE EL PODER

En la mayor parte de los casos las relaciones humanas son asimétricas y se basan en una interpretación de la realidad por cada una de las partes. La interpretación más acostumbrada tiene que ver con lo que el viejo Russell llamaba PODER. Es importante que el lector o lectora se repita esta palabra mentalmente: PODER. En castellano la palabra PODER deriva del latín POTERE y la mayoría de lenguas vernáculas derivadas del latín mantienen esa misma estructura léxica. El diccionario etimológico de la RAE define PODER como la facilidad, tiempo o lugar de hacer algo. Por tanto, alguien que tiene PODER es alguien que PUEDE hacer algo. Muy en contra de esta definición, que es la propia y la correcta, solemos entender que el PODER se manifiesta cuando se ejerce la acción derivada de la capacidad real de ejercerla. Créanme si les digo que el razonamiento que compartiré a continuación, me ayuda cada día a mover montañas:

LA CADENA DE PODER: El poder es muy anterior a la acción ejercida. El poder reside ya en la propia capacidad de ejercerlo. Considero que diariamente recortamos la extraordinaria cadena del poder que está formada por: a) la conquista del poder, b) la capacidad de ejercer poder, c) la acción de ejercer poder. Considero que solemos hacer referencia tan solo a este último paso cuando repetidamente a lo largo de la Historia y en todos los ejemplos de tu vida que imagines, los dos pasos importantes y fundacionales del poder son los primeros

  • LA CONQUISTA DEL PODER: El respeto de los otros -que es el que otorga el poder- se gana a través del mérito propio. Incluso aquellas personas que llegan al poder por méritos de otros, siempre SIEMPRE SIEMPRE deben construir mérito propio. El mérito suele corresponderse no con un acto sino con un hábito o costumbre continuada. Por todo ello, es muy complicado adquirir poder y aquellas personas que tienen poder no necesariamente son las más sabias o las más capaces o las más inteligentes, sino las más pacientes y constantes. Cualquier ejemplo de la historia que el lector o lectora imagine, corrobora esta afirmación.
  • LA CAPACIDAD DE EJERCER PODERSolo tienes el derecho a tener poder cuando otros te otorgan el privilegio de tenerlo. Repita en su mente esta frase anterior hasta que alcance la completa y poderosa comprensión de su significado; creo que le ahorrará muchos problemas. Lo creo porque el poder solo se manifiesta a través del respeto de los otros. El poder, por tanto, se gana pero además lo otorgan otros que juzgan que la persona puede ser poderosa.
  • LA ACCIÓN DE EJERCER PODER: Una vez que se tiene poder, esto es, que la persona lo gana y los otros lo otorgan, es muy sencillo perderlo. Cuanto más poder se conceda o gane una persona, más sencillo será perderlo. Esto ocurre por el hecho de que existe en nuestra mente una imagen nítida y sesgada de la proporción de las cosas que ignora cualquier principio de la probabilidad. En esta imagen, tendemos a recordar que hay decenas de miles de personas que podrían tener poder (todas ellas son inteligentes y capaces) pero olvidamos que solo una fue paciente y constante para ganarlo. Esto quiere decir que nuestro sesgo de confirmación tiende a recordar el inmenso abanico de posibilidades de lo que puede o pudo ser (opciones plausibles) en detrimento de lo que realmente es (reconocimiento y aceptación de la realidad). El gran problema de las personas que siempre viven en lo que puede o pudo ser es que jamás disfrutan de lo que actualmente ya es llegando a minar cualquier posibilidad de mejora o cambio. Siempre recuerdo en mis sesiones que no conozco otro escenario de trabajo ni otro modelo de innovación más exitoso y productivo que la realidad. Todavía nadie me ha enseñado otro escenario útil.

 

MI TEORÍA SOBRE LA CONFIANZA

Quizás uno de los libros que más me cautivó cuando era niño, por su impactante tesis y sus reveladores planteamientos, fue El mito de Sísifo de Albert Camus (Le Mythe de Sisyphe, 1942). El libro comienza con una cita de Píndaro que dice así:

«No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible»

Tal vez olvidamos a menudo esta enorme reflexión que reformuló siglos después Ardrey y que me sirve a diario para crecer más y más desde lo humilde y lo pequeño:

«Mientras perseguimos lo inalcanzable hacemos imposible lo realizable»

Comenzaba así El mito de Sísifo recordándonos exhortando al lector a pensar en el sentido de nuestra existencia y en la razón última de que estemos vivos. Como todo existencialista y amante del absurdo, Camus exponía a través de la más alta narrativa que Francia ha dado, que la vida tiene solo el sentido que cada uno queramos darle. Del mismo modo las personas tenemos solo la confianza que otros quieren darnos o que cada uno quiera tener en sí mismo. Sísifo, astuto, hizo enfadar a los dioses y fue condenado a empujar indefinidamente un peñasco gigante montaña arriba. Cuando el peñasco estaba ya en la cima volvía a caer hasta lo más profundo del valle desde donde debía recogerlo y volverlo a empujar hasta la cumbre durante el resto de sus días. Así imagino yo que es la generación de confianza, tan difícil de ganar y tan fácil de perder. Y para una breve aproximación a la generación de confianza y a mi teoría sobre la confianza, invito al lector o lectora a leer aquí y aquí.

 

MI TEORÍA SOBRE LA COMUNICACIÓN

Ya he escrito aquí sobre lo que otros entienden por comunicación y hace poco hablé del protagonismo y la importancia que la palabra ha tenido en mi propia vida. Sin embargo nunca he formulado en un formato breve y comprensible para todos qué atajos exitosos suelo emplear a la hora de comunicarme con los demás. Si al lector o lectora no le importa, también haré referencia a aquellos que no me funcionan nunca en absoluto. En ambos casos expondré mi teoría de la comunicación, por lo que hablaré de asunciones básicas y generalidades útiles a partir de mi experiencia.

Creo que hacemos muy poco el ejercicio efectivo de pensar en la necesidad, la voluntad y la integridad del otro cuando hablamos. Sobre estas tres bases, se basa mi teoría de la comunicación. La idea fundamental es que la empatía real es el valor básico de toda comunicación efectiva:

  • LA EXPECTATIVA AJENA: En todo proceso de comunicación efectiva nunca es tan importante lo que yo quiero decir como lo que la otra persona espera que yo diga. Sostengo que el 80% de comunicaciones que realizamos a diario no resultan efectivas porque solo pensamos en lo que nosotros necesitamos decir y no en lo que la otra persona necesita que digamos. Frecuentemente se defiende que la coherencia en la comunicación depende de que mi mensaje (mi palabra) se corresponda con mis actos (mis hechos). Añado a esta verdad que la coherencia en la comunicación es un proceso bidireccional que se construye y necesita de ambos sentidos (emisor y receptor) para ser efectivo. Si queremos que nuestras comunicaciones sean efectivas debemos dejar de recortar lo que denomino la extraordinaria cadena de comunicación: a) necesidad de que yo diga algo, b) necesidad de la otra persona de escucharlo, c) encuentro de ambas necesidades a través del lenguaje. Generalmente nos saltamos el paso B en nuestros procesos de comunicación, y esto repercute en la falta de efectividad de las comunicaciones. Sobre las necesidades diré tan solo que la mayor parte del tiempo tenemos que suponer la necesidad del otro pero que lo más efectivo en los equipos es que cada persona comparta su necesidad. En aquellos procesos de desarrollo de equipo en que esto ha ocurrido, todos hemos sentido y hecho magia. Nadie puede comunicarse de forma efectiva con nadie a no ser que esta otra persona lo necesite.
  • LA VOLUNTAD AJENA: En todo proceso de comunicación efectiva nadie se dará por enterado a no ser que él o ella mismo quiera. Sostengo que no solo es importante el momento en el que la otra persona tenga la necesidad de escuchar algo, sino también el momento en el que tenga la voluntad de hacerlo. Nadie puede comunicarse de forma efectiva con nadie a no ser que esta otra persona quiera.
  • LA INTEGRIDAD AJENA: En todo proceso de comunicación efectiva es tan importante expresar y exponer el territorio propio como respetar y dejar que la otra parte exprese y exponga el territorio ajeno. La finalidad de la comunicación no es que la otra persona comparta mi territorio sino que los dos construyamos uno nuevo a partir de cada uno de los nuestros. A lo largo de mi vida y aún hoy en mi rutina diaria, nada suele ir peor que aquellos momentos en los que intento convencer a alguien de algo sin darle apenas oportunidad de conocerle. En este sentido, creo profundamente que uno no conoce a una persona cuando te la presentan, sino cuando se presenta, esto es, cuando ella misma decide darse a conocer. Y nadie puede disfrutar de este regalo de la vida si no deja tiempo y espacio al resto de personas para sentirse confiadas. Ningún mamífero sale de su madriguera o se atreve a dar el primer paso sin que otros faciliten y aseguren que por fin ya puede hacerlo.
  • LO QUE TIENES Y LA MEDIDA DE LO QUE DICES: Si no tienes, no gastes. Lo que sirve para la economía, sirve para la comunicación. Nadie puede comunicar algo que no tiene. Solo tienes lo que eres, tarde o temprano te darás cuenta de esto. Por otro lado, «de lo malo a lo bueno se va bien, pero de lo bueno a lo malo, ¡ay qué mal se va!. Cuando tengas que comunicar algo, ten en cuenta que la otra persona se genera expectativas, necesidades y voluntades como hemos visto, de modo que procura que lo que dices no le haga tragar tierra. No es necesario que añada nada más a la explicación que Isidro y Moisés hacen de estos principios de convivencia básica:

 

 

Empezamos de nuevo el curso con trucos y atajos sencillos que te ayuden a lograr el cambio y la mejora en los equipos y personas. Contacta con nosotros si necesitas que te acompañemos en el cambio.

Fuerte abrazo.

 

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