YO VOY. La cancelación de la Open Source World Conference 2010 es una noticia que ha provocado enérgicas protestas en los foros profesionales durante los últimos días. Desde Vorpalina queremos manifestar nuestro apoyo a la convocatoria para una conferencia alternativa que ya se ha denominado Libre Software World Conference bajo el hashtag de twitter #oswcalt. Sobre la decisión de la Junta de Andalucía, no ya controvertida sino sospechosamente inesperada como comentaban nuestros colegas de Nación Red, queremos realizar una serie de apreciaciones que consideramos constructivas por si algún dirigente tuviera a bien leerlas:
Hecho 1.- España vive una coyuntura económica más que complicada con más de 4.000.000 millones de perceptores del subsidio por desempleo, una banca que ha salido fortalecida del periodo de recesión y una ciudadanía incapaz de ahorrar ante una política retributiva pobre. Su modelo de desarrollo está fuertemente vinculado a sectores y segmentos de mercado tradicionalmente rígidos (construcción, turismo,…) con falta de sostenibilidad a largo plazo e incapaces de aportar calidad de vida sobre el entorno en el que se proyectan. Esta situación es sistémica pero no es endémica, esto es, la hemos heredado pero es naturalmente corregible con cambios profundos en el modelo de desarrollo que afecten a este tipo de mercados duros (que son reconfigurables y pueden ser mucho más sostenibles y menos radicales) y que fomenten nuevo mercado nativo en áreas como la investigación, la educación, la tecnología, la industria, la innovación,…
Hecho 2.- España es uno de los países líderes en tecnología FLOSS con una alta presencia de profesionales en mercados y nichos de mercado punteros en ingeniería de software libre. Así lo demuestran múltiples estudios e instituciones internacionales que avalan a nuestro país como referente en materia de políticas de acceso abierto, e-administración y e-government. Nuestros expertos y profesionales trabajan desarrollando tecnología de última generación y pertenecen a una generación altamente cualificada con criterio y capacidad propia. El FLOSS es considerado por todos los observadores independientes como una tecnología no emergente sino ya consolidada, que ha demostrado una valía técnica equiparable al software propietario.
Hecho 3.– La convivencia de software libre y software propietario es lícita, legal y fortalece el mercado privado. En las sociedades con un sistema financiero industrial y una estructura de trabajo no basada en el conocimiento (a extinguir en mi humilde opinión) la apuesta privada está condicionada por motivos morales, prejuicios y desconocimiento basado en técnicas FUD. Sin embargo, salvando esta brecha cultural, los equipos capaces de adoptar decisiones deben evaluar propuestas técnicas, fiabilidad y garantías con independencia de modelos de negocio. De este modo pueden sobrevivir al mercado que les da servicios y no estar sujetos a un proveedor, fomentando la libre competencia de mercados que les beneficiará de forma inmediata. Esto por cuanto compete a la empresa privada y al corto plazo. En el largo plazo, muchas empresas ya abogan por una cultura 2.0 que está teniendo su pronto reflejo en los usos y modelos de mercado acostumbrados, sean libres o propietarios…
Hecho 4.– Con independencia del Hecho 3, la Administración Pública y las entidades financiadas con dinero público que velen por el cumplimiento de los derechos del ciudadano y su bienestar social, deberían promover modelos de negocio que redunden en su comunidad. De este modo se fomentaría el empleo, la innovación y la actitud emprendora y el fortalecimiento de un tejido asociativo y ecnómico (no ya social) capaz de modificar la tendencia disruptiva del sistema actual. De ningún modo las grandes soluciones de software privativo cumplen o abogan por este principio.
Hecho 5.- La cultura FLOSS lleva implícito un componente educativo nada desdeñable de colaboración y participación a menudo de forma desinteresada en primer término pero que sin embargo habilita a los colaboradores para llevar modos de mercado y comportamientos profesionales sostenibles y no basados en abstracciones. El FLOSS fomenta la meritocracia, la puralidad y la accesibilidad, promueve estándares abiertos no privados y es garante de una cultura de la recompensa basada en el esfuerzo y no en el monopolio. El modelo FLOSS tiene su eco y principio en modelos sobradamente exitosos como el de las comunidades científicas, las comunidades vecinales o los grupos autogestionados. De ningún modo las grandes soluciones de software privativo cumplen o abogan por este principio.
Hecho 6.– Todo ciudadano que pague sus impuestos tiene el derecho a que la Administración Pública que tributa esos impuestos y le da servicios disponga de la propiedad del código fuente o al menos tenga autonomía y control efectivo sobre fabricantes, proveedores y marcas que la ayuden en el cumplimiento de ese servicio. De ningún modo las grandes soluciones de software privativo promueven este principio
Hecho 7.- La historia nos ha enseñado que todo impulso creativo, con sólidas bases morales, revolucionario en su idea, innovador en su factura, lúcido en su planteamiento, permeable a los sentimientos y las necesidades, motivador para los que lo acometen y crítico con lo establecido, acaba por imponerse a las voluntades de una eterna minoría autocrática, inflexible y eternamente ambigua. La sinergia mejor que la acción y la reacción (esto dejémoslo para valores bursátiles abstractos por el momento).
Estas recomendaciones están hechas a un dirigente. En la nueva cultura en red que aún estamos tejiendo entre todos (queda mucho o todo por hacer), tú también eres tu propio dirigente y participas, así que comenta y distribuye, debate. Este post solo quiere plantearte que el FLOSS no es la solución pero al menos tampoco forma parte del problema.
Lo que propongo es algo productivo: que todos manifestemos YOVOY a Libre Software World Conference. Todos nosotros y nuestra economía ganaremos algo más que aquella vez que algunos pudisteis decir YOVOY a una Huelga General.
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