Allá por el siglo XIII de la era occidental, Ramón Llul (1235-1325) escribió el «Libro de la Orden de caballería». En él desde una perspectiva cristiana muy ceñida al proceso de reconquista de la España medieval, describe «los derechos y obligaciones del caballero y le impone los objetivos de desplegar el honor cristiano y la nobleza de espíritu, de los que se sigue la observancia de una estricta piedad» (1) lo que sin duda la convierte según Javier Martín Lalanda, doctor en Filología y titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Salamanca, en el «auténtico tratado sobre el significado y los orígenes de la condición del caballero«. Os recomiendo si tenéis algo de tiempo la lectura del estudio historiográfico de Martín Lalanda y del texto literal del que parte la idea de este artículo.
Lo que os propongo ahora es conformar un tratado de idéntica magnitud y calado que sea capaz de reflejar el nuevo orden de caballería de la cultura red, esa cultura de la participación activa y efectiva y de la colaboración por encima de cualquier barrera que está cambiando nuestras vidas. Algo así como un compendio de virtudes y máximas que nos ayude a difundir los principios del nuevo paradigma que ha modificado por completo nuestro modo de relacionarnos y comprender el mundo gracias a los principios de la sociedad de la información sobre los que muchos hemos teorizado. La cultura red tiene filosofía y principios propios y está basada en valores constructivos que dan voz a cada actor/usuario/ciudadano/bloguero de un mundo conectado, fortaleciendo sus derechos y deberes para una sociedad algo más justa y habitable.
Nuestro libro de la Orden de caballería red debería tener una estructura consensuada de la que participemos todos puesto que todos aportamos valor y sobre la base de la colaboración y la comunicación transparente estamos construyendo un futuro mejor en cada post y tweet y en cada nodo de red que nace en otro punto del planeta. Mi propuesta de comienzo sería adaptar el prólogo de Ramón Llul para darle el carácter elevado y distinguido que toda la revolución 2.0 se merece. Algo así:
«A semejanza de los siete planetas, que son cuerpos celestes y gobiernan y ordenan los cuerpos terrenales, dividimos este Libro de la Ordén de Caballería Red en siete partes, para demostrar que l@s cabeller@s tienen honor y señoría sobre el pueblo para ordenarlo y defenderlo (puesto que ellos son el pueblo). La primera parte trata del principio de la caballería en red (cómo nació la cultura red y cómo la tecnología e individuos conectados fueron capaces de lograr su nacimiento). La segunda, del oficio del caballer@ en red (sensibilización, pautas suele cumplir y los diferentes perfiles/actores en el mundo red). La tercera, del exámen que debe hacerse al escudero cuando quiere entrar en la orden la caballería en red (qué debe hacer o qué prejuicios debe superar alguien que no conoce la red o no entiende sus modelos de trabajo o de negocio para poder formar parte de un mundo conectado, qué competencias digitales debe adquirir). La cuarta, del modo como debe ser armado el caballer@ en red (explicando la completa autonomía de un escudero para entrar en la red y cómo su mérito, esfuerzo y trabajo y no agentes externos pueden convertirle en caballer@ en red) . La quinta, de lo que significan las armas del caballer@ en red (las herramientas de colaboración, el aprendizaje social, las herramientas de ejercicio del derecho público a la libre expresión y los códigos de participación social y transparencia pública con permiso de Dolors Reig). La sexta, de las costumbres que son propias del caballero en red (su modo de vida, su papel en la sociedad y sus ventajas). La séptima, del honor que otros caballeros en red y el resto del pueblo debe al caballero en red (explicando en qué consiste el honor y el prestigio de un caballer@ en red y cómo puede valorarse su nombre o su marca personal con permiso de Andrés Pérez Ortega)
¿Qué os parece la idea? Creo que sería una buena oportunidad para explicar al mundo quienes somos esos seres raros continuamente conectados que tienen fe en un mundo y una cultura sostenibles. Hacedme saber impresiones bien en twitter (@vorpalina) o bien a través de comentarios o correos. A pesar de que siempre ando liado cambiando el mundo, esta es una más de las tareas para hacerlo así que yo me encargaría de redactar el tratado y de colgarlo bajo creative commons recopilando aportaciones. Creo para ello el hashtag #caballeriared en twitter.
Notas:
(1) Fuente: Wikipedia
(2) Fuente: Libro de la Orden de Caballería, Ramón Llul; ed. y trad. Javier Martín lalanda: Biblioteca Medieval XXI Ediciones Siruela, 2009, ISBN 978-84-9841-272-7)
A lo mejor te sirve de algo Navegando la Tercera Ola. Lo escribí como un intento de explicación del pensamiento de los partidos piratas. Puede servir para tu concepto de «caballeria de la red».
Ángel, me parece muy interesante que añadas a la reflexión que hacía en el post, la filosofía de la tercera ola y los apuntes de Toffler. Especialmente constructivas tus aportaciones en el documento respecto a los denominados «tecnorebeldes». Realmente tiene mucho que ver con la reflexión que desde la cultura red demandamos para una sociedad justa y sostenible. Además aportas datos actualizados hasta 2010 sobre algunas medidas coercitivas que se han tomado a lo largo del panorama internacional. Creo que este documento -que no conocía- es muy útil también para ver qué son los partidos piratas y qué cambio suponen respecto a los partidos nacidos de la cultura industrial. Incluiré tus reflexiones en el futuro libro de #caballeriared. Un saludo.