Ayer estuve durante todo el día en un curso corporativo de seniors que me demostró que algo está cambiando y que yo puedo aportar algo a ese cambio. Sonaron palabras como “innovación”, “desarrollo de personas”, “bondad”, “sostenibilidad” y todo ello en palabras de socios de la compañía. Las grandes consultoras deben dar el paso y creo que mi empresa actual lo está dando de forma convencida aunque queda mucha labor de divulgación, apostolado y consolidación de ideas. Al final del curso tuve la oportunidad de hablar con uno de los responsables de Innovación y le mostré mi compromiso personal para incentivar y apoyar su iniciativa dentro de la casa. Al modelo de consultoría tradicional dura basada en estructuras industriales y férreas se opone un nuevo modelo que se sustenta en la permeabilidad y la capacidad de captar ideas y motivar a los equipos; es decir, nuestra marca (comunidad, organización, empresa) irá mejor si todos nosotros nos encontramos a gusto, cómodos y motivados como elemento prioritario de focalización. David Pérez-Gómez habló de creaticidio en aquellos casos en los que se mata la capacidad personal y profesional del potencial del empleado. En mi opinión estamos viviendo cambios continuos que se enmarcan en una gran revolución de base que continúa la labor secular de nuestros antecesores. Al principio y durante milenios una sociedad estamental, feudal y basada en privilegios planteaba un mundo de varias velocidades donde solo unos pocos (tal vez el 0,01% de la población) podían formular y decidir. Posteriormente la sociedad demandó derechos y con gran esfuerzo los fue ganando hasta reducir las estructuras del establishment tradicional a unos pocos centros de poder totalitarios. Más tarde estos centros de poder se hicieron globales. No hablo de la globalización sino de la industrialización y mucho antes de las religiones como ejemplo de organizaciones permeables capaces de adaptarse o adaptar el medio con el que interactúan. Y ahora, vivimos una época en la que nuestro nivel de exigencia aumenta porque nuestro valor y capacidad de aportar a la sociedad cada vez es mayor debido a la alfabetización, la extensión de la educación superior y el ritmo y desgaste de las estructuras de trabajo en las que trabajamos. Queremos visibilidad, lo hemos demandado siempre pero cada vez estamos más cerca de alcanzar esa visibilidad universal. Otro de los socios y CEO de la compañía, nos transmitió de forma admirable que su única exigencia personal a la que se siente obligado es que todo el mundo en la empresa tenga las mismas oportunidades que él de llegar a donde ha llegado. Nos habló del desengaño que se produce al entrar en un trabajo y ver cierta incapacidad para capilarizar conocimiento e ideas y se comprometió, como viene haciendo, a reducir el gap entre la oportunidad y la asíntota de crecimiento que impide el desarrollo personal. Personalmente, ¡Gracias!. Hablamos de ganar dinero pero también hablamos de trabajar cómodos y encontrar nuestro sitio. Yo no quiero ser socio, no me lo planteo porque será una consecuencia si en algún momento se me plantea; lo que quiero es aportar valor y trabajar, sentir que hago algo que ayuda al resto. De esto también se habló en la charla. Cada vez más se habla menos de liderazgo y más de saber comunicar. Personalmente, también ¡Gracias!. Todo suena a esos conceptos que tanto me gustan de Empresa Digital Extendida y de Economía Basado en el Conocimiento…
El hecho de que las altas esferas de la empresa acunen y abracen a los nuevos valores me parece que dice mucho del compromiso con este nuevo modelo con independencia de que luego suframos las consecuencias de vivir en ese doble ritmo de empresa industrial- conocimiento.
El disfraz de la imagen (todos deberíamos ser conectores) lo tenéis disponible en Nomepuedocreer
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