Marcharse no es vivir. Vivir es quedarse en cada sitio. Así es como yo entiendo el incomprensible fervor que me ha producido Holanda hace ahora una semana. Creo que ME HE QUEDADO ALLÍ. Puede que sea el lugar del planeta en al que más conectado me he sentido hasta la fecha.
Durante cuatro días intensos he estado conociendo a nuevos amigos en los Países Bajos, siempre muy centrado en dos ciudades cercanas a Amsterdam más que en la propia capital. Harleem y Leiden han sido mis dos objetivos no planificados en los que he conocido a una joven pareja, Susanna y Brahm, y he vivido otra nueva entrega del viaje hacia el equipo dentro del programa MINN en el que como sabéis sigo dando guerra y paz a partes desiguales. Esta vez hemos visitado Team Academy Harleem gracias a la hospitalidad de nuestros compañeros holandeses. Hemos tenido nuestra primera evaluación 369 (no es una errata) y además hemos realizado una propuesta de valor a una compañía de muebles holandesa que está posicionada en varios países. El feedback de la empresa ha sido positivo y durante algunos momentos he creído que podíamos nacer… Estamos en ello.
La calidad de vida de todas las personas que he conocido en Holanda es algo más que buena. Creo que la muestra de personas conocidas no es representativa pero sí habla mucho del alto nivel de civilización que ha alcanzado esta parte del mundo. La mayor parte de ciudades que he conocido están completamente construidas para ser habitadas y disfrutadas por el usuario de un modo no invasivo y natural.
Por otro lado, en nuestro propio viaje hacia el equipo hemos tenido algunas bajas temporales y se han sumado nuevas ideas que nos ayudarán a crecer más allá de cada uno de nosotros. Creo que todo el equipo necesita crecer desde cada nodo y sin conocer la realidad de cada uno de nosotros, nuestras expectativas, lo que esperamos de los otros o del viaje, creo que será complicado llegar a buen puerto o al menos a un puerto que nos resulte útil a todos.
Mucho antes del viaje había estado trabajando un TEAM-MAP que quiero compartir con vosotros por si os resulta de utilidad. Se trata del boceto inicial en el que detallo lo ocho pasos que creo que deberíamos dar antes de empezar a pensar qué queremos ser o hacer en común. Hago una analogía con el nodo social más elemental: la FAMILIA y a partir de ella intento estructurar un discurso de valor basado en cuatro ejes: PENSAR EN UNO MISMO (desarrollo personal), PENSAR EN AQUELLOS QUE ESTÁN A TU LADO (Invierte en tu vida), PENSAR EN TU EQUIPO (Team Building).
La idea es realizar una foto de toda la familia en la que cada miembro sea un perfil y en el que todos podamos saber aficiones, nombres de los hijos y pareja, trabajos, responsabilidades, preocupaciones, capacidades, experiencia… Se trata de facebookear el equipo para poder conocer a los otros. También intento explicar a mi equipo la importancia que tiene comprender a los demás y empatizar realmente con sus necesidades. Intento llevar la iniciativa #occupyminners a un ámbito más funcional y realizable para todos. Aunque de momento solo lo intento. Como sabéis, en mi ánimo por naturalizar el equipo, intento asediar, ocupar y meterme en cada casa de cada miembro del equipo. De alguna manera hago shadowing para entender sus necesidades. Intento ser su sombra sin perder mi esencia. Tal vez esta sea la clave para construir equipos. Los equipos no tienen porque tener una marca en común pero sí una meta o un espacio compartido en el que todos encuentren un beneficio mayor al que podrían generar por separado. No se si lo lograremos alcanzarlo pero moriré intentando tener una bandera 😉