Emperdedor. 30 años. Tengo un mes de vida. De hecho probablemente sea una ficción optimista de los hechos, y sin embargo muchas veces he estado peor.
Una vez aclarado esto, por favor no me digas que lo estás pasando mal. Incluso si estuvieras aún peor, por favor no dudes de la inteligencia humana. Tú no has muerto aún y no por ello dejas de comprender que es algo poco deseable.
Quiero compartir contigo mi opinión acerca de LA CRISIS y por qué realmente pienso que es una excusa bastante cutre para evadirse de la vida.
LA CRISIS no es algo social, no es un problema del mundo ni algo que puedan resolver otros. LA CRISIS es la mayor excusa para no ser valiente que jamás has inventado. Se la escuchaste a otro y la estás utilizando. En el momento justo, viste un flotador y te agarraste a él esperando un nuevo barco. LA CRISIS es un proceso de justificación vírica para dejar de asumir que no quieres hacer algo o que no te interesa lo más mínimo esforzarte por hacerlo. Suele ser además la agrupación mental que tienes de un montón de cosas y personas que han hecho que estés así, pero curiosamente nunca de ti mismo. Incluso cuando todos sabemos que han existido abusos flagrantes y un elevado descontrol, ningún abuso ni falta de control ha sido tan grande como el tuyo. Estás practicando una falta de responsabilidad y un desapego por la vida, por lo que te ocurre, afecta y condiciona a diario a ti y a los tuyos, que sin duda representa la base del problema. Te centras tanto en lamentar la falta de control de otros que has perdido el control sobre ti mismo.
La mayor parte del tiempo crees que ERES LO QUE TIENES pero la vida está basada en que ERES LO QUE HACES. Esto siempre ha sido así. De hecho resulta indiferente lo que hayamos hecho cada uno de nosotros para intentar demostrar exactamente todo lo contrario. Porque afortunadamente la vida no se dio por enterada. El joven millonario que se pudre de seguridad, el famoso corrupto que calcula cada paso, el mendigo que sobrevive en un mundo de otros, el anciano soñador que superó el desengaño, el niño que nunca salió a jugar al patio o el hombre de mediana edad ahogado de poder, todos ellos saben en su solitaria intimidad que no son lo que tienen sino lo que hacen. Lo que hacen con su vida.
Solo tienes una vida para ser vivida. Esta oportunidad se repite con cada nuevo nacimiento, es la oportunidad de siempre pero en cada caso es completamente única. No hay otra igual, lo que hagas de ella es todo lo que eres. No ocupes demasiado tiempo en comprenderlo. Puede que la mayor parte del tiempo no tenga sentido para ti pero siempre tiene sentido para otros. Eres las personas que se paran a escucharte.
A mí me gusta pensar que la vida es una gran película y me gusta trabajar para que en algún momento a otros les resulte interesante verla. Hicieron un casting para la película «Mi vida» y de entre siete mil millones de personas, fui yo el elegido. He sido y soy muy afortunado tan solo porque he decidido serlo. No solo eres la realidad que vives, también eres la que ves. Alguien dijo alguna vez que todo el amor del mundo nunca es suficiente para una persona que no se quiere a sí misma. Generalmente trabajas para otros, trabaja ahora en ti. Puede parecer una gran presión pero con el tiempo te acostumbras a los focos. A pesar de ello, ser protagonista de mi vida todo el rato es tremendamente complicado. Tengo muy mala memoria y con frecuencia se me olvida mi papel. Así que hace poco decidí ser Director. Lo hice porque a menudo me apetecía ser solo un personaje secundario, otras un humilde extra y a veces pensaba en que lo verdaderamente chulo era el montaje. De modo que estoy fuera de escena por un tiempo, dejo a todos los actores dar sentido a la trama y a la historia, intervengo tan solo cuando me consideran necesario. La mayor parte del tiempo descanso de los focos, me sitúo detrás sentado en una silla y me veo crecer junto a los otros. Por lo general he observado que siguen funcionando los diálogos, que se entiende el mensaje e incluso se mejora, que a menudo me sorprendo con el desarrollo de la escena.
De modo que hasta ahora he sido en diferentes momentos extra, personaje secundario, realizador, protagonista y director de la película «Mi vida». Además se da el extraño caso de que nunca he querido trabajar en una película diferente. Hay muchos actores que han querido vivir mi vida, incluso he visto a algunos directores que querían dirigirla. A todos ellos les he dejado hacerlo a veces. Pero llegado el momento a cada uno de ellos les cogí del brazo, les llevé tranquilamente tras las cámaras y les dije: No te plantees cómo puedes vivir mi propia vida, planteate que está mal en la tuya para querer llevar una vida diferente. Si hay algo que aprendí rodando mi película es que está muy bien analizar la vida de los otros, puede incluso que aspirar a ellas; pero es siempre mejor analizar y querer vivir tu propia vida.
Hace poco una amiga llorando me dijo «Me encantaría ser más inteligente» Yo le respondí que si le encantase ser ella misma, no podría ser más inteligente. La mayor parte de personas que he conocido hasta ahora han sido extras. Se presentan al casting de «Su vida» y ni siquiera miran si el puesto de actor protagonista está vacante. No les interesa ni se han planteado que pueda interesarles. Aquellos que tenían mucho dinero eran por lo general unos cretinos. Los que tenían poco me resultaron sin embargo realmente interesantes. A menudo la seguridad de no poder caer más bajo hace del hombre un ser extraordinario.
Hay cierto olor a bajos fondos que nace de la ausencia de recursos y cuya magia es eternamente poderosa y sugestiva. Nadie frecuenta los palacios. No es por motivos de seguridad, se trata de que somos seres sociales por naturaleza. Convivir con la espalda y el sudor de otros parroquianos en un bar, compartir alegrías y penas alrededor de una mesa o sencillamente confesar algo a un amigo, son tesoros fácilmente accesibles cuya clave de entrada cualquiera puede conocer. Disfrutar de cada pequeño momento en la vida es la mayor fortuna a la que podemos aspirar. No se qué clase de vida llevaría en un complejo residencial en Dubai, pero se que la tengo es realmente fascinante.
Cuando en algunos momentos me aparté de mi vida, me vi rodeado de cosas totalmente innecesarias que me poseían por completo. A menudo confundimos los propietarios con las propiedades. La diferencia es sencilla. Aquello que no puedes dar, te posee. Todo lo que no puedes dar te condiciona o te limita, sin excepción. No es malo, simplemente hay que asumirlo y vivir en consecuencia. Es por esto que en mi planeta, la mayoría de propiedades se consideran propietarios. Esta confusión es una de las grandes lacras de nuestro tiempo.
Y aunque es algo personal, me gustaría compartir que entre un jedi y Han Solo, me quedo con Han Solo. No vi a ningún jedi casarse con la guapa, de hecho creo que ninguno de ellos tuvo novia 😉
Esta es parte de la vida que yo veo, B-SIDE mentoring es el lugar donde me atrevo a compartirla.
«Eres las personas que se paran a escucharte»
¡¡Qué grande eres David!!
Gracias Sergio!! 😉