POR QUÉ HABLAR AQUÍ DE AMOR
Hace poco escribí un artículo titulado Instrucciones para nacer de nuevo que considero útil para replantearnos ciertas asunciones. Hoy utilizando un formato similar, quiero compartir mis pensamientos sobre algo llamado AMOR que los puñeteros hipsters y otras castas dicen que es un mainstream.
Respondiendo a la pregunta mental que ahora mismo te estás haciendo sobre qué hace un facilitador de cambio, desarrollo profesional y equipos hablando sobre amor, te diré joven lector o lectora dos cosas. En primer lugar que la mayoría de personas con las que hablo últimamente durante más de media hora, terminan compartiéndome problemas de pareja. Estamos rematadamente tocados en este aspecto y como afecta a gente de mi entorno y me afecta a mí, he pensado hablar hoy de ello por si ayuda. En segundo lugar, como no creo que la vida sea un conjunto de compartimentos estancos, creo que introducir esta problemática en foros profesionales, contribuye a humanizar un poco la salud de la red y de nuestros equipos.
Por todo ello escribo hoy sobre algo en lo que puedo ser el último experto de la Tierra, pero en definitiva experto. Hoy hablaré de AMOR y de una modalidad concreta del amor que es el amor entre una pareja de personas. Llamo personas a todo tipo de individuos, de género masculino o femenino, de todo tipo de razas y culturas, con todo tipo de orientación sexual y definición ética, desde el primer pueblo habitado hasta el último cuarto de ciudad en todas y cada una de las latitudes del planeta. Llamo personas incluso a aquellas que sobreviven a diario camufladas bajo pieles de lobo o de cordero. Te llamo a ti persona.
DESGASTE HISTÓRICO DE LA IDEA DEL AMOR
Actualmente vivimos un periodo de pobreza emocional, lingüística e ideológica en lo que respecta a la idea del amor. No quiero ser dramático o tremendista porque puedo vivir perfectamente con ello, pero es un hecho que hemos acotado mucho esto del amor a encontrar alguien con el que tener hijos y ser, en otras palabras, personas productivas.
Pese a los grandes esfuerzos de no pocas religiones, muchas escuelas de nueva conciencia y talleres de práctica emocional, es un hecho que un griego de hace 2500 años era mucho más capaz de identificar sus sentimientos respecto al amor de lo que cualquiera de nosotros hoy lo somos. Tenemos cuantitativamente cada vez menos palabras para expresar lo que sentimos y el significado de la palabra amor se ha desvirtuado por completo.
Copio aquí íntegramente la aproximación histórica de este deterioro que aparece en la espectacular y detallada entrada AMOR dentro de wikipedia. Recomiendo su lectura para una visión histórica del progresivo desgaste de la idea. Este es el párrafo más alarmante:
«El capitalismo sitúa a la sociedad dentro del marco de un proceso de producción. Con este marco, el amor se convierte en un elemento más de dicho proceso. Las empresas analizan al ser humano y buscan la forma de extraer de él la mayor cantidad de consumo, no dudando en utilizar el amor y el sexo como reclamo de un modo desnaturalizado y grotesco: la empresa evoca en el consumidor sentimientos amorosos y de deseo, pero su fin último no es buscar el amor ni el sexo por parte del consumidor, sino su dinero y su trabajo. Como consecuencia, se produce deshumanización al identificarse el amor a otro ser humano con el amor a un producto, ya que dicha asociación trae, inevitablemente, la asociación del propio ser humano con un producto»
En otras palabras, hemos cosificado el amor. Consumimos amor, no lo disfrutamos. Lo veo a diario en muchas personas que me rodean y yo mismo he sufrido las nefastas consecuencias.
Solo por citar una de tantas culturas antiguas, los griegos entendían que había cuatro tipos de dioses diferentes del amor todos ellos fases y momentos necesarios: Afrodita (la idealización y el amor instintivo), Agapé (el amor desinteresado y la comprensión del bien del otro), Storgé (el amor basado en el compromiso), y Philia (el amor fraternal, de afecto, de amistad). Además estaban Hera (el amor fiel), Démeter (el amor materno), y Dionisos asociado luego a Ludus (el amor como juego o diversión). Con estas ya he contado siete gradaciones cromáticas diferentes que tenían los griegos para hablar de todo lo que implica amor. Esta forma de entender la idea de amor desde la riqueza de aproximaciones era común en diferentes culturas de la antigüedad en cada continente.
El mensaje fundacional de esta iniciativa y de nuestro trabajo está basado en el AMOR en su sentido más amplio e inmediato. Para mí el amor es, a todos los efectos, un bosque salvaje como los que aparecen en este artículo. Es necesario que llueva y haga sol para que crezca y a menudo hay que vivir en la sorpresa sin necesidad de tenerlo todo claro. Hay tonalidades diferentes en cada etapa pero siempre existe la certeza de que todo aquello finalmente se renueva.
Hoy no obstante, como comentaba, quisiera hablar de un amor en concreto: el amor en pareja. En este tipo de amor cualquiera de nosotros, por muchos años de experiencia que tenga, es un aficionado. Creo útiles dos diferenciaciones básicas que a menudo se contraponen pero que considero complementarias:
DOS TIPOS DE AMOR PARA PAREJAS
Termino de ver Brief encounter (Lean, 1945), una revisión cinematográfica sobre la infidelidad con piano de Rachmaninov de fondo. Se diría que el film contrapone dos tipos de amor para parejas bien diferentes que hoy quiero formular:
- El amor impulsivo (basado en la atracción, el impulso y el deseo) Suele ser un amor contrarreembolso. Es una proyección de mi voluntad en la voluntad del otro. La frase que identifica este tipo de amor es TE QUIERO. Es una oración emocional que cubre el recorrido en un solo sentido: del YO al TÚ. Representa la expresión de un sentimiento puro y simple, es decir, «me ocurre ahora mismo y aquí que quiero lo que tienes. Quiero por ejemplo tu atractivo, quiero tu boca y tu conversación, quiero tu presencia y compañía, quiero ahora tu calor» El lenguaje de este tipo de amor es enunciativo. Quiere esto decir que expresamos lo que llevamos dentro pero no nos ocupa su mantenimiento. Es un amor de disfrute, diseñado por nuestra capa reptiliana para el corto plazo. Es instinto de supervivencia y de satisfacción primaria. Se dice «Me gusta esta persona», «Estoy enamorado/a de esta persona» o incluso «Me siento bien con esta persona». Me interesa mucho estar con ella y abrazarla, darle una parte de mi vida porque me ha captado. Es una relación entre cazador y cazado que a menudo incluso se da en ambos sentidos. En esta cazería paradójicamente la persona experimenta ambos roles y es también la pólvora de su propia munición. Hay juego no verbal e intereses propios pero no suele haber reglas. Bien jugado, se llega al éxtasis y también se experimenta la caída. Quiero solo lo bueno que tú tienes y voy a hacer todo lo posible por disfrutarlo… Nada así dura nunca mucho tiempo. Este tipo de amor suele estar presente en el buen sexo, en el compañerismo del trabajo y el aprecio inmediato. No hace falta ser muy valiente para atreverse a querer así a alguien. Es algo natural y forma parte de lo que soy y lo que somos. Este amor sostiene la fuerza de gravedad entre personas. Cuando alguien que me atrae me ofrece y demuestra este tipo de amor, no siempre lo compro. Si lo compro, intento no tener una gran expectativa pero casi nunca lo consigo. De hecho creo que el que lo consigue, además de mentiroso es un mediocre.
- El amor responsable (basado en el cariño, el respeto y el afecto). Es amor sincero e íntimo y una propuesta conjunta de gestión de nuestros miedos (al rechazo, al fracaso, al cambio). La pareja que comparte un amor responsable es también la forma más rentable y exitosa que conozco de transformar el miedo tóxico en miedo sano. Es una aceptación de mi voluntad, de tu voluntad y de NUESTRA voluntad. No proyecto, integro. Construyo algo a partir de mí y del otro. Trabajo para que me entienda y para entenderle. Juzgo porque no idealizo. Pero si juzgo, casi nunca acabo condenando. Amo porque hago y porque espero. Pero si hago, no espero y si espero, no hago. Tengo fe en lo que soy, en lo que es la otra persona y en lo que somos. Por eso para este tipo de amor no existen frases. Podría vivir sin él o ella pero elijo vivir con él o ella. Es decir, de entre todas las personas de la Tierra y entre ellas de todas las que yo conozco o haya conocido, ahora mismo te elijo a tí y además no solo elijo lo que tienes sino lo que eres. Cojo todo el paquete de tus bondades y maldades, de tus detalles y tus miedos, de tu cuerpo y lo que encierra, y decido que estaré aquí para cuidarlo. El lenguaje de este tipo de amor es demostrativo, es decir no solo expresamos lo que llevamos dentro sino que además de forma continuada lo demostramos (al otro y a mí mismo). No es que le de una parte de mi vida, sino que los dos compartimos las nuestras para generar una nueva común que redefine las propias. El buen amor responsable es para el amor impulsivo (la locomotora) como las vías del tren que son siempre necesarias. Es importante el tren pero qué poco corre y a qué pocos sitios llega si nadie se dedica a mantener las vías. Son propios del placer del amor real, los pequeños detalles y los gestos. Quiero lo bueno y lo malo que tú tienes y voy a hacer todo lo posible por disfrutarlo y ayudarnos a crecer. Hace falta ser MUY valiente para atreverse a querer así a alguien. Este amor es, verdaderamente, el que ha hecho que seamos la especie más inteligente y evolucionada de la Tierra. En mi vida la canción por excelencia de este tipo de amor es Carry your will (The Mowgli´s). El amor responsable está basado en el compromiso y el respeto. Hay un interés que es ya común y también hay reglas. Es un juego con perspectiva e ilusión de largo plazo. Quiero disfrutar de tí durante mucho tiempo. Cuando alguien que me atrae me ofrece y demuestra este tipo de amor, yo siempre compro. Si lo compro, reconozco tener expectativas
Compras amor cuando te comprometes con lo que estás haciendo. Sea una noche o cuarenta años de tu vida. Solo compras si el otro vende. Puedes convencerle de que venda o compre y él o ella puede convencerte de que vendas o compres. En cualquier caso, si quieres disfrutar del amor en pareja invierte siempre en el NOSOTROS, el resto es especulación continua.
CONVERSACIONES ACERCA DEL AMOR
Suelo reunirme con mis amigos de toda la vida en un viejo bar del centro. Hablamos, reímos y alguna vez hemos llorado acerca de lo que nos preocupa y de las cosas que hacemos que nos pasen. La mayor parte del tiempo compartimos aventuras presentes o pasadas. Ellos lo niegan, pero yo creo sinceramente que somos gente extraordinaria. Después de muchos años con todo tipo de anécdotas y momentos en común, creo conocer bien a estos malditos bastardos. Somos personas sanas que queremos ser felices. De hecho la mayoría de nosotros, con esfuerzo constante y diario, lo hemos conseguido. Por eso se que si un día, tras pedir los botellines, planteara esto del amor impulsivo y responsable, se que tendríamos visiones similares respecto a qué es y qué no es emocionalmente saludable.
Se, por ejemplo, que diríamos que ambos tipos de amor son necesarios y que todo tiene su momento.
Se también que habría cierta unanimidad respecto al tremendo placer de permitirnos disfrutar de los impulsos, pero también sobre la necesidad de no perder un cierto grado de seguridad en nuestra vida.
Se que yo de repente interrumpiría el diálogo y diría, citando quizás esta u otra película, que Hollywood y Disney han hecho mucho daño.
Se que diría a voz en grito que yo soy romántico por convicción propia en el sentido literal pero no en el figurado.
Se que haría referencia a alguna que otra conversación nocturna con alguna mujer sobre este tema.
Tengo claro que convendríamos que lo suyo es tener una relación sincera, que te aporte momentos de grandeza y además que nos permita vivir juntos y disfrutar nuestros chispazos, esos momentos en que nuestra cara se enciende y se ilumina. Porque solo entonces es cuando el amor renace.
Se que diría que no se busca la felicidad en el otro sino en uno mismo y que por eso la pareja puede darte felicidad pero no hacerte feliz.
EL AMORÓMETRO
Luego cogería una servilleta, pediría un boli al camarero y dibujaría una herramienta rápida de creación propia para la toma de decisiones en favor del Amor Responsable. Esta herramienta mide el Amor saludable entre dos personas. Estos son los pasos a seguir si quieres realizar tu propio AMORÓMETRO:
1) Se le pide en una servilleta en blanco a una persona que puntúe de «cero» a «diez» el grado en el que cuida, atiende o satisface sus necesidades en esa relación.
2) Se le pide en esa misma servilleta en blanco que puntúe de «cero» a «diez» el grado en el que cuida, atiende o satisface las necesidades del otro en esa relación.
3) Tenemos por tanto dos resultados correspondientes a las puntuaciones de «cero» a «diez» de acuerdo al grado de satisfacción de necesidades propias y ajenas. Lo que hacemos ahora es presentar esos resultados, no de forma independiente, sino en una sola gráfica lineal cuya mitad representa el valor «diez» y cuyos extremos (cada una de las personas) representan ambos el valor «cero».
4) Ahora toca la interpretación. En la gráfica los valores «cero» del área de responsabilidad NOSOTROS comienzan a contar a partir del valor «cinco» del área de responsabilidad YO o TU. Esto quiere decir que a partir de un grado «cinco» en cada una de las escalas del YO o el EL/ELLA, ya se está dentro del trabajo en el NOSOTROS. El objetivo es visualizar dónde se encuentra la persona para establecer el reto de mejora hacia el NOSOTROS a partir del trabajo sobre sus necesidades y las de la otra persona. Es común en esta herramienta que se visualice una descompensación hacia uno u otro lado. El ideal es establecer un equilibrio. Por otro lado, de ninguna manera se puede trabajar en el NOSOTROS si las puntuaciones están por debajo de 5 en cualquiera de las escalas.
MI IDEA DEL AMOR EN PAREJA
- El amor no se alcanza, se recorre. Ver el apartado AMOR (POR LO QUE YA SOY, ERES Y SOMOS) del artículo Sociedades de Aprendizaje Mutuo
- Puedes aspirar o desear una gran cantidad de cosas en tu vida. Sin embargo no hay mayor amor que apreciar lo que ya tienes.
- Paradójicamente el amor llega de dentro afuera. Si estás en paz, no la necesitas y por eso ya la eres.
- Procura no pensarlo demasiado.
- Comparte lo que sientes pensando además de tí en el otro.
- Si no entiendes, no especules, pregunta.
- Aprende a estar callado. La mitad del tiempo la otra persona solo necesita escucharse.
- Relájate. El 80% de problemas de pareja no son problemas de pareja. Indaga las causas y acepta las decisiones.
- La mujer de mi vida no será la mujer más guapa del mundo, ni la más inteligente, ni la más espectacular. La mujer de mi vida será aquella persona que yo decida que es la mujer de mi vida. El resto, son detalles.
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Buenos días la verdad que es un artículo superinteresante que leerá con calma porque ahora mismo no tengo mucho tiempo pero te dejo algo mi vena psicológica me habla mucho de las expectativas creadas y de que nunca acabamos o nos molestamos del conocimiento profundo de los individuos . Aporto esto .
AMAR SIN EXPECTATIVAS
Sólo cuando estás bien contigo puedes estar bien con los demás.
Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer,
respetarte para respetar, y aceptarte para aceptar, ya que
nadie da lo que no tiene dentro de sí..
Ninguna relación te dará la paz que tú no crees en tu interior.
Ninguna relación te brindará felicidad que tú no construyas.
Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando seas capaz de
decirle.. No te necesito para ser feliz.
Sólo podrás amar siendo independiente, hasta el punto de no
tener que manipular ni manejar a los que dices querer..
Sólo se podrá ser feliz cuando dos personas felices se unen para
compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, necesitas
autoestima y la práctica de una libertad responsable.
Pretender que otras personas nos hagan felices y llenen todas
nuestras expectativas es una fantasía narcisista que solo trae
frustraciones.
Por eso, ámate mucho y el día que puedas decirle al otro.. «Sin ti me la paso bien.», ese día estarás más preparado..
para vivir en pareja…
– Verónica Floreta García
Gracias por compartir este aporte y espero que saques tiempo para leer el artículo. Un saludo, Begoña
Excelente David. Y muy inspirador. Gracias.
Gracias a tí, Ramón, por la visita. Fuerte abrazo
Me gusta mucho, David. En realidad me gusta todo lo que escribes, se me hacen cortos tus escritos! Y no lo son, pero yo continuaría en tus palabras. Lo cierto es que si lo haces sobre amor me quedaría más tiempo en ellas.
Nos toca, a todos. Nos iguala.
Sobre la diferencia que apuntas, ¿no crees que hay amores responsables que terminan? Y si lo hace, ¿nos queríamos en realidad bajo impulso y no responsabilidad?
Hola Anna, gracias por tus palabras. Tu comentario es ya un buen sueldo para mí.
Dices «Creo que el amor nos toca a todos y nos iguala». Qué cierto es esto. Antes de responder a tu pregunta, he de decir con humildad que realmente he amado mucho pero todavía nunca suficiente. Este artículo pretende exponer dos polos del amor que se complementan y con los cuales tenemos que vivir a diario en nuestras relaciones de pareja. Se me ocurrió que estos poles han existido y existen siempre que he querido a alguien. No quiere decir que sean universales pero en mi caso se dan y a menudo (el 80% del tiempo) es complicado distinguir uno del otro. Hace poco tuve una conversación sobre esto y expuse algo que me apetece compartir aquí: «Yo creo que la teoría se lee muy bien pero la práctica en esto del Amor en pareja es más intrincada. Lo útil no es idealizar esta teoría sino que nos sirva de brújula para saber cuando estamos disfrutando de qué cosa».
Respondiendo a tu pregunta, yo sí que creo que hay amores responsables que terminan y que es sano dar fin a relaciones que ya solo nos aportan tormento, apatía o dolor. Creo que ambos tipos de amor, el responsable y el impulsivo, deben complementarse y en ningún caso debemos tener «cero» de ninguno si lo que buscamos es algún tipo de relación saludable más allá de la diversión o la afinidad a la que todos podemos aspirar en un principio. Por otro lado creo que como sociedad hemos perdido mucha paciencia en esto de las relaciones y que esta pérdida ha ido pareja a la pérdida de miedos, el conocimiento más profundo de la realidad del mundo y otros avances recientes. Lo malo es que esta pérdida de miedo, nos ha hecho ganar otros muchos miedos como el miedo a dejarnos cuidar o querer, que es algo que día a día me encuentro en coachees y mentorandos y en la realidad de las organizaciones. Tenemos déficit de amor responsable, eso también lo creo e intento en mi propia vida trabajar por aumentarlo.
Gracias de nuevo Anna.
Buenas tardes lo he leído muy atenta creo que en el amor de pareja como bien dices no lo puedo entender sin combinaciones de los dos que menciones y creo que las parejas deben seguir conservando la magia de sorprender sino sería super aburrido todo si no hay chispa. También entronco con un nuevo tema ¿ Todo el mundo tiene que estar en pareja para ser feliz ? ¿ Por qué se nos educa en que la felicidad es tener pareja ? ¿ No sé puede vivir en soledad por elección propia ? .
Bajo mi prisma ¿ Hay mujer de tu vida ? O es la persona que ocupa ese espacio en las diferentes etapas de ella y cierto creo que la persona que comparta tu vida para cualquier individuo será la mejor porque aunque los demás digan es así o de otra manera para ti serás maravillosa porque verás en ella o él lo que te ha cautivado , la aceptarás con sus defectos y virtudes , aprenderás a verla con otras gafas .
Un saludo y buen artículo .
Interesante punto este que comentas, Begoña. «¿Todo el mundo tiene que estar en pareja para ser feliz?». Deja que comparta mi opinión no sin antes agradecerte de nuevo la visita:
Pienso que no es necesario una pareja para ser feliz, en otras palabras -y como bien dice Pilar Jericó en el artículo al que hago referencia en el artículo- una pareja no te puede hacer feliz. Feliz te haces a tí mismo a partir de lo que vives y en función de lo que eres. Por otro lado yo he tenido la suerte de vivir durante años el afecto de pareja y la importancia de la caricia (no solo la física sino la moral). En este sentido, creo que yo sí que elijo una vida en pareja para mi futuro. Y no es porque ahora no sea feliz sin ella; se que personalmente yo ya soy feliz y siempre voy a serlo. Es porque ya he probado el delicioso néctar de una relación estable y verdadera, con auténtico amor y afecto y comprensión del otro, y eso, compi, es para mí hoy inigualable. Por eso quiero agradecer hoy aquí a cualquiera de las parejas que he tenido, por encima de cualquier otra circunstancia, el extraordinario amor que me mostraron. ¡Es un milagro amar pero qué mayor milagro es ser amado!
Así que respondiendo a tu pregunta: No, claro que no todo el mundo tiene que estar en pareja para ser feliz. Pero sí, en mi caso yo elijo encontrar a una mujer con la que compartir mi felicidad disfrutando juntos de la suya. Ya sabes, Begoña, que todo esto son elecciones personales. Eso es todo.
Gracias por la visita.
Muy cierto lo que comentas mis preguntas son al aire como todas las filosofías y reflexiones que lanzo muchas veces simplemente como bien dices creo que es una elección personal de cada individuo y lo creo es que uno tiene que ser feliz en pareja , sin pareja viviendo su vida como quiera vivirla y sobre todo viviendo cada instante intensamente .
De nada un placer .
«Hay personas que tienen pareja pero se sienten tan solas y vacías como si no las tuvieran. Hay otras que por no esperar deciden caminar al lado de alguien equivocado y en su egoísmo, no permite que ese alguien se aleje aún sabiendo que no le hace feliz.
Hay personas que sostienen matrimonios o noviazgos ya destruidos, por el simple hecho de pensar que estar solos es difícil e inaceptable.
Hay personas que deciden ocupar un segundo lugar tratando de llegar al primero, pero ese viaje es duro, incómodo y nos llena de dolor y abandono.
Pero hay otras personas que están solas y viven y brillan y se entregan a la vida de la mejor manera. Personas que no se apagan, al contrario, cada día se encienden más y más. Personas que aprenden a disfrutar de la soledad porque las ayuda a acercarse a si mismas, a crecer y a fortalecer su interior.
Esas personas son las que un día sin saber el momento exacto ni el por qué se encuentran al lado del que las ama con verdadero amor
y se enamoran de una forma maravillosa».
TERESA DE CALCUTA
Juan Carlos gracias por compartir esta genial reflexión de la madre de los hombres. Me queda mucho que recorrer aún. Cuando leo esto, lo se. Seguimos en la brecha. Abrazo fuerte.
Encantada nuevamente de leer el artículo, viene a complementar uno que leí hace unos días y que sin embargo tú escribiste años después. Seguramente tengas razón con que Disney y Hollywood han hecho mucho daño, pero no estoy del todo de acuerdo, y podría debatir largo y tendido sobre esto, tal vez sea una, ilusa, soñadora o una romántica pérdida, o simplemente es fruto de mi generación, pero ¿no sería lo que muestran esas películas una primera fase?, ¿no muestran una combinación de estos dos amores que comentas en este artículo? Finalmente solo muestran el inicio de algo, no como puede evolucionar. ¿No nos ocurre a todos en algún momento esa atracción, feeling, química, enamoramiento o como queramos llamarlo que nos motiva a querer más, a querer conocer más a alguien, a avanzar en una relación o querer comprometernos en algo? Tras este primer sentimiento, naturalmente estoy de acuerdo que dependiendo de muchos factores cada persona preferirá un tipo de relación u otra, pero que si hablamos de amor, al menos en mi caso como describes tú, no concibo que no sea amor sincero ya sea con amigos o hacia una pareja, con entrega y compromiso. Finalmente, si estamos con alguien que sea el amor la única causa, y porque realmente es lo que desea, no por cualquier otra causa como la dependencia o cualquier otro tipo de sentimiento de soledad, miedo o costumbre. No puedo estar más de acuerdo con algunos comentarios anteriores respecto a que una pareja puede completar tu felicidad, pero no dejar todo el peso de tu felicidad en tener pareja. Aunque en mi opinión vivir el amor es una de las mejores cosas de la vida, lo importe como dices en otros muchos artículos lo mejor es ser feliz por uno mismo y todo lo demás ya se verá. Aprovecho también para indicar que me encantan los comentarios de otros de tus seguidores al respecto de este tema.
Aquellos 4+3 dioses griegos del Amor que comento en el artículo pueden corresponderse a lo que comentas acerca de las diferentes fases, Leticia. Es para mí un hecho que la cinematografía y la cultura audiovisual en general en la que nos hemos educado nunca aborda todas las fases de una larga relación sincera con una persona y solo redunda en una posibilidad de amor que en ocasiones existe pero que es altamente improbable encontrar: el amor romántico continuo. Prima por tanto en la sociedad de consumo a la que somos tentados diariamente una cultura del amor impulsivo, un tipo de amor llamado a satisfacer deseos instintivos y que resulta más fácil de manipular y orientar hacia la satisfacción momentánea de deseos por medio de la mentalidad de inmediato plazo. En otras palabras, compran y venden mucho más los insatisfechos y buscadores continuos de satisfacción que los mansos y maduros de espíritu. Necesitar continuamente satisfacer una idea de amor romántico inalcanzable, es altamente rentable para el mercado. La idea fundamental del artículo es destacar la enorme diferencia entre esta forma de entender la vida (buscar la satisfacción propia de lo que YO quiero) y una forma de entender la vida más allá de uno mismo (construir la vida en común a la que NOSOTROS nos comprometemos). Gracias siempre por tu opinión!!
Totalmente de acuerdo, en lo que respecta a la explotación comercial del concepto de amor, creo que soy una de las personas mas detractoras de este aspecto, al menos con algunos de los medios de consumismo establecidos. Tampoco defiendo la busqueda perpetua de la fase de enamoramiento, solamente que existe, y es muy bonita, pero como dices, lo realmente bonito es el amor en si, incluso con sus puntos negativos y ver como este evoluciona con el tiempo y se consolida aunque a veces «se termine».