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Familia mapuche (región actual de Chile)

Familia mapuche (región actual de Chile)

¡Qué foto más rara para un blog tan moderno! dirás. Este blog no es moderno y todo tiene su explicación.

La famosa campaña «Think Different» con la que Jobs de algún modo quería cambiar las reglas del comportamiento publicitario y posicionar a Apple como referente para el cambio – mal que pese a algunos thinkers y a muchos marketers– capta la esencia de cualquier revolución. El compañero @sandopen expresaba algunos de los puntos clave en su blog y exponía hace pocos días la excelencia del caso Jobs en su post Piensa diferente (incluye el video de la campaña). De la campaña me quedo con una frase: «La gente que está loca como para pensar que puede cambiar el mundo, es quien lo logra». A partir de aquí expongo el terrible caso del hombre conocido.

Con mi total respeto por la capacidad inspiradora de Steve Jobs, no es la persona que yo quisiera ser. No comparto muchas de las cosas que dijo en su discurso del año 2005 para los graduados de la Universidad de Stanford sobre todo porque la persona que yo quisiera ser soy yo mismo y esto es algo que incomodaría al propio Jobs. Tiendo a escapar de la marca corporativa en favor de lo que el bueno de Andrés Pérez llama marca personal. No hay nada en el esfuerzo de Apple por cambiar el mundo interesadamente que me reporte algún tipo de valor útil para construir una nueva sociedad. Sin embargo reconozco abiertamente que considero su Hardware uno de los mejores productos del trabajo humano. Con todo, para mí solo es un cambio en la cantidad (dinero, personas digitalizadas y máquinas) y no en el concepto. No niego su revolución, simplemente la minimizo. Y mucho. No soy viejo pero para esto no hace falta ser muy sabio: Mucho más importante que imponer grandes medios tecnológicos es divulgar grandes fines personales. Porque en cada persona está el germen de una nueva sociedad. No en los genios ni en los grandes nombres ni en las decididas inversiones de unos pocos. Cada vez más el mundo que conocemos depende de nosotros mismos. Dejemos de idolatrar y de etiquetar, tomemos referentes pero solo como facilitadores porque tal vez en su misma situación, en su mismo tiempo y con su mismo entorno, cualquiera de nosotros hubiera sido esa persona a la que tanto admiras.

He leído durante noches sorprendentemente cortas la inteligencia de Bertrand Russell y la comicidad hilarante de Shaw. He estudiado la genealogía y costumbres de Mesopotamia, la cuna de las civilizaciones, para escribir un libro y demostrar que nada ha cambiado en 4000 años de Historia. Nuestra colección de emociones y sentidos sigue siendo la misma que la del joven Gilgamesh, nuestra curiosidad es de Ícaro y esa Nube que tanto nos gusta ahora en forma de Cloud Computing ya sedujo y le costó a Ixión perder la confianza del dios griego. Como la rueda a la que irremediablemente estaba atado Ixión, la historia de la Humanidad es una sucesión incestuosa de revoluciones que no dejan de rodar y a un mismo tiempo nos dan vida y nos condenan. Creer en cada revolución es harto ruinoso. Mi teoría es que un hombre medio -me excluyo de la cuenta- cree y puede sostener y soportar a lo largo de su vida dos revoluciones. Al término de la segunda generalmente se desengaña y su inquietud por cambiar decae. Como Gilgamesh y el mismo Heracles, nos acercamos desafiantes a los dioses de turno (en nuestro tiempo y en el de Jobs apenas despojos de grandeza que unidos llamamos Organizaciones), les plantamos cara y pensamos superarles, demostrar al mundo que nuestra forma de pensar y nuestra apuesta es la correcta. Cuando acaba el ciclo generamos por nosotros mismos nuevas Organizaciones. ¿Eso es todo? Eso es todo.

Hasta aquí el terrible caso del hombre conocido. A cualquiera que llegue a ese punto, yo puedo ignorarle. Puedo hacerlo porque considero que ha repetido un patrón de conducta que se pierde en la historia de los tiempos. A quienes no puedo ignorar es a aquellos que rompen este patrón de conducta, a quienes hacen suyo el discurso disruptivo e intentan cambiar el mundo desde su entorno más inmediato, a quienes incluyen y no segregan, a todas aquellas personas que, en fin, están cambiando desde ya ese patrón de conducta que por sí solo era una petición de principio horrible capaz de ser la peor pesadilla si tuvieramos conciencia del daño tan atroz que ha producido. Se trata del mismo patrón de conducta que a un nivel muy bajo, muy local y muy concreto (las tres premisas para que algo funcione) en 1971 Steve Wozniak quiso romper presentando a su entonces empresa Hewlett Packard la idea de un ordenador personal (PC) que rechazaron por descabellada. Tras trabajar la idea con Jobs y presentarla en Berkeley, nacería Apple, esa gran industria de la imagen (Jobs) y de la ingeniería (Wozniak). No quiero entrar en si fue más complicado transformar la idea en aparato (Wozniak) o convencer de que el aparato era revolucionario (Jobs). En cierto sentido ambos procesos implicaron transformación pero lo realmente revolucionario fue expandir la tecnología a cada hogar en el mundo. ¿Os parece una gran revolución?. Pues ahora escuchad el sorprendente caso del hombre sostenible.

Tribunal de las Aguas por Bernardo Ferrándiz, en 1865

"Tribunal de las Aguas" por Bernardo Ferrándiz, en 1865

¿Y si en vez de buscar revoluciones fuéramos cada uno de nosotros una revolución?. Tú, lector, me dirías: «Eso no es sostenible». ¿Y si en lugar de hacer revoluciones controladas por los otros fueramos independientes y capaces de aportar nuestras propias revoluciones?. Tú, lector, me dirías: «Ninguna organización ni sociedad puede sostenerse bajo ese principio». Ahora quiero que hagamos un ejercicio conjunto de reflexión para un posteriormente inmediato autocastigo punitivo. Todas los casos exitosos que enumero a continuación se mantienen por el valor abierto, libre, no sujeto a restricción, completamente independiente y autónomo y en todas las ocasiones completamente solidario de sus miembros:

Concejos de Mesta: Existentes desde 1273 hasta 1836: En concreto 563 años de sostenibilidad organizacional.

Consejo de Hombres Buenos:  Desde el siglo VIII en la época andalusí hasta nuestros días. Todavía vigente.

Tribunal de las Aguas de Valencia: Desde el reinado de Al-Hakam II (960) hasta nuestros días. Todavía vigente

Si os interesan estos temás, investigad sobre la gestión de nuestros bienes comunes, nuestro procomún. No deberían ser propiedad de empresas o particulares, sino de la propia sociedad. Recientemente la UNESCO ha nombrado a estos dos grupos sociales anteriores Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Pues bien, cada uno de los casos que la UNESCO ha denominado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el mundo suelen corresponderse con grupos que siguen una misma pauta social colaborativa y de salvaguarda de valores o con representaciones o manifestaciones creativas que fomentan la comunicación, el grupo o las relaciones (flamenco, castellets, silbo,…). Ningún caso de los admitidos en la lista tiene que ver con valores individualistas sino personales.

Más casos:

Wikipedia: Iniciativa de la Wikimedia Foundation, sí, una fundación, no una empresa. Nadie habla de Jimmy pero nos flipamos con Steve. ¿Sabías que recientemente se ha declarado que la Enciclopedia Británica tiene más errores en artículos destacados que Wikipedia?. ¿Conoces cómo funciona Wikipedia por dentro? ¿Sabes que ningún editor de contenidos recibe ni un solo euro por su contribución? ¿Sabes cuántos millones de personas contribuyen a que el conocimiento humano sea difundido a cada punto de red en el mundo?. ESO ES VALOR. A ellos no puedes ignorarles. Ya está en marcha, está vivo, no van a parar. Nada semejante se había dado con anterioridad, no existen casos equiparables en cuanto a volúmen y alcance de la iniciativa. Consulta estadísticas en la cabecera de este blog. Siempre las tengo a mano para que nunca se me olvide que el hombre es capaz de masacrar en apenas seis años a 60 millones de personas pero también es capaz de generar 16 millones de artículos de forma colaborativa y transparente. Todavía vigente.

Comunidades de Software Libre: Todo su código puede ser reutilizado, redistribuido y modificado libremente. El valor del esfuerzo de cada desarrollador Linux no es la capacidad de guardar secretos (Apple) que pueda tener sino la capacidad de haber desarrollado algo sólido y fiable para cotizar su conocimiento en el mercado y aplicarlo a cualquier ámbito de desarrollo software. Sus desarrollos han posibilitado la verdadera extensión de la tecnología del ámbito macroeconómico a las pequeñas economías, pero también es un modelo de negocio implantado en la práctica totalidad de organizaciones actuales. Todavía vigente.

Comunidades indígenas mapuche e inuit: Me sirve cualquier comunidad indígena que haya sobrevivido hasta la fecha y demostrado que el siglo XX occidental es una mariconada de evolución al lado de miles de años de experiencia vital. Cualquier comunidad pero destaco dos que nos estamos cargando. En Chile y las regiones árticas, en condiciones extremas de vida han logrado sobrevivir estas dos comunidades que basan su sistema de vida en la autonomía, la independencia y la colaboración de las estructuras sociales comunitarias y distribuidas que generan. Solo se ven destruidas por el carácter colonizador y homogeneizante de la cultura occidental y la globalización económica.

ONGs civiles: Organizaciones totalmente solidarias, sin identidad política, pero fundamentadas en principios de ayuda a los demás, con ánimo de lucro ético y personal pero no económico. ¿Cómo es posible que existan? ¿Qué motiva a los miembros de estos grupos? Dinero, no.

La Iglesia católica: Nada más y nada menos que 2010 años de Historia. No quiero hablar de la organización arcaica ni de las ideas retrógradas de sus dirigentes, quiero hablar de varios casos concretos dentro del universo Iglesia Católica. Por ejemplo os quiero plantear el caso de las comunidades de cristianos de base, pequeños grupos de creyentes que se reunen e intentan interactuar con la sociedad de acuerdo a principios de respeto con su entorno. Por ejemplo os quiero plantear el caso de una anciana que viva en un pueblo a una hora de la parroquia más cercana y se levante cada día a escuchar misa. También el de un hombre que ha perdido a toda su familia por violencia extrema y se encuentra solo en el mundo y mantiene una fe ciega en Dios y en la doctrina cristiana de la paz. Soy ateo (no creo en Steve Jobs) pero no puedo ignorarles. Repito: 2010 años repitiéndose éstas y muchas otras historias una y otra vez…

Redes sociales y blogosfera: Estás en un blog y conocer las sinergias generadas a través del intercambio de información entre gente con similares inquietudes e invirtiendo tiempo y esfuerzo personal sin retribución económica alguna (salvando community managers, claro 😉

Pues bien, esta es el sorprendente caso del hombre sostenible. ¿Qué modelo nos hace crecer (no en cantidad sino en calidad) y qué paradigma social nos estigmatiza?. ¿A qué modelo quieres aportar?. Si deseas ampliar detalle sobre lo importante que es para nosotros no perder las referencias y la diversidad, lee a Marvin Harris para aspectos antropológicos y deja que George Steiner te llame ignorante. Lo último lo hago cada día.

REFLEXIÓN: No hay nada que impacte más y que penetre mejor en los grupos de personas complejos (sociedades) que la fuerza consuetudinaria de los actos, es decir, el peso de la costumbre, el respeto, los acuerdos y la tradición. Todos ellos intangibles, no técnicos y valores. Mi opinión personal: para cambiar verdaderamente el mundo la tecnología por sí sola no hace nada, Apple no hace nada, la innovación por sí sola no hace nada, la actitud lo hace todo, tú puedes hacer algo. En tu entorno de trabajo, con tus amigos, en tu familia. Las revoluciones auténticas no son de una sola persona sino, una a una, de todas las personas. Ese es nuestro valor, somos uno (nodos) y muchos (crowd), las posibilidades son infinitas, solo debemos transformar. Cuanto más abajo transformes mayor será la dimensión y repercusión del cambio que provoques. Esa será la verdadera Innovación Abierta. No hierarchy, all net.

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