Muchos, como Sebas Muriel e Internal Commons se han hecho eco del sorprendente gráfico que hoy comentamos. Hace poco supimos gracias a Wikipedia que Facebook se perfilaba como el tercer país en el mundo si midiésemos la cantidad de población que engloba. Por supuesto, por detrás aún de China y de India, por encima de Estados Unidos. Venimos hablando del cambio de comportamiento en las relaciones humanas y cómo la tecnología está tomando posiciones en nuestro entorno más inmediato, afectando, influyendo y configurando nuestra realida diaria. Se ha convertido en un bien necesario y nuestro reto es hacer que no sea un bien excluyente. Personalmente recelo del modelo facebook por el uso y concepto que maneja. Creo que se trata de una red social en toda regla, que ha conseguido gran aceptación como vemos en el gráfico, pero que necesita aumentar sus garantías de seguridad y el control de los usuarios sobre su propia información. En todo caso, debemos aceptar que el poder de la masa (el crowd) es evidente y está ahí. La capacidad de presión sobre los gobiernos y las marcas (yo diría con permiso de Naomi Klein que no hay diferencia entre ambos logos) es frecuente y a menudo hemos visto como muchas de las iniciativas que han partido de redes sociales se han materializado. Algunas de ellas son iniciativas chorras, que nos entretienen y divierten (su utilidad es respetable) y otras cambian la realidad de personas con las que no podríamos tener contacto pero que podemos ayudar con un simple click. En todos los sentidos, la capacidad de asociación siempre ha sido determinante en la historia de la Humanidad. Hemos vivido grandes movimientos que han determinado cambios sociales y la adquisición de derechos que hoy tal vez no apreciamos porque nos resultan cotidianos. Los mayores adelantos han partido de la capacidad de influencia que la multitud ha tenido sobre el individuo y solo en algunas ocasiones de la capacidad del individuo de influir sobre su entorno. Actualmente, esta relación unidireccional ha cambiado y la posibilidad de dar a conocer ideas y opiniones es cada vez mayor.
El riesgo de que la información sea mal gestionada es cada vez mayor porque la cantidad de datos que fluyen por la red es ingente. Las fuentes de información se han diversificado y el fenómeno de la comunicación ha desdibujado haciendo que los medios tradicionales (mass media) den paso a los denominados social media, dando un papel prioritario al feedback y la influencia que el observador pueda tener sobre los hechos. Un ejemplo evidente de ello es el microblogging que permite una interacción instantánea y ágil entre individuos con los mismos intereses. Para ponderar la aceptación de estos fenómenos sociales – que a menudo enmascaran una filosofía falsa y vacía de colaboración que deberíamos superar a medida que la madurez en el uso tecnológico vaya haciéndose lugar- la gente de Flowtown ha realizado un gráfico del Social Networking en 2010 que nos permite mirar el mundo red a nivel herramientas web 2.0. Divertida la aparición de la Rising Island of Google Buzz en el sur de este curioso mapa 😉 y también de los United Territories of Wikimedia. Una última reflexión: como bien comentaban en un twit reciente, la filosofía 2.0 y el entorno colaborativo no se basan en una participación activa en las redes, sino en un intercambio honesto entre las partes, un beneficio mutuo. La tecnología es una utilidad, un medio, no una finalidad; por lo que debemos aprovechar este impulso para favorecer mejores relaciones y nuevas capacidades de interacción social.