Esta noche estuve allí, en #acampadasol. Aquello es magnífico. Llovió sobre plásticos de sueños tejidos con pequeñas voces que cantaban democracia pero la dignidad empapa más que el agua. Si pueden escapar del tedio, acudan a sentirse jóvenes y libres sea cual sea su edad y profesión, su signo político o condición social. Acudan a ver un ejercicio de ciudadanía real libre de partidismos y barbarie que pretende mejorar un sistema obsoleto y opaco que ya hemos desbordado. Un solo hombre ha decidido que no se celebrara, pero porque 5.000 sí lo hemos querido allí hemos aguantado. En España ya tuvimos experiencias similares que nuestros padres y abuelos ya recordarán, sin embargo mi momento es ahora, mi voz es esta, mi demanda es -como la de todos- clara: QUEREMOS UNA DEMOCRACIA REAL YA, sin gobiernos financieros ni políticos comprados, sin burocracia ni trabas, sin aranceles morales legitimados por el status quo. Somos parte sangrante de un pueblo ofendido, somos la democracia. Si no quieres participar, no digas que tú también lo eres. No queremos un cambio violento ni brusco, solo expresar lo que pensamos y sentimos, nuestra indignación y angustia que nos da la fuerza necesaria para tener ideas, para cambiar las cosas. ESTO ERA NECESARIO y esto nos ayudará a continuar con el esfuerzo de construir una sociedad sostenible y justa para todos, ese mismo esfuerzo que empezaron aquellos a los que admirábamos, los que ahora se han acomodado y reniegan de los cambios. Recapacitad y escuchad la voz de los que no quieren ser ovejas porque tal vez en un futuro acaben siendo los pastores…